¿Porque no podía ser una chica interesante? Ser la chica típica de las pelis, que con solo caminar sobre la escuela todos la adoraban.

Aunque sería un fracaso en ello, soy muy cohibida y muy insegura con las personas pero en el fondo tengo ese yo interior que quisiera hacer algo más temerario por mi vida, algo que marque mi vida pero jamas pasaría. 

Escuche cuando mi hermano adoptivo se levantó de la cama y dejó salir un pequeño gruñido, ¿como carajos lo e escuchado? Seguro es mi imaginación eso es todo.

—¿Amelie estas despierta? —pregunto mientras tocaba la puerta.

¿Huele a hot cakes? ¡Que diablos me pasa!

Negué con mi cabeza desviando esos pensamientos, no tenía tiempo para pensar en tonterías, ahora sería mi último día de clases y acabaría por fin la preparatoria.

—tu puedes —me anime con una leve sonrisa mientras peinaba mi cabello pelirojo. 

¿Me pareceré a mis padres biológicos? Pensé con melancolía.

Mi cabello es largo y abundante, mi piel es blanca y cremosa, mis ojos son color verde y mis labios son definidos, ¿así será mi madre? Trato de no pensar en ellos, me abandonaron siendo una bebé, ¿que clase de padres harían eso?

Me puse mis zapatillas y tomé mi mochila mientras abría la puerta de mi habitación, baje las escaleras y ahí estaba mi madre haciendo el desayuno.

—son tus favoritos —dijo ella con una sonrisa.

Sirvió mi comida y yo me dispuse a desayunar.

—buenos dias —dijo mi hermano Jack.

Jack según Ivonne mi mejor amiga es muy atractivo, tiene cabello negro, ojos color miel y piel clara como la mía, sus facciones son muy marcada, nariz delgada y camanances en su sonrisa. 

—buenos días cariño, ahí esta tu comida —contesto mi madre con su voz melodiosa. 

Mi madre se llama Susan, me adoptó siendo una bebé y ella a sido la mejor madre que e podido tener, es alta y con una cuerpo esbelto, cabello rubio con ojos azules y piel blanca. 

—ya casi tenemos que irnos, tienes tus últimos exámenes —murmuró mi hermano con una sonrisa cómplice mientras tomaba su desayuno.

El me conocía muy bien, sabía que hacer amigos no era lo mío.

—muy bien vamonos —dijo Jack tomando mi mochila y saliendo de casa.

Me subí al auto deportivo de Jack y emprendimos camino hacia mi escuela, el entraba una hora más tarde en la universidad.

—muy bien pequeña, ten cuidado vendré por ti en la tarde —dijo mi hermano deteniéndose frente ala escuela.

Suspire por mi adentros y desee internamente que nadie me molestara el día de hoy.

—¡eh adonde vas! —siseo Ivonne mi mejor amiga.

Ivonne es atractiva, con cabello castaño y ojos color azul grisáceo, piel clara con atributos muy bien formados. 

—¿al salón? —dije encogiendome de hombros.

No quería ir a una fiesta en la que nadie se interesa en lo más mínimo mi cumpleaños.

—eres una agua fiestas, podemos hacer algo juntas —insistió.

Ivonne puso los ojos en blanco y siguió mis pasos hacia el salón, nuestro último examen era sobre matemáticas y me encontraba nerviosa por ello.

—nose porque te molestas en llegar temprano, es obvio que el maestro te ama a ti y a tu cerebro —comentó Ivonne aburrida.

Ivonne soltó una pequeña risa y alzó sus manos en señal de rendición, todos parecian estar sumidos en su mundo, emocionados por ser universitarios y lo agradecí internamente pues no soportaría a Jade y su estúpido grupos de amigas.

—muy bien comiencen con los exámenes —demando en profesor con su voz profunda mientras nos entregaba los exámenes.

Me prepare mentalmente y comencé a resolver los ejercicios, agradecí por mis adentros al haber estudiado una semana antes pues los ejercicios no eran difíciles todo lo había estudiado.

Dos horas después todos acabamos con los exámenes y salimos victoriosos por haber pasado nuestra última prueba, tuvimos unas últimas clases e Ivonne se las paso durmiendo en todas ellas.

—¡por fin! ¡Somos libres! —chilló Ivonne con emoción.

Puse los ojos en blanco y asentí mientras caminaba hacia la salida, Jack ya debe de estar ahí afuera.

—mierda la puerta está atorada —murmuró Ivonne frustrada mientras trataba de abrir.

Ni siquiera se porque lo dije, tengo muy poca fuerza que con suerte y puedo abrir una lata.

Empuje la puerta y mi boca formó una perfecta "O" al ver como había quebrado la puerta de madera, Ivonne me miró atonita mientras procesaba la información, no sabía que decir ¡que diablos pasaba conmigo!

—adiós me tengo que ir —murmure temerosa mientras me alejaba de aquel lugar antes de que alguien más viera lo sucedido.

Desde ese día supe que algo no estaba bien conmigo.