7

Al llegar Alan se fue a hacía unos juegos y yo y Said nos sentamos en una de las bancas que había.

—Bien, solo siéntate y posa como te sientas más cómoda —Dijo sacando su cuaderno y lápiz de su mochila.

—Está bien —Conteste sentándome y arreglándome un poco el cabello.

No sabía que hacer así solo me relaje para quedar de lo más natural.

—Muy bien, ahora no te vayas a mover —Dijo observándome.

—Eso intentare, esto me pone muy nerviosa —Respondí tratando de no mover la boca.

—jajaja no te preocupes, no tienes por qué estar nerviosa.

—Es la primera vez que alguien me dibuja, entonces es un poco extraño que me observes tanto.

—Solo veo cada detalle de tu rostro para que sea un buen retrato.

—Está muy bien, estoy segura de que dibujas muy bien.

—Gracias.

El tiempo paso y paso, bueno aproximadamente unas dos horas y yo ya me estaba muriendo de hambre, siempre tengo hambre, lo veo tan concentrado que no me gustaría interrumpirlo, pero es justo y necesario.

—Bien lo tengo que decir ahora... tengo hambre.

—Oh lo siento, creo que necesitamos un descanso.

—Claro que sí, me estoy muriendo de hambre.

—Yo también tengo hambre.

—Porque no vamos a mi casa y comemos algo.

No creo que esto sea una buena idea, rayos Sam porque lo dijiste, esto es pésima idea.

—Creo que es una buena idea —Dijo sonriendo.

—Bien, vámonos.

Le hablamos a mi hermano y caminamos hacia mi casa.

—Pasa —Dije abriendo la puerta.

Al pasar Alan se fue a su cuarto y Said se sentó en el sofá.

—Y ¿Qué quieres pedir? —Le pregunte.

—Bueno yo creo que podemos cocinar algo.

—Pues digamos que la cocina no es mi fuerte.

—Pues a mi si se me da cocinar, te voy a preparar la mejor pasta que hayas comido en tu vida.

—Oh con que va a ser la mejor pasta.

—Así es.

—Eso ofendería a mi mamá.

—Espero no se entere de lo que he dicho.

—Bueno entonces prepara tu mejor pasta.

—Eso hare, y tú serás mi ayudante.

—Oh eso va a ser un gran privilegio.

—Vamos.

Caminamos hacia la cocina riendo por la conversación tan tonta que acabamos de tener, esto es genial, estar con él me hace sentir diferente y que puedo ser yo misma, saben creo que eso les pasa a todos algún día, siempre va a haber alguien con quien puedes hacer tonterías y decir lo que se sin que esa persona te juzgue, y así me siento con él a pesar de que nos hablamos de hace unos días, siento que tengo más tiempo conociéndolo.

Se que todavía me falta conocerlo y no si eso va a pasar, no sé qué va a pasar después de que acabemos el trabajo, seguiremos compartiendo asiento, pero no sé si me quiera seguir hablando.

Nos pusimos a cocinar, y me divertí mucho, a pesar de que solo era una pasta fue genial, amo la pasta.

—Ahora yo serviré los platos y tú y Alan juzgaran.

—Puedo ayudarte.

—No, tu solo prueba.

—Muy bien mamá jajjaja.

—Tengo hambre podemos comer ya —Dijo Alan.

—Sí, ya solo les sirvo y listo.

Sirvió la pasta y un poco de agua en nuestros vasos, se sentó y ahora estábamos listos para probar.

—A la cuenta de tres probamos, uno, dos... TRES.

Tome un poco de pasta y la probé, era deliciosa, era simple pero exquisita, tenía un toque de ajo, aceite de oliva y perejil.

No puede evitar y se me escapo un gemido, esa pasta realmente era deliciosa, era la mejor que había probado, lo siento mamá, pero es mejor que la tuya.

—¿Y bien? —Pregunto Said muy ansioso.

—Es estupenda, creo que, si se te da muy bien la cocina, ¿hay algo que no sepas hacer bien?

—Mi hermana tiene razón, hasta te queda mejor que a mamá.

—jaajja, gracias, y Sam ayudo así que nos quedó muy bien.

—Si... respectó a eso, creo que pasarte los condimentos no es cocinar, pero gracias.

—Ahora será mejor que comamos a menos que quieran que esta delicia se enfrié.

Mientras comíamos, platicábamos y hacíamos algunos chistes, esto era realmente divertido, no veía el momento en que terminara, no quiero que termine.

—Alan ve a hacer tus deberes, antes de que sea más tarde

—Sí, ya voy.

—Eres muy mandona —Me dijo Said.

—¿Perdona?

—Sí, creo que eres mandona.

—Solo quiero que sea responsable.

—Eso está bien.

—Claro, solo no quiero que descuide sus estudios.

—Bien, retiro lo dicho ¿o no?

—Oye —Dije dándole una palmada en el brazo.

—jajaaja, solo bromeo.

Nos quedamos viéndonos nuevamente a los ojos, no otra vez, sabía que era una mala idea, nos acercamos poco a poco, estábamos frente a frente, sentía como me miraba con intensidad, esos ojos azules que tanto me gustaban recorrían mis labios, esto realmente me dejaba sin respiración, sentía la necesidad de que nuestros labios se tocaran, quería que me besara.

Pero nuevamente ese mágico momento termino.

—Lo siento —Dijo sacando su móvil que sonaba.

—No pasa nada —Dije agachando la cabeza.

—Permíteme, ahora vuelvo.

Camino hacia el patio, me sentía avergonzada.

—Me tengo que ir —Dijo tomando su mochila.

—¿Todo bien?, ¿quién era?

—Sí, solo era América.

—¿Quién es América? —Le conteste desconcertada.

—Mi novia...

Abecés pensamos que todo está bien, que va de la perfección pero en realidad cuando menos te lo esperas pasa lo inesperado, creo que nunca hay que confiarnos de todo lo bueno o lo que nos esté pasando, siempre hay pequeños detalles, de los que nos enteramos o ya lo sabemos y no le damos la importancia que merece. En mi caso ese “pequeñísimo"  detalle  es que tiene novia… supongo que ahora no se que voy a hacer, en estos momentos siento que nada tiene solución y siento lo peor pero, las cosas siempre tienen solución, supongo que encontraré algo.

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