Adios NY, bienvenidos a Roma.

—Déjame ver si entendí, ósea que tu eres un demonio pero también eres un niño rico y tu eres una una... no se como describirte. -Allison no podía procesar todo tan rápido pero tenían varias horas en lo que el avión llegaba a Roma.

—Básicamente soy uno de los hijos de el diablo, si así lo quieres más simple.-Dijo alzando los hombros.

—Y yo pues... puedes simplemente dejalo en cómo nos llamaban, una bruja de ojos plateados.—Dijo señalándose así misma con una sonrisa grande en el rostro mientras cerraba los ojos.

—Espera un momento, tu no tienes ojos plateados. -Levantó una ceja y se acercó a su rostro.

—Oh claro espera tiene que ser cuando estoy así. -Cerro los ojos y el ambiente cambió un poco y un aura clara empezaba a emanar de ella y de golpe abrió los ojos y estos cambiaron a un color plateado. —Soy una sablair y se nos conoce como las brujas de ojos plateados, somos hijas del linaje de la relación entre el rey Arturo y el mago Merlin, solo que nosotras solo somos mujeres, en nuestro clan o especie como quieras verlo solo somos mujeres.

—Carajo son como las amazonas de WW.-El asombro en su rostro era más que notorio.

—¿Si sabes que Wonder Woman no es real?.—Con una cara de confusión contesto y luego estallo de risa.

Mientras que de el otro lado de los asientos estaban Adelis y Killian, ella se iba a sentar lejos de él pero en la situación que estaban no tenía elección y además estuvo rogando todo el camino para hablar con ella hasta que accedió.

—Muy bien, ¿de qué querías hablarme Kil?.

—¿Porque aceptaste la gracia de Artemisa?, se muy bien que solo será tuya o de la portadora siempre y cuando esta acceda.

—Supongo que quería mantener a salvo a quienes estuvieran a mi alrededor, no quería ver más gente herida ante mis ojos desde esa vez.

—Esto no es un juego y lo sabes, las batallas o cosas qué hay allá afuera o con las que me he topado son aterradoras, no hay un bien o un mal, ni fuertes ni débiles todos caemos heridos o muertos por igual.-El la miraba pero ahora su voz sonaba preocupada.

—Es algo que decidí y estoy tranquila con mi decisión y espero que al menos esta la respetes.

—Ahora eres parte de esta guerra, más bien de esta carrera contra el tiempo.

—Necio.

—Siempre. —Ambos rieron por un momento y luego él se levantó.—Debemos de estar cerca de llegar.

—¿Que es lo que más deseas?. —La mirada de ella ahora era seria pero él estaba dándole la espalda y este se volvió rígido, apretó los puños. En su mente pasaron imágenes que corrían como si una película resumida en segundos se tratara y este apretó los dientes que sin darse cuenta se mordió el labio y este sangró.

Nunca te enfrentes a alguien más fuerte que tu, puedes terminar muerto.—Esa imagen en su cabeza parecía tomar realidad en donde estaba y podía ver claramente a Lucel caminando hacia él y estando cerca agachándose para mirarlo a los ojos mientras le acariciaba el cabello y veía esos ojos que parecían fosas oscuras y sin un fin. —Yo te inculque eso desde que llegaste, recuerda que los Dioses pueden sangrar y un humano puede morir más rápido incluso siendo un Dios.—El podía ver claramente ese recuerdo, a pesar de haber sacado la aguja que lo dudar e incluso retroceder ante Lucel ese recuerdo siempre lo ha aterrado porque esas palabras eras más que ciertas.

—Killian.... ¡Killian despierta!.-Una bofetada fue lo que lo trajo de vuelta y este empezó a jadear agresivamente mirando a su alrededor. Tomó de los brazos a Lucy fuertemente y la acercó a él.

—¿Cuanto falta?.

—Aterrizamos en 36 minutos según el capitán, tú recuéstate.-Ella sabía lo que pasaba, recordaba perfectamente ella y Nero lo que había pasado así que lo recostaron y ella lo noqueo porque este era muy necio y no se dormiría por las buenas.

—Muy bien admito que me dio risa eso pero también ¿porque lo golpeaste?.-Estaba confundida.

—Lo conoces mejor que nosotros y sabes que es necio y seguiría despierto alegando que está bien cuando nosotros dos sabemos que no.—Hizo un ademán con la mano para que la siguieran

Ellas caminaron de regreso a la otra parte de el avión y se sentaron.

—Déjame adivinar, ¿otra vez ese recuerdo?.—Su rostro era serio.

—No estoy segura cual de los dos.-Suspiró Lucy.

Allison pidió saber que pasaba ya que definitivamente estaba confundida y Adelis solo sabía pedazos y nadie podría juzgarlas, si llegaran de la nada y ocurriera toda esa clase de eventos y me llevaran sin ninguna explicación ¿Quien no estaría confundido?.

—Solo podemos decirte lo que ha ocurrido desde que estamos con el, me temo que no podemos decirte más porque no es como que nos cuente de su vida, sabemos una que otra cosa porque ha salido en pláticas que tenemos aveces pero realmente no sabemos de él.—Replicó Nero.

—Ah que va, puedo resumírtelo, supongo que a Adelis ya le dijo porque estamos yendo en camino.

—Si eso lo se.-Contestó Allison.—Pero... Esos dos cuando estaban de frente parecían tener algo de conexión... lo sentí cuando los vi de frente.

—Bueno con respecto a eso es difícil de decir, nos lo hemos topado unas veces y hemos sentido como su misma facción hace presencia en ambos al verse, sabemos que Lucel es el Dios de el odio, y... si sabías ¿cómo se manejan los Dioses? Es decir ¿en esta actualidad?.

—Amm... ¿hay diferencia?.

—Veras los dioses iban por eras y por mitologías antes, iban cambiando sus facciones, antes eran Dioses que se manejaban por sus habilidades tales como Zeus el Dios del rayo, Odin el padre de todo, Ra el Dios del sol, aunque también había dioses de el amor, sabiduría y cosas así, ¿vas comprendiendo el contexto?. En nuestra época los Dioses de hoy en día se basan en facciones y habilidades, Killian es el Dios de la ira y el rayo, y el es el Dios de el odio y la necromancia, ahora si pones atención su habilidad va dependiendo su facción, la ira es como un relámpago puede ir y venir rápido y estallar en cualquier momento pero siempre con una señal algo así como cuando los cielos se nublan y los escuchas venir, y el odio es algo.

—Planeado, más metódico.-Agregó Adelis.

—Si, una persona que odia puede matar sin razón aparente solo por sentir esa sensación así que la necromancia reina en el, porque incluso estando muertos podemos seguir odiando con fuerza en la otra vida.

—Ahora te pongo este otro contexto.-Prosiguió Nero ahora.—¿Has oído hablar de los celestiales? En la mitología griega se hablaba de los titanes que eran los padres de los Dioses, en esta generación están los celestiales solo que esta vez solo hay dos y no más, son como el ying y el yang tiene que haber luz y oscuridad, bien y mal para permanecer en equilibrio, lo que los distingue de los demás es que son algo más allá que los Dioses y su poder es inmenso, ellos no tienen una facción definida, así que ellos no dependen de esa sensación de su facción para poder liberar su poder e incluso ellos no necesitan una restricción para obtener una gran ventaja sobre un oponente.

—¿Una restricción?.

—Es como un intercambio de equivalencia. —Agrego Lucy.—Pides algo pero tienes que dar algo a cambio de eso.

—Entonces...¿Ustedes tienen.. ya sabes algo como ellos?.

Ambos se miraron y Lucy y Nero contestaron al mismo tiempo.

—Claro, solo que distinto.

—Bueno Lucy es parecida a Killian.

—Veras, soy una Sablair pero aún así comparto una habilidad, en este mundo todos los que somos así tenemos una habilidad, incluso ahora ella que comparte lazos con la Diosa Artemisa, si Killian es algo como Dios del relámpago yo soy como él en ese sentido, mi habilidad ejerce en los relámpagos también, creó lo único que nos diferencia es el color. —Río mientras se tocaba el cabello amarrado.

—Y yo solo puedo decirte que quemo.

—Entonces cambiando de tema...si este tipo quiere el grial es para...

—¿Convertirse en celestial?, si así es.-Dijo Nero feliz.

—¿Porque te pone feliz que haya dicho eso?.-Pregunto Allison extrañada.

—No se, creó porque atinaste y pensé que solo eras una cara bonita, por cierto ¿tienes alguien? Estoy soltero y sin compromisos. -Dijo tomando su mano y besándola. La cara de Allison se sonrojó.

—Ya te habías tardado galán, ven ya vamos a aterrizar y alguien tiene que cargar al Dios de los tontos y esa no seré yo.—Dijo mientras lo tomaba del cuello de la camisa y lo arrastraba a la parte donde habían dejado a Killian acostado. Adelis se quedó pensando y miró y luego acarició el zafiro que tenía en su cuello colgando.

—¿Que pasa?.-Pregunto Allison.

No puedes salvar a todos deja de tratar de ser un héroe, no quiero que me salve nadie.

En este momento me acordé algo. —Adelis río y dio la vuelta, anda ya bajaremos y creo que esa explicación ayuda más a entender el contexto.

—No, solo nos dijeron prácticamente que son, quienes son, a qué vamos y porque vamos, no tiene sentido, bueno supongo que no todo es como en las películas o libros.—Saco su mochila de arriba de uno de los portaequipajes que estaban sobre los asientos.

Bajaron del avión y sentían frío como en ningún otro sitio a pesar de que el sol estaba en su punto.

—Habemus llegado jajaja, bienvenidas a Roma, por favor cuidado al bajar damas pasajeras. —Para Adelis y Allison pensaban que era un simple idiota pero estaban confundidas, había momentos que veían a ese chico ser serio y había estos que parecía no tomar nada en serio y todo a la ligera.

—Y pensar que la última vez que estuvimos aquí fue para viajar.-Lucy miraba alrededor y caminaron hacia la salida.

Quedan 4 días.

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