El príncipe del Inframundo [#3]
El príncipe del Inframundo [#3]
Por: Dalia Sánchez
Capítulo uno

Narra Jordán:

—Príncipe, la manada Luna oscura solicita nuestro apoyo por ser parte del tratado—informa uno de mis hombres—También solicita protección para su hija.

Malditos cazadores.

Me levanto de golpe del asiento—Manda a los hombres necesarios para acabar con ellos—ordeno—si no es suficiente tomaremos medidas drásticas.

El chico asiente y sale inmediatamente de la habitación, apenas sale ingresa Ethan.

He oído que han atacado a la manada Luna oscura. ¿Qué haremos Jordán?—cuestiona—Los cazadores últimamente han estado atacando varias manadas y reinos, el ataque a la manada Luna oscura nos puede afectar, si esto sigue así después irán por las otras manadas y reinos con los que hemos hecho tratados.—explica mientras toma asiento el sofá.

Tengo en claro las pérdidas que tendremos si esto sigue, por ello es mejor erradicar el problema desde la raíz.

—Erradicar el problema desde la raíz, Ethan, eso haremos—le doy la solución más segura para todos.

Para eso tendríamos que entrar a su territorio y eso es como ponernos en bandeja de plata para ellos—dice mirándome—nadie querrá ir de infiltrado y menos sabiendo que puede costarle la cabeza.

«Nadie es tan tonto como para entrar en la boca del lobo por propia voluntad, pero nadie es tan listo como para emboscarlo.»

Nunca dije que m****ría a alguien, no soy tan estúpido como para m****r a alguien más a hacer algo como esto—le digo con una sonrisa, me mira serio—Dime que no es lo que pienso—murmura parándose de golpe, sonrió de lado y lo entiende—No puedes ir, eres el príncipe de este Imperio, ¿Qué haremos si te sucede algo?, nadie podría levantar este reino de nuevo.

Tú sabes lo que siempre he dicho—le rio—“Si quieres que algo te salga bien hazlo por ti mismo” y eso es lo que hare, nadie puede hacerme cambiar de opinión.

—No aceptó esta decisión, es demasiado arriesgado—grita—¿Acaso has pensado en lo que sucederá si algo te pasa? Ellos no se tentaran el corazón por nada del mundo.

Como me enfada que a pesar de conocerme durante casi 9 años aún no sepa que los riesgos son lo que menos me importa.

¿Crees que no lo sé?—pregunto con enojo—Pero todo esto lo hago por ustedes, nada de lo que digas cambiará mis planes.—le repito, haciéndole saber que mi opinión no será removida—“Después de todo en esta vida no se gana nada si no se arriesga algo.”

Baja la mirada, respira profundo intentando calmarse a sí mismo.—Si no hay nada que pueda hacer, entonces permítame estar a tu lado y seguir tus instrucciones—suspira—solo así estaré seguro de que nada te sucederá.

—No voy arriesgar tú vida, Ethan—respondo con voz neutra—Iré solo a ese colegio, pero estarás al mando aquí, estaremos en contacto y seguirás mis instrucciones, ya no soy un niño, puedo cuidarme solo.

Pero Jordán...—antes de acabe le interrumpo—nada de peros Ethan, esto lo hago porque no confío en nadie más que en ti—le doy una palmada en la espalda—retírate.

Él salió sin siquiera voltear a mirarme, está enojado, el probablemente no entiende, ni entenderá mi manera de hacer las cosas, quizás piensa que esto está mal pero yo tengo mis razones para hacerlo de este modo.

No soy como esos Reyes que se esconden detrás de sus súbditos en la guerra, al contrario yo soy y seré el primero en atacar en una—Antes sangre inocente fue derramada, conmigo al mando jamás pasará de nuevo—Como príncipe de este Imperio debo defender a los míos aunque me cueste la vida, no debo esconderme, esconderse no sirve de nada tampoco cambia las cosas.

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