Capítulo seis

Narradora:

Aquel joven entendía el hecho de que su pareja destinada hubiese tenido otra vida más, sin embargo este era el presente, ella debía amarle más que a nadie pero no era así.

A veces cuesta entenderlo pero no somos quienes para m****r en el corazón de otras personas, no podemos obligarlas a quedarse sino lo desean, mucho menos forzarlas a amar sino lo quieren asi.

Eso fue algo que aquel vampiro no comprendió en ese momento, él solo veía por sí mismo, por su propia felicidad, lo demás quedaba atrás siempre y cuando el fuera feliz, eso era lo que el más anhelaba en ese momento.

Camino por el inmenso jardín con una sonrisa falsa, totalmente destruido en el fondo, en ese momento miro a aquella mujer que hace un rato se encontraba a lado de su pareja, la señora hablaba con el pequeño, a paso lento se acercó y pudo oír una respuesta casi a gritos.

—No, por el reino no todo se hace—medio grito furioso—Mi madre quiere ser feliz junto a mi padre—su voz parecía tan penetrante e imponente como la de ninguna otra persona.

Entonces una pregunta paso por su mente: ¿Qué tan certeras eran las palabras del pequeño?

Por más que él sabía la realidad, se mintió a si mismo diciendo que no tenían valor alguno.

Tras la respuesta casi a gritos del joven, se escuchó una cachetada tan fuerte que habría hecho volar a los pájaros si es que hubieran—Por el pueblo se hace todo, deberías tenerlo claro Jordán—la voz era dura y fría—tu mamá lo sabe bien, acatara todo por este reino, por no ser la causa de su deterioro—afirmo la señora, dicho esto ella desapareció.

El joven se quedó solo mientras tocaba su mejilla, no parecía dolerle el golpe. Gabriel se acercó a él y toco su hombro, el chico inmediatamente se apartó de él, aunque el chico actúo asi él le pregunto—¿Te duele?—intento sonar amable.

Él le miro mal—No te interesa, ústed no debería estar aquí—bravo enseguida sosteniéndole la mirada—Vete.

Soy pareja de tu madre, tienes que aceptarlo—dijo Gabriel sonriendo, cosa cierta pero ella no le había aceptado.

Supongo—murmuro encogiéndose de hombros—lo eres, pero púes eso no está decidido aún.

Gabriel quería gritarle que se equivocaba que si estaba decidido más sin embargo se quedó callado cuando observo la mirada del pequeño, su mirada era sombría y le miraba mal.

—Es mejor que te quedes callado—su voz fue neutra—Si mi madre se casase contigo no sería por ti, sino por mí y el reino, eso no es justo ¿no te parece?

La vida no es justa—aclaro Gabriel mirándole, el sentía ser superior a Jordán, púes después de todo, Jordán solo era un niño de poca edad y si no podía ganarle en una lucha menos en una pelea verbal.

Jordán sonrió ante la respuesta de él, como si esa fuera la que esperase y entonces hablo—«La vida no es justa» Lo sé—hizo una breve pausa—Pero tú no sabes qué es eso.

El negó con la cabeza—también lo se Jordán, injusta fue la vida cuando no pude encontrarla a ella, tu madre.

Al oír a Gabriel decir eso, se molestó, eso no era para decir que la vida fue injusta con él, eso no era nada comparado con lo de Idally, su madre.

—Eso no es algo injusto—grito—injusto es tener que soportar torturas sobre tu piel y aun asi pensar que tienes suerte porque hay vidas peores que las tuyas—expreso con rabia el chico—Tú no sabes que es que la vida sea injusta contigo.

Dicho esto Jordán se dio la media vuelta y marcho con elegancia hacia el interior de la mansión, dejando a Gabriel totalmente pensativo.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo