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CAP.4 MÍRAME

Compramos los helados y caminamos un poco, hasta que llegamos a otra banca y nos sentamos.

Platicamos un rato mientras que Alan jugaba.

—Ya es tarde, nos tenemos que ir.

—Sí.

—Alan ven, ya nos vamos, despídete.

—Adiós —Le dijo Alan a Said.

—Los puedo acompañar, ya es tarde y puede ser peligroso.

—No hace falta.

—Por supuesto que sí, no está bien que se vayan solos.

—Hermana deja que nos acompañe.

—Está bien vamos.

Caminamos igual que hace un rato Alan al medio y Said a un lado y yo del otro, el camino fue tranquilo, platicamos un poco que hacia donde era la casa, y cosas de la investigación.

—Llegamos, despídete y entra a la casa.

—Adiós, ¿podemos salir otro día juntos?

—Claro que sí, después salimos.

Se despidieron y Alan entró a la casa.

—Gracias por acompañarnos.

—No fue nada.

—Nos vemos mañana.

—Sí, hasta mañana, cuídate.

Espero a que entrara y antes de cerrar la puerta me despedí sacudiendo mi mano, cerré la puerta y él se fue, fue una tarde muy linda, me sorprendió lo de que dibujara, pero no es nada del otro mundo.

—Ya es tarde, nos tenemos que ir.

—Sí.

—Alan ven, ya nos vamos, despídete.

—Adiós —Le dijo Alan a Said.

—Los puedo acompañar, ya es tarde y puede ser peligroso.

—No hace falta.

—Por supuesto que sí, no está bien que se vayan solos.

—Hermana deja que nos acompañe.

—Está bien vamos.

Caminamos igual que hace un rato Alan al medio y Said a un lado y yo del otro, el camino fue tranquilo, platicamos un poco que hacia donde era la casa, y cosas de la investigación.

—Llegamos, despídete y entra a la casa.

—Adiós, ¿podemos salir otro día juntos?

—Claro que sí, después salimos.

Se despidieron y Alan entró a la casa.

—Gracias por acompañarnos.

—No fue nada.

—Nos vemos mañana.

—Sí, hasta mañana, cuídate.

Espero a que entrara y antes de cerrar la puerta me despedí sacudiendo mi mano, cerré la puerta y él se fue, fue una tarde muy linda, me sorprendió lo de que dibujara, pero no es nada del otro mundo.

Después de un rato preparé la cena y cenamos, acosté a Alan, me bañé y después me acosté y vi un momento redes sociales y después me dormí.

*SUENA LA ALARMA*

Me despierta la alarma como siempre e igual como siempre no quiero ir.

Me ducho y me cambio, después me maquille y peine para después bajar a desayunar.

—Buenos día mami —Dije dándole un beso en la mejilla.

—Buenos días, puedes ver si tu hermano ya está despierto.

—Sí, ahora vuelvo.

Subí y ya estaba cambiado, solo se estaba peinado.

—Dice mi mamá que ya bajes a desayunar.

—Ya voy.

Bajamos juntos peleándonos por quién llegaba primero, si es muy tonto, pero también es divertido.

Desayunamos todos juntos y después nos subimos al auto para que mi madre nos lleve, primero me lleva a mí para después dejar a mi hermano.

Al llegar veo a mis amigos como siempre en la puerta.

—Hola —Dice Jocelyn.

—Hola, ¿qué tal?

Nos saludamos todos y platicamos un poco, quería contarles lo que paso el día de ayer por la tarde.

—Tengo que contarles algo —Digo con una enorme sonrisa.

—uh se ve que es algo muy interesante, vamos cuenta —Dice Nicol.

—Ayer por la tarde fui al parque con mi hermano y adivinen quien estaba ahí.

—No lo sé, dinos quien —Dice Fernando.

—Yo estaba sentada y llego...Said.

—¿Y le hablaste? —Dice Rubén.

—Bueno él se acercó y me habló y después fuimos por un helado, platicamos y nos acompañó a mi casa.

—Ahhh que emoción tuvieron una cita —Dijo Fernando.

Estaban confundidos, todos empezaron a hablar entré ellos muy emocionados.

—Haber no, no fue una cita solo coincidimos y ya, además mi hermano estaba ahí.

—Pero ya avanzaste, eso es algo y con el trabajo que están haciendo seguro pasa algo más que solo una amistad —Dijo Rubén.

— No somos amigos, solo es mi compañero, no fue una cita y no creo que le interese.

—¿Por qué no?, hacen una linda pareja —Contesto Nicol.

—No creo que sea así, mejor vamos a clase.

Caminamos hacia nuestro salón y al entrar ya estaba Said ahí, estaba leyendo, cada quien se fue a su asiento.

—Hola, aún no empieza la clase ¿puedo hablar? —Dije sentándome y acomodando mis cosas.

—Oh hola, claro que puedes hablar esas reglas ya no existen, el punto es que puedes hablar cuando quieras, no es necesario que me pidas permiso.

—Genial, ¿Qué libro es?

—No creo que sepas, no es por ofender solo que los libros que me gustan no son del agrado de muchas personas.

—Me lo permites.

—Si claro —Dijo dándome el libro.

—Es muy bueno —Dije observando la portada.

—¿Lo conoces?.

—Sí, CLAUS Y LUCAS un gran libro, no pensé que te gustara este tipo de libros.

—Yo no pensé que te gustara leer tanto.

—Nadie lo piensa, en fin ¿ya casi lo terminas?

—Voy por la mitad.

—Eso es bueno, yo lo leí hace unos meses, ahora estoy leyendo LAS PRIMAS, de aurora venturini.

—No lo puedo creer.

—¿El qué?

—Yo ya lo leí y nunca había conocido a alguien que le gustaran esos libros.

—Bueno yo no conocía a gente que le guste leer.

—Tenemos mucho en común —Dijo sonriendo.

—A sí es —Dije devolviéndole la sonrisa.

Nos quedamos viéndonos por unos cuantos segundos hasta que llego la maestra y comenzó a dar la clase.

Paso clase tras clase hasta que llegó la hora de receso por fin.

—Puedes comer con nosotros.

—Supongo que si.

—Vamos.

Salimos del salón y nos sentamos en la misma mesa de siempre, platicamos y comemos, nuevamente el ambiente no es nada incomodo, al contrario, se llevan muy bien con Said, estoy muy feliz por pasar tiempo con él, la verdad es divertido a su manera, a pesar de ser serio me gusta su forma de ser, en si me gusta él.

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