DE NIÑAS COMO CECILIA Y POETAS COMO RAMOS SUCRE (2)

Arrebatada por el insoportable desconsuelo de mi alma, le grité que eso no podía ser cierto, que no lo podía aceptar. En eso, aparecieron Romina y Clemente, cuyos brazos me sostuvieron cuando creí llegar al día de mi muerte también. Les pedí que me llevaran al apartamento de Jimmy y me alejaran de aquella horrenda y negra tierra de la tumba que ahora me separaba de él. Accedieron aunque no estaban muy seguros de dejarme sola, aun así, comprendieron que necesitaba estar sola en el espacio que alguna vez fue nuestro hogar. Llegué al apartamento con el mismo ánimo que me acompañó desde que me enteré de tan nefasta noticia, y me llamó poderosamente la atención lo fría y vacía que se sentía la casa a pesar de que todo seguía en su lugar. Yo ni siquiera sabía cómo Jimmy se había quitado la vida y tal vez no quería saberlo.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo