Nuestra culpa

—Ahi está tu respuesta cariño— dijo mientras se subía de nuevo al carro.

—Ash— dijo Belén mientras se bajó del carro, para luego acercarse a darle un beso, un poco enojada a su padre.

—Y no me veas con esos ojos que parece que me quieres matar, sonrie, sabes que te amo— ella rodo los ojos para luego dar le una sonrisa a su padre.

- También te amo - dijo ya más tranquila.

El padre se fue de nuevo al trabajo.

Belén se acercó a Harrison, el cuál la estaba esperando, mientras caminaban, él le dijo.

Belén se acercó a Harrison, el cuál la estaba esperando, mientras caminaban, él le dijo.

—Es sorprendente como se llevan tu padre y tú— dijo mientras veía al frente.

—Nos llevamos muy bien, amo a mis padres— dijo la chica muy alegre.

—Yo quisiera con mi madre, llevar me la mitad de bien que se llevan ustedes— se escuchaba un poco triste.

—Y ¿Tu padre? - preguntó curiosa.

—No lo sé, solo mi madre dijo que nos había abandonado y que yo fui el culpable, como siempre me lo recalcaba - dijo mientras fingía una sonrisa.

—No te sientas triste, aquí tienes una nueva amiga con la que puedes desahogarte, te invito a mi casa saliendo— dijo muy feliz.

—¿No te regañaran? - dijo preocupándose por aquella chica.

- Claro que no, mi padre ya te conoce y yo creo que mi madre también te querrá conocer, ya lo veras, además de que mi madre también se preocupo por ti y el pequeño accidente, así que no tienes de que preocuparte, vamos - dijo muy ansiosa.

Luego de terminar esa pequeña plática.

Belén y Harrison, juntos se fueron a sus propios salones, Belén ayudo a Harrison a llegar hasta el suyo —muchas gracias— dijo Harrison muy alegre.

—No tienes que agradecer, después de todo fue ...— Harrison la interrumpió

- Fue nuestra culpa, yo también tuve la culpa, y no es justo que tú te sientas culpable sola, así que no te la eches toda la culpa a ti, y además, si sigues repitiendo lo, sentiré que solo quieres ser mi amiga por eso— dijo un poco triste.

—No no no, claro que no, ya no lo diré, si quiero ser tu amiga - dijo Belén muy feliz.

- Bueno, muchas gracias por traerme a mi salón - dijo mientras la abrazaba.

—Nos vemos a la hora del receso, desayunaras conmigo y no puedes negarte— dijo la chica mientras lo veía con mucha ternura.

Ella tenía mucho apego con él, en tan poco tiempo, tal vez ese accidente hizo que se acercarán o tal vez había algo detrás de todo esto.

—Esta bien, no me puedo negar a mi nueva amiga— dijo mientras le sonreía.

Las horas transcurrían y todo pasaba normal.

—Me pregunto, que habrá pasado con mis anteriores amigos— Seguía pensando Belén.

A pesar de todo y tener un nuevo amigo, no podía olvidar se de los anteriores.

Fueron amistades de muy larga duración, que se le hacía difícil a la pequeña Belén, olvidarse.

La clase tomo su curso.

Después de un largo tiempo.

Por fin el timbre sonó y Belén salió de inmediato en dirección al salón de Harrison, su maestro se estaba tardando unos minutos más, lo cual la desesperaban, así que ella se sento a esperar a que pudiera salir.

Unos cuantos minutos transcurrieron y por fin el salón se abrió, Harrison salió y la vio ahi sentada.

— ¿Esperaste mucho?— dijo sorprendido — sinceramente, nunca creí que volverías a hablarme, las personas siempre dicen que serán mis amigos y terminan alejandose— dijo un poco triste.

Belén se paró y le dijo con confianza.

— Pues eso no va conmigo, me tendrás pegada como un chicle, quiera o no— dijo mientras con su mano que no estaba enyesada, lo agarraba de la mano para luego dirigirse a la cafetería.

Esto se le dificultaba a él por las muletas, pero no la quería soltar.

—¿Que haces?, Van a pensar que somos novios— dijo mientras se sonrojaba.

—Que piensen lo que quieran, ¿ No crees?, dos amigos, mujer y hombre, pueden agarrarse de la mano y no ser necesariamente novios— dijo Belén mientras le sonreía, Harrison se quedó asombrado ante tal afirmación, pero sabía que aquello era cierto, así que solo pudo asentir, después de un par de minutos caminando, llegarin a la cafetería.

—Mira, sentemonos allá— dijo señalando, ambos llegaron al lugar que Belén había dicho y se sentaron.

— Y espero, realmente espero, que podamos ser muy buenos amigos, se que no llevamos mucho de conocernos, pero eso no es impedimento para poder entablar una gran relación de amistad, me caíste muy bien— dijo Belén muy sincera, mientras sentía una conexión muy grande con él.

—Realmente ¿ No tienes más amigos?— preguntó Harrison muy curioso.

— No tengo más amigos que tú, hace tiempo, mis dos mejores amigos de años, desaparecieron sin dejar rastros y no he tenido noticias, mis padres dicen que están bien y pues yo les creo, son mis padres—. Dijo Belén mientras lo miraba con una gran sonrisa.

—Bueno, realmente mis dos mejores amigos, desaparecieron hace años, así de la nada y no he tenido noticias, absolutamente nada, de ellos, mis padres me dicen que están bien, pero que no se han podido comunicar con ellos, no sé cómo pueden saber si están bien sin poder se comunicar con ellos, pero es obvio que las malas noticias son las primeras en llegar, ¿No crees? y pues todo lo que me dicen mis padres yo les creo, no tienen necesidad de mentirme y mucho menos ocultar me nada, pero bueno, espérame un momento, traere comida, ¿Que quieres?, Yo invito— dijo Belén de repente.

Al principio se notaba un poco desanimada, ella en serio quería saber que había pasado con esos dos chicos, le preocupaba saberlo, sabía en el fondo que no todo estaba bien, ya que de la nada y sin esperarlo, desaparecieron, fue tan rápido que ni se despidieron de ella, primero uno y luego el otro, ella no sabía que los había orillado a irse así nada más de la noche a la mañana, para ella todo era confuso, ya que no recordaba haberle hecho algo malo a ellos, pero en el fondo esperaba con todo su corazón, que se encontrarán buen y que pronto pudieran volver a verse.

Pero luego dejo los malos pensamientos de lado, no debía ser negativa, si no creer que ellos regresarían con bien y que todo quedaría en un mal recuerdo, obvio, sin dejar a su nuevo amigo de lado, ella no quería dejar, ni separarse de Harrison, y de repente se puso feliz, ella sabía que en estos momentos tenía que enfocarse en el presente, en el hoy y solo en hoy, por más que quisiera seguir recordando a sus mejores amigos, de los cuales no tenía noticias, por el momento sabía que tenía que olvidar el pasado y ser feliz y centrarse en lo que estaba pasando.

—No Belén, clarl que no, no lo puedo permitir, ¿Cómo crees que dejaré que tú invites? No me lo puedo permitir, yo te invito— dijo el chico un poco sonrojado, mientras se paraba para buscar su billetera, pero con muletas se le hacía un poco difícil y le estaba costando.

—Oye, oye, ¿Que haces?, Crees que por qué soy una chica, no puedo pagar? Estás muy equivocado — dijo alzando una ceja, mientras lo miraba muy fijamente con una cálida sonrisa.

—No, claro que no pienso eso,  es que solo siento que, pues yo debería pagar, ya haz hecho mucho por mi, demasiado diría yo, me haz ayudado en cualquier cosa que sea necesaria  es justo que te pague aunque sea y por lo menos la comida, ya haz hecho mucho por mi, déjame pagar — dijo muy avergonzado, mientras miraba al suelo y seguía buscando, pero al parecer, la había olvidado.

Belén al parecer se había dado cuenta de esto, pero de todas formas, ella estaba dispuesta a pagar aunque él se negara, aunque él le empezará a decir que el pagaría, ella se negaría —Harrison, Harrison, mi querido Harrison, no tienes que pagar con nada y no tienes que pagarme absolutamente nada, el hecho de que te apoye y te siga apoyando, eso simplemente lo hago con mucho gusto y no necesito nada a cambio, al contrario, me encanta tu compañía, bueno a decir verdad y pensándolo bien, si necesito algo, solo tu amistad sincera y que por favor no me dejes, y por cierto, que no caigamos en lo típico de que él chico paga la comida de la chica, eso ya es muy anticuado, es de la época de mi abuela, ¿Sabes? nosotras también podemos ser independientes e invitarle a los chicos la comida, te traere una ensalada de frutas y quieras o no, yo pagaré— dijo la chica dándole una palmada en el hombro, mientras sonreía y se iba a buscar la comida.


Belén estaba muy decidida, a ella no le gustaba que pensaran que las chicas eran débiles, a ella le gustaba creer que tambien podían pagarle la comida a un chico, entre muchas cosas, a ella le gustaba ser una chica independiente.

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