Capítulo 4- Baño equivocado

Ángel

—¿Baño equivocado?—Le digo a la chica que al parecer se había equivocado de baño, ya que estaba en el de los chicos.

Al escucharme comienza a mirar a todos lados y creo que se ha dado cuenta, que tengo razón. Noto que tiene su ropa sucia de ¿Jugo? O algún ¿Batido? Además de que se encontraba llorando ¿Qué le habrá pasado?

—Lo siento— comenta secando sus lágrimas y se dispone al salir del baño. 

Pero al pasar por mi lado, le tomo el brazo de impulso. Ella me mira desconcertada. Pero le tomo fuerte la mano y la saco del baño, la llevaré a enfermería. Ahí siempre hay ropa extraviada y no sé tengo ganas de hacer algo bueno hoy, pero ella se resiste, pero vamos, ella no tiene ni siquiera la cuarta parte de la fuerza que tengo yo.

Al llegar el suelto y voy en busca de la ropa, encuentro un Vestido que creo que le sirve y se lo entrego.

—Póntelo—Ella me mira confundida—Obvio no enfrente de mí, hay una habitación ahí—expreso y ella lo toma el vestido y entra.

—Y ¿Qué te pasó?—digo desde afuera—. No creo que seas tan distraída para vaciártelo encima o ¿sí? — comenté con curiosidad.

—Obvio que no—La escucho decir—. Fue... una chica—Puedo distinguir algo de enojo en su voz.

—Uh peleas de chicas—Sonrío—. Me encantan.

—No fue una pelea—dice ella—Es solo que esa chica es tan...—comenta mientras buscaba la palabra correcta— ...Fresa.

—¿Fresa?—pregunté,  no puedo evitar que se me escape una pequeña risa—. ¿Era una chica O una fruta?

—Me refiero que era una chica insoportable y presumida—dijo y no pude evitar pensar en mi novia.

—Y esa chica por casualidad era ¿rubia?—pregunté .

—Si —dijo ella saliendo de la habitación.

—Y ¿vestía un vestido blanco? —pregunté mientras notaba por primera vez. El verde de sus ojos.

—Si ¿La conoces?—dijo mientras sus ojos me hipnotizan.

—Digamos que si —Solo intento dejar de ver sus ojos—. Pero...

Ese momento suena timbre, avisando que hay que entrar a clases.

—Bueno, tengo que irme, pero muchas gracias por todo...—dice y hace una pausa, creo que es para que diga mi nombre y así lo hago.

—Ángel.

—Isabela—dice con una leve sonrisa y sale corriendo.

Después de eso las dos clases siguiente, pasan como si nada, ya era hora del almuerzo, me dirigía al patio junto Daniel y en se momento BOOM. había chocado con alguien y se me había derramado la bebida que llevaba sobre mí, ¿enserio universo? ayudó a alguien y así me pagas, al observar bien la persona, me fijo que era la ratita de laboratorio Mike, Mile, ni recuerdo su nombre.

—An...An...Ángel—dice balbuceando—. Per... Perdón

—Ratita de laboratorio—comento sonriendo y sacudiéndome la chaqueta.

—En serio per... Per... Perdón—dijo bajando la vista.

—¿Por qué pides perdón por arruinar mi chaqueta favorita?—pregunté serio y el retrocede un poco.

—No te vi Ángel, en serio perdón—expresa rápido.

—Yo te perdono-dije con la sonrisa más falsa del mundo—. Pero no mi amigo, Daniel—comento y mi amigo se acerca y lo agarra del brazo, llevándose lo atrás de la escuela, para que nadie escuchara la paliza, que le iba a dar.

Me quité la chaqueta y la doble en mi antebrazo, llegué donde Bryan, que se encontraba sentado junto un árbol leyendo un libro.

—Hey amigo—dice dejando de leer—. ¿Y Daniel?

—Haciéndome un favor—comento y no puedo evitar sonreír.

—Ángel.

—No estoy de humor para tu sermón, mejor después—digo y él solo niega.

—¿Haz visto a Celeste?—pregunta cambiando el tema y se lo agradezco.

 No quería escuchar el típico discurso de que golpear a alguien está mal y bla, bla, bla.

—Olvídalo, ya la vi, está con la chica del Show de esta mañana.

—¿Qué show? ¿Qué chica?—pregunto.

—A tú querida novia, Le derramaron un batido encima y después de humillar a la pobre chica, le devolvió el batido—dijo fijando a su vista, a algún lado del patio y al mirar a su misma dirección, me encuentro a la chica del vestido azul y de bonitos ojos. 

Inconscientemente sonrío, pero cuando noto, que Louis está ahí, desaparece.

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