Capítulo 3- Chico bipolar

Louis

Me encuentro en la biblioteca de la escuela, me vine más temprano hoy, no tenía ganas de seguir con el tema de ayer con mi mamá, la conozco iba a volver a mencionar a Ángel, si me quedaba a desayunar. Sé que no puede evitarlo, después de todo, sé que que lo quiere como a un hijo, no puedo molestarme por eso.

Por eso lo más sensato era escaparme temprano de la casa, así poder evitar esa conversación. Además, nada es mejor para distraerse, que un buen libro; siempre me ha gustado leer, creo que para todos es mejor envolverse en el mundo de las letras y la imaginación, que aceptar su realidad.

En estos días he empezado un libro que me recomendó Celeste, se llama "A través de mi ventana" es sobre una chica que acosa a su Crush y por cosas del destino el termina robando su wifi, en verdad hasta ahora me parece bueno y creo que Netflix le está haciendo una adaptación. De repente un "BOOM" Me saca del libro, parece que alguien se le había caído todas sus cosas, cuando levanto la mirada.

Estaba ahí, era la chica de ayer, Isabela.

¿Casualidad?

No señores, esto se llama, W*****d haciendo de las suyas.

Ella recoge todas sus cosas del suelo, luego fija su mirada en mí y me sonríe ¿Me recuerda? Al parecer sí, porque se está dirigiendo hacia a mí.

No entres en pánico, es solo una chica.

-En verdad eres distraída -comento al ella sentarse en frente de mi.

Espera ¿yo empezando conversación? ¿Qué me pasa?

-Si un poco -dice ella, con un poco de vergüenza.

-Y ¿Qué haces aquí tan temprano?-Le pregunto, intentado que no se acabe tan rápido la conversación.

-Ehhh... -Me señala el libro que tenía en la mano.

-Si, disculpa, pregunta estúpida -Le digo bajando la cabeza, un poco avergonzado.

¿En serio Louis? ¿Qué hace en la biblioteca? Leyendo obviamente. Estás oxidado ¿Cuánto tenías sin hablar con una chica que no fuera Celeste o sus amigas? ¿Años?

-y ¿tú? Pues no pareces, ese tipo de chico -dice ella.

-¿Qué tipo de chico?-pregunto, sin entender, a lo que se refería.

-Bueno... que le interese... la lectura.

-Y ¿Qué tipo de chico te parezco?

Si, si estamos hablando con una chica, cálmate conciencia no la cagues.

-Ehhh... No sé, no me hagas caso.

El rubor sube a sus mejillas ¿Eso es por mí?

-Pero dime ¿Qué te gusta leer?-expresa ella.

-Bueno leo un poco de todo, me gusta el misterio, el terror y a veces leo romance, pero no creo mucho en eso.

Ya la cagaste, no fui yo, fuiste tú, a todas las chicas le gusta el romance, estúpido.

-¿Por qué no crees en el romance? -Vez, vez, ya nos quedaremos solos para siempre.

-No es que no crea en el romance-Ya tomé el control no podrás hacer estupideces-. Es que me parece, que a veces esos libros, son más de ficción, que de amor.

-Pues tal vez sea, porque no te has enamorado-comenta mirándome, por primera vez directamente a los ojos.

Es la primera vez que me detengo a ver sus ojos, son de color verdes, nunca había visto ese tono. Son casi hipnotizantes.

El sonido del timbre me hace volver a la realidad. Es tiempo de ir a clases. Los dos salimos de la biblioteca, ella se dirige a su clase y yo la mía.

¿Por qué no le preguntaste su número? -Sabes que no soy ese tipo de chico

Antes lo eras ¿Qué te paso? -sabes lo que pasó-Odio saber todo.

Después de esa pequeña conversación con mi conciencia, llego a clase de matemáticas con una sonrisa inexplicable, porque, aunque no lo crean, yo estaba feliz ¿Por qué? Porque por lo menos me animé a hablarle, tenía bastante si poder establecer una conversación de más de un minuto, con una chica, que no fuera Celeste.

Lo único malo de todo esto, es que, ahora no puedo dejar de sonreír. Celeste se me queda mirando y yo trato de eliminar esta sonrisa de mi rostro, para que no empiece con sus hipótesis y sus interrogatorios.

Pero gracias al Dios que se pasea por ahí arriba, el profesor llega de una vez, así que no le da tiempo de hablarme, después me toca Historia. Al entrar al curso me siento en la parte de delante, me gusta mucho esta materia, si me encanta todo, lo tengo que aceptar.

-Chicos, hoy como es el primer día de Historia, -Habla el profesor- hablaremos de unos de los acontecimientos más importante del mundo que son: La Primera y La Segunda Guerra mundial, tendrán que hacer un trabajo, para la próxima semana, sobre todo lo que encuentra sobre estos acontecimientos y al final deben poner su opinión. Lo harán en parejas-Al instante todos comienza a pararse, a buscar pareja y yo me quedo sentado. Mirando su espectáculo.

Alguien me toca el hombro, cuando volteo a ver quién es, no lo puedo creer, era Emilio.

-Pensé que estabas todavía en República Dominicana-comento algo confundido.

-Bueno llegué antes de ayer.

-y ¿Por qué no viniste? Ni me respondas, te quedaste durmiendo.

-Wao, me conoces tanto-expresa él simulando que iba a llorar.

Emilio era uno de los amigos de Celeste, es el único me cae bien de todos. Con él que tengo más cosas en común.

Él es del tipo de persona que le encanta hacer reír a todos, a su alrededor, aunque no esté de muy buen humor. Aunque debo de admitir que nunca lo he visto triste o enojado, él todo se lo toma a chiste.

- Cuéntame ¿Cómo te fue? ¿Cómo es todo por allá? - pregunto.

A él le gustaba viajar tanto como a mí.

-Estupendo fui a una ciudad que se llama Samaná, tiene unos ríos y unas cascadas Increíbles, que, si te cuento, además tiene unas playas que si te cuento y unos hoteles...

-Que si te cuento- Termino la oración, sabía que iba decir eso.

Eso nos hace reír a los dos. Él era de mí misma estatura, tenía unos café que hacían juego con su cabello, era mulato o como decía Celeste, color canela.

El profesor nos dejó el resto de la hora, para que nos organicemos, Emilio y yo haríamos juntos el trabajo, aunque el resto de la hora no hablamos nada sobre el trabajo, sino de todo lo que hizo en República Dominica.

Luego de acabarse la clase nos dirigimos a la cafetería, le presenté Emilio a Alex, creo que fue el peor error de mi vida. Pasaron todo el receso hablando y riéndose, como si se conocieran de toda la vida.

Hasta se sentaron en la misma computadora en clase de Informática, con solo mirarlos me daba risa. En ese momento pongo mi mirada en otro lado y veo entrar a los ojos verdes a la clase, Oh una clase con ella, sigo toda su trayectoria hasta sentarse... No relajes, está sentada con Celeste, no me gusta que también la conozca.

¿Le habrá hablado de mí? Pues según ella, haríamos linda pareja. ¿Ella no se atrevería? ¿Cierto? No es tan loca.

Cálmate, Cálmate, Celeste no sería capaz de eso. Espera, la conozco, sería capaz de eso y de más.

¿Por qué te importa tanto que le haya hablado o no? Es cierto ¿Por qué me importa? No debería hacerlo. Mejor me concentro en la clase.

Pero en verdad pasé toda la clase mirándolas, ni puse atención de lo que teníamos que hacer en clase, mi compañero hizo técnicamente todo.

Al salir de la clase ya tocaba el almuerzo, así que aprovecho que Celeste no está con nadie en el momento, la tomo del brazo y me dirijo caminado rápido, hacia el patio de la escuela, donde está un árbol, que se encuentra al final del patio. Ahí solo hay un banco, así que la siento y es ahí que comienza a hablar.

-¿Qué te pasa? -pregunta ella.

-¿Qué le dijiste?

-¿De qué hablas? -expresa algo confundida.

-Te vi con Isabela.

-Te gusta-Me dice cruzando los brazos y con una sonrisa de satisfacción.

-No, solo...-No me deja terminar.

-Vamos Louis, tú no te andas preocupándote por los amigos que hago o por las personas que conozco-expresa ella y tiene razón, cálmate, cuida tus palabras.

-Es que...-Ni me deja hablar.

-Por Dios Louis, soy tu mejor amiga, sé qué te gusta, solo...dilo.

Cuando la escuché decir eso, se me hace un nudo en la garganta, no sé porque se me hace tan difícil, expresar mis sentimientos, pero es que no me puede gustar, la conocí, simplemente ayer.

Esto no es un libro.

- Celeste-digo y respiro profundo.

-Louis-expresa ella, con una sonrisa sobre sus labios.

-No me gusta esa chica, ni me gustará-digo seguro.

-¿Por qué se te hace tan difícil aceptar que te parece linda?

-No tengo problemas de decir que alguien me parezca linda- expreso-Tú me pareces Linda.

-Lo sé y sé que mueres por mis huesitos-comenta y yo no puedo evitar reír-. Definitivamente tienes que invitarla a salir

-No, no, no te metas-digo deteniendo toda idea en su cabeza.

-Es hoy o Nunca-dice ella-. Por favor, Louis-añadió ella haciendo puchero.

-No lo hagas-Conozco sus intenciones.

-¿Por mí?

Ya lo hizo, desde que conozco a Celeste, no ha habido algo que ella me pidiera con esa cara y esas dos palabras, que yo Louis Harris, no hiciera.

-Te odio.

-Me amas-comenta ella con una sonrisa victoriosa-. Hay que planear como lo vas a hacer...-Pero la interrumpo.

-No, no te entrometerás-expreso serio-. Si la llego invitar, será a mk tiempo y a mi manera.

-Pero, pero...-No la dejo hablar.

-Ningún, pero, tienes que prometerlo -A ella escuchar esas palabras comenzó a mirar a todos lados menos a mi-. Mírame-Pero ella no lo hizo-. Hey, mírame, directamente a los ojos-Después de respirar profundo lo hizo-. Tienes que prometerlo.

-No-dice ella segura-no te prometeré nada, porque no me gusta mentirte y odio hacerte promesas que sé, que no voy a cumplirte, así que adiós-dice y sale corriendo de al frente mío.

Yo solo me quedo mirando su acto de niña inmadura.

Después de eso, me dirijo donde estaban todos sentados. Y sí, hay estaba Isabela sentada en el pasto junto a las amigas de Celeste.

Me senté junto a Celeste, así puedo vigilarla mejor, amaba a mi mejor amiga, pero es demasiado loca e impulsiva.

-¿Estás Bien?-dice esa voz.

-Ehh.. si -Era ella, me miraba con esos ojos verdes tan brillante, Celeste se había movido y se encontraba al lado de mí.

-¿Por qué me miras así? -dice ella ¿sonrojada?

-¿Cómo? -pregunto sin quitar mi mirada de sus ojos.

-Así... -Baja la cabeza un poco avergonzada, creo que hay posibilidades.

-Oye... Me preguntaba...

Lo iba hacer, creo que ese momento era perfecto para preguntarle, que, si quería hacer algo en la tarde, pero en ese mismo instante sonó él timbre.

Tiene que ser una broma.

-Hey vamos Isa, toca francés y el profesor. Es muy puntual-dice Carol, agarrándole por el brazo, sin darme la oportunidad de terminar de decirle.

-Si, si ...-La hace levantarse y ni siquiera se despide y solo se va.

Los demás nos páramos, para dirigirnos a nuestras ultimas clases, sentí que el mundo me estaba dando una señal que no lo hiciera. Así que solo me introduje en la escuela.

No sé por qué no podía poner atención a la clase. Me siento ¿enojado? Pero ¿Por qué? Porque te habías animado a invitar a una chica a salir y el destino te detuvo, eso no me importa. Mejor para mí, no tengo ni me interesa establecer ninguna relación con nadie.

Al llegar a casa, hice algunas tareas, luego cené y simplemente me dormí.

Me desperté justo a tiempo, me baño y me cambio, me pongo unos jeans y una camisa de cuadros. Salgo camino a la escuela, todavía estaba temprano, así que me daría tiempo leer una parte de un libro.

Ya me encontraba en la biblioteca, distrayendo mi mente con un libro. Escucho abrirse la puerta, pero no presto atención. Hasta que siento que otra persona se sienta en la misma mesa, donde me encontraba, justo frente a mí, así que subo la mirada y me sorprendo a ver la persona, era Isabela, regalándome una sonrisa. Tengo que aceptar que sonreí internamente, pero no lo reflejo, ya que me recuerdo que el universo no quiere, que la invité a salir. Pues creo que todo pasa por algo, no creo en eso de casualidades. Así que me concentro en mí libro.

-¿y Cómo estás? -La escucho decir, lo cual provoca que suba la vista, otra vez.

-Bien... -Contesto, hasta yo sé que fue demasiado frío-Y ¿tú? -digo, para no ser maleducado.

-Bien -Me responde ella, pero yo solo bajo mi mirada al libro, nuevamente.

Ella siguió intentando hacerme conversación, pero simplemente no quería, por algo el Universo quería evitar, que no me permitió, invitarla a salir y si, sé que están pensando, que fácil te rindes, pues si he aprendido en estos años que es mejor intentarlo una vez y no hacer esfuerzo, para que luego no te arrepientes de esfuerzo en vano. Suena el timbre que avisa, que es hora de ir a clases, así que simplemente me levanto y salgo de ahí, no me despido, no quiero que vaya a pensar que es mi amiga. Porque no es para ser amiga, que me interesa.

Isabela

No entiendo nada ¿Ayer no me estaba buscando comversación? y ahora no existo para él ¿Qué le pasa a ese bipolar? Pero lo peor de todo es que no sale de mi mente, esos ojos azules como el cielo, ese cabello rubio todo despeinado, que se ve jodidamente perfecto y esa sonrisa, que no sale de mi mente, pero eso me pasa por ilusionarme, como una tonta, él obviamente es un diez y yo apenas un siete, no sé de qué me sorprende, esto no es una historia de W*****d, Para que haya alguna posibilidad de salir con alguien como él.

Así que muevo sacando toda idea absurda de mi cabeza, mientras entro a la cafetería, cuando de repente "Boom", había chocado con una chica y le había tirado, todo el jugo en la ropa y para mi suerte, llevaba un vestido blanco.

-Wao, perdón, estaba un poco distraída... -digo disculpándome.

Debo dejar caminar sumergida en mis pensamientos.

-Si ...se nota -La chica estaba súper enojada.

-De verdad perdón -expreso muy apenada.

-¿Por qué me pides perdón? Ah ya sé, por existir y dañarles la vida a los demás -dice, lo cual provoca, que todos alrededor se comience a reír.

Sus palabras hacen que me paralice. Es que te recuerda a tu papá.

- Pero sabes algo, si es bueno que existas, por lo menos haces reír a los demás-Una sonrisa burlona aparece en sus labios.

En ese momento toma un vaso de jugo que tenía su amiga y me lo tira.

Mientras me limpio mis ojos, escucho a todos reírse de mí, lo cual provoca que se me cristalice la vista, así que salgo corriendo de ahí.

Eres una inútil, no sirves para nada.

Las voces en mi cabeza hacían todo esto peor. No sabía para dónde coger, así que voy al baño y me limpio la cara y no lo puedo evitar, comienzas las lágrimas a brotar.

Lo peor que pudiste hacer, fue nacer, solo nos arruinaste la vida a mi ya tu madre.

Intento pensar en un recuerdo feliz como me aconseja mi psicóloga. No puedo permitir que é, continúe lastimándome.

Siento la presencia de alguien más en el baño, volteo y me encuentro con un chico alto, el cual tiene el cabello negro y unos ojos color miel.

-¿Baño equivocado? -Lo escucho decir, ahora que me fijo entre al baño de chicos, por error.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo