Mi llegada a este estúpido país que es el origen de mi padre fue toda una locura, como me gusta el mar la mansión tenía que estar frente a ella, claro que sí, mis amigos incondicionales por supuesto se quedarán conmigo como siempre, no será fácil ganarme el respeto que tenía en España, aquí las cosas están mucho más críticas y mi padre tiene mucho poder como el supuesto abogado que es.
—Ya extraño mi país— me quejo echada al sofá —odio mi puta vida— grito.
—Ja, si tú qué estás rodeada de lujos y puedes tener lo que quieras odias tu vida— enarca una ceja Ricardo —¿Qué coño nos espera a los que solo dependemos de ti?— me sonríe como el tonto que es.
—No me seas un idiota— le miro frunciendo el cejo —ya quisiera yo que ustedes dos dependieran de mi— suspiro —se los debo todo ¿No lo recuerdan?— les miro.
—No nos debes nada, fue tu fuerza y valentía que te ayudaron a llegar a dónde estás.
—Ya calla... No me quites mis créditos— le da un puñetazo en el hombro —Peter... Peter... Peter... Siempre tan...— le mira riendo —¿Modesto?— carcajeo al ver a mi amigo rodar los ojos.
—Mejor me voy al mercado— se levanta —no debiste mudarte a un lugar donde apenas hay tres casas cerca— se queja —debemos ir muy lejos para los suministros— gruñe.
—Ya cálmate Peter bancoco...— me levanto y salto a sus brazos, mi amigo es un hombre musculoso, alto, con cabello morenito y una barbita sexy, es centrado, divertido y por supuesto es quien nos mantiene los pies en la tierra, es un excelente estratega ¡Es perfecto como hombre! ¿El detalle? Es gay.
—Sabes que no me guste ese apelativo— trata de no reír.
—Tú eres mi Peter bancoco y así te quedas— dando un salto beso su mejilla.
—Y tú animal— miro a Ricardo, un rubio mujeriego, tonto y despistado, pero a la hora de defender lo que ama es el más despiadado, es un King con las armas y explosivos.
—Voy a ignorar esa puta mierda— me ignora.
—Aaiiss que sentimental resultaste ser— le salto a la espalda —sabes que te amo mi rey, eres mi animal...— beso su cabeza y lo dejo en paz al escucharlo bramar a lo bajito —solo quiero que acompañes a Pet, nosotros no sabemos cocinar y es justo que tú lo acompañes mientras yo me quedo aquí en casa a buscar personal para que nos atienda— mi amigo tuerce la boca.
—¿Sabes tú lo que es salir con Pet?— sonrío presionando los labios —el tío es una puta broma... Camina todo el maldito supermercado... Lee todo lo que pone las etiquetas y eso lo hace el doble de aburrido— hace dramas.
—Si sabes que estoy justo a tu lado ¿Verdad? Venga vámonos que quiero llegar temprano— me mira —no abras la puerta y pon el sistema de seguridad— asiento, esta soy yo, la experta en Hackeo y todo lo que tiene que ver con tecnología, si tienes algo que lleve memoria o un chip eres presa fácil para mí.
—No tarden por favor— les veo irse, sin esperar a nada busco mi portátil para activar el sistema que he puesto en casa.
—Joder hermano... Sé que odias este país, pero mira cuántas agentes sexy tenemos aquí— Filipo como siempre trataba de que mis ánimos se elevaran.
—No me importan las mujeres amigo, estoy— aprieto el puño —muy frustrado, debíamos quedarnos en Italia... ¿Que podemos hacer solo los 3?— pregunta también viendo a William, sin dudo esos dos hombres son leales a mi, pero el trabajo está hecho para todo un equipo no para tres gatitos.
—Tranquilo, vamos a presentarnos aquí y después te mostraré algo que te va a gustar mucho— William me sonríe mi colega es el mejor —confía en mi— me guiña.
—Agentes, el superior Connor les espera en su oficina— al escuchar aquella voz tan dulce volteo, por supuesto era la secretaria más sexy que había visto.
—¿Me creerían si les dijera que mis ánimos cambiaron?— sonrío —esta estadía aquí será muy grata con presencias de mujeres tan preciosas como tú— le guiño a la mujer que se sonroja.
—Soy una simple secretaria, se nota que a ustedes los agentes... Les gusta más las de su clase— al sentirla tan resentida me acerco más a ella.
—Me gustan mas tiernas como tú— cuando estoy a nada de tocarla Filipo y William me alejan de ella.
—Acabas de llegar amigo, debes tranquilizarte— ríe William.
