CAPÍTULO 6

“Una Investigadora, Un Detective Y Un Asesino Suelto”

No fue tan oscuro y obsceno como suena. Me divertí bastante. Matar a alguien es una experiencia entretenida.

– Andrei DeSalvo (El Estrangulador de Boston)

A D A R A

Llevo años estudiando las mentes de los asesinos seriales más perversos que se puedan imaginar, no ha habido un sólo caso que no pueda resolver.

Acabo de empezar a investigar este y estoy segura de que no resultará tan difícil como parece.

No estoy diciendo que Darien, Chase y Keitha sean malos haciendo su trabajo, es sólo que los años de experiencia que poseo me hacen saber exactamente donde debo empezar.

Darien cometió un error que a simple vista no parece uno: el estar investigando a su único sospechoso.

Por lo que leí todas las pruebas apuntan a él, y cualquier persona que hubiera leído su testimonio lo hubiera acusado a él. Es demasiada coincidencia que esté relacionado con dos de las víctimas, y sus ataques de ira no juegan a su favor.

Sin embargo, al enfocarse en una sola persona ya perdieron demasiado tiempo, si hubiera abierto su mente a otras posibilidades quizá ya hubieran atrapado al asesino. Aunque no lo culpo, el estrés de saber que vidas dependen de tus manos cuando nunca has tenido que resolver algo similar es abrumador.

Por otro lado está Chase, él trata de no estresarse demasiado..., es el relleno cómico de la estación.

Y por último está Keitha, hizo un trabajo excepcional intentando buscar evidencia tanto en el cuerpo como en la escena. Pero el asesino fue demasiado limpio, cauteloso.

Me da la posibilidad de que sea un psicópata, está todo demasiado cuidado, es posible que seleccione sus víctimas por medio de Viktor en un intento de jugar con nuestras mentes, tratando que cada vez las pruebas que apunten hacia él sean más y más, y nosotros nos frustremos y lo terminemos encerrando aún sin algo contundente.

Y eso no va a pasar mientras yo esté aquí.

El ignoto es una persona fría, calculadora y meticulosa. Debería estar rondando los 40 años, sin embargo, dudo que sea así.

Mata de una manera bastante sangrienta, pero las víctimas no tienen rastros de haber sido violentadas de otra manera.

El hecho de que les saque el corazón apunta a que tiene sentimientos hacia la persona que le origino todo esto.

¿Una novia o su madre?

Por el trato que sabemos que les da antes de morir se podría decir que las venera de cierta manera.

¿Y si cree que las está salvando? Es lo que tiene más lógica, ya que las “rescata” de una persona violenta como lo es Viktor Casteli.

Eso me indica un posible pasado traumático con su padre.

Esta es mi hipótesis:

El padre del ignoto era ¿alcohólico?

En el análisis de las víctimas no había rastro de consumo de alcohol, algo raro ya que la cena que les prepara es bastante elegante e idealmente iría acompañada de un buen vino, y, siendo la persona meticulosa que parece ser, le gustaría seguir las reglas de etiqueta.

Por lo que me atrevo a decir que tiene -o tuvo- un padre violento y alcohólico.

Padre que golpea -o golpeaba- a su madre.

Su madre debió ser la única persona que le demostró amor, así que hizo un vínculo fuerte con ella.

Entonces, elige a mujeres que sufren violencia con su pareja, o con una pareja cuyo historial le señala como una persona violenta.

Debo revisar si Viktor tiene problemas con el alcohol, aunque estoy casi segura de que la respuesta será un gran y enorme: .

Esa parte ya está prácticamente resuelta, pero, ¿qué es lo que le motivó a empezar a matar?

Si la teoría de la madre es cierta, entonces debería ser la muerte de ésta.

La voz de Darien me saca de mis pensamientos cuando avisa que ya llegamos a la casa donde residen provisionalmente los Casteli.

Desde afuera se nota el aura elegante que emite el lugar, y eso que no está decorado en exceso.

Darien toca el timbre -que parece tener incorporada una cámara- y saluda al señor Casteli, lo primero que escuchamos es una voz burlona.

—Ohh, Darien, querido, ¿ya pudiste terminar tu tarea y por fin podremos salir de este pueblo?

—En eso estoy —Contesta entre dientes—. Sólo abra la maldita puerta y terminemos esto rápido.

Al entrar el aura de elegancia se multiplica, una sala de estar minimalista  en tonos grises adorna el centro de la habitación, las paredes blancas sólo se ven interrumpidas por un par de cuadros de esculturas. A la izquierda hay un pasillo que, asumo, conduce a las habitaciones, mientras que, a la derecha, se encuentra un ventanal que abarca toda esa pared y nos brinda la vista de un pequeño patio.

—¿Tuviste que pedir ayuda, Darien? —Pregunta en cuanto nota mi presencia.

—Sí, ¿algún problema con ello? Pensé que quería largarse de aquí lo antes posible, entonces déjenos hacer nuestro trabajo y limítese a hablar cuando se lo pidamos. Por favor y gracias.

Si hay algo que no soporto es quedarme callada.

»Ahora, ¿sería tan amable de decirnos dónde está su hijo? —Nos deja en la sala mientras se dirige a hablarle a Viktor.

Pude notar como se incomodó ante mi presencia, aunque no sé si es porque no me había visto antes o por el hecho de que sea experta en estos casos.

Deberé preguntarle a Darien como se ha comportado antes.

Desde que llegamos se ha mostrado a la defensiva. Interesante.

Viktor tarda poco en acompañarnos, se nota bastante cansado, y apostaría que ha perdido un par de kilos desde que todo este proceso empezó.

—Seré directa, no tengo tiempo que perder, ¿que relación tenias con Fedith Vren?

—¿Cómo sabes que la conocía? —Lo acabas de admitir.

Mi teoría es demasiado larga como para explicársela ahora mismo. Y todavía no estoy segura de si es totalmente inocente.

Mmmm... ¿y si son dos los asesinos?

Eso concuerda con la sutileza con la que trata a las victimas y el cruel asesinato.

Lo tendré en cuenta.

—No estaba del todo segura, pero lo acabas de admitir. Ahora dime, ¿qué relación tenías con ella? —Pregunto lentamente, en contraste con el estrés que estoy empezando a sentir.

—Era amiga de Naia, estuvimos hablando después de su velorio y terminamos haciéndonos cercanos.

¿Y si el asesino tiene algún trauma con Viktor y está empecinado en arruinarle la vida? O quizá podría ser con el señor Vent, y ahora quiere que su hijo pague para que sienta una mínima parte de toda la miseria que debe haber sufrido él.

Para ser este tipo de asesino debes estar bastante podrido por dentro, eso nadie lo puede negar.

¿Puedes dejar de hacer teorías... POR SÓLO CINCO MINUTOS?

De: Mí

Para: Mi cerebro

Es curioso, porque mi trabajo se basa en pensar a cada minutos distintas alternativas antes de que sea demasiado tarde, sin embargo creo que lo llevo aún punto demasiado exagerado. Al punto donde no puedo terminar de trabajar una porque ya me estoy yendo por otra.

—Y te dolió tanto la muerte de Naia que en su propio velorio estuviste buscando nueva conquista, ¿eh? —Ataco.

—Yo no hice eso.

—Demuéstralo.

—Empezamos a hablar en su velorio, sí, pero no tuvimos un acercamiento romántico hasta un par de semanas después, nos veíamos muy seguido y un día decidimos intentarlo.

—¿Cuándo?

—La semana pasada.

—Fedith desapareció dos días antes de que se encontrara su cuerpo, ¿qué pasó en ese lapso de tiempo?

—Queríamos ir a la cascada del pueblo continuo, quedamos en reunirnos el 12 por la noche, pero nunca llegó. Pensé que se había sentido mal, varias veces me dijo que estaba dudando de lo que hacíamos. Sentía que estábamos engañando a Naia. Así que, cuando vi que no iba a llegar, decidí regresarme a casa, ni siquiera intenté llamarle, no quería abrumarla.

También había quedado para verse con Zenna y ésta nunca llegó.

¿Sufrirá algún trastorno que le provoque lagunas mentales?

¿Bipolaridad? ¿Identidad disociativa? ¿O sólo está mintiendo?

—¿Qué tan seguido consumes alcohol?

—Cuando salgo, me estreso y ese tipo de cosas, no es algo de mi día a día.

—¿Hay alguien cercano a ti en este pueblo aparte de tu padre? —Hago las últimas preguntas del interrogatorio.

—No.

—¿Alguien al que le hayas hecho daño antes? ¿Alguien al que le hayas robado la novia, o si has estado con la madre de alguien?

—No que yo sepa, sí he tenido un par de ligues de una noche pero no sé si alguna haya tenido pareja o hijos.

—¿No has recibido alguna amenza?

—Pues no.

No me la pones fácil.

Una queriéndoles ayudar y no colaboran.

—Eso sería todo por hoy, cualquier cosa sería mejor que nos avises, a menos que quieras seguir siendo el único sospechoso.

Nos despedimos de los Casteli y salimos de su vivienda.

—Iré a interrogar a los familiares de Naia y gente que vive al rededor de la escena. —Informa Chase.

—¿No necesitas ayuda? —Habla Darien.

—No, será rápido. —Vemos como se aleja a pie, mientras nos subimos al auto.

Ya son las seis de la tarde.

—¿Vamos a comer? —Lanzo la pregunta.

—Hasta que lo mencionas. —Dice entre dientes.

Desde que llegué -a medio día- al único que he visto comer es Chase, supongo que Keitha ya habrá comido cuando dejamos la estación.

Cuando tengo un caso me concentro al 100% en él, haciendo que me olvide de necesidades básicas como comer, dormir o, incluso, ir al baño.

La mayoría de los policías con los que he trabajado suelen dejarme todo la investigación, por lo que no estoy acostumbrada a preocuparme por las necesidades de los demás.

¿Darien pensaba quedarse todo el día sin comer?

Detiene el auto enfrente de un pequeño local, se baja sin decir nada y entra.

¿Le caeré mal?

Me quedo sentada analizando los alrededores cuando escucho que le puerta se abre, volteo rápidamente y veo a Darien asomándose.

—Disculpa, ¿te gusta el pollo? Estoy acostumbrado a comprar siempre lo mismo y se me olvidó preguntarte.

—Por mí está bien.

—Ok.—Vuelve a irse, minutos más tarde vuelve con una bolsa con la comida y vuelve a conducir sin decir ninguna palabra.

Llegamos a la estación en un completo silencio bastante incómodo, pero nadie hace nada para romperlo.

Terminamos de comer poco después de las siete, Darien porque se volvió a servir varias veces y yo porque como demasiado lento. Keitha se fue hace poco y Chase regresó un par de minutos antes de que terminara su turno, por lo que, vino, molestó a Darien un poco y se fue.

Reviso mi celular dándome un pequeño descanso, sin embargo, no me tranquiliza mucho la mirada intensa que me dirige Darien.

Juraría que ni siquiera parpadea.

—¿Está todo bien? —Pregunto.

—Sí, sí... ¿Piensas quedarte aquí toda la noche?

—Sí, es cuando mejor pienso así que prefiero quedarme aquí que está toda la información que necesite a la mano. —¿Por que está el ambiente tan tenso? Yahoo! Respuestas.

—¿Y no te puedes llevar lo que vayas a necesitar-

—¿Y arriesgarme a perder algo importante en el camino? No, gracias.

—Pero-

—¿Tiene algún problema con que me quede en la estación, Detective Buoava?

—Sí.

Silencio.

Obviamente silencio del incómodo.

Es normal que algunos oficiales no se sientan cómodos con mi presencia, ha pasado más veces de las que me gustaría admitir, sin embargo, con Darien hay una tensión bastante mayor de lo usual.

—Escucha, no me quieres aquí, se nota a leguas, así que déjame hacer mi trabajo y terminaré mucho antes. Así podré irme de aquí y no tendrás que seguir soportándome.

—¿Ahora soy yo el malo de la situación?

—¿De qué hablas? —Reclamo.

—Ahora soy yo el que no colabora, el que no te quiere aquí, y no sé cuántas cosas más. Cuando eres tú la que no ha parado de dar orden tras orden desde que llegaste.

—¡Porque es mi trabajo, ¿lo pensaste?! En cambio tú eres el que me ignora cada que puede.

—Yo- —Intenta refutar pero terminamos en otro tenso silencio.

»Estoy frustrado, ¿entiendes? Llevo tres meses trabajando en esto, y llegas tú y parece que en un día ya has avanzado más.

—¿Estás... —Paro buscando una palabra que describa la situación— celoso de tu trabajo? —Empieza a estudiar mis palabras mientras se empiezan a oír truenos.

»En plan, esos típicos niños en la escuela que se sienten inseguros cuando llega alguien que parece ser mejor que ellos.

—Pues, supongo que sí..., algo así.

—Darien —Pongo una de mis manos sobre las suyas—, esto no es una competencia. Y no te juzgo, entiendo que te sientas así, nunca te habías enfrentado a una situación similar y no encuentras la manera correcta de actuar.

»Está bien sentirse inseguro de vez en cuando, es algo que no podemos manejar, pero siempre debes recordar que no soy tu enemiga, estamos en el mismo bando. Somos nosotros contra los criminales. Guarda todo ese coraje que sientes ahora mismo para cuando encontremos a ese asesino, ¿ok?

