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Los Linares

Máximo

Mi familia son las personas más adineradas, pero no felices, el dinero no lo era todo, podíamos ser una familia feliz en público pero adentro de esta enorme casa habían muchos secretos, nadie comía en la enorme mesa, nadie hablaba, ni siquiera sosteniamos una conversación sin alzar la voz.

Aunque Heily y yo, podíamos ser cordiales, charlar como un para de amigos, la quería mucho era como mi hermana de sangre y siempre la protegería como lo haría si lo fuese, aun recuerdo cuando vine a esta casa.

—Hijo. —Grito mi madre mientras se maquillaba y se peinado frente a su enorme espejo, mi madre es muy joven y muy bonita.

Recuerdo cuanto lloro cuando mi padre se marchó dejándonos solos, sin dinero y sin un techo, mi madre trabaja de limpieza en una empresa.

Si mamá!. — me acercó a ella, por alguna razón hoy se ve diferente más feliz. —Hijo hoy cambiará nuestras vidas.

Mi madre se giro para verme al rostro y poner una de sus manos suaves sobre mi mejilla. —Tendremos otra familia, no lo hago por amor hijo lo hago por nosotros por nuestro futuro.

No entendía ese momento, hasta que fue más real, a los quince días mi madre me presentó con un señor, alto y muy serio, quien era acompañado de una niña de diez años, yo era un año más grande que ella.

Esa niña era tímida, y cuando llegó se veía que acababa de llorar, el señor se inclinó hacia mi y dijo. —Este será mi nuevo hijo, mami!.

¿Ese hombre llamó mami a mi mamá? Quería pensar que quizás había escuchado mal, la cual esa palabra como el la llamaba no me agrado.

Me enfureci —No es tu mami y no le vuelvas a decirle haci. - frunso el seño, mi madre me tomó del hombro apretandolo con un poco de fuerza.

No le hagas caso a mi hijo, tu puedes llamarnos como quieras.—no estaba de acuerdo con ella, el no me podía llamar como el quisiera, me concentre y volvi la vista a aquella niña, quien se veía en su rostro estaba disgustada tanto como yo.

Al mes nos mudamos con ellos, cuando escuche a uno de los de servicio de limpieza susurra sobre la difunta esposa del señor Linares.-—el señor Linares no respeto a su esposa...como tiene el descaro de casarse a los dos meses de fallecida...es un desgraciado...—murmullaban entre ellas y eso me molestaba.

Mamá entra de un golpe a la cocina. —ahora soy su señora, haci que dejen de chismes y hagan lo que yo les ordene.—nunca ví a mi madre tratar a nadie haci, ella había sido sirvienta en un tiempo, y recuerdo escucharla llorar y decir <<Cuando yo tenga dinero no trataré a mis trabajadores de tal manera>>, pero mi madre había hecho lo contrario, les había hablado de lo peor...

Al día siguiente, estaba en el sofá de la Sala con mi vídeo juegos cuando veo entrar a una niña, de ojos cafés, cabello ondulado largo, su cabello negro y una sonrisa que le llegaba de oreja a oreja. —Ivi veniste!. —corre abrazarla Heily, ella iluminó el día a Heily quien paso encerrada en su cuarto todo el día, era evidente que era su mejor amiga.

Me asome a la ventana y observe como se divertían, podía ver que ella hacia mejor el día a Heily, y las servidumbre charlaban con ella y ellas les respondia y sonreían mucho, era como un arcoiris en medio de la tormenta.

cuando ella giro y sus ojos se encontraron con los mios, dándome una enorme sonrisa tierna, sacudió su mano saludandome, por primera vez desde que me mude a esta casa sentí alegría, solo sonreí y camine para seguir jugando con mis videojuegos, pero no dejaba de pensar en esa niña, me agradaba.

Con los años mi madre se volvió presumida, arrogante, una mujer de la alta sociedad, temida por todos, mi madre se había convertido en lo que prometió no ser.

Tenía dieciséis años cuando tuve un arranque de furia después de una discusión con mi madre cuando ella habló mierdas de mi verdadero padre, salí de la casa tan molesto, estaba estallando de ira, cuando un grupo de chicos de mi edad empezaron a molestarme y me agarro a golpes con un joven, pude sacar toda mi ira ,después de unos Buenos golpes, entró a la cocina donde vuelvo a ver aquella niña llamada Ivonne abriendo la refrigeradora, por lo visto se había convertido en una chica muy atractiva definitivamente ya no era la niña que había conocido, bailaba cantaba y eso me saco una de las sonrisas.

Nunca había tenido una conversación con ella, es más trataba de no ponerle mucho interés, había algo en ella que me ponía nervioso, me relajaba y me hacia reír, pero ese sentimiento no eran para mi, no quería verme vulnerable delante de nadie.

