Capítulo 5

Nos acercamos más y nos damos cuenta que la puerta de la oficina de donde provienen los gritos, está abierta. Miramos por la ventana y se muestra ante nosotras la imagen más escalofriante que hemos visto en nuestra vida. La chica de los volantes completamente desnuda y un hombre asqueroso semi desnudo abusando de ella mientras que mi ex novio la tiene amarrada de las muñecas y la manosea. Contenemos un grito y las ganas de vomitar, Emily saca su gas pimienta que siempre maneja en su bolso y yo hago lo mismo, mientras Chloe sigue grabando tan solo los sonidos. Nos armamos de valor y pateamos la puerta, ambos nos quedan mirando sorprendidos, el hombre asqueroso trata de golpear a Emily pero ella le lanza spray a los ojos varias veces y él se lleva las manos a la cara, ella aprovecha para golpearlo en las partes bajas, mientras yo me encargo de Lucas haciendo algo parecido, solo que le doy un par de patadas más en distintas partes del cuerpo, con mucha rabia para que sienta algo de lo que sentí yo.

  • — Ya déjalo Aurora, no vale la pena, ayudemos a esta chica — Me dice Emily tomándome las manos y apuntando a la chica de los volantes, que nos está mirando con cara asustada, le damos las prendas que estaban regadas por el suelo para que se cubra lo máximo posible.

  • — ¿Cómo te llamas? — Le pregunto para que entre en confianza con nosotras y vea que solo queremos ayudarla mientras la llevamos al coche rápidamente. — Tranquila, no te haremos daño, solo queremos ayudarte. Yo soy Aurora.
  • — Nefertari — Responde asustada aun.
  • — Chloe, llama a Tomás, él puede ayudarnos — Le dice Emily ya en camino a mi apartamento. — Nefertari ¿Tenéis alguna tarjeta de identificación? ¿Documentos? ¿Familia? — Ella niega con la cabeza. — Entonces sí, necesitaremos a Tomás para que le dé documentos a esta chica, Aurora debéis irte a Chile si o si, Lucas te buscará, allá estaréis más segura, ¿Nefertari, dónde vives?
  • — Em… yo… no tengo un lugar donde ir, ellos me habían ofrecido un trabajo a cambio de ropa y un techo, pero a los días yo me comencé a sentir incómoda, sabía que algo tramaban, bueno, hoy descubrí que era… solo querían aprovecharse de mi — Suelta junto a un sollozo.
  • — Entonces creo que lo mejor es que te vayas con Aurora, una vez que estén listos tus documentos, allá estaréis más segura. Es una completa locura, pero ambas estarán bien — Sugiere
  • — Lo mismo pensé, hagamos una parada para comprarle algo de ropa y una maleta, cuando lleguemos arreglamos todo, mientras pídanle ese favor a Tomás, necesitaremos carnet, pasaporte, ficha de nacimiento ¡Todo! — Digo un poco alterada por lo ocurrido, Chloe llama a Tomás y le pide todo lo que le dije, solo necesita saber cuántos años tiene la chica. — ¿Cuántos años tienes Nefertari? ¿Estáis de acuerdo en irte conmigo a Chile? Sé que es una locura, pero créeme que es lo mejor que podemos hacer — Le sonrió y ella por primera vez en este rato me sonríe.
  • — Tengo veinte años, y sí, me gustaría irme lejos de este país, estoy sola, no tengo a nadie, solo soy… nada — Dice casi susurrando.

Miro a sus ojos a través del espejo retrovisor y me duele que su mirada esté apagada. Sin conocernos de nada está aceptando viajar al otro lado del globo. Una energía inexplicable me dice que debo ayudarla, que debo confiar en ella, que esta es una gran decisión.

  • — ¡Oh! Tenéis casi nuestra edad — Le comenta Chloe.

Cambiamos el rumbo y nos dirigimos a comprar algo de ropa, por suerte tenemos dinero para ayudarla, y aunque tuviéramos poco, nos importa más ayudar a esta chica que cualquier otra cosa. Pasada una hora, partimos rumbo al hospital para que revisen a Nefertari, es importante para después dirigirnos a la policía. A pesar de haber alertado a los guardias en el acuario, tenemos que hacer la denuncia formal o ambos saldrán libres a las horas. 

