Mí guardaespaldas favorito
Mí guardaespaldas favorito
Por: Jimex
Prólogo

Estoy impasible a la escena frentre a mis ojos, pero en cuanto el sujeto este, intenté atentar de alguna manera sobre mí jefe, le rompo los huesos. Soy Artur donatelo, hijo del mafioso más temido y buscado de Italia. Se preguntarán por que trabajo de guardaespaldas teniendo un legado y un imperio billonario que me precede, bueno... yo me desligue totalmente de la familia y el negocio por que en la mafia no se puede permitir amar a nadie, es algo que me enseñó mí padre el amor te ciega, te nubla el juicio, la razón y lo más crítico... es la mayor debilidad que tus enemigos usan en tu contra para intentar someterte. Así me pasó a mí hace algunos años, cometi el peor error de enamorarme de "la viuda negra" asi le decían sus enemigos, sabíamos de sus hazañas pero nunca nadie conocío su rostro real, eran contados, solo su gente de confianza y su familia líderes de la mafia rusa, nuestros mayores contrincantes. Esta diosa del olimpo con cuerpo de sirena fue mí perdición, se camufló me engatuso e intento matarme para gloriarse de su triunfo y quitar del camino a su enemigo más fuerte. Pero como yo era en ese entonces, un maldito enfermo y sádico, hijo de puta. Obviamente en la mafia las traiciones y engaños no sé perdonan y está víbora con cara de ángel, no fue la excepción.

Fui criado entre sangre, muerte y violencia a medida que iba creciendo mi padre me adentro en el negocio con un entrenamiento super riguroso, diría casi inhumano, nuestro lema es "ante todo la familia" si parece cursi, pero aquí no hablamos de sentimientos, sino de nuestro honor que está en juego y somos los más intransigentes, duros y asesinos despiadados que existen. Sacamos chispas contra nuestros adversarios que tienen la misma artillería, tecnología y ley de vida que el nuestro. En este mundo, no pueden caber dos mafias líderes y hasta que uno extermine al otro clan, correrán muchos rios de sangre. 

En resumen me enamore por primera y última vez, no escuchando a mí padre cuando me advirtió que el amor no es para nosotros, caí y lo pague caro. La tuve que hacer desaparecer de la faz de la tierra, luego de eso, decidí tomarme un año sabático y luego fueron dos, tres... hasta que se presentó la oportunidad de trabajar para cuidar la espalda de estás dos figuras importantes. Con mí capacidad, velocidad y entrenamiento estoy más que capacitado y pagan fortuna, aunque la plata para mí no es un problema, decidi mantenerme al margen de mí fortuna, por ahora vivo y me mantengo en está vida de ocupa hasta que me canse o encuentre algo más interesante. Por cierto, hoy reincide mí contrato y me ofrecieron proteger a la hija del alcalde en un condado de un pueblo chico, por que reciben amenazas que atentan contra sus vidas. Michelle, la modelo con la que me acuesto, no le hace gracia que cuide a ese mojigata que se hace la inocente pero es una puta, según ella, es toxica con todas las mujeres que se me acercan piensa que todas me tienen ganas. Con mís trenticinco años tengo un cuerpo escultural mido 1,95 y me considero bastante atractivo con Michelle, nos compenetramos muy bien, es una mujer hermosa y tenemos sexo, sin compromisos. Sobre todo ella, que no quiere que su carrera de modelo famosa se vea afectada por salir con un empleado ¡ja! soy su sucio secreto. 

🌠🌠🌠

Es mí última noche de servicio al señor BENEDITTI se cumplieron los 6 meses de contrato y decidí no renovar, en cambio tomare la oferta de trabajo del alcalde en Chernóbil, un pueblo chico donde la gente se conoce entre si, tranquilo y lejos del bullicio de la ciudad. Alguien está amenazando la vida del alcalde y su familia, yo tengo que que velar por la seguridad de su hija, ya que su esposa y el tienen a sus hombres de confianza de años, pero... su hija es un caso ¡excepcional! así lo llamo el padre y necesita a alguien de mano dura e implacable como yo. Fui recomendado por su mejor amigo de la infancia, Antonio benediti y soy el mejor en el campo.

Ya casi terminando la noche, vuelvo al salón de fiesta para dirigirme a la salida y finalizar mí trabajo. Luego de la golpiza que le propine al degenerado, ese, que drogo a la mama de la prometida de Luciano, el muy cobarde se meo en los pantalones, cuando amenaze con cortar su salchicha, si volvía a hacer lo mismo a otra mujer. Estoy cruzando la pista de baile y por mí rabillo del ojo, veo como Michelle, con su mini vestido negro corto y escotado, está tomando de los hombros a un modelo que trabaja con ella, bailando muy cerca de el, que esté la toma por la cintura. Sonrió perversamente y decido que ya se cómo voy a vaciar mí adrenalina que corre latente por mis venas, luego de descargarla en ese adefecio pero que aún no calma mis ansias. Me acerco a pasos agigantados a los tortolitos y sin previo aviso, le hago una técnica en el cuello al modelito y lo pongo a dormir en el suelo, Michelle, me mira sorprendida y titubea.

–¿Que hiciste?Artur, eres siempre la misma bestia. Sin responderle la tomo de la cintura y la recargo a mí hombro, dirigiendome a los sanitarios, mientras, me exige-¡bajame ahora mismo, me estás avergonzando!.-sigo como si nada y palmeó su trasero, frente a algunas personas curiosas y otras mujeres de la alta sociedad escandalizadas pero, nadie dice nada ni se atreve a detenerme. 

Después de compartir una sección de sexo salvaje y placentero, estoy acomodando mí ropa al igual que michelle para, salir del baño decentes. Cuando siento que está se acerca a mí y deposita su mano en mí pecho. 

–Artur... no debes tener celos de Kevin, es solo mí compañero de trabajo, además ¡Es gay! yo solo tengo ojos para t...

–No te confundas, muñeca- le corto y sonrío– yo solo quería algo de ti y ya lo conseguí, ahora me doy por satisfecho.

Dejo un beso casto en su mejilla, ante la mirada sorprendida de ella. Acto seguido, le doy la espalda y me estoy llendo de ahí. Cuando escucho el tono de reproche en su voz

–¡Artur! ¿Que soy yo para ti? 

Me detengo en seco. Sin voltear, suspiro y admito.

–Un muy buen polvo, solo eso. Los dos estábamos de acuerdo con el trato, desde el principio. Si piensas o esperas otra cosa es mejor cortarlo... 

No sé en qué momento se acercó, está mujer pero, se sostiene aferrada de mí cintura, por mí espalda. Automáticamente me tenso, cuando súplica 

–Artur ¿en todo este tiempo no han cambiado tus sentimientos a algo más profundo? 

-¡No! no puedo ni deseo enamorarme... Así que creo... este es el final para nosotros. 

Me libero de sus brazos que parecen cadenas, y cuando me estoy llendo, la escucho lanzar muchas palabras no correctas de una dama, de su clase. 

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