Emociones Privadas

Estos días fueron perfectos, estoy viviendo con Darla y parece como si estuviéramos en una Luna de miel eterna.

Ahora no oculto la maldita enfermedad, tomo mis pastillas en frente de ella, trato de disimular pero m****a como las odio.

Antes de que Darla vuelva a la Jefatura, esa mañana decido escribirle una carta, no puedo negar lo inminente.

"Querida Darla, estos días que pase contigo han sido los mejores de mi vida, cuando llegue esta carta a tus manos será cuando ya no este contigo, estaré muerto y estarás llorando mi partida, nunca contaré lo mal que está mi corazón por qué no lo mereces, no mereces sufrir por mi, pero quiero que prometas que me llorarás tres días y al tercero me guardarás en tus recuerdos y seguirás con tu vida, no vivas en un recuerdo eterno, no lo merezco

Gracias por entrar a mi vida te haré feliz hasta que me lo permita este maltrecho corazón. Ricardo 

PD. Es una promesa no la rompas"

La guardo en un sobre, está carta la preparé con anticipación, sé que en cualquier momento la tendré que usar y  prefiero tenerla lista, no sabemos cuánto tiempo viviré.

Entro al despacho de Jake, al único que le confiaría esta tarea es a él .

-Hola Bro.

- ¿Cómo estás? Richy.

- Bien, te vine a confiar una tarea - saco de mi bolsillo la carta.

- ¿De que se trata, bro? - pregunta mirándome con atención.

- Esta carta, quiero que la guardes por mí y se la entregues a Darla...

- ¿...Por qué no se la entregas tu? - pregunta sin comprender.

- Está carta es para después de ...Jake...- explico con lentitud para que me comprenda.

- Te refieres a... wow bro, no pienses en eso, falta mucho para que suceda.

-Lo tengo que hacer, Jake, es una realidad bastante tangible.

- ¿Porque a Darla?

- Ella sabrá porque y tú no lo necesitas saber- Jake es mi mejor amigo, pero no le contaré que Darla está conmigo.

- Por lo menos cuéntame para saber a qué me tengo que atener.

- ¡Ricardo, Jake! - grita el capitán.

Me salvo la campana, Jake toma la carta y la guarda en uno de los cajones de su escritorio después se pone de pie para que salgamos juntos de su oficina.

Sé que no la abrirá, conozco a Jake, voy a tratar de que no me pregunté el tema, no quiero decir nada del tema de mi relación con Darla.

Tenemos un caso con narcotraficantes Jake y yo estamos vigilando la fábrica clandestina colaboró con la investigación, como la anterior vez tenemos una redada programada pero tienen que estar Judy y Darla, bueno tenerla cerca y protegerla me deja tranquilo.

Me despierto y me voy a la ducha mientras Darla sigue durmiendo, hoy vuelve a la jefatura después de una semana excitante, no sé que tengo con esta mujer,  la deseo como un imbécil y todo el tiempo quiero estar dentro de ella, son momentos deliciosos que me gusta cuantificar todo el tiempo que estamos juntos.

Salgo de la ducha entro al cuarto la veo sexy cepillando su hermoso cabello castaño la abraza por atrás para embriagarme de ese olor a Jazmín y rosas que tanto me gusta.

- ¿Lista? - pregunto todavía embriagado de su perfume- ¿un penique por tus pensamientos?

- Gracioso, estaba pensando en la semana anterior, las revelaciones, el sexo.

- Diría el mucho sexo - oh si nena fue lo mejor de la semana.

- Vamos, que no quiero llegar tarde...- responde cambiando el tema.

- Ok...- pues el deber llama.

Llegamos a la jefatura todo está igual, Darla ve a Judy se ve más tranquila ella sufrió igual o peor que ella con todo este lio.

Ni bien dejamos nuestras cosas escuchamos que el capitán nos llama a su despacho.

- Tengo un caso para los dos.

- ¿Dígame Capi?

- Hemos detectado narcotraficantes en una fábrica, Ricardo tú conoces el hecho, puesto que haz colaborado con la investigación.

- Si- sabía que ni bien volvieran las chicas entraríamos en acción.

Ya tracé un plan, iré donde el coronel Trench él está a cargo del equipo SWAT.

Llegamos al lugar Judy y Jake ya están ahí, nos ponemos los chalecos antibalas, sacamos nuestras armas mientras ellos se equipan voy donde el comandante.

- Comandante Trench.

- Detective Engels.

- Necesito que rodeen el perímetro en el techo de la fábrica y a los alrededores.

- Muy bien, detective Engels, prepararé al grupo y doy la señal para que entren en acción.

-Espero su señal comandante.

Bajo y doy las últimas órdenes, cuando todo está listo el Comandante me da la señal entramos a la fábrica, logramos encontrarlos embolsando el producto. Jake grita:

- ¡Arriba las manos, están rodeados!

Los narcos sueltan el producto y se rinden. Me parece muy extraño que se rindan tan fácil, prefiero estar alerta, aquí hay algo muy extraño.

Tomamos preso a todos dentro la fábrica con ayuda del equipo SWAT el comandante se lleva a todos, quedamos los cuatro con dos de los jefes.

Salimos con ellos esposados ni bien ponemos un pie fuera de la fábrica comienza un tiroteo, soltamos a los jefes para responder.

- !No se muevan, quietos todos!- ordeno pero veo a Darla correr sin hacerme caso gritando que se detengan ¡Ricardo, se escapan! La escuchó decir.

- ¡Darla! - grito ¡carajo, le dije que no se moviera a la zafada!, ¿por qué no me obedece?

Corro desesperadamente tras ella, veo que cae de bruces al piso unos minutos después, corro a socorrerla ¿ le dispararon acaso, que pasó? 

- ¿Te dispararon? - pregunto preocupado, ella niega pero observo que sangra, eso me altera.

Quiero quedarme con ella no quiero moverme pero ella me pide que vaya tras los delincuentes, no sé qué hacer.

- ¡Anda! - chilla - debes ir a ayudar.

- ¡Pero ...estas sangrando! - exclamo asustado al ver como se tiñe su ropa de sangre ¡Mierda! necesito llevarla a un hospital, estoy por alzarla pero veo llegar a Judy.

- Ricardo, Jake los acorraló a la vuelta, corre y colabóralo, yo pido una ambulancia para Darla.

No quiero ir, yo la llevaré, pero ella me obliga a ir tras Jake, a regañadientes acepto pero estoy desesperado por saber como esta,  tengo que seguir con el caso, así que voy directo donde está Jake.

-Jake, ¿dónde están? - preguntó ni bien me acerco a su lado.

- Están atrás del muro.

- Jake los acorralaremos por los dos lados, tu por el izquierdo yo por el derecho.

-Ok, bro.

-¿Listo? 1,2,3 ahora.

Nos acercamos al muro. Cuando tengo visión de los dos.

- Sí que les gusta hacer barullo - menciono mirándolos apuntando mi arma, ellos tratan de escapar pero Jake está esperando del otro lado.-Ah, ah no hay salida imbéciles mejor colaboren.

Después los llevamos a la Jefatura, en el auto.

- ¿Darla? ¿Está bien hermano?

-No tengo la menor idea, dejamos el paquete y me voy al hