Doble Filo
Doble Filo
Por: Sami_23
Misión Fiesta

-Muy bien Sasha deja la miseria de lado y vistete por primera vez como una mujer, estas de cumpleaños ¡Y lo vamos a pasar bomba!

-No quiero, es mi día no sean b****a y dejenme tranquila, podemos disfrutarlo aquí.

Ambas chicas la miraron con la boca abierta y con una mirada que prometia dolor en el trasero la arrastraron al baño y la arreglaron.

Sasha al verse en el espejo no se reconocía y aunque se veia bien parecía una cualquiera y eso no le gustó. A pesar de ello no podia hacer nada, sus amigas ya estaban impacientes y solo era pasar el rato ¿No? Seria rápido y todos ganaban.

Mientras tanto en otro lugar...

-Eres un imbecil Arlet, deberias relajarte hombre

-Estoy harto de lo mismo, ninguna de esas mujeres tiene algo que me agrade, mucho menos voy hacer de ellas la reina de la mafia, son solo mis juguetes, cualquiera puede ver que son putas manejadas a mi antojo

-Te buscaré algo, ve a la subasta mientras tanto a lo mejor consigas algo que cumpla con los requisitos de los consejeron y dejen de joderte 

-Es lo que queda por hacer y si no consigo nada veré como los mato. Haz bien tu trabajo por una vez Blake o te vuelo los sesos 

-Me amas lo sufience como para no hacerlo. ¿Te quedarias sin el segundo al mano solo porque te salio del trasero matarme? 

-Solo vete y no me toques las bolas

-Descuida hombre veré que consigo.

XXX

-Las odio- Murmuré mientras caminábamos por el pub entre cuerpos sudorosos y cachondos.

-¡Vamos mi pequeña exótica, vamos de fiesta!- Mi amiga Rosa me chilló al oído.

Al final lograron salirse con la suya, no pude convencerlas de cambiarme, estaba usando un vestido azul electrico, bastante corto para mi comodidad que solo cubría mi trasero, pero si me agachaba mostraria hasta mi alma. Un espeso maquillaje cubría mi rostro y mi cabello colgaba hacia abajo y largo alrededor de mis hombros, casi planto la cara al suelo gracias a los tacones de aguja que me vi obligada a usar.

Esto apesta.

-¡Feliz cumpleaños Sasha!- Mis amigas gritaron cuando entramos.

Puse los ojos en blanco y les sonreí mientras nos dirigíamos a la pista de baile.

Mis amigas tomaron caminos diferentes buscando bebidas y lo mas seguro drogas, ellas tenían problemas de conducta y estoy segura que los problemas mentales van en el menu y si no haces lo que quieren atente a las consecuencias. No es el tipo de amistad que quisiera tener pero son las únicas que han estado conmigo desde que deje mi antigua vida atrás.

Suspiré, cientos de personas estaban apiñadas, el hedor a alcohol y humo inundó mis pulmones mientras me balanceaba con la música. Perdí de vista a mis amigas de nuevo y en mi busqueda alguien me agarro apegandome a su cuerpo, mordiendo mi oreja y sus manos intentando cruzar su propio camino hacia mis pechos, me di la vuelta para ver a un hombre feo, borracho que olía a puro alcohol.

-Voy a darte el polvo de tu vida- Dijo mientras sus manos agarraban mis caderas.

Mis ojos se abrieron cuando hice un débil intento de soltarme de su agarre, sentí su erección a través de la fina tela de mi vestido y usando más fuerza me solté. Mi corazón estaba desbocado. Me alejé de él lo más rápido que pude y fue en busqueda de la ayuda de mis amigas, con suerte lo perdí entre el mar de personas ebrias y drogadas pero no podía confiarme, facilmente me encontraría si no me daba prisa, encontré a Britanny cerca del bar mejor le digo que nos vayamos.

-Oye es suficiente de estar aquí, es tarde y me siento incomoda 

Me interrumpió arrastrándome hasta llegar por completo al bar.

-¡Pedro!- Gritó por encima de la música y el camarero se acercó a nosotros. 

El tipo era guapo, usaba lentes, estaba bien formado parecia que iba al gimnasio y tenía una mirada con sonrisa amistosa.

-¡Oye Pedro, esta Sasha! ¡Es su cumpleaños y quiere algo mega especial!- gritó con una sonrisa maliciosa.

Fruncí el ceño ante eso

-No, estoy bien así. No quiero nada más Britanny... Recuerda que no me llevo bien con el alcohol

La sonrisa de Pedro creció

-¿Eres extranjera? Tienes un acento hermoso

-Sí, me mudé hace unos años atras- Dije en voz alta sobre la música.

-¿A quién le importa? ¡dale algo bueno! el resto no es interesante- Britanny gritó y fruncí el ceño ante su elección de palabras.

Me miró y sonrió juvenilmente

-Por supuesto, cualquier cosa por una belleza como tu, no todos los días llega alguien exótico a este lugar- Dijo mientras doblaba la esquina

-¿No es sexy? Podrías pasar una buena noche con él- su cabello pegado a su frente mientras rebotaba hacia arriba y hacia abajo perdida lo más seguro en los efectos de alguna droga.

-Sí, es adorable- Puse los ojos en blanco y me volví hacia el mostrador a tiempo para ver a Pedro dejar una bebida morada intensa

-¿Qué es esto?- Le pregunté.

-Solo bebe y si te apetece un buen polvo salgo en 40 minutos- Me guiñó un ojo y se fue para atender a otro cliente.

Puse los ojos en blanco ante su elección de palabras.

-¡Bebelo bitch!- Britanny gritó mientras tomaba un trago igual al mio.

Fruncí el ceño antes de tragar el líquido ardiente.

Tosí mientras me picaba la garganta y las lágrimas brotaron de mis ojos. Sentí el líquido ardiente bajando por mi garganta y mi cabeza comenzó a sentirse ligera casi instantáneamente.

-¿Qué diablos es eso?

-¡Eso es la clave de la felicidad! ¡Ahora vamos a bailar!

Suspiré mientras la seguía a la pista de baile y a cada paso sentia que me deshacía. 

XXX

Me encontré besándome con un chico en la pista de baile, sus manos ahuecaron mi trasero mientras me acercaba increíblemente a él. Ni siquiera recuerdo cómo llegué a este punto, mis labios se movían en sincronía con los de él, pero realmente no sentía nada, era como si estuviera en piloto automático y ahora era el momento de tomar el control. El efecto de lo que sea que me dieron comenzaba a pasar.

Me aparté del chico, el sudor brillaba en su rostro cuando comenzó a besar mi cuello y sus manos subieron por mi vestido. Fruncí el ceño, esto no iba bien, a este paso terminaríamos teniendo sexo y no quería perder mi virginidad con un chico al azar.

Me aparté de él, sus ojos oscuros me fruncieron el ceño mientras me alejaba de él. Fue cuando divisé de nuevo al tipo que me acoso cuando estaba bailando, para mi mala suerte me enfocó y decidio venir por mi, ahora tenía dos hombres sobre mí y tenia que irme pronto o las cosas se pondrían feas.

-¡Pedro!

-Mamasita, me voy en diez. ¿Mi casa o la tuya?

Fruncí el ceño.

-¿Qué? No- Di un paso atrás- ¿has visto a Britanny?

-Sí, se fue con un chico hace una hora... Lo siento

Sostuve mi cabeza en mis manos mientras comenzaba a latir, esto era malo como puede abandonarme... ella fue quien nos trajo, que m****a voy hacer ahora

-¿Has visto a esas otras dos chicas con las que vine?

-La más pequeña con el pelo pintado de diferentes colores, se fue hace unos veinte minutos. Pero creo que la otra chica con la que viniste todavía está aquí- Escudriñó a la multitud y luego asintió con la cabeza hacia mi amiga besándose con un chico.

-Gracias- Dije con una sonrisa mientras el alivio me inundaba mientras corría hacia ella.

-¡Hey!- Grité mientras la agarraba por el hombro- Quiero irme a casa.

Se separó del tipo

-Me quedo. Britanny es la que condujo hasta aquí, ve a buscarla

Ella aplastó sus labios contra el chico de nuevo cuando él comenzó a manosearla abiertamente.

-¡Se fue!

-Relájate, ¿de acuerdo? Vete a casa con un chico, diviértete, no somos tus niñeras, eres bastante grande para resoverlo

Sentí que el pánico me invadía. Respiré hondo y salí del club.

Tiene que haber un taxi, solo necesito volver a mi apartamento. Maldije en voz baja mientras miraba arriba y abajo de las calles vacías. No había una persona a la vista, el único sonido era la música amortiguada del interior del club.

Afuera estaba oscuro como boca de lobo, las farolas producían una luz tenue, saqué mi celular para llamar a un taxi, pero no había señal. Me rodeé con los brazos y suspiré cuando comencé a caminar por la calle. Me negué a volver al club, estaba escapando de dos tipos borrachos, cachondos y drogados que practicamente me estaban violando, no tendría a nadie que me ayudara allí. A cada paso que daba intentaba caerme, los estupidos tacones me estaban jodiendo la existencia.

Unas cuadras más tarde, detrás de mí brillaron unos faros delanteros y me volví para ver un elegante automóvil negro que se detenía frente a mí. Las ventanas estaban tintadas y podía ver mi reflejo en el cristal. Di un paso atrás en la proximidad del coche y fruncí el ceño cuando la ventana del pasajero se deslizó hacia abajo.

Apareció un hombre de cabello oscuro, rostro severo e inexpresivo mientras me miraba intensamente. Di otro paso atrás, sin saber qué hacer, cuando dijo las palabras que cambiarían mi vida para siempre.

-¿Cuánto la noche?

Fruncí el ceño al hombre en la sombra, en su coche de aspecto caro.

-¿Disculpa? No entiendo ..- Me di cuenta lo que pensaba, mientras miraba mi escaso atuendo del club a través del reflejo. Levanté mis manos-. Te equivocas solo voy a mi casa.

Sentí sus ojos oscuros analizándome y de repente me di cuenta de la situación. Comencé a retroceder, mientras el pánico se apoderaba de mí.

-Entra al coche- Su gruñido llegó, y con eso, giré sobre mis talones y corrí.

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