Misterios en la escuela

Parecían estar platicando muy a gusto, pero de repente, el se acerco a su cuello e introdujo sus colmillos en su piel. La chica hizo un pequeño gesto de dolor pero no hizo esfuerzo alguno por escapar. Estaba paralizada, no sabía si debía intervenir o no, ¿porque hacían estos actos inmorales en la escuela?, eso era imperdonable. 

¿Realmente la estaba mordiendo?, la iba a matar y no sabia que hacer, mi mente me decía que corriera pero mis pies no me obedecían, solo segui observandolos hasta que un araña cayó sobre mi hombro y me la quite soltando un pequeño chillido.

Alejandro me miró y me fui corriendo sin devolver el libro. Choque con una profesora y me pregunto qué me ocurría, iba a decirle pero de repente el profesor apareció detrás de ella y nos preguntó de qué hablamos.

-¿Qué hacen todavía aquí?, ¿no se han ido?

-Melody estaba por contarme algo.

-¿Sabe que?, mejor olvídelo maestra, no es nada importante.

-¿Segura?, te pusiste pálida de repente.

-Si, estoy bien maestra, ya me voy.

Me fui corriendo a la salida de la escuela y tomé el taxi más cercano para ir a mi casa. Me quedé preocupada por lo que vi, él realmente era un vampiro y había visto lo que vi, ¿significaba que yo sería su próxima víctima?, ¿porque había un vampiro en la escuela?

Respire profundo e intente calmarme, no podía ser un vampiro de verdad, tenía que haber una explicación lógica pero entonces ¿cómo llegó tan rápido junto a la maestra?, aunque pareciera ser algo inexplicable, estaba segura que había una explicación lógica, quería creer que si.

Esa noche soñé que deambulaba por la calle sola a altas horas de la noche y el lugar estaba desierto y una niebla inmensa comenzó a inundar la zona, escuche perros aullando y detrás de mí, apareció Alejandro mirándome con ojos tan penetrantes que traspasaran mi alma, quise escapar pero mis pies no reaccionaba. Él me tomó de la cintura y me acerco a su cuerpo, acerco sus colmillos a mi cuello y bebió mi sangre provocando una ¿excitación?

Desperté con la respiración agitada y fui al baño para lavar mi rostro. No quería ir a la escuela mañana, me preocupaba que intentara matarme o algo parecido. Yo era un testigo para él y eso era peligroso. 

Al dia siguiente intente hacerme la enferma para no ir a clase, pero mi madre me conocía bien y sabía perfectamente cuando estaba fingiendo. 

-Pero mama, me duele el estomago, ¿dejarás que me vaya a un así?

-Te sentirás mejor durante el día.

-¿Y si no?

-Correré el riesgo.

Me obligo a ir, así que, no tuve opción. Hice todo lo posible para evitar cruzarmelo y él pareció notarlo, porque el viernes me pidió que me quedara después de clase y tuve que hacerle frente.

-¿Quería hablarme profesor?

-Si Melody, quería preguntarte si tienes algún problema conmigo.

-No, ¿por qué lo pregunta?

-Pues me has estado evadiendo y me gustaría saber porque.

-No es así profe, son ideas tuyas.

-No, no son ideas mias. Melody, se que me viste en el pasillo el otro dia.

-Profesor...

-Dejame decirte que es de mala educación espiar conversaciones ajenas.

-No quise hacerlo, prometo no decirle a nadie que usted es...

-¿Un vampiro?

-No quise decir eso.

-Puedes decirlo, es un rumor que corre en el colegio y la verdad no me importa si lo cuentas o no, nadie cree en ese rumor al fin y al cabo.

-¿Lo es?, ¿usted es...vampiro?

-¿Si así fuera?, ¿te daría miedo?

-No...

-Puedo ver como estas temblando.

-Profesor, yo...

-Voy a preguntarte de nuevo Melody, ¿te acuerdas de mi?

-Ya se lo dije, no lo había visto en otro lugar.

-Estas mintiendo-dijo golpeando su escritorio.-Christine...

-¿Ya me puedo ir?

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Había vuelto a reencontrarme con Cristine pero estaba diferente a como la recordaba, pero nuestro destino era estar juntos, habíamos jurado estar juntos por toda la eternidad y así era cómo iba a ser.

Tenía que hacer que me recordara, pero no podía forzarla. Tenía que ser cuidadoso para no levantar sospechas de ningún alumno. Tenía tantas ganas de besarla pero si me acercaba estaba seguro que bebería su sangre y eso no podía hacer, al menos no todavía. 

-Ya puedes irte.

Ella sintió y se fue rápidamente, me resultaba gracioso su nerviosismo, apostaba que su sangre era deliciosa, esa joven emanaba un aroma irresistible y era una víctima perfecta para los otros monstruos, tenía que defenderla.

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Al abrir mi casillero encontré la misma rosa negra que había visto en mi ventana, miré a mi alrededor y no había nadie cerca. Estaba junto a una nota que decía"me alegra haberte encontrado, pronto volveremos a estar juntos"

Arroje la nota al basurero junto con la rosa y me fui a mi siguiente clase. La clase de educación física era la materia que menos me gustaba porque era muy mala en eso, me forzaron a unirme a un equipo y el ajedrez no estaba incluido, tuve que elegir el de baloncesto. 

Termino la tortura y me fui a casa. Cuando entré en mi habitación, vi la rosa sobre mi cajón de noche y me comencé a preocupar, ¿porque está aquí?, estaba segura que la había tirado. No le di importancia y la arroje en el basurero de la cocina, mi madre la vio y la recogió para ponerla en un florero con agua. La colocó en el centro de la mesa en la cocina y me quedé mirándola por unos segundos. 

Regresé a mi habitación y la rosa ahora estaba sobre mi cama. Baje a la cocina para asegurarme que la rosa que arroje estuviera en la cocina pero ya no estaba. Desesperada tomé unas tijeras y la corté en pedazos para después acostarme a dormir.

A la mañana siguiente desperté con la rosa sobre mi cama y me puse nerviosa. Dejé la rosa sobre mi escritorio y me puse a buscar al intruso por toda la casa.

Busqué debajo de las camas, detrás de todos los muebles, en todos los cuartos, pero no había rastros de ningún intruso. Pero entonces, ¿cómo había llegado la rosa hasta aquí?, ¿alguien me estaba espiando?

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