Capítulo 4

Einar. 

Estar en mi departamento, tranquilo no es algo opcional, estar en mi departamento equivale a tener a una mujer en mi cama, desnuda, con la boca sobre mi polla o montándome.

La rubia alta, de pocas curvas, tetas medianas y culo firme es la que ahora me está dando una mamada, buena, pero no de esas, que hacen que empujes tu polla hasta el fondo de su garganta, que las jales del cabello y te vuelven loco.

Siento como me corro en su boca y veo como traga todo, se sienta sobre mí y comienza a besarme la barbilla y cuello, su mano baja hasta mi polla, la toma y la mete en su coño, comienza a mover su pelvis, en busca de su orgasmo, me prendo de sus tetas, pero no me llena, solo siento como aprieta con su coño mi polla y se corre.

Luego dicen que los hombres somos los precoces.

Me da un ligero beso en los labios, me remuevo «no me gusta que me bese» y se tira a mi lado.

—Cariño, ¿estas listo para Alemania?—su mano sube y baja por mi pecho—hable con papá y le pedí que te acompañemos, tenemos tres años sin poner un pie en esa sede, es momento de hacerlo.

»También, si quieres, puedo hacerte compañía, para que no estes solo, sirve que tendrán un poco más de respeto al verte como pareja de la secretaría administrativa.

—Daphne—la miro—no somos pareja.

No lo entiende carajo. 

—Bebé, siempre estamos juntos, follamos y trabajamos—hace un puchero.

—Solo es follar y ya, si quieres ir que bien, ve, si te quieres quedar aquí, en Rusia y luego irte a Washington también, que bien.

—Pero bebé—la interrumpo.

—Nada Daphne—finalizo, sabe que siempre tengo la palabra final y si no quiere tocarme los huevos no puede decir nada.

La sede alemana del FBI, la gran sede donde todos quieren estar, ser seleccionados, la sede más fría, cruel y cruda que existe, mi alma mater, de ahí aprendí hacer la bestia y demonio que soy, esa gran sede, la que me vio crecer, la que confió en mí, la que puso su reputación en riesgo al m****r a un idiota de dieciséis años a una misión, al poner a un agente tan joven como agente elite Alpha.

La sede alemana tiene mi vida, mi vida de m****a.

El FBI cuando quiere ganar, triunfar y ser invicto me llama, cualquier sede me llama, ofrecen millones de dólares para comprarme, pero solo he aceptado al FBI alemán.

Irme a Rusia, Londres, Estados Unidos, incluso Suiza seria bueno, pero nada como Alemania, donde saben distinguir agentes de calidad y no mierdas, con complejos de superioridad.

Como en la sede europea donde esta el bastardo de Chuck, el maldito idiota toca huevos, que solo por tener familiaridad con Barbara, logro estar ahí.

Alemania no es así, es distinta, en la gran sede principal, mi sede donde me convirtieron en el gran hijo de puta que soy.

Quieres asustar a los homicidas, atrapar a los ignotos, horrorizar a tu equipo, hacer llorar a los aprendices, que los cadetes de quántico se cague de miedo,  hacer sentir idiotas a los agentes, hacer sentir menos a las élites, alphas, betas y deltas, matar a diestra y siniestra, tener un buen perfil conductual y acción en campo, tienes tu clave a tu bestia y demonio de dos palabras diez letras Einar Kotch.

Tengo mi propia elite y no es una elite cualquiera es la elite de las elites, no por ser un maldito consentido del FBI, si no por mis medallas, por mis casos ganados como antiguo capitán del equipo S.W.A.T, mis casos resueltos, si consideraban que el equipo Alpha élite alemán como el mejor equipo, esté en automático queda en segundo lugar, mi élite cuenta con agentes elites de las primeras dos sedes importantes del FBI,  Alemania y Londres. 

Pero esta solo hace acto de presencia cuando son casos que el equipo Alpha élite alemán no puede controlar o cuando alguien idiota mete las narices y arruina un plan.

Ahí es cuando me llaman, cuando necesitan de mi ayuda.

El aceptar el puesto de Alpha élite tuvo sus ventajas, ventajas de lograr lo pensado, ventajas de hacer lo que tengo años planeado junto con Zarick, Barbara, Kenia y el bastardo de Cainan.

*** *** ***

Estresado, cansado de escuchar la voz chillona de Daphne, al fin estamos a minutos de aterrizar en la dichosa sede alemana, junto con la odiosa de Daphne y el corrupto de Mateo Johnson, son las personas más importantes de las sedes del FBI, pero unos cabrones, corruptos que valen m****a.

Daphne da buenas mamadas y buenos polvos, Mateo se burla de las sedes, roba dinero, como también nos vendió, información importante desapareció.

Solo ansió que Johnson salga como director de las sedes del FBI para que entre Cainan Kotch mi bastardo padre, él fue el primer seleccionado con director, pero gracias a un operativo “accidentalmente" fue herido, inducido a coma y con una recuperación de dos malditos años.

Dos años donde nos vendió, dónde estamos parados en un hilo.

Al aterrizar, Daphne se pone de pie rápidamente, coloca labial en sus labios y sale.

Por otro lado, Mateo me mira y me da una sonrisa.

—Andando hijo que nos esperan grandes cosas aquí—dice y baja del avión.

—El FBI alemán le da la bienvenida a nuestra secretaria administrativa y agente Daphne Johnson y al director de todas las sedes internacionales  del FBI Mateo Johnson.

No espero que me den la bienvenida ya que se me hace una gran mariconada, camino por el avión privado, el equipo S.W.A.T comienza a bajar.

 Sin esperar salgo y comienzo a bajar, veo a todos los equipos en fila y mi dichoso equipo en una fila horizontal, veo como tragan saliva, y se tensan al verme.

Maricas si con solo verme se asustan no quieren verme de rival o agente elite.

Al estar tocando completamente suelo alemán los observo y camino hacia ellos.

Veo como se enderezan, los hombres sacan pecho y se les oscurece la mirada mientras que una mujer rubia se endereza saca pecho «tiene pocas tetas»  me da una mirada una tanta lascivia mientras que su compañera castaña delgada, con ojos oscuros me mira con una ceja alzada de arriba abajo, se pone aún más derecha y me regala una mirada fría.

Maldita, con carácter.

Me doy cuenta de que son solo dos mujeres alphas, mientras que los restantes son hombres y solo reconozco a uno, un maldito hijo de puta, que me cuidaba la espalda cuando iba a los cuartos de las agentes a follarmelas, quien me conseguía mujeres y era mi compañero de borrachera, el único amigo que tuve aquí, pero hace cinco años que nos separamos y no volvimos hablar, pero el muy imbécil me ve y tiembla, es el único que conoce mis facetas.

Recuerdo un día cuando éramos cadetes lo dejé botado en medio de la nada, por ser un imbécil, pasaron dos horas y volví por él, fue mi acto más caritativo del año.

Observo al equipo, me paseo entre ellos, me paro frente de ellos y los miro.

—Bienvenido agente Einar Kotch, los agentes del equipo Alpha de la sede alemana, le damos la mejor bienvenida.—dice el imbécil.

—Si esta es su mejor bienvenida no quiero imaginar su mejor misión. A la sala de juntas, ¡Ahora!— grito.

Aquí es donde me doy cuenta de que valen una m****a como élite, que las dos mujeres que están aquí son porque se acostaron con elite Alpha anterior «es común que pase eso, Mateo no prestaba la atención a la hora de reclutar “ y no por medallas en pecho y batalla.

—Quiero el último reporte de perfil conductual que realizaron, también perfil del campo.

Todos asienten con la cabeza y comienzan a encaminarse a la sala, solo los sigo por detrás mientras miro el culo de las dos mujeres, la castaña tiene uno grande, firme, «está bueno para inclinarla en mi escritorio y follarmela» mientras que la rubia uno pequeño, pero también firme, sería interesante un trío con ellas dos, más si quieren mantener su lugar en el equipo Alpha.

«La castaña está muy buena»

Entramos a la sala de juntas y se encienden las pantallas.

Un rubio alto está dispuesto a comenzar a hablar, pero hago un ademán de silencio.

—Quiero que ellas me digan el perfil, nada de abrir archivos y  leer las pantallas, quiero la vista al frente.

—Mierda me pondré duro solo de escuchar a nuestra bella Anya perfilar—dice el imbécil que conozco.

—Briar Chalice 31 años, tiene complejo de Edipo y superioridad, aquel que viola, tortura y asesina a todas aquellas mujeres que se asemejan a su figura materna, sin importar edades.— Dice la Rubia

Primer error, no tiene treinta y un años.

—Nombre.— digo

—Natasha Boorns, criminóloga, francotiradora, rescatista…

—Pregunte solo tu nombre no la m****a de títulos que tienes—ruedo los ojos.

Se pone roja y nerviosa.

—Anya Meyer—dice la castaña dando un paso al frente y hablando firme— comenzaré a hablar y espero que guarde todos sus comentarios llenos de venenos para usted.

Tienes los cojones muy puestos la muy maldita, me agrada.

—Vaya, ya que tienes tantas ganas de hablar comienza a darme el resumen del ignoto, una equivocación y estás suspendida—digo fastidiado.

— Briar Chalice veintinueve años, un psicópata homicida con el complejo de Edipo y superioridad, viola, tortura y asesina a todas aquellas mujeres que se asemejen a su figura materna.—Comienza a hablar.

Las imágenes comienzan a desplegarse en las pantallas.

—El día de ayer tuvimos información acerca de un nuevo asesinato por parte de él, Sharon...—dice la rubia que se hace llamar Natasha.

—No estamos seguros de que sea él, ya que es un caso similar.—la corta la castaña.

