Capitulo 6

Narra Ángela.

—Ángela— Volteo a escuchar esa voz, él se acerca a mi algo cansado— Perdón por llegar tarde a nuestra cita.

—Se te está haciendo costumbre esto.

—Nunca me podré acostumbrar a tu belleza— Se acerca hasta pasar sus manos por mi cintura y tenerme más cerca de él y darme un beso.

—Eres un idiota.

—Soy tu favorito, ven vamos tú decides a qué juego subir.

—Cuando te dije que nunca había estado en un parque de diversiones, no tenías que verte obligado a traerme.

—Nunca lo haría, vamos—Me suelta la cintura y caminos tomados de las manos— ¿Terminaste con tu novio?

—No es fácil.

—Me siento el otro.

—No lo tomes así, mañana lo hago, es que acaba de llegar del entrenamiento no puedo dejarlo así como así.

—Confió en ti, porque no quiero compartir.

Subimos a los carritos chocones, después trato de ganar un par de juegos para darme algún regalo de allí.

Escucho la música a lo lejos, siento mi cuerpo pesado, mis piernas débiles, cuando volteo a verlo él me ve, tienen la cara cubierta de sangre, me extiende con sus manos una pequeña oveja.

—Perdóname, Ángela perdóname.

Comienza a caminar, todo el ambiente se vuelve frío y oscuro, comienza a llover, extiendo mis manos y me doy cuenta de que no es agua, es sangre, volteo y no está, ya no está.

—Vuelve, vuelve— Siento que tocas mis hombros y un Susurro.

—Ángela, Ángela despierta.

Despierto de poco y veo a mi amiga a mi lado, puedo ver delante como todos me observan en la biblioteca, levanto el libro apoyándolo en la mesa para cubrirme el rostro y mi amiga hace lo mismo.

—¿Estás bien?

—Sí.

No pregunta nada más y terminamos el trabajo, tomo mi mochila y salimos de la biblioteca, le cuento un poco sobre mi día.

—¿Te das cuenta de que le dijiste una cita?

—Si, ¿Por qué?

—Tienes novio Ángel.

—No es que vaya acostarme con él.

—Ella piensa que si lo hiciste, no sé por qué la odias tanto.

Río al escuchar a mi amiga tan preocupada, es la única pregunta que escucho hasta llegar a la habitación, tiró mi mochila y me acuesto en mi cama, tomo un juego de cubo de colores, se supone que me debe relajar, pero una almohada aterriza en mi cara.

—No conozco otro sentimiento que ese.

—¿No crees que fue suficiente con la pena que la hiciste pasar?, Llegaste le quitaste el puesto.

—Ahora es co-capitana.

—Si, porque te metiste en problema está vez.

—¿De qué lado estas?

—No quiero que te sigas llenando de odio, con ella y con mateo él no tiene la culpa.

—Cuando llegué ella comenzó a expandir el rumor de que hacía brujería, después verla casi besar a mi novio fue demasiado.

Flash Black

—Ángela escuchaste que según matas perritos lindos para hacer brujería negra— Ríe Bruno al acercarse.

—Si, ya ví carteles como que salga de acá, fotos mías con cuernos, un atuendo de bruja otros chicos con escobas, parecía la escuela de hechicería.

—De Harry Potter.

—No, esa es más seria me refería a los de Hechicería de Weberly play.

.

—Estoy segura de que no se dice así.

—No interesa.

—Llevas dos días acá y no has buscado a tu novio.

—Lo haré hoy, solo le daba espacio la última vez quería que fuéramos algo oficial.

—¿Qué tiene? Me parece lindo.

—Bueno, todo lo romántico te parece lindo, ¿Por qué no puede dejar las cosas como están?

Mis amigos me miran y se ríe, me levanto de la cama y caminamos a campo de fútbol, puedo ver qué las chicas están dispersa, el juego aún no comienza, veo a una de las chicas acercarse a Christopher, me acerco sin que él se dé cuenta.

—Me gustas de verdad, quiero una oportunidad contigo.

Él abre la boca, pero antes que diga algo pasos mis manos por detrás de su espalda y lo abrazó, se tensa, pero al voltear ve que soy yo, sonríe y me da un beso el cual profundice, al voltear la chica está con lágrimas en sus ojos, él iba a hablar me imagino que a disculparse, pero si las miradas matarán la mía lo haría con él en este momento, así que no hace nada, la miro.

—Ay chiquita, ¿Pensaste que podrías salir con el porqué vistes ese uniforme?

—Yo.. Yo.

—Te lo dejaré bien claro, aléjate de mi novio y de todo lo que sea mío, porque si no te haré alguna brujería quien sabe que puedo hacer.

**********************

—Vamos a estirarse un poco más chicas.

Son voces que escucho del gimnasio, entro a él y están las chicas con ropa deportiva al igual que yo, la chiquilla que lloro en el partido anoche las está dirigiendo, en lo que entró todo se detiene.

—Me alejé de mí tuyo, tu has lo mismo— Me dice la chica y en ese momento llega la entrenadora.

—Veo que están todas, chicas les quiero presentar a Angela Rodríguez , un miembro de su equipo y su nueva capitana.

—Es es mi puesto.

—Selena debes subir tus notas, es una de las reglas hasta entonces hablaremos, pueden entrenar.

Fin del flash black.

—Dijiste que se alejara de lo tuyo, poro no entiendo por que Mateo, por que el empeño de el contigo.

—No lo sé, soy sexy debe ser.

—Se que no me dices todo.

—No te diré nada, quiero estar sola.

—Angela...

—Quiero estar sola.

Ella sale molesta, se que se preocupa por mi, pero  hay cosas que son mejores dejarlas en el pasado, busco algo de ropa para cambiarme e ir a  correr un poco, veo en mi repisa la oveja de aquella noche, a su lado el oso, la jirafa, creo que iba a montar un zoológico de muñecos, rio para mí misma y me cambio, unos shorts, un top, una chaqueta la cual no me cierto, puedo dejar a descubierto el pequeño tatuajes que se me ve en la parte baja de mi abdomen al igual que mi piercing, me coloco unos zapatos deportivo, me ato el cabello con una cola, tomo mi reproductor de música junto a los auriculares, salgo de mi habitación, comienzo a correr sin darme cuenta hasta que alguien se atraviesa en mi camino, me detengo y toma mi mano, camino con el hasta llevarme al camerino de los chicos, pasamos a lado de algunos de ellos, al entrar a la oficina del entrenador, cierra las cortinas y la puerta, me coloca contra la pared y me besa, sonrío en el beso.

Sus besos viajan  a mi cuello lentamente mientras me levanta y rodeo su cintura con mis piernas, camina hasta llegar  sl escritorio  y dejarme allí, mis brazo, comienza a quitarme me chaquetada, la tira por un lado de la habitación y me observa al alejarse con una sonrisa.

—Sabes que antes de un partido no puedes hacer esto.

—No lo haré, solo quiero que sepas lo que pasará si gano.

—¿Si pierdes?

—Deberas tomar la iniciativa para aliviar mi corazón.

—¿Vas a ir no?

—Estoy suspendida unos juegos más.

—Pero irás como mi novia.

—No puedo.

—Angela.

—Tengo un compromiso.

—Cancelalo.

—No puedo.

—¿Es más importante que yo?— Su voz nota molestia así que optó por callarme, me mira molesto— No sé si podamos seguir con esto así— Es lo que dice antes de irse y dejarme allí.

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