Capítulo cinco

Narra Gabriel:

La buscado durante años más sin embargo jamás la he encontrado, en el momento que se me invito a la fiesta, creí que talvez fuese a encontrarla ahí y asi fue.

Ahí estaba ella, su aroma era exquisito, mientras intentaba buscarla su aroma se alejaba, tal vez no me había reconocido.

Seguí el aroma hasta dar con ella, parecía discutir con una pareja, la tome del abrazo alejándola de ellos y me disculpe antes de sacarla al páteo de la mansión.

Estaba feliz de haberla encontrado, su aroma me encantaba, me volvía loco más sin embargo ella no parecía feliz por haberme encontrado.

Ella estaba desesperada por volver y hablar con aquel tipo, no quería que se fuera entonces me enoje.

—No puedes irte, te encontré, eres mía—reproche—¿Sabes por cuanto tiempo te he buscado?

Le cuestione si lo sabía, ella—No, no lo sé—grito—No me interesa, debo volver—dijo histérica.

Dame una razón para dejarte ir—pedí enojado—¿Quién es? ¿Por qué debes hablar con él?

Tenía tanta envidia y como no tenerla si ella ansiaba estar con el antes que conmigo

No la hay—se soltó de mi agarre bruscamente—El, lo es todo para mí, es simple de comprender.

Todo... ¿eh?

¿Qué no debería ser yo todo para ti? Te he buscado por mucho tiempo, me perteneces.

No puedes irte, eres mía.

Entre buscándola, la encontré hablando con una señora, supone que era su madre, ella lloraba.

Lloraba por él, ¿Quién era él? Porque ella le lloraba, ella no debía llorar por otro hombre que no fuera yo.

No sé quién haya sido el—murmure llamando la atención de ambas mujeres—Pero no es lindo ver a mi pareja llorarle a un tipo que no soy yo.

La señora me miro confundida—Eres pareja eterna de mi hija?—cuestiono inmediatamente.

La chica solo estaba ahí, lloraba, no quería verla llorar, no me gustaba y menos saber que no era por mi

Asi es señora—hable seriamente—Pero ella no parece estar feliz de encontrarme

Ella está feliz—murmuro la señora—¿verdad Idally?—le cuestiono esta vez.

asi que se llama Idally, hermoso nombre.

Ella la miro por un tiempo y asintió más por compromiso que por sinceridad, lo supe con tan solo ver como miraba a su madre.

Bienvenido a la familia joven...—dijo esperando a que le dijese mi nombre.

Gabriel—aclare sonriendo—Soy Gabriel.

Ella asintió, mi pareja forzó una sonrisa al ver que su madre la miraba solamente.

Les dejo para que platiquen—dicho esto la señora se despidió dejándome con la joven.

Estaba a punto de hablar con ella, cuándo un pequeño niño apareció corriendo y abrazándola, ella le abrazo de igual manera que el a ella.

¿Quién es el mamá?—esa fue la pregunta que formulo el niño en brazos de mi amada.

¿Acaso era su hijo? es posible eso ¿Quién era el padre.?

Ella iba a responder, cuándo la interrumpí—¿Es tu hijo?

No iba a quedarme con la duda.

Si es mi hijo—respondió inmediatamente—Jordán, es el vampiro destinado a amarme—murmuro en voz baja.

El niño la miro—Le has visto—el chico ignoro el ultimo comentario de su madre cuando murmuro "le has visto"—¿Dónde esta?

Parecía estar feliz, yo no comprendía nada de lo que ocurría. ¿De quién hablaban?

Ella le miro, su mirada reflejaba tristeza—No, nos recuerda Jordán, o eso parece—murmuro ella.

—¿Sigues hablando de ese hombre verdad?—le cuestione enojándome, quería que ella me mirase, que se olvidase de aquel hombre.

Se que suena egoísta pero quería ser el centro de atención para ella.

El pequeño me miro seriamente—Si—su respuesta fue corta y clara.

¿Quién demonios es el para que ella este asi?

Me cuestione, quería sacarle la verdad, me estaba desesperando. Mire al niño abrir sus labios—la respuesta a tu pregunta es simple—murmuro, ella le susurro algo a su hijo, el niño negó—Ese hombre es mi padre, el hombre que ama mi madre.

Las palabras del pequeño eran dagas para mí, el hombre que debería amar ella soy yo, no ese tipo.

Ella solo me miraba—Tu deberías amarme a mí—le grite, por suerte ya no había nadie. ¿Cuándo fue que todos se habían ido? Ni siquiera lo note.—Tu eres mía.

Él es mi esposo—hablo claro—Él es mi pareja, mi destino, el padre de mi hijo

Él no te recuerda—le grite—explica eso.

En ese momento se desmorono por completo ante mi—El murió—hablo como si le costara hacerlo—Lo asesinaron, Un alfa lo hizo, yo era loba, sufrí junto aquel alfa, me unieron a la pareja equivocada, recordé mi vida pasada, entonces encontré a mi pareja indicada, era feliz—se soltó a llorar, el niño la abrazaba—pero...—su voz se apagó—el alfa Iker me lo arrebato todo, lo único que me quedo fue mi hijo, por el engañe al alfa, le hice creer que era su hijo.

No tenía sentido lo que decía. ¿Ella una loba? Aun sin entender le deje continuar.

Al final la verdad se supo, tuve que matar al alfa, no sé cómo, ni porque pero me dieron otra oportunidad, cuando me di cuenta era vampira, la reina vampira que tenía un hijo semi-demonio.—hablo ella—pero a él no pude olvidarlo, volvió a la vida Axel, pero no me recuerda.

¿Era real lo que decía? Todo parecía inventado.

Tú eres mía—le dije, no sabía que decir, aun fuera verdad su historia, ella era mi pareja destinada no planeaba dejarla ir—No importa quien haya sido el en tu pasado, ni que haya vuelto a la vida, no te entregare a él.

Ella soltó una carcajada—No puedes detenerme, no soy tuya, Él es mío y yo de él—grito.

Jordán solo miro atentamente—No debes echarle sal a la herida—hablo—Mi mamá solo quiere ser feliz.

A pesar de ser un niño hablaba como si conociese todos los misterios del mundo, hablaba como alguien que ya hubiese vivido durante cientos de años

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