—No hay que perder el tiempo— le aclaro —aquí no todo es trabajo, recuérdenlo— al entrar a la oficina el superior que es un palillo de dientes nos mira desde su estatura, es un chiste, esto no puede ser verdad.
—Buen día señores— se levanta y se para ante los tres titanes, nosotros pasamos de los 2 metros y él cuando mucho llega al 1.65 quitando toda burla de mi cabeza le miro serio, cuando está en ese puesto es porque algo hizo bien —bienvenidos a la CIA de los estados unidos, como ya saben requerimos de su ayuda para una misión muy compleja, supongo que han leído los expedientes que les envié a Italia— asentimos a la par —síganme— obedeciendo le seguimos hasta una sala —ellos son, Rose experta en combate cuerpo a cuerpo— al mirar a la chica más parece un hombre, cabello corto y repleta en tatuajes, pero su rostro angelical la delatan, o más bien engañan.
—¿Qué hay colegas? Bienvenidos a la joda— monta el pie en una mesa.
—La señorita además de ser buena en combate es un verdadero problema— veo al superior fruncir el cejo —él es Dominic, un cerebrito que prefiere hacerlo todo desde la oficina o en una camioneta a Miles de kilómetros lejos de la acción— el chico rubio saluda con la mano, entiendo por qué coño no le gusta la acción, parece un zopenco.
—Y finalmente él es Rudy la maldita fuerza fruta, él no piensa él solo destruye— el hombre que es doble de musculoso que mis colegas y yo juntos saluda con un gesto de cabeza.
—¿Sería nuestro Hulk?— bromeo y la chica carcajea.
—¿Estás viendo musculitos? No solo lo digo yo— en serio esa tía es un problema.
—Si así iniciamos vamos mal Playboy— me mira Rudy con seriedad.
—Vamos... Vamos... No iniciemos— nos tranquiliza el superior —señores estos son los agentes Moretti un excelente estratega, Francescoli es el más grande agente en espionaje y William es el mejor en arma y explosivos, los 6 van a formar un equipo y espero sea muy productivo, saben que me gustan los castigos— sonríe con gusto —muéstrenle las instalaciones a sus colegas, yo debo irme a firmar unos papeles— camina a la puerta y antes de salir se voltea —he visto sus expedientes y son un desastre— nos mira a todos —todos son un desastre, pero no puedo cambiar el hecho de que juntos serán la perfección, no quiero persecuciones fatídicas ni nada por el estilo— le veo salir ¿Por qué pide lo imposible?
—Bien caballeros como soy la cabeza de este puto equipo por ser la mujer y claramente inteligente nata... Los guiaré— se levanta dejándome con la boca abierta ¿Quien coño es está?
—Tranquilos... Apenas la están conociendo, prometo que en tres días será un puto grano en el culo— nos explica Hulk.
Recorremos las instalaciones que por supuesto son una pasada, el lugar es gigantesco y tenemos todas las comodidades que podemos necesitar.—¿Irán a la carreras hoy?— pregunta Rose, le miro frunciendo el cejo.—¿A qué carreras te refieres?— pregunto curioso.—Si... Si... Ya lo sé soy una agente de la puta CIA ¿Pero acaso no puedo divertirme?— nos mira a cada uno —sé que son nuevos y quizás lo vean mal, pero nosotros participamos en carreras ilegales— se encoge de hombros y yo por mi parte me recuesto al respaldar de mi silla y le miro con total atención, si algo tengo yo es que me divierto siempre que puedo —son una pasada, además nos ayuda a conocer a personas que están metidas en toda clase de mierda y eso es beneficioso para nuestro trabajo— escucho reír a Dominic.—Y es así como ella camufla lo malo— se encoge de hombros.—Iremos— dice Filipo —somos buenos en las carreras— le sonríe.—Será bueno una bienvenida así, después de todo no hablaremo
—Fue un placer aquaman— ríe ella para el disgusto de él, caminando hacia la puerta se la abre —diría que algún día te visitaría... Pero no puedo respirar bajo el agua— su burla estaban colmando la paciencia de Paolo, realmente creía que la mataría antes del tiempo adecuado.—Sé supone que las sirenas pueden hacerlo todo, pero claro no te culpo, hay unas que vienen defectuosas— para su asombro ella ríe como si él fuera un payaso, Paolo tremendamente ofendido y sintiéndose nada se va de aquella casa donde estaba esa insufrible.—¿Qué te pasa?— pregunta Filipo viendo el estado en el que llegué.—Esa tía es una maldita insufrible, su chulería no es normal— gruño de inmediato —creo que la voy a matar antes de tiempo— grito.—Wepa macho calma— le tranquil
Las horas pasaban y a Paolo no se le metía en la cabeza que aquella mujer la conocía, esa manera de ser y actuar se le hacían muy interesantes, por su lado Rachel se esforzaba por pasar de él, tener su constante mirada sobre ella le hacían sentir incómoda, nunca nadie desde que era la temida “tormenta" ningún hombre la miraba más de dos segundos sin temer por su vida.La hora de la carrera llega y por supuesto Rachel participaría, lista en la pista y con la confianza por las nubes sonríe, ella jamás perdía una carrera era muy buena.—Ya saben pequeños amores— dice la chica encargada de dar la salida —estamos en el norte y aquí todo se vale, esto es ganar y no perder— dando una última sonrisa grita el go, solo escuchar el disparo acelera a fondo, todo marchaba bien, las curvas era un poco peligrosas, pero nada de lo que debí
La noche para Rachel no fue tan agradable, los golpes en su pierna y cuerpo le hicieron la vida imposible. Al despertar mira la enorme habitación ¿Dónde se había metido aquel idiota que no le dio nada para aliviar el dolor?—Aquaman...— le llama en grito, ese idiota se había burlado de ella la noche anterior y lo pagaría una vez pudiera patearle el culo —joder tío, quiero irme ahora— grita más alto, quería ir a su casa y él se negó a llevarla. Paolo la escucha desde su habitación, se burlaba de aquella chiquilla caprichosa, sin comprender por qué la soportaba, pues sin duda alguna si esas escenas se las hiciera Douglas, desde hace mucho la habría mandado a freír espárragos.—Quieres dejar ya de gritar como si te estuvieran haciendo algo— dice en tono seco y casi irritado al llegar a la habitación donde estaba esa muj
Mientras tanto Rachel después de las horas en el baño de cera decide salir de la bañera, rompe la cera y sale bastante recuperada, debía investigar a ese tipo, no es normal que una persona sepa lo que hace la cera, para tenerla debes meterte en muchos problemas, eso debía investigarse.—Maldito idiota— gruñe al saber que no había nada para envolverse, recordando que su ventana quedaba junto a la de él sale del baño y mira que no esté, no se quedaría ahí. Al salir al porch mira que nadie esté y desnuda salta la banda para llegar al porch de su habitación, por el agua se resbala pero logra sujetarse —maldito Aquaman de mierda, me la vas a pagar por idiota, esa mirada que hoy demostraste voy a averiguar qué es eso que te atormenta— cuando entra
—No me digas... ¿Paga? ¿De un favor? —sonríe y escucha sin quitarle los ojos de los de ella, sin dejarla terminar se lanza a besarla apasionadamente, pero sin ser agresivo ni brusco, sus manos recorren su cuerpo y entre besos responde —si quieres que te trate como una mujer comportarte como una— su beso la toma desprevenida, pero era algo que en el fondo deseaba, no era la primera vez que tenía sexo sin compromiso, así que decide disfrutar, ya le dejaría las cosas claras después, le corresponde ese beso con la misma intensidad, pero escuchar eso que le dice le molesta —¿Que quieres decir?— pregunta en un gruñido, pero sus besos la dominaban —hablas como si me comportara como una niña y no es así— sus manos van a su cuello y le abraza para intensificar el beso, el calor estaba subiendo por su cuerpo y el deseo se estaba abriendo paso con más rapidez.
Tras esa deliciosa experiencia que tanto había deseado desde el momento en que esa chiquilla se paró frente a él, vuelve a su casa recordando que ese par seguía ahí por lo cual debía encontrar una excusa para disculparse...—Les pido mis disculpas, pero al parecer su tulipán ha desaparecido...— sonrío al llegar, los chicos que la estaban pasándola fenomenal con mis colegas me miran.—¿De qué hablas?— se levanta el más alto, su preocupación llama fuertemente mi atención —¿No está contigo?— mira a su amigo.—No creo que lo haya hecho— dice el rubio mirando a su amigo con el cejo fruncid
—Como no piensas presentarme a tus amigos me presentaré yo, soy Cassy un placer— sonríe mirando a los dos hombres que acompañaban a aquel que la ponía loca por su estúpida manera de ser. Paolo al escucharla solo sonríe.—Bueno, tu tampoco nos presentaste a los tuyos— enarca una ceja apreciando a esa mujer frente a él, ella le ignora al centrarse en quien habla después.—Soy Fabricio, un placer señorita— se presenta Filipo.—Y yo soy Kowalsky— sonríe Williams —lo sé, no tengo ni acento ni cara de ruso, soy una mezcla— dice mientras le da la mano. Rachel sonríe al escuchar esos nombres que