—Anya, ayer todos estuvimos de acuerdo que era él—dice la rubia entre dientes.

—Yo recuerdo haber dicho que puede ser un imitador ya que Briar nunca deja notas.—se cruza de brazos.

Maldita sea en esa posición hace que sus pechos resalten y tenga pensamientos pecaminosos de tener mi cara ahí y mi lengua jugando con sus pezones.

—¡No quiero una estúpida pelea!—pego a la mesa—Agente Meyer prosiga.

—En el informe se tiene, cuenta con el perfil conductual que se hizo con ayuda de los agentes Dominic, Ancel, Max. —dice mientras me entrega el perfil.

—Anya tú también ayudaste—dice el agente que esta tatuado.

—Volveré a decir lo mismo que mencioné el día de  ayer—dice la agente Meyer mientras señala las imágenes en la pantalla, haciendo comparación de los homicidios de Chalice.

»Miremos el orden de lo que hizo, agrego cosas nuevas,  dejó una nota, está desviando nuestra atención, quiere que estemos detrás de él recordemos que le excita sentirse acorralado e importante, ahora bien, miremos los otros homicidios, que ha hecho

»Nunca dejó una nota, o algo así, puede ser bien, que esté cambiando sus métodos o un imitador, aunque en mi opinión más vale hacer toque de queda, en Londres ya que de ahí son la mayoría de sus víctimas y toque de queda en Alemania, que ese toque sea antes de las siete cuarenta y tres de la tarde, los psicópatas como él no soportará salir a la luz del día y menos aún que sea un horario impar.

Volteo para ver al idiota que conozco me mira con una ceja alzada para luego hablar pero es interrumpido.

—Morí, tuve un orgasmo auditivo, se me paró y me corrí dos veces solo con escucharte en modo perfiladora Anya, sigo disponible para ser tu juguete sexual.

—¿Nombre?—digo frío al agente que habló.

—Agente Steve Jonas—dice con voz temblorosa.

Que nenita.

­—Muy bien agente Jonas, que sea la última jodida vez que hace comentarios tan idiotas en mi presencia o queda fuera de mi equipo, ¿entendido?—digo con la voz neutra.

—Si—murmura.

—¡Dije que sí entendido!—pego a la mesa y todos se sobresalta.

—Mierda que humorcito tiene el agente—dice el imbécil que conozco desde cadetes.

La castaña solo ríe, la rubia la mira furiosa, tomo asiento y todos me miran expectantes de una respuesta.

—Bien.

—¿Solo bien? —dice la castaña.

—Sí, solo bien, pueden largarse, mañana los quiero aquí a las siete de la mañana, nada de impuntualidades, dos faltas a mi cargo y quedan fuera de mi equipo y se van directamente al equipo Delta a cargo de Alec Thompson— digo y todos se van.

—Sabía que eras un cabrón y maldito hijo de puta—dice el imbécil a mis espaldas— pero enserio, ¿venir y asustar a las chicas?

—Ancel ¿y si te vas a la m****a? —digo alzando una ceja.

—Si me lleva Barbara tu sexy mami con gusto voy.

No puedo más y rio, mientras me abraza.

—Púdrete Limmerman—golpeó su nuca.

—Auch—dice mientras toca donde lo golpee—¿Y Kenia, la sexy Keni, vendrá?

—Que te importa, mantén tu polla suelta lejos de ella.

Me mira y asiente.

—Te extrañé hermano, aunque me horrorice, sude, vomite y casi me cago del miedo cuando nos dijeron que la gente elite serías tú, el maldito cabrón que con dieciséis años mandaron a una misión.

—Y ¿no sigues asustado y cagado del miedo?—digo burlón.

—¡Mierda no! 

Lo miro con una ceja alzada y una sonrisa burlona.

—¡Mierda si! Estoy cagado del miedo, eres una maldita bestia y demonio hermano, pero, en fin, conozco una excelente discoteca espacio bar para tomar algo, encontrar unas chicas y follar como los viejos tiempos.

Su celular suena y se encoge de hombros.

—Maldita sea, olvidé que hoy tenía que llevar a Anya a su departamento, se averió su auto.

—  Me importa una mierda—digo.

—Preocúpate por tus agentes y más por ella.

—¿Por qué debería preocuparme?

—Porque es la mejor criminóloga, perfiladora conductual, psicóloga, políglota y hacker, rescatista y estratega. Dominic y Anya por lo regular siempre son los que se encargan de las estrategias, con Max siempre busca lo mejor en armamento y conmigo cuando tengo alguna incógnita en los perfiles me ayuda, sin duda es un diamante, como ella, no encuentras otra.

Dice que es la mejor espero que lo demuestre.

—Pero bueno, tengo que ir a dejarla, te envió la ubicación y te veo en la discoteca.

—No creo que se pierda o enoje si tardas unos minutos más—digo.

Asiente y caminamos a mi oficina.

Anya, Anya, Anya, eres muy interesante y lo que veo interesante siempre termina mal.

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