Capitulo 4

Selene...

¿Dónde he escuchado ese nombre?

No lo sé, pero me da cierta nostalgia siquiera recordar ese nombre, lo que ahora tengo que tener muy en cuenta es que se supone que haré con el Rey Alpha, claro que se su nombre pero me da asco siquiera decirlo.

Me saco el padre de Yamileth de aquel calabozo con dirección a la mansión estaba muy callado y su silencio lo tome como lastima de mí, ya esperaba un infierno ahí dentro pero por qué maldita sea cuando nací no me llevaron a ¡UN ORFANATO PARA HUMANOS COMO YO! nunca lo entenderé pero ya no puedo decir nada ya es demasiado tarde para irme sin consecuencias.

De algo que nunca tuve culpa.

Al entrar todas las sirvientas me regalaron una media sonrisa.

A todas las conocía.

Al cerrarse la puerta detrás de mí las tres me miraron expectantes con ganas de hablar pero algo las detenía.

Algo tiene que ver Noah en su comportamiento.

Se acercó una de ellas y me hizo señas de que la siguiera y yo sin decir nada la seguí.

Al final de un pasillo largo paramos enfrente de una puerta que aunque no tuviera nada malo pareciera que tenía un gran cartel luminoso con las palabras "Bienvenida a tu infierno", lo siento si soy muy pesimista pero ¿Qué hubieras hecho en mi lugar?.

—Bueno hasta aquí llegó yo si necesitas algo me avisas. —dijo Rosa ese era su nombre.

— Gracias Rosa — le agradezco y me dedico a abrir la puerta pero ella me interrumpe

— Cuídate, me caes muy bien, solo por favor no hagas algo que pueda enojar al alpha ¿Quieres Sam? — su mirada era muy desesperada y con cierta lastima

— No prometo nada Rosa, al menos a todas ustedes las conozco y sabré sobrellevar todo esto — abrí completamente la puerta y me adentre y cerré la puerta detrás de mí.

¿Cómo las conozco?

Bueno a Rosa la conocí en la escuela es un año mayor que yo, claramente no podíamos hablar mucho pero compartimos unas cuantas risas y un par de helados.

Luego está Valeria ella era la encargada antes de un restaurante y con ella es otra historia que contaré más adelante.

Y por último pero no menos importante Andrea, ella aunque no es humana aún no ha podido transformarse, con ella compartí días de caza en el bosque.

Todas mayor que yo.

El cuarto era decente por no decir un asco, al menos tenía cama pero no me sorprende que me diera un cuarto que pedía a gritos una limpieza urgente, pero nada que no pueda solucionar con un poco de limpieza.

— Bueno a trabajar... — susurré para mí misma y empecé a separar la b****a de lo que se necesitaba en el cuarto.

Al terminar baje para pedir utensilios de limpieza pero para mí tan buena suerte me encontré con Noah.

Me miró y de nuevo sentí ese olor pero nuevamente se fue.

¿Qué rayos es ese olor?

— ¿Tengo algo en la cara mundana?, ¿a qué se debe tu mirada?no me digas... te gustó — me dedico una sonrisa burlona pero de repente desapareció y salió disparado de la mansión.

¿Qué rayos le pasa?

No le di importancia y seguí mi camino al entrar a lo que me imagino que era la cosina y me encontré a las chicas y me dedicaron una sonrisa muy cálida.

—Hola Sammy ¿Cómo estás? — pregunto Andrea.

— Muy normal Andrea — le dedique una sonrisa triste.

— Sabes que el imbécil de Noah es un asco no le hagas caso — dijo Valeria ganándose un golpe de parte de Rosa.

— Cállate Valeria todas sabemos eso pero no es el lugar para decirlo — regaño Rosa riendo a Valeria.

— Pero es la verdad es un asco lo odio pero hay que aceptar que está bueno — menciono Andrea mordiéndose el labio

— Que asco Andrea — dije con mueca de asco — Chicas por cierto vine para ver si me podrían prestar sus cosas de limpieza.

— ¡Claro! Espera aquí — Salió corriendo Valeria casi cayéndose en el camino mientras nosotras nos reímos por lo que iba a suceder.

— Sammy, dinos la verdad del por qué estás aquí — dijo Rosa ganándose mi completa atención.

— Yo... No es el momento Rosa ¿Si?

— Bien pero luego tendrás que aclarar nuestras dudas, ahora señorita tienes que ir a cambiarte — dijo sacando una pequeña bolsa y dándomela. — Es un vestido, pidió el Beta que se te fuera entregado y lo utilizarás en la cena de esta noche, pidió también que no dijera nada más.

— ¿Por qué hizo eso? — fruncí el ceño y abrí la bolsa sacando un hermoso vestido corto pero no tanto, mostrando solo lo necesario.

— ¡Pero qué buen gusto tiene el beta! — dijo Valeria entrando a la cocina con las cosas de limpieza

—Sí, eso es verdad pero bueno debo volver a mis aposentos — salí de la cocina y me encontré al beta de la manada.

— Yo... Gracias por el vestido — dije en forma de respeto

—No es nada sé que te quedará genial, pero debo comprobar algo por la felicidad de Noah — mencionó lo último en voz baja.

— No entiendo, pero sé que tendrás tus razones ahora sí me permites me debo retirar.

Él más en cambio me jaló del brazo haciendo que chocará con su pecho definido mientras miraba fijamente mis labios y poco a poco acercándose a mi rostro hasta que nuestros labios se rozaron así hasta que terminó por robándome mi primer beso...

¡MI PRIMER BESO!

Sin darme cuenta su cuerpo fue separado de mi de una forma brusca por parte de ¿Noah?.

Se encontraba muy furioso sin importar que fuera su beta y amigo lo tiro haciendo que cayera al suelo de una manera brusca.

— ¿¡Qué te sucede imbécil!? ¡ES MIA! — dijo Noah pero en su voz se notaba algo más.

— ¿Alan? Pero como es posible que tú...

— Lárgate antes de que te deje degollado.

Él de inmediato salió de ese lugar dándome una sonrisa coqueta.

— ¿¡Por qué dejaste que te besara!? Eres mía de nadie más — que rayos le pasa a Noah.

— ¡Qué te sucede a ti! ¿Por qué te pones así? — dije ya enojada

— Eres MIA, así que dime por qué m****a te dejaste besar.

— ¡En primera por qué dices que soy tuya yo no soy nada de ti, a parte de una mundana elegida para traer a un hijo tuyo al mundo, no soy nada tuyo!, Yo me largo...

— Tú no vas a ningún lado, entiendo que no comprendas y yo ya perdí tiempo peleando por nada— se notaba cansado—Yo soy Alan el lobo de Noah y te pido perdón por lo que te hizo yo no podía hablar contigo lo lamento no sabes toda la fuerza que tuve que tomar para tener control de mi cuerpo y claro del de Noah solo te pido paciencia por favor, tu eres mi segunda ma... —no termino de hablar ya que cayó desmayado enfrente de  mí y yo alarmada llame a las chicas para poder ayudarlo.

¿Qué rayos sucedió?

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