Capitulo 5: Mentiras

Zack despierta en su cama, algunos meses antes de su encuentro con Sarah, cuando todavía estaba con su antiguo grupo conformado por Roman, Karen y Bob, sin embargo, hay otro miembro, una persona de la cual no había hablado en su historia, es su hermano mayor Edward, un hombre de cabello rubio, largo, atado, una musculatura mayor que él y con una barba de varios días, el grupo mantiene sus elemento para la creación de alcohol y tabaco casero, el cual era vendido a las comunidades a cambio de comida. Sin embargo, por las noches hacían turnos de exploración a distintas ubicaciones.

El verdadero Líder del grupo era Edward, quien mantenía el liderazgo del grupo, Roman era el pistolero, pues su experiencia con las armas hablaba por sí mismo, Bob era un cocinero nato y Karen era quien elaboraba el tabaco a la perfección.

En la pared se ven escritos los turnos de exploración con los nombres bien detallados:

Primero: Zack y Edward

Segundo: Roman y Karen

Tercero: Zack y Bob

Cuarto: Edward y Roman

Quinto: Karen y Bob

Sexto: Zack y Roman

Séptimo: Edward y Karen

Octavo: Bob y Roman

Noveno: Zack y Karen

Decimo: Edward y Bob

Turnos elegidos con sumo cuidado por Edward para fomentar la cooperación, amistad y confianza entre todo el grupo, además de dar días de descanso a los miembros del grupo.

Zack empieza a recordar cómo fue que el grupo se formó lentamente, de pasar de ser solamente Edward y el a cómo llegó Karen, encontrándola en un supermercado abandonado y como un bandido la tenía a punta de pistola obligándola a quitarse la ropa. Zack no olvidara ese momento que aprovechó para romperle el cráneo a punta de golpes con su barreta y salvándola, ambos no tardaron en formar una relación romántica, su química era impresionante y se podría decir que estaban predestinados.

Tampoco hay que olvidar como Bob, quien fue el segundo en formar parte del grupo apareció en medio de la noche tormentosa suplicando por techo en donde dormir y como ofreció una gran bolsa llena de provisiones como pago, aunque Edward desconfiaba mucho de él, no tardó demasiado tiempo en tomar confianza y cariño hacia él, una persona inocente y amable, y por supuesto que cocinar era su pasión, las deliciosas cenas que pasaron desde que llegó al grupo no serán olvidadas tan fácilmente, comparadas incluso a la rica cena de una madre o una abuela.

El último en llegar fue Roman, su encuentro fue un tanto incomodo, Zack recuerda cómo se agarró a golpes con él por unas latas de comida, y como Edward llegó a detenerlo a punta de pistola, sin embargo, el potencial de Roman, su fuerza y su habilidad lo hizo ser parte del grupo, Edward se lo propuso y ahí estaba, se ganó la confianza y amistad de todos, incluso de Zack, quien no olvidara aquellos golpes tan duros, él se preguntaba cómo se sentiría ser golpeado por un objeto contundente por parte de Zack, pero no se tentaría a comentárselo.

Es el día de una expedición, el turno indica que Zack y Bob son los encargados de llevar a cabo la tarea, su objetivo: una casa iluminada. El turno era originalmente entre Bob y Karen, pero debido a que ella enfermó gravemente tenía que ser cuidada por Edward, los medicamentos y la comida eran necesarios por emergencia, el invierno estaba cerca.

Zack y Bob llegan a la casa con pasos silenciosos. Bob fuerza la puerta con una ganzúa, todo estaba completamente premeditado, solo habitaban tres personas, un hombre que cuida a su hija y a su madre. Ambos entran en silencio, pues el simple objetivo es robar la comida y medicamentos sin herir a nadie.

Ambos llegan a la cocina sin que nadie los descubra, Zack abre la nevera y guarda las raciones en su mochila mientras Bob lo ayuda con lo que está en las partes del congelador, al cerrar la puerta hay un hombre apuntando con una escopeta.

- ¿Quién m****a son ustedes? - pregunta con una voz amenazante, en ese momento Bob levanta las manos en señal de rendición, pero Zack dispara primero contra el hombre, llenando la pared con la sangre de este y su pecho destruido.

