Parte II El amor

Maria Rosa: Wowww que maravilloso Manuel. Muchas gracias. Nunca pensé que alguien me diría esas cosas, nunca pensé que alguien me aceptará como soy. Me estás enseñando el verdadero sentido del amor, de la apreciación. Me tocas el Alma Manuel. Lo tocas tan dulce y profundo al mismo tiempo. Muchas gracias por ello.

Manuel: Muchas gracias a ti también por aceptar de confiar en una simple persona como yo...

María Rosa: No eres una simple persona okey, vales más que todos los diamantes, de todo lo existente en esa vida. Eres alguien Manuel, por saber apreciar al otro más allá de sus defectos.

Manuel: Gracias María Rosa... Eres alguien también por tu persona y todo lo que eres. Te admiro. 

Y se abrazan muy fuertes...

María Rosa: Ya no más tristeza, tenemos que disfrutar de esa hermosa tarde y de esa deliciosa comida.

—Manuel: Lo mismo digo yo...

Y ellos están sonriendo y comiendo...

Manuel: No soy bueno en contar historias, tampoco se la historia de este hermoso lugar... Pero lo que si se, es que hoy en esa tarde vos y yo podemos empezar una nueva historia acá. No estoy pensando en el título de la historia, al decir si sea una historia de amor o de amistad. Pero lo único que sé, es que vos y yo tenemos el poder de empezar algo nuevo acá. Podemos contar esa historia a nuestros hijos mañana. ¿Quién sabe?

—María Rosa: Me gustaría disfrutar esa linda tarde con usted sin pensar en el mañana, tanto tiempo estuve en la capital me sentía un poco sola y estresada... Pero ahora con usted en este bello lugar, solo me quedó en la mente esa voz que me está diciendo de disfrutar, disfrutar María. Es un buen momento para relajarse...Aunque no lo conozco bien, no sé nada de su vida. Creo que usted sabe más de la mía. Pero se siente bien hablar con alguien que te entiende, eso es lo máximo.

Manuel: Que maravilla que estamos en el mismo horizonte... No se tanto de usted, pero me gustaría saber más si no es un problema, encuentro que es muy interesante su vida... Tengo curiosidad, y creo que ahora es un buen momento para que podemos empezar a conocernos. ¿Qué dices Señorita pintora?

María Rosa: Por supuesto señor poeta. No hay ningún problema, estoy disponible para escuchar la confesión de sus pecados....

Y les dos se sonríen...

Manuel: Artista, hermosa, humilde y simpática... Qué maravilla.

María Rosa se sonrió y mirarlo con una mirada tan tierna...

María Rosa: Muchas gracias.

Manuel: Es un placer dama.

María Rosa: Cuéntame por favor… ¿Quién es vos Manuel? Aparte de ser un buen trabajador que trabaja con mi papá, un poeta y un hombre bien entretenido...

Manuel: Muchas gracias, me siento dichoso por sus palabras.

Y les dos se sonríen...

—Manuel: Soy Manuel, un hombre simple... Creo en Dios, crecí con mis papás. Éramos una familia muy feliz. Soy hijo único. Mis papás eran muy buenos trabajadores, desde pequeño me han apoyado y aprendido muchas cosas. Mi vida con ellos no fue lujosa, pero ella fue muy feliz... Fui a la escuela del pueblo, siempre me ha gustado  la letra. Pero no he tenido tiempo para ir a la universidad. Mis padres murieron cuando yo era muy joven....

María Rosa: Lo siento mucho por eso Manuel...

Manuel: Gracias María, no pasa nada estoy bien, desde entonces yo tenía que trabajar para sobrevivir... Y la gente acá son buenas personas, y tengo un amigo que se llama Andrés es un buen compadre... De verdad me encanta mi trabajo, es mi manera de expresar mi arte, mis potenciales como persona... Yo creo que todo tiene un sentido creativo de donde uno lo mira. Yo creo que " Somos todos artistas cuando somos trabajadores, porque el arte es un conjunto desde un trabajo bien hecho”.

María Rosa: Que hermoso pensamiento Manuel, me encanto. Creo que si somos todos artistas. Me encanta escuchar la historia de su familia, gracias por confiar en mí. Muy interesante su vida... Me imagino que todo no fue fácil para usted... Pero ha sido capaz de salir adelante y de mantener su dignidad como persona, eso es muy admirable...

Manuel: Muchas gracias María Rosa. Que bien escucharlo de alguien como usted. Eso me embellezca el alma ahora mismo...

María Rosa: Creo que eso embellezca más a mi alma.

Manuel: Entonces, dejemos que nos embellezca juntos eso, así podemos disfrutarlo al mismo tiempo.

María Rosa: Que bello lo que dices. De verdad tienes talento por la poesía.

Manuel: gracias hermosa señorita. Me halaga. Y los dos se sonríen de nuevo. Y hay un instante de silencio entre los dos...

Manuel: Entonces, cuéntame de vos. ¿Quién es María Rosa? Aparte de ser una mujer tan bella, inteligente, artista, humilde entre tantas cosas hermosas que la caracterizan...

—María Rosa: No tengo mucho que decir de verdad. Solamente soy una mujer como todas las mujeres, con mi propia personalidad. Creo en Dios también, sé que Él es todopoderoso. Es maravilloso creer en Dios y saber que hay un Dios poderoso que te está cuidando y escuchando eso es algo maravilloso... Como sabes soy pintora, me encanta el arte, es mi pasión, lo que me hace sentir bien, es mi mundo. Es mi todo. Eso es todo lo que importa en la vida cuando uno está haciendo lo que le gusta, eso embellezca el alma hasta la apariencia, todo el ser de uno. Así uno se siente feliz, cómodo consigo mismo. No tengo mucha conexión con mi papá y mi hermano, cada uno de nosotros tenemos una visión del mundo muy distinta. No conocí bien a mi mamá, ella murió cuando yo tenía 2 años...

Manuel: Lo siento mucho también María.

María Rosa: Gracias Manuel... Entonces ahí estoy en mi mundo artístico desde entonces, soy una persona simple, soy humanista, me encanta hablar con la gente. Yo creo que " Lo que somos no es lo que tenemos, mejor dicho lo que somos es lo que hacemos con lo que tenemos". Por ello me estoy focalizando mucho en la parte social. Creo que todos tenemos una voz, todos necesitamos en ciertos momentos expresar nuestros sentimientos, nuestros pensamientos. Liberarnos de aquellas cosas que solamente Dios y nosotros mismos sepan de nuestra persona.

Manuel: ¡Que hermosas palabras! Que pensamientos tan beneficiosos y cautivadores. Yo creo lo mismo que usted señorita. A veces hay que dejarse ir con el pasaje del viento, liberarse de todos los problemas, de todas tormentas, pero para hacer eso debemos encontrar siempre a las personas indicadas, que sepan valorar a uno por lo que es no por lo que tiene... Así será más sencilla la conexión, y nacerá un ambiente agradable y lleno de confianza...

María Rosa: Bien dicho. Esas son palabras de sabio Manuel. Que agradable conversar contigo.

Manuel: Lo mismo digo yo María Rosa. Hoy empezamos algo hermoso. Me encanta saber de vos, gracias por empezar a compartir su historia conmigo.

María Rosa: Gracias a ti por escucharme. Entonces desde entonces, me fui a estudiar en la capital... Aprendí a vivir sola, ya sabes. Y entre otras cosas...

Manuel: Si ya lo sé... Te tengo una consulta. ¿Te gusta el agua?

María Rosa: No me gusta el agua. Me encanta...

Manuel: ¿Entonces que piensas, si entremos ahora?

—María Rosa: Creo que es una buena idea...

Manuel: Grita, ya vamos.

Entraron al agua. Están bañando, sonriendo. Se sienten muy felices, el momento es muy lindo y mágico. Con una música...

María Rosa llegó a su casa...

Paulo: Hola hija ¿Como estas, donde estuviste todo el día? Te estaba esperando. Invité a cenar esta noche al Ministro... Debes prepararte por favor.

María Rosa: ¿Por qué lo invitaste padre sin consultarme ?

Paulo: Pero hija, te estuve buscando todo el día para decirtelo. Y no me has contestado la pregunta. ¿Dónde estuviste?

María Rosa: Estuve ahí padre, caminando y conociendo la ciudad.

—Paulo: Pero, tenías que decirme eso, tú hermano te podría ayudar con eso o alguien de confianza de mi personal...

María Rosa: No padre gracias, pero creo que soy grande papi. Puedo hacer lo sola...

Paulo: Como digas hija, como digas. Anda por favor a prepararte.

María Rosa: Okey padre...

María Rosa subió a su cuarto, ella está muy feliz, tomando una ducha y pensando en esa maravillosa tarde que pasó con ese bello hombre interesante.

En la noche están cenando en la casa del padre de María Rosa. Su papá, su hermano, el ministro tan elegante, y ella que está en las nubes pensando en Manuel...

Paulo: María Rosa, María Rosa...

María Rosa: Perdona, diga padre...

—Paulo:¿ El Ministro te está preguntando qué es ser una artista, como se siente? ¿Cuándo le vas a mostrar tú trabajo...?

María Rosa: Perdona, si le diré pronto señor antes de irme a Santiago...

Marco: Ministro, quiero decirle que me encanta el trabajo que usted está haciendo por a comunidad.

El Ministro: Muchas gracias Marco, sabes, ya es por ello que estamos ahí...

Y ellos están hablando... Por mientras María Rosa está pensando en el beso que casi dieron Manuel y ella y en su cita de esta tarde...

Manuel está en la casa de Andrés, con la familia de Andrés. Están cenando.

Samantha: Niños dejen de jugar en la mesa...

Los niños: Lo siento madre...

Andrés y Samantha: Manuel que bueno tenerte acá con nosotros esta noche.

Manuel: Muchas gracias por la invitación. Es un placer estar con ustedes. No podría no aceptar la invitación de mi mejor amigo Andrés.

Y en la casa de María Rosa. Ella está en su cama, sonriendo y pensando en Manuel con una música, fue lindo ese día que han pasado juntos... Y Manuel también está en su casa, en su cama pensando mucho en María Rosa escuchando música, Uno puede ver en sus rostros la felicidad. El amor.

María Rosa: Hola familia buen día.

Paulo y Marco: Hola María Rosa, hola hija.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo