3: Indagando

Amy y su padre charlaban sobre la salud de su madre quien, pese al tratamiento y las recomendaciones del médico por regresar a su casa, ella se encontraba en cama, resultaba extraño que pese a todo no parecía mejorar sino todo lo contrario; el doctor había recomendado, tras darle el alta, reposo absoluto y unas medicinas fuertes, el padre debía ir en busca de estas por lo tanto Amy permaneció en el hogar y cuidaría de su madre.

Luego de despedir a su padre, Amy tomó asiento en el sofá y decidió llamar a Lucas contándole por lo que estaba transitando su madre, Lucas intentó convencerla de que todo estaría bien, pero Amy no sonaba del todo segura sino en cambio era evidente su preocupación al no saber qué estaba sucediendo, y evitaron hacerse cuestionamientos aunque ambos pensaban que nada estaba bien en especial desde el suicidio de Tyler, sin embargo hablar de supersticiones no hubiera marcado la diferencia, por lo menos no de una forma positiva. 

Steven ayudaba en la preparación del baile, tal como había ordenado el subdirector, Daphne May también se hallaba allí aunque ella estaba supervisando en calidad de miembro del comité de estudiantes; ella colgaría las luces un poco más alto por lo cual pidió a Steven que sostuviera la escalera, luego de acabar, Daphne resbaló siendo atrapada por Steven, éste preguntó si estaba bien y tras confirmarlo ambos se alejaron, él continuó trabajando, pero Daphne a pesar de proseguir con sus obligaciones no dejó de observar a Steven, demostrando un poco de interés hacia él. 

La hora transcurría, fue así que luego de observar el reloj Daphne avisó a todos que podían retirarse, sin embargo cuando Steven pasó a su lado ella comenzó a caminar junto a él, aprovechando la situación para agradecerle nuevamente por salvarla, él amablemente reiteró que no hubiera sido nada que una buena persona debiera hacer, luego añadió que debía irse, por lo cual ella se ofreció a llevarlo, Steven estaba cansado y no vio nada de malo en aceptar la invitación.

Daphne poseía un hermoso convertible plateado, lo que por alguna extraña razón provocaba que al pararse al lado de este su belleza femenina fuera notoria, era una chica guapa con cabellos castaños y ojos verdes profundos, sin embargo Steven no se vio turbado por ello, simplemente reiteró su agradecimiento por llevarlo aclarando que se dirigía a la residencia Marshall, ambos abordaron el convertible; el viaje fue silencioso, sería Daphne quien comenzó a hablar sobre el baile y le preguntó si tenía pareja, Steven limitó su respuesta al decir que no pensaba asistir solamente ayudaba en los preparativos por orden del subdirector, tras terminar de decir ello habían llegado a su destino, en cuanto él bajó del convertible ella le dirigió una mirada y antes de despedirse terminó diciendo.

—¡Quizás pueda lograr que cambies de opinión!

Mientras que Steven, luego de verla partir, se dirigió a su casa, pues solo deseaba dormir.

En la cocina la señora Harris se hallaba preparando la cena para Ian y Steven Marshall, cuando un plato salió disparado desde el estante estrellándose contra el suelo, ella quedaría estupefacta, desde muy niña la señora Harris había sido sensible a ciertas energías y con ochenta y nueve años de edad, los cabellos canosos, los ojos negros y la mirada chispeante, así como sus arrugas que denotaban años de experiencia y conocimientos, ella no dudaba que en esa cocina una fuerza maliciosa circundaba y le generaba una angustia que iba en constante aumento, respiraba con agitación mientras posaba las manos sobre su pecho, cuando logró sentir la suficiente seguridad intentó salir de la cocina, pero esta vez todos los platos comenzaron a caer interponiéndose a su paso, así que permaneció vacilante antes de retroceder hacia el lavamanos, todo aquello continuaba por lo cual solamente decidió cerrar sus ojos, no supo cuánto tiempo permaneció así, pero cuando se aventuró en abrir los párpados pudo ver que todo estaba perfectamente ubicado en su sitio, parecía como si jamás hubiera acontecido evento alguno.

En casa de los Anderson, Olivia abrió sus ojos, el cansancio no la dejaba salir del todo del sueño, pero pudo notar la figura oscura que permanecía de pie junto a su cama, ésta estaba inclinada y muy cerca de su rostro, pero mientras Olivia más lograba despabilarse comenzó a percatarse que la figura era una presencia femenina, poseía cabello canoso, sus vestimentas eran típicas del siglo XIX, pero lo más escalofriante y que solo pudo notar cuando abrió bien sus ojos, fue que esta figura carecía de rostro, en su lugar solamente había una mancha negra, esta presencia la aterró tanto que ella intentó gritar pero no podía hacerlo, no lograba siquiera abrir sus labios, pero lentamente pudo susurrar un grito tenue, luego más fuerte, y más fuerte hasta que finalmente fue capaz de gritar; Lucas, quien permanecía despierto ya que se encontraba estudiando, corrió a la habitación de su hermana, topándose en el camino con su madre quien también se dirigía a la habitación de Olivia alertada por el grito de su hija, ambos ingresaron en el cuarto observando como Olivia, aun dormida, luchaba lanzando golpes con sus brazos, golpes que solo rozaban el aire, Lucas no sabía qué hacer se hallaba paralizado, algo que jamás le había sucedido, sería su madre quien rápidamente se acercó a Olivia y la despertó tras tomar sus brazos primero evitando así ser golpeada por su hija, tras esto tuvo que agitarla para poder sacarla de esa pesadilla, en cuanto Olivia pudo reaccionar contempló el sitio donde ella veía a ese ser y luego miró a su madre quien aún la sostenía, ella la abrazó comenzando a llorar sin consuelo, solo abrazaba con fuerza a su madre ya que era la primera vez en que recordaba aquello que la atormentaba en sus pesadillas y la aterrorizaba la idea de que volviera a suceder, mientras que Lucas únicamente las contemplaba aún asustado, aún desconcertado por su propia reacción.

Amy se hallaba cuidando de su madre enferma, mientras que su padre se encontraba ausente debido a una entrevista con el alcalde. Ella estaba cansada, pero permanecía en un sillón al lado de su madre quien se hallaba profundamente dormida, en ese instante su teléfono comenzó a vibrar, Amy lo observó siendo un número desconocido, pese a ello contestó, oyendo al otro lado una persona diciendo hola, era imposible desconocer aquella voz, un escalofrío recorrió todo su ser y fue presa del mutismo limitándose tan solo en escuchar lo que éste tenía para decir.

—Hola Amy, ¿me extrañan? Porque debo admitir que en verdad yo extraño a Olivia y al pueblo en sí, pero tengo buenas noticias, muy pronto nos volveremos a ver, saluda a los demás de mi parte.

La llamada dio por terminada y Amy permaneció en silencio, dejando caer su teléfono, pues no sabía cómo reaccionar, ya que acababa de oír la voz del difunto Tyler Dier.

Steven estaba frente a su computadora, intentaba encontrar algo sobre Elizabeth Brown, pero sus esfuerzos no producían frutos, no existían registros de esa persona, y el problema de mayor gravedad se hallaba en que no había podido hablar con los demás desde que fue castigado, mientras que la única persona que tal vez podría develar aquel misterio, es decir su tío Marshall, estaba sufriendo una especie de bloqueo mental, el cual no le impedía razonar o desempeñar su trabajo, y recordaba todo incluyendo lo acontecido con Chloe a quien había ayudado durante esos terribles momentos, pero el punto más importante, es decir lo que tenía que compartir con él y sus amigos, había sido nublada por su mente luego de sufrir esa terrible jaqueca y si intentaba recordar entonces éste comenzaba a presentar dolores leves de cabeza; Steven ya cansado de tanto pensar e investigar sin hallar respuestas decidió caminar.

La noche sin estrellas a la vista gobernaba, y todo indicaba que llovería, aun así Steven decidió proseguir con el paseo notando la ausencia de personas en las calles, salvo por los clubes y el bar al cual siempre asistía, detuvo su paso frente de aquel sitio, pero luego de pensarlo mejor decidió continuar caminando; al fin detuvo su paso sentándose en un banco de plaza, la noche era fría lo que resultaba relajante permitiendo a su mente distenderse. No supo bien cuánto tiempo permaneció sentado allí y tampoco le importaba, no deseaba regresar a su casa, comenzó a plantear sus decisiones de vida, todos los errores cometidos, el hecho de haber incumplido la promesa de cuidar a Miranda incluso luego de que terminaran pues la amistad que los unía era un vínculo fuerte, esto provocó que comenzara a cuestionar todo aquello que había hecho o dicho, había llegado a un punto en el cual solo quería un respiro, una pausa para poder apreciar las pequeñas cosas buenas de la vida, pero el caso era que no podía alcanzar ese respiro, vaya donde vaya, esté donde esté, siempre había algo impidiéndoselo.

Daphne regresaba desde la casa de una amiga cuando notó la presencia de Steven, así que detuvo su convertible y lo llamó por su nombre sacándolo de sus pensamientos, preguntado si quería que lo llevara, él miró su reloj, ya eran las diez y treinta y siete por lo que aceptó el ofrecimiento.

En el camino de regreso Daphne comenzó a hablar acerca del baile y los preparativos que eran necesarios a pesar de que contaban con suficiente tiempo, para al fin sugerir que no tenía pareja con quien asistir, Steven supo lo que estaba sucediendo así que decidió ser sincero al respecto diciendo que no estaba listo para comenzar a salir con alguien, en principio solo pensaba decir eso, pero las palabras escaparon de su boca admitiendo que Miranda había sido su primer amor pero la relación terminó yendo en declive, mucho antes de que rompieran no hablaban muy seguido y su último encuentro no había resultado muy bien, ambos guardaban secretos y si él no estaba seguro de compartirlos con ella, cómo podía pretender que ella compartiera los suyos con él; Daphne lo escuchaba con atención mientras conducía, y cuando él dejó de hablar ella le sugirió que fueran juntos al baile solamente como amigos, quizás ello podría ayudar a despejar su mente, no necesitaba una respuesta inmediata sino que pensara en ello, tras decir esto ya habían llegado a la residencia de los Marshall y Steven bajó del convertible agradeciendo por su amabilidad a Daphne, pero antes de que ella se fuera él decidió aceptar la propuesta y acompañarla al baile.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo