5. Beta.

Mattew Johns 

No he querido darle la cara a Kimberly desde lo que pasó anoche.

Saber que ella ya encontró a su persona destinada me causa alivio, pero al mismo tiempo me siento mal de que tal vez mi futuro siempre ha sido quedarme sólo. 

Reviso los documentos que dejé pendiente mientras espero a que Alex llegue.

Firmo algunos tratados importantes y la imagen de aquella  chica se aparece en medio del documento haciendo que me sienta ansioso de sólo pensarla.

La forma en la que se fue me confundió aún más, el ver su rostro demostrar lo decepcionada que estaba por lo que Jason le dijo, fue muy desagradable.

Esa es la razón por la que hubiera preferido llevarla a otra discoteca menos a esa. 

Recuerdo su risa por verme enojado, nunca nadie se atrevió a reírse en mi cara de mi enojo, muy al contrario lo único que causó es temor y la forma en que me miraba antes de que sepa que estoy comprometido, es tonto pensar en esto, pero en verdad llamó mi atención el aroma que sentí en medio del beso, nunca he sentido un aroma así,  era muy dulce y embriagador.

-¿Interrumpo?- pregunta Alex mientras muestra la mitad de su cuerpo por la puerta.

-Claro que no- respondo fingiendo seguir viendo los documentos - te estaba esperando - digo esperando que entre.

- Tuve algunos inconvenientes, pero ahora todo está bien - dice para si mismo.

-¿Cómo? ¿La encontraste?- cuestiono con algo de emoción. 

- No, pero sé porque no lo he hecho - dice mientras se sienta.

Lo miro con duda para saber de qué se trata y él me mira.

- Tú, amigo mío, debes encontrar a tu mate primero - termina con una sonrisa triunfadora.

La emoción se esfuma al saber eso y muerdo mi labio.

-¿Quieres decir que mi padre no solo me quitó a mi la posibilidad de encontrar a mi mate, sino que al mismo tiempo te la arrebató a ti?-pregunto sintiéndome culpable por él. 

-Tu no tienes la culpa y lo sabes, culpable es tu padre por ser tan egoísta en pensar sólo en su miserable pasado - opina con cierto rencor.

- Sé que no tengo la culpa, pero es imposible no sentir que yo estoy en medio de todo aún así no quiera - pongo una mano sobre mi cabeza despeinado mi cabello.

-¿Quieres inicar la búsqueda de nuevo?- pregunta cambiando de tema y mostrando una pícara sonrisa.

- ¿Aún tienes esperanzas?- interrogo con sarcasmo- no pude encontrarla todos estos años, ¿Por qué la encontraría ahora?- cuestiono malhumorado.

- Tienes que abrirte a todas las posibilidades, quizás antes no había nacido y ahora sea diferente, han pasado cincuenta años desde que te rendiste, no sabremos hasta volver a intentarlo - sugiere con energía.

- No lo sé,  no quiero desilusionar a la manada otra vez y obligarlos a hacer una búsqueda exhausta donde hay la posibilidad de que nunca la pueda encontrar- digo con total sinceridad, pero al ver su cara detengo todo lo demás que iba a decir.

- Piensa en esto, ahora no solo tú eres el perjudicado, sino también yo por ser tu beta, ¿Quisieras que renuncie a mi cargo?- cuestiona haciendo que sonría sin poder creer lo que acaba de decir.

-¿Por qué renunciarías a tu cargo?- interrogo sin saber a que se refiere.

- Hay que verlo de esta manera, supuestamente yo estoy maldito porque tu lo estás, al ser tu beta nuestros destinos están algo enredados, quiere decir que si dejo de serlo podré encontrar a mi mate - dice como si estuviera razonando para si mismo.

-¿Renunciarías a tu cargo por encontrar a tu mate?- pregunto sin poder creer del todo de lo que está hablando.

-¿Por qué no?, ya llevo muchos años siendo beta, pero nunca he sido mate de alguien, ya me comienzan a aburrir las lobas de la manada- dice haciendo una mueca.

- A Natalie no le gustaría saber que dijiste eso- amenazo riéndome de él.

-A Natalie simplemente no le gustaría que hablara de ninguna otra mujer y mucho menos de mi mate - responde de igual forma. 

-Tienes toda la razón- le respondo y sigo acomodando tratando de ignorar ese tema que es de pareja para así  entablar otro tema de conversación -por cierto, olvidé contarte algo - digo en un susurro y hago que él me mire expectante por lo siguiente que diré. 

-Parece que Kimberly encontró a su mate ayer - le cuento mientras dejó lo que hago y miro su reacción, su ceño se frunce levemente tratando de entender lo que dije y abre sus ojos como nunca antes había visto hacerlo.

-¿Su mate?- cuestiona asombrado, pero al verme vuelve a su posición inicial seguramente pensando en cómo me estoy sintiendo.

- Deja de preocuparte por mi tanto, no quiero que dejes de expresar lo que en verdad sientes por no querer darme la contraria - le recrimino sabiendo que no es la primera vez que lo hace.

- No puedo darte la contraria, eres un alpha- dice como si no supiera.

- Antes de ser un alpha fui tu amigo - le recuerdo, él baja su mirada y asiente.

- De los mejores - opina como si fuera en un recuerdo bastante pasado.

- Aún lo seguimos siendo - digo en con cara de pocos amigos.

Él se comienza a reír y levanta su mirada.

- Sabia que dirías eso, pero volviendo al tema, ¿Qué hará Kimberly?- interroga como si yo supiera lo que piensa.

-Ya le dije lo que pensaba, ella  tiene la última palabra y la respetaré, si ella decide terminar lo nuestro para comenzar con él,  no me quedará más remedio que aceptarlo - le digo siendo totalmente justo con mi decisión. 

- ¿Estás seguro de eso?- pregunta mirándome interrogante.

-No puedo hacer más, después de todo él era su destino desde el comienzo y al estar a mi lado sólo hice que se alejará de encontrarse con él,  no puedo ser tan egoísta- digo pensando bien las cosas- creo que ella ya estuvo mucho tiempo conmigo, es hora que haga su vida sin que el cargo de ser la luna de esta manada se interponga.

-¿Por qué?, han estado por mucho - dice mientras acerca su silla al escritorio.

- No insistas, ella debe decidir, no yo- digo por último- pero quisiera que la vigiles, el encontrar a su mate la pudo afectar y no quiero que juegue conmigo para después irse con él, comunícate si sabes algo - le ordeno, él se levanta en silencio y abre la puerta dispuesto a salir por ella.

-Alex- llamó antes que salga y él voltea a mirarme - si puedes, quisiera que busques a esa chica del bar de anoche- pido esperando que no haga muchas preguntas, él no cierra la puerta y espera a que seguramente sea yo el que diga algo más- tengo asuntos pendientes con ella, se fue antes de que pudiera aclararlos - mencionó esperando que con eso sea suficiente como para que no me interrogue más. 

El sonido de la puerta cerrarse hace que me calme y tan sólo me toca esperar que él pueda localizarla.


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