Devuelta a mi apartamento vamos en un total silencio, aún estamos choqueadas con lo que presenciamos. Le doy varias miradas fugaces a la chica, es muy linda, tiene un cabello castaño oscuro precioso y largo, junto a unos ojos color miel que resaltan con su piel ligeramente morena ¡Pobre chica! Me da lástima y siento la necesidad de ayudarla, está sola, nos ha contado que su madre era una drogadicta que la dejó en un hogar cuando ella tenía solo cinco años, y de su padre jamás supo algo, solo quiere comenzar una nueva vida, por eso ha aceptado venir conmigo a Chile. Tuvo unos padres adoptivos durante muchos años, pero lamentablemente fallecieron hace un par de meses y ella quedó completamente sola, sin dinero y en la calle. Según lo que me comentó ella es chilena y llegó a Barcelona hace ocho años con sus padres adoptivos. No la conozco de nada pero quiero ayudarla y así también nos haremos compañía mutuamente.

Al llegar vemos a Tomás fuera esperándonos, lo saludamos y entramos. Junto a Emily comenzamos a armar una maleta con la ropa y cosas que compramos para la chica, mientras Nefertari y Chloe están con Tomás terminando de hacer los documentos, él tiene muchas movidas para hacer eso, conoce mucha gente, es un experto. Al cabo de una hora tenemos todo listo, compro dos boletos de avión por internet. De favor les pido a las chicas que vendan mi apartamento, de seguro no les será difícil hacerlo, debido a que está ubicado en una zona muy concurrida y llena de tiendas y escuelas a los alrededores, también les encargo mi coche y que me manden el dinero de ello, cualquier cosa les he dejado el papeleo correspondiente para la venta. Necesitaré el dinero, ya que, no tendré trabajo allá y quizás cuanto me cueste conseguir alguno, solo sé que tendré un lugar donde vivir, pero tampoco puedo depender de mi hermano siempre, lo conozco y estoy segura que en alguna discusión futura me lo echara en cara; por eso, apenas tenga un trabajo estable le devolveré todo lo que ha gastado en mí, además me ha quedado algo de dinero para sobrevivir en Chile, gracias a la herencia de mis padres.

Por hoy nos quedaremos en casa de Chloe. Allá no me buscará Lucas y estaremos seguras hasta mañana. He comprado boletos para la noche de mañana, tristemente no he encontrado antes. La chica apenas ha dicho palabra alguna, solo ha llorado y dado gracias. Entre las chicas intentamos darle su espacio y a la vez apoyo emocional. Necesitará un especialista cuando lleguemos a Chile. La chica trae muchos traumas consigo y creo que le hará bien. Yo he estado en tratamiento psicológico todos estos meses y me ha hecho sentir renovada. Solo espero que ambas iniciemos una nueva vida y dejemos atrás muchas mierdas. No veo maldad alguna en ella, solo tristeza y se merece algo de alegría. 

Al día siguiente terminamos de arreglar todo lo necesario para viajar. Estamos todas muy nerviosas y Nefertari sigue sin hablar mucho.

Entrada la tarde partimos rumbo al aeropuerto con las chicas y Tomás. Al llegar aparco el coche, con cabezas cabizbajas nos dirigimos adentro. Cuando llegamos entregamos nuestras maletas, para luego comenzar la parte más difícil de todo esto: despedirme de mis amigas.

  • — ¡Ay Auro! ¡Te vamos a extrañar un montón! Por favor no nos olvidéis — Me dice Chloe, hecha un mar de lágrimas mientras me abraza. — Pero sabemos que os vais por su bien, por favor, avisaos cuando lleguéis y mandad tu nueva dirección cuando la sepas — Me da un beso en la mejilla y se va a abrazar a Nefertari, como si la conociese de toda la vida y no hace unas horas. Ella la recibe tímida pero gustosa ¿Hace cuánto no la abrazan así?
  • — Nosotras sí te vamos a extrañar sí o sí, te queremos Auro, sois una gran amiga, dad mis saludos a Fermín — Dice Emily también llorando, se aparta de mí y se acerca Tomás a abrazarme.
  • — Yo jamás me olvidaré de ti, me hubiese encantado haber tenido una oportunidad contigo — Quedo impactada ante su declaración ¿Cómo no me di cuenta antes de sus sentimientos? Venga, que Tomás es un tío muy guapo, pero creí que le gustaba Emily, en fin, creo que ya es tarde para arrepentimientos.

Me da un beso en la frente, pero para hacer más emocionante esta despedida, lo agarro y le planto un beso en los labios como señal de despedida, algo fugaz, pero un beso al fin y al cabo Él me mira sorprendido e intenta darme otro pero lo detengo, quizás si me terminó gustando este chico estos últimos meses, fue un gran apoyo para mí pero me voy y no quiero volver a España, no digo que nunca, pues aquí están muchos de mis amigos, pero de verdad quiero dejar atrás estos  veintitrés años en este país y comenzar desde cero, además tampoco quiero una relación seria por ahora y mucho menos a distancia.

  • — Tomadlo como un regalo de despedida de mi parte, nos veremos por ahí querido amigo, adiós — Lo vuelvo a abrazar, me separo y tomo a Nefertari del brazo ¡Menudos rostros tenemos todos!

Subimos al avión y antes de que despegue llamo a mi hermano:

— Hola gruñón, adivina que… he decidido aceptar tu oferta, estoy en un avión a punto de despegar hacia Chile, voy con una amiga ¿Podéis ir a buscarnos al aeropuerto cuando lleguemos? — Me pregunta que qué amiga y solo le respondo que es una larga historia, la chica solo me observa atenta a mis palabras, sé que en su corazón tiene un dolor inmenso y no lo ha dejado salir, siento que aún está en shock, hoy apenas ha llorado, pero yo la ayudaré en lo que sea necesario, por eso he hecho esta locura de llevármela a Chile sin siquiera conocerla, sin saber sus mañas, si es una ladrona, una estafadora, simplemente confío en que es una buena persona, porque así se ve, y ella aceptó esto también.  — El avión despegará a las diez de la noche aproximadamente, por lo que calculo, llegaremos tipo doce de la media noche de allá, un poco más quizás…¡Me da igual que tengáis que trabajar! — Menudo idiota este — Vais a ir a buscarnos igual, además no seas mentiroso, que no soy idiota, sé el cambio de horario y llegaremos de noche ¡Joder! ¡Que tú eres psiquiatra! ¿Cómo que qué tiene que ver? ¡Pues que solo trabajáis de día! …está bien, así me gusta, nos vemos hermanito — Corto la llamada, debido a que estamos a punto de despegar, apago mi móvil y Nefertari me mira como si quisiera preguntarme algo — ¿Qué pasa?

  • — ¿Estás segura que no molesto en tu viaje? Quizás tenías otros planes con tu familia y yo solo te metí en problemas, lo siento, si quieres cuando lleguemos tomo otro camino, gracias por todo. — No doy crédito a lo que dice, la miro atónita.
  • — Pero ¿Qué estáis diciendo? Tú no eres ninguna molestia, además me impulsaste a tomar esta importante decisión ¿Sabes? Esta familia es pequeña, solo somos él y yo, la verdad es que le extraño un montón, gracias por eso, discúlpame tú a mí, quizás querías quedarte en España…— Lo último se lo digo casi en un susurro.
  • — Oh no, no quiero quedarme en España, además no soy española, la verdad es que como te dije ayer nací en Chile, con mis padres adoptivos nos mudamos a España cuando tenía once años, así que es muy importante para mí lo que estás haciendo, lo que sí, no se hacer mucho ¿Tú me ayudarías? — Pregunta y yo asiento.
  • — ¡Pero claro, niña! Yo te enseñaré todo, además viviréis conmigo, ahora serás mi hermana según los documentos, por cierto, me llamo Aurora Espósito, no lo olvidéis. Nuestro gruñón “hermano” — Hago comillas con las manos — Se llama Fermín, él vivirá al lado, aún no sé dónde es, pero llegando allá veremos— Le tomo la mano y sonrío, ella asiente feliz.
  • — Gracias Aurora, se puede ver que eres una linda persona, gracias a ti y a tus amigas por rescatarme — Dice mientras se le escapan algunas lágrimas.
  • — De nada, podéis contar conmigo, ahora borrón y cuenta nueva, no podemos volver a mirar atrás ¿Sabes? Yo también dejo atrás muchas cosas malas — Le digo triste.

Ella me mira en espera de que continúe, lo cual hago, le comienzo a relatar mi historia desde cero, desde de las chicas, mis padres, pasando por Tomás, Lucas y sus maltratos, de lo ciega que estuve, de que ya no puedo tener bebés, que tengo dos costillas un poco débiles, y finalizando con que no me siento preparada para una relación seria. Así voy durante casi todo el viaje hasta que el sueño nos vence.

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