Capítulo 14. Mala.

Ni siquiera quería pensar en todo lo que estaba sucediendo, tan sólo quería abrazar a la única persona que podría ayudarme a recomponer la vida que María Antonieta había destruido, llamaba, con insistencia a la casa de Colette, con el chófer esperándome abajo, asegurándome que no me dejaría sola, que debía ir a la revista.

La puerta se abrió, y apareció un hombre con aspecto desmejorado, vistiendo una camiseta de rayas y unos pantalones anchos junto a una bata entre abierta, tenía la boca mojada, y apestaba a alcohol.

  • Estoy buscando a Colette – dije, en cuanto me recuperé del impacto, haciendo que el hombre se rascase la cabeza, y me observase con incredulidad – señor…

  • Aquí no vive ninguna Colette – espetó, cerrándome la puerta en las narices.

¡Dios! Aquello se ponía cada vez peor. ¿Cómo iba a encontrar a la abuela y a Colette? Cada vez que intentaba avanzar la puerta se me c

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo