Capítulo 2
Cinco años después.

La terminal del aeropuerto acababa de anunciar la llegada del avión. En poco tiempo, un grupo de pasajeros salió del control de seguridad.

"Mamá, hace calor. Quiero comer helado". La voz tierna de un niño se escuchó cuando se veía a Sebastian Jeans tomaba la mano de su madre. Él estaba parpadeando con sus ojos grandes y bonitos.

Sharon miró a su hijo con mucho cariño. Su expresión linda la hizo ceder a pesar de que sabía que no debería comer tanta comida fría.

"Solo puedes comprarte uno". Ella sacó un billete de su billetera y le dijo: "Vuelve ya después de comprarlo. Te esperaré aquí mismo". Sharon estaba arrastrando el equipaje.

"¡Entendido! ¡Mi querida madre!". Sebastian le dio a su madre un beso volador antes de comenzar a correr mientras sostenía el billete en su mano con fuerza.

Sharon ni siquiera había podido decirle que se tomara su tiempo. En ese momento, sonó su teléfono.

"¿Hola? ¿Riley? Sí, ya he regresado... está bien, tomaré un taxi para allá ahora".

Era una llamada de su otra mejor amiga, Riley Gabriel.

En el pasado, Sally, Riley y ella vivían en el mismo departamento durante la universidad. Solían ser grandes amigas y casi siempre se les veía juntas. Incluso habían jurado protegerse entre sí.

Sin embargo, durante la boda que tuvo lugar hacía cinco años, Sharon terminó viendo las verdaderas intenciones de Sally. Eso marcó el final de la amistad entre las dos.

Solamente Riley la trataba con sinceridad. A lo largo de los años en que ella estuvo lejos, ambas se mantuvieron en contacto a través de llamadas telefónicas.

Ahora, ella había regresado y Riley le había dicho que trajera a su hijo para que ambos se quedaran en su casa.

Cuando Sharon terminó la llamada, casualmente vio la noticia que se estaba transmitiendo en una pantalla grande que estaba colgada en lo alto. Decía: "El Joven Amo Zachary y su esposa Sally celebrarán su quinto aniversario de matrimonio el día 26".

La noticia hizo que le picara los ojos.

'¿Su esposa? ¡Él se casó con Sally de verdad!'.

Habían pasado cinco años en un abrir y cerrar de ojos. ¡Ella nunca olvidaría la humillación que había sufrido en ese año!

En aquel entonces, por la noche del cumpleaños de Howard, fue Sally quien la emborrachó y la llevó a un hotel. Incluso le había dicho que Howard sería el que la estaría esperando en el hotel.

¡Sin embargo, Sally la traicionó durante la boda e incluso le arrebató a su marido!

¡Con su regreso, ella estaba decidida a conseguir justicia con sus propias manos!

"Oye mocoso, ¿por qué no miras por dónde caminas? ¿De quién es este niño?", se escuchó un rugido no muy lejos.

Sharon se recuperó rápidamente y se dio la vuelta. La vista de la escena la puso nerviosa.

Era su hijo. El pequeño sostenía el helado que acababa de comprar. Quizás él estaba demasiado feliz y chocó accidentalmente con otra persona mientras corría de regreso.

Sally se acercó rápidamente y tiró de su hijo hacia ella. Miró los pantalones de la persona que ahora estaban manchados de helado. Eso la hizo sentirse culpable.

"Lo siento, lo siento. Mi hijo estaba corriendo demasiado rápido. Déjame ayudarte a limpiarlo", dijo Sharon mientras sacaba un pañuelo de papel y ayudaba a la persona a limpiarlo.

Ella acababa de comenzar a ayudar a la persona a limpiar la mancha cuando esta persona de repente agarró a Sharon. Después, se escuchó una voz curiosa y seria sobre su cabeza: "¿Qué diablos estás tratando de hacer?".

Sharon estaba petrificada por la voz. Poco a poco, levantó la cabeza y miró el par de ojos negros y impasibles del hombre. Ella tuvo que respirar fondo antes de que finalmente pudiera observar bien la apariencia del hombre.

Durante ese instante, Sharon pensó que estaba viendo cosas muy raras.

El hermoso rostro que tenía ante ella parecía... una versión crecida de su hijo.

De repente, se quedó impresionada al verlo y se sintió completamente sorprendida.

"¿Terminaste de mirarme?". El hombre le apartó la mano y dijo con tono indiferente.

Sharon logró recuperarse, pero en su corazón, estaba todavía muy asombrada. 'Este hombre, ¿él podría ser el padre de mi hijo?'.

'No... ¿cómo es posible que ocurra tal coincidencia en el mundo? ¿Cómo podría encontrarme tan fácilmente con el padre de mi hijo?'.

'Bueno, mi hijo se parece a él, pero solo en ciertos aspectos'. Eso fue lo que ella pensaba. Sharon mostró una sonrisa de disculpa. "Lo siento mucho por eso. ¿Quieres dinero? ¿O quizás quieres que te compre unos pantalones nuevos?".
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