Deseos incitados
Deseos incitados
Por: Jimex
Capitulo 1

  "ITALIA" 

–Giovanna–Grito desesperado.

A los segundos entra por la puerta de mí oficina mí secretaria un tanto desprolija con su camisa blanca dos talles mas grandes, su pollera de vestir verde musgo hasta las rodillas, que le baila, complementado su horrible atuendo, calza unos mocasines negros bajitos de abuela, como siempre su cabello largo ceniza, recogido en una coleta. Lleva unos papeles en sus manos, apresurandose hasta donde me encuentro, sentado detrás de mí escritorio, golpeteando mís dedos impaciente contra el roble, pero antes de llegar tropieza en el camino, esparciendo los documentos por el suelo e instantáneamente se agacha con cara de horror a recoger todo el desastre.

–¡Rayos!–Exclamo irritado.

Me levanto impaciente de mí asiento y desabrochó el único botón prendido de mí saco del traje "Armani" para tener más agilidad en mis movimientos al inclinarme junto con Giovanna y juntar todo.

Percibo como ella se tensa cuando le reclamo con enojo.

–Te llame tres veces por el intercomunicador y al no obtener respuesta, tuve que llamarte a los gritos desaforados. Nos levantamos los dos al mismo tiempo, le entrego los papeles apilados en sus manos. Conectamos miradas y noto sus nervios al hablar con su tono de voz suave.

–Lo siento señor.. Fui un momento al baño.

Sin responder volteo de mal humor dirigiéndome a la puerta de salida. escucho sus pasos apresurados y como trastabilla, para seguirme el ritmo. Advierto sobre mi espalda.

–Espero que los apuntes y clausulas del contrato estén en orden, sabes que odio la ineptitud y las equivocaciones.

Me detengo en la puerta apoyando mi mano sobre el picaporte antes de abrirla, siento el cuerpo de mi torpe secretaria, impactar en mi espalda, haciendome notar sus grandes atributos, aunque...nunca antes repare su cuerpo, en el aspecto sexual, si examine su forma de vestir anticuada y por esa razón junto con la solicitud de mi mejor amigo: marcó, tío de esta, me decidí a contratarla. Cansado de las anteriores secretarias ofreciéndose en bandeja de plata, no es que fuera gay de hecho, fui un semental en mis tiempos de juventud, arrasando cuánta mujer se me atravesara. Pero, luego de lo de julianna, hace un largo tiempo que no me interesa salir con nadie, de vez en cuando busco mi desahogo. Sin compromisos ni ataduras, en conclusión. Mi razón principal para mantener a mi atolondrada y desaliñada secretaria ya hace un año, es por qué nunca podría gustarme ni siquiera atraerme, para una noche de distracción.

Suspiró irritado. Me volteo y tomo de los hombros a Giovanna, alejándola lo más posible de mi espacio personal. Mirándola de arriba a abajo, le bramó.

–¡¿Vas a ir vestida así?! Ya te avise que al menos para acompañarme a las reuniones con clientes importantes, tienes que ir acorde a donde trabajas, debes dejar una buena impresión. Creo que te pago lo suficiente para darte el lujo de vestir decentemente.

Ella se sonroja y baja la mirada, tiene la intención de decir algo y la interrumpo levantando la mano.

–Sino crees que te alcanza el sueldo, te voy a dar una tarjeta black, para que compres lo que necesites y será a cargo de la empresa. Dicho esto me giro y salgo con ella siguiéndome. Veo por el rabillo del ojo que limpia algunas lágrimas. Se que soy un patán, pero no puedo evitarlo, me nace ser frío e implacable desde aquel suceso que marco mi vida para siempre.

Giovanna 

Limpio una lágrima traicionera que resbala por mi mejilla ¡Dios que hombre tan cruel e insensible! hace un año que aguanto todos los días su mal temperamento, humillaciones y desprecios, se que no visto a la última moda, ni siquiera luzco femenina o atractiva. De hecho ya olvide... lo que es poner maquillaje sobre mi rostro. Todo este disfraz es un escudo contra los hombre ¿la causa? Los terribles episodios que vivía diariamente con mi ex, hasta hace un año atrás, que fue la gota que derramo el vaso detonando mi libertad, gracias a mi unico familiar vivo, mi adorable tío, marco.

Me trajo a vivir a su país donde me instale con mi mejor amiga, Sabrina que también recide en Italia. Marco, me consiguió este empleo de ensueño para la mayoría de las mujeres, trabajar como secretaria personal del soltero mas sexi y codiciado de Italia, por su belleza, estatus y imperio. La paga es fenomenal ¡lo admito! pero como aclare la mayoría de las mujeres anhelan este trabajo, en cambio yo soy del uno por ciento que acepte este puesto solo para huir de mi miserable vida. Tanto mi jefe como yo no lo expresamos con palabras, pero sabemos que al trabajar juntos el benéficio es mutuo.

Recuerdo el día que mi tío, me aclaro antes de presentarmelo, que seria ideal para este puesto, por qué ninguno de los dos estaba interesado en una relación sexual de oficina o algo semejante. No puedo negar el primer impacto que me causó verlo e entender a los diarios y revistas de chismes, blog y tabloides donde hacían referencia de su belleza avasallante. Se quedaron cortos. En persona su presencia es más íntimidante con su 1,90 de altura, ojos color miel, piel clara, cabello cobrizo, sus facciones marcadas y atractivas... ni hablar de su musculoso y escultural cuerpo. Cerrando con broche de oro, esa sonrisa que dejaba a la vista su perfecta dentadura blanca, que solo tuve el placer de presenciar alguna vez, cuando dialogaba con mi tío. En fin, con su carácter podrido arranco mi encantamiento de raíz, dando paso a nuestra mutua adversion.

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