- ¿Qué…? ¡¿Qué m****a has hecho?!- pregunta Bob bastante agitado.

Zack nota el tono tenso en Bob, pero antes que logre siquiera formular alguna silaba, la puerta se abre y Zack dispara de nuevo por instinto, la víctima es la anciana, cayendo al suelo al instante. Solo queda una persona más en la casa.

-Zack…- Bob intenta hilar las palabras, pero Zack solo baja su arma, recuperando la conciencia, solo toma su mochila

-Era él o nosotros. -

-Pero…la anciana…ella…- intenta decir Bob, pero Zack rápidamente le grita.

-No sobrevivirían el invierno…fue lo mejor, vigila que nadie venga, voy arriba por las medicinas. -

Zack sube las escaleras con su mochila en mano y su arma en la otra mientras deja a Bob solo, con los dos cadáveres. Zack llega a la parte de arriba y al abrir la puerta del baño ve a una joven de cabello rojizo y corto, su complexión es delgada y pálida, ella no deja de llorar y se asusta al ver a Zack, cubriéndose el rostro con sus delgados brazos.

Zack la ignora completamente y abre la puerta del espejo para tomar las medicinas, al tomarlas todas tiene que hacer una decisión, el apunta hacia la chica con su arma pensando si, ahorrarse el sufrimiento de la pobre alma con un disparo o dejarla viva, debido a que tiene mejor probabilidad de sobrevivir el invierno, Zack decide bajar el arma y retirarse lentamente, dejándola sola.

Zack baja las escaleras lentamente, pero se detiene al escuchar unas voces extrañas al bajar la mirada ve como Bob está siendo amenazado por dos sujetos con armas largas, Jackson los lidera.

Jackson se arrodilla ante los cuerpos de los ancianos, quienes están acomodados en una posición fúnebre, este les cierra los ojos con respeto, manchándose las manos con un poco de sangre y, sin dejar de mirarlos solo pregunta –¿Dónde están las provisiones que robaste? -

Bob se encuentra aterrado, observando como Zack está escondido, sin embargo, decide no entregar a su amigo.

- No tenían nada, fue en vano venir a aquí. - dice Bob, intentando salvar su vida, pero Jackson se pone de pie –Entonces, ¿valió la pena asesinar a estos pobres inocentes? - pregunta con tono serio y pacífico.

Bob se queda callado y solo responde con un –No-

Jackson empieza a caminar alrededor de Bob, Zack se esconde mucho mejor pues desde ese ángulo puede ser visto fácilmente, Jackson se pone detrás de Bob.

- ¿Algo más que decir? - pregunta Jackson, a lo que Bob solo responde –No…no podré vivir con lo que acaba de pasar aquí-

- Tranquilo, hijo mío……ese es un privilegio que pocos anhelan, y pocos obtienen.- intenta calmar Jackson a Bob.

Zack comienza a escuchar una serie de golpes, al observar de mejor manera ve como Jackson se encuentra reventando el cráneo de Bob con una pala, el suelo y las paredes se manchan de sangre con cada golpe, el rostro de Bob es golpeado hasta ser una mera masa de carne irreconocible, al finalizar con la golpiza, Jackson entrega la pala a uno de sus compañeros, quien la recibe como un artilugio sagrado.

-Dale santa sepultura y reza en su tumba pidiendo al Señor que juzgue y perdone su alma.- ordena Jackson.

-En seguida cumplo con su petición, mi señor- contesta su acompañante, llevándose a Bob afuera.

Zack sale del lugar lo más rápido y silencioso posible, completamente en shock, sus actos acaban de tener consecuencias más allá de lo imaginable, Bob era una buena persona y no merecía ese destino, y mucho menos por los actos cometidos por otra persona.

Zack corre hacia la maleza que le ocultara la vista a la casa, sin embargo, al mirar atrás ve hacia la ventana de la casa, justo la que el utilizó para salir de aquel lugar, y como una figura muy extraña lo observa desde lejos. Zack empieza a respirar agitadamente, y no sabe lo que le da más tensión, el que no sea ninguno de esas personas que estaban con Jackson, que no sea tampoco la niña que dejó arriba, o que aquella figura humanoide extraña que lo observa trae el rostro desfigurado de Bob como mascara.