Ella giro cuando noto mi presencia haciendo que brindará de un susuto, y volví a tomar la postura sería, ella se asombro al notar mis golpes y sin pensarlo corrió hacia mi, sin que impidiera su ayuda me curó las heridas, desde hayi supe que no todos son iguales y ella era una de esas personas que al entrar a un lugar iluminaba y llenaba de alegría...

—Hijo que tal te fue en la escuela. — mi madre entra a la Sala de juegos, tratando de fingir ser una buena madre, mientras estoy concentrado jugando vídeo juegos.

—Igual que todos los días.—me encojo de hombros, sin dejar de ver la enorme pantalla frente a mi.

Se sienta en el sofá, sacando de su bolso su celular—Tu padre y yo saldremos de viaje esta noche haci que regresaremos el lunes por la tarde. —dice sin dejar de ver su celular, sus dedos pulgares se meneaban rápido.

Volteo los ojos—no se porque insistes en que lo llame papa, cuando ambos sabemos que no lo es.

Gira hacia mi con unos ojos que si pudieran matar lo harían. —Ese hombre te dio lo que tu maldito padre no hizo entonces  callate y no seas mal agradecido.

la sigo ignorando para evitar decirle algo desagradable de su querido esposo, al ver mi actitud se levanta del sofá y camina hacia la puerta, realmente no me interesaban si iban o regresaban, me daban lo mismo.

—Máximo. —ahora que!, giro para ver quien está a mi lado y es mi hermanastra Heily.

—Que quieres?. —digo con una vos ronca, y sin importancia.

Ella se aclara la garganta —Al menos nos tendremos a nosotros, aunque no somos hermanos de sangre pero te consideró mi hermano. —veo como de sus ojos caen lágrimas, sabía que tanto como yo ella se sentía herida al ver la actitud de nuestros padres, haci que pause el juego para poderle dar ánimo.

Giro hacia ella entregándole una pequeña sonrisa, aunque no sea mi hermana de sangre ella siempre estuvo para mi, y la consideró mi hermana, siempre la cuidare. —Si siempre.

Después de un largo silencio entre nosotros, recordé que nunca había hecho una fiesta donde Heily fuese invitada y sus amigos también, ¿Quizas eso la animaría? —¿Deberíamos hacer algo divertido?...ya que ellos no estarán.

Sonríe con entusiasmo, sabían que mi idea le había gustado. —¿Haci que podemos hacer?.

Levanto una ceja y le susurro.-¡Una fiesta! .

Sin pensarlo aceptó, era primera vez que veo que se anima hacer algo que no sea obedecer a toda costa las reglas de su padre.—Fiesta de blanco y negro, estoy tan emocionada, le llamaré a Ivonne.—habló tan rápido, y salió de la Sala de juegos más rápido que un rayo, ni tiempo me dio de decirle que debíamos comprar para la fiesta.

Ni modo, debía encargarme de los preparativos. Pensé.

Escucho cuando Heily llama a Ivonne, solo escuchar su nombre hace que mi corazón se acelere, no se porque si es la mejor amiga de mi hermanastra, no debería importarme.

Y lo peor es que no puedo sacar de la cabeza ese momento en que los ví intentando lastimarla, a ella tirada sobre el suelo tratando de librarse de ellos... Si no hubiera ido detrás de ella a tratar de tener una conversación con ella la hubiesen lastimado y yo me sentiría tan culpable.

Verla golpeada, y ver como su luz se desvanecía poco a poco, nunca había sentido la sensación de impotencia, aunque no la he visto desde que la deje en el hospital, me pregunto como estaría

<< a ti que te importa Máximo.>>pense.

Mi celular suena y es un mensaje Kate Moss mi amiga con derecho si se le puede llamar haci aunque ella afirma que somos más que eso, según ella somos novios.

Kate.

Que haces.

Yo: pensando en ti muñeca.

Puedo verte esta noche.

Yo: si quieres, mañana haré una fiesta si quieres invita a tus amigas.

Como!...Tus padres no estarán?.

Yo: no y tengo la casa sola desde hoy...traete tu lencería sexy que me encanta.

Pervertido... Que me quieres hacer?.

Yo: lo que tu quieras.

Llegó en diez.

Realmente Kate no es mi novia, pero es un tipo de novia con una relación muy abierta, ella puede salir con otros chicos siempre y cuando este enterado de la situación. Es lo más cercana a una amiga, ella sabe todo lo que he pasado, pero lo peor es que no la quiero como algo más quisiera amarla pero no siento más que solo cariño de un par de amigos.

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