—Me parece bien... Lo siento, de verdad. No me di cuenta de que me comportaba como un hijo de puta.

—Dudo que a tu madre le agrade el hecho de que uses esa expresión en ti mismo. —Empezamos a reír.

—Enserio, fuera de broma, estoy muy abrumado por toda esta situación. Y era desquitarme contigo o con Chase o Keitha. Chase probablemente me hubiera hecho algo peor y Keitha me hubiera lanzado alguna maldición.

Pasamos un rato más hablando de cualquier cosa que se nos ocurra y cuando nos damos cuenta ya son más de las diez de la noche y afuera hay una tormenta que parece el fin del mundo.

—Lol. —Exclamo.

—Eso se ve... peligroso —Y la naturaleza decide que es gran momento para lanzar un rayo de tal intensidad que causa un apagón.

Justo cuando creí que no podía empeorar.

—¿Cuánto crees que tarde? —Pregunto mientras seguimos viendo la tormenta a través de la puerta de cristal.

—Pues —Otro rayo—, dudo que tenga intenciones de acabar pronto.

—No puedes irte ahora, no si no quieres enfermarte de neumonía.

—Sí, dudo que pueda siquiera poner un pie afuera antes de que la tormenta me lleve.

Al parecer la tormenta se volvió el paisaje más interesante de los últimos diez minutos.

Decido dejar de verla cuando cae otro estruendoso rayo que hace que brinque en mi lugar del susto.

—¿Te dan miedo las tormentas? —Me pregunta.

—No es que me den miedo…—Lo pienso—, el ruido es muy fuerte y hace que me sobresalte de manera natural.

—Ah, ya.

—Sí. —Otro silencio, aunque ya no tan incómodo como antes.

»¿Hay algo aquí que podamos usar para dormir?

—En el almacén, a un lado del área de Keitha, hay unas cuantas frazadas. —Sigue embobado viendo la tormenta.

Volteo a ver el celular y sólo me queda el 33% de batería, no puedo gastarla usando la linterna.

Y no es como que sea muy amiga de la oscuridad.

Me encomiendo al universo antes de emprender camino.

Después de unos cuantos -muchos- gritos involuntarios, tropezones, sustos y golpes, por fin llego al maldito almacén.

Dudo que este nivel de oscuridad sea posible.

Agarro un par de frazadas, doy la media vuelta y trato de hacer memoria del camino para evitar golpearme tantas veces. No debe ser tan difícil.

Un paso a la derecha, luego derecho...

—¿Encontraste lo que buscabas?

—AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH.

—Joder, qué pulmones. —Reconozco por fin la voz de Darien, dejo de gritar.

—¡¿Cómo te atreves a espantarme de esta manera?! —Saco mi lado dramático a la superficie.

—Pero si sólo te hablé-

—¡Me hablaste mientras estaba sola en un pasillo más oscuro que una fosa submarina! ¡Por poco me causas un infarto!

—Lo siento-

—Te hubieras tenido que deshacer de mi cadáver, probablemente descuartizándome.

—Espera, ¿qué?

—¿A quién le hubieras echado la culpa de mi desaparición?

—Creo que estás exagerando un poco. —Me toma de los hombros para que lo vea en la poca luz que hay.

—No estoy exagerando, pudiste haber sido el asesino.

—Pero no lo soy. —Refuta.

—Pero- —Tapa mi boca con su mano y frunzo el ceño.

—Tranquilízate —Habla con voz baja, pero no llegando a susurrar—, respira, todo está bien.

Hago lo que dice y poco a poco me suelta.

—¿Mejor?

—Sigo enojada. —Contesto y él sólo ríe.

Regresamos al área principal de la estación y acomodamos las frazadas en el suelo. Darien se sienta primero, recargando la espalda en la pared y yo lo hago después a su lado.

—Deberías intentar dormir. —Sugiere.

—Supongo.

Nos acomodamos a manera que podamos dormir en cualquier momento.

—Darien.

—¿Sí?

—No tengo sueño.

—Ya es casi media noche. —Refuta.

—¿Tú tienes sueño?

—No.

—¿Entonces por qué yo sí debería tenerlo?

—¿Hay algún momento en el que dejes de hacer preguntas?

—Yo no hago-

—Ya duérmete —Exige en un gruñido.

Pasamos unos minutos en silencio, trato de conciliar el sueño cuando oigo:

—Adara.

—¿Sí?

—Dulces sueños.

—Igualmente, Darien.

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