capitulo 4

 Es como si en mi cuerpo inyectara un milenario de dolor, era un fuerte dolor el estómago, todo mi cuerpo me dolía demasiado. Era insoportable, empecé a dar gritos. Sandez, el doctor me dio unos antibióticos, pero nada ayudaba. El dolor era demasiado. Mi cuerpo sentía como si me estuvieran cortando cada pedazo de mi carne sin anestesia.

Ya no podía aguantar más, solo escuché que algunos decían, “que si habían excedido con la inyección” Otros que fue lo que paso. Si muero las cosas empeorarán. ¿Me estuve preguntando, quienes eran? ¿Por qué aún Ángelo me quiere en tan mal estado? ¿Tanto qué no puedo valerme por mí misma? ¿Por qué él me sigue persiguiendo si ya pague mi condena, solo me queda un año, acaso él quiere condenarme aquí?

 Black entró, estaba enfadada y escuché, como golpeaba y hablaba fuertemente con ellos. Cuando se acercó, su olor me decía que era ella. Sentí una gota caliente caer sobre mi rostro.

_ Te sacaré de aquí, te llevaré a un médico!.

_ Black, él me sigue acusando. Ellos estaban diciendo que no debían matarme, pero se excedieron en lo que me echaron!. 

_ Descuida, tengo que sacarte de aquí primero, no puedes morirte!.

_ porque dices esto, Black, claro que no me moriré. Estoy bendecida por los cielos, así lo dijo Sander!.

_ La mentó lo que le paso, ahora está en cuidados!.

_ ¿Qué? ¿Qué le paso?

_ Lo atacaron, y le dieron varias puñaladas, está muy grave, se lo acaban de llevar fuera de la cárcel!.

_ Santo cielo, todo esto por mi culpa!.

_ Callate, nada es tu culpa, no eres culpable de esto!. Ellos me las pagarán. Lo juro que lo aran. Por tu buena conducta saldremos de aquí. Estaremos libre en poco!.

_ De verdad!.

Ella me decía que saldremos libre de esto, pero yo ya no sentía nada en mi cuerpo, es como si me hubiera recuperado de todo dolor. Pero no podía mover nada en mi cuerpo, ni siquiera un dedo.

Black estaba hablando con unos guardias, y una ambulancia me movía, ella estaba a mi lado, pero no le pude hablar, la podía ver, pero no pude decirle que no sentía nada en mi cuerpo, mi habla, todo estaba apagado en mí.

No, aún no era el momento. No cuerpo, por favor reavívate. Espera, no puedes fallarme ahora. No, no lo hagas, por favor, no.

Black, me miraba, las lágrimas corrían por sus ojos, desde ese día, ella me trataba como si fuera su hermana. Me ha dado todo. Y siempre estuvo conmigo. Nunca me dejo sola. Me decía cómo estoy, cerraba los ojos. Y lo habría, pero no podía hablar, no podía mover ni siquiera un centímetro de mi cuerpo. Para hacer seña de algo. En un momento, ante de llagar al Hospital.

_ Nadin, respóndeme con lo que sea que tengas en funcionamiento está bien!.

Cerré los ojos y lo volví a abril. Ella se tapó la noca con la mano, le exigía al conductor que se apresura. Yo no podía ver el estado de mi cuerpo, solo ellos estaban viendo como yo lucia. Era todo una pila de huesos sin carne. Mi vida había convertid en un meló esqueleto. 

Las lágrimas empezaron a salirse de mis ojos.

No es que fuera inmortal, para pedirle a papa Dios, que me diera la oportunidad de seguir viviendo. Mi cuerpo adormecido, solo con el sentido. Para ver. Solo podía ver. En cuestión de minutos llegamos al hospital. Un hombre guapo, musculoso apareció, y agarro la camilla. Su voz como trueno hizo que estremeciera. Solo sentí la sangre enfriase en mí.

Me miro y me guiño un ojo, no podía interpretar que quería decir, pero supuse que me estaba dando fuerza. Me entraron en el quirófano, estaba consciente de todo ellos. Cuando, volvió a entrar en la sala quirúrgica, él me miro, y me toco el brazo, moviendo su cabeza. Volví a suponer que me dijo que todo estaba bien. 

Black, no estaba contigo, no tenía a quien fortalecerme en este momento. Solo podía interpretar todo lo que me decían, como algo para fortalecerme. En minutos solo vi preocupación en sus caras. Como enfermera y médico. El cirujano, tenía una cara más de espanto que otra cosa, aunque traban de disimular, para que no entendiera, no lo lograron.

 Estaban preocupados, si esto podía resultar ser un milagro, solo un milagro podía salvarme. Eso fue lo que interprete.

El doctor, me miro y me regalo una pequeña sonrisa. Y pregunto.

_ Porque no la anestesiamos por completo, esto se está complicando!.

_ Su cuerpo, lo rechaza Dr. Frendy!.

_ Las cocas, no pintan bien!. Déjame hablar con ella!.

Escuche todo, y como no estaba dormida. Él me miro y me dijo que quería hacer una pequeña charla conmigo. Apreté los ojos para responder. Él sonrió.

_ Leí tu expediente, estás muy graves, Tenemos que retirar, tu matriz. Su útero está dañado, la estocada fue profunda, en la prisión solo la cosieron y se agravó!. 

Lo miré, y las lágrimas me invadieron. Sus ojos mostraban mucha preocupación.

_ Es lo único, que podemos hacer para salvar tu vida. No podrás tener hijos!.

Noticias, que te llevan el alma, la vida y todo tu sentido de vivir. No podré tener un hijo, no podré engendrar. Eso era demasiado. Él me seco las lágrimas y me dijo 

_ Eres fuerte, eso es mucho que pedir, y tu cuerpo, nos ayudara. Es extraño ver un tipo de cuerpo como él tú yo, reaccionando a estos tipos así. Es único en un millón. Vivirás.

Apreté los ojos, con muchas más fuerza, para poder agradecerle. Él me volvió a sonreír, y dijo a los demás que era hora de terminar.

Se puso de nuevo su gorro y ajusto sus guantes, mis ojos estaba muy abierto, en el espejo del quirófano pude ver, todo lo que pasaba dentro de mi cuerpo, cuando me sacaban, parte de mi cuerpo y lo volvían a introducir, mi cuerpo estaba muerto, por completo. Que la anestesia no era necesario.

Al terminar, todo aplaudieron, el éxito de la operación. Me beso la frente y un “A DIOS” es lo único que recuerdo, ante de caer dormida. Cuando por fin abrí mis ojos. Estaba en una camilla, Black estaba a mi lado, intente mover un dedo pero no podía. Ella me dijo que intentara de nuevo, y nada no pude moverlos.

 Desesperada, llamo al médico. 

_ Ella, no se puede mover, que está pasando?.

La cara de los médicos estaban más pálida, que la propia sabana que cubría la camilla. Corrieron a buscar al Doctor Frendy. Él. Vino con toda la prisa, cuando llego me miro. No estaba tan preocupado por eso, me calmé.

Pero, toco a Black y fueron a un límite para poder hablar. En minutos Black volvió donde mi y me sonrió.   

_ El DR. Frendy dijo que te dejara ir, que no puedes quedarte aquí más, algo extraño está en tu cuerpo. Y no quiere que los demás se alteren demasiado. Pero estarás bien.

¿Algo, extraño en mi cuerpo? ¿Qué será? ¿Qué es lo que me pasa? Cerré los ojos, tarde unos segundo ante de abrirlo. Black, llamo a unos enfermeros y me movieron. Ahora, ¿dónde me llevarán? ¿Dónde? Mi mente se volvió borrosa, y dejé que solo el destino se ocupara de todo. 

Me subieron a una camioneta, y me trasladaron aún lugar. No podía hablar, Black me entendía, con las introducciones que me dio, cerrando y abriendo los ojos, parpadeando unas cuantas veces, podía decir lo que quiero y lo que no. Así fue durante uno mes completo.

Mientras estaba en los chequeos constantes del Dr. Frendy y cada mirada de él me decía, que estaba en mejora y cuando empeoraba. Como si fuera un milagro. Como si su mano fuera una cura, él tocó mi palma, lo apretó fuerte. Sentí una corriente traspasar todo mi cuerpo, jale mi mano de un brinco. Hasta él se llevó un gran susto.

Black, salto de alegría lo abrazo. Me dio unos cuantos besos, incontable de veces. Volví a moverme. Salte de la cama y comencé a saltar, caminar. Estaba contenta. Extrañaba tanto caminar, saltar, por primera vez, me alegró tanto de recuperar algo. Pero cuando toque mi vientre no pude contener las lágrimas.

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