- ¿Zack? - alguien empieza a hablar

-Zack- Zack entra en pánico

- ¡ZACK! - Zack sale de su pequeño momentum, está junto a Sarah y un hombre llamado Brad cerca de un lugar que contiene un arsenal, es un sótano bien cerrado.

- ¿Ocurre algo? - pregunta Sarah

-No…solo me perdí un poco en el pasado. -

- Este sitio, ¿lo llenaste tú? - pregunta Sarah observando los alrededores.

- No, solo estaba abandonado. - contesta Zack, en eso Brad le pregunta - ¿Cómo sabes que no tiene dueño? -

-Créeme…me aseguré de que no lo tenga. - le contesta.

Al abrir la puerta del galpón, Brad y Zack entran, pero antes que Sarah entre siente un fuerte y extraño olor, observando un cadáver escondido entre unos barriles, nota como apenas se encuentra en estado de putrefacción, fue asesinado hace muy poco, en su mente se imagina que Zack lo hizo, pero tal vez solo es su imaginación.

Al entrar al sótano, ven el lugar lleno de cajas con granadas, blindajes y fusiles de asalto. Un arsenal completo.

- Definitivamente esto va a servir.- dice Brad

- Si, pero es mucho para llevar sin un transporte, ¿Tienen algún vehículo en Covenant? - pregunta Zack, Brad contesta afirmativamente -Si, Reiner tiene una camioneta, podría ir por ella. -

- Es peligroso, la secta no sale de día, pero no parece que seas bueno con las armas. - le informa Zack, Brad pregunta - ¿Me quedo vigilando? -

-Sí, es lo mejor, vamos Sarah, si voy solo Reiner me cortara la cabeza. -

Zack y Sarah salen por los caballos y parten directo a Covenant antes de que caiga el sol, dejando a Brad cuidando el sitio y cerrando la puerta del sótano para más cuidado.

Mientras cabalgan pacíficamente, Sarah se queda pensando en alguna pregunta, finalmente la hace - ¿Has asesinado a alguien a sangre fría alguna vez? -

Zack se queda en silencio unos instantes, recordando todo de nuevo, incluso su alucinación riendo.

-Si- contesta

- ¿Por qué? -

- No es un tema que quiero tocar, niña…solo diré que a veces………es matar o morir, nunca es fácil y te persigue siempre, pero es lo mejor.-

Sarah se queda preocupada por la respuesta, aun por su mente se pregunta si él es de confianza, todo parece que su motivación es la venganza.

Horas después, Sarah y Zack llegan con la camioneta de Reiner al sitio del sótano, Brad los espera con unos bidones de gasolina.

- ¿Algún movimiento?- pregunta Zack, Brad niega con la mirada.

- No, conseguí gasolina, puedo llenar el tanque mientras ustedes traen las cajas. -

Zack y Sarah bajan al sótano y para su sorpresa, este se encuentra vacío, al voltear solo observan como Brad les cierra la puerta.

- ¿¡Brad!? ¡¿Qué has hecho!?  ESTO NO ES GRACIOSO- grita Sarah, esperando que todo eso no sea más que una broma de muy mal gusto.

- Lo siento, niña, pero a veces es mejor unirse al bando ganador.- dice Brad mientras se aleja.

- ¡Mira imbécil, si no nos abres en este momento y nos dices que es una jodida broma, voy a tirar esta puerta y abriré tu cabeza contra un árbol hasta usarla de maceta!- amenaza Zack

-¡Zack!- grita Sarah reclamándole.

-Lo intento intimidar, niña-

Brad carga las cajas en la camioneta, las cuales estaban escondidas en un rincón, al intentar encender la camioneta ve como las llaves no están puestas, el solo ríe de forma nerviosa.

- Zack…eres un grandísimo…- refunfuña Brad

- ¡ESPERA A QUE SALGA DE AQUÍ Y SABRAS LO HIJO DE PUTA QUE PUEDO LLEGAR A SER! - grita Zack, pero Brad no se deja intimidar

-Es mejor que lo haga a las prisas, tengo que decirle al sacerdote que venga. -

Zack intenta abrir la puerta a la fuerza, pero es inútil, Brad la trabo con una viga de acero, su tiempo esta contado, Jackson viene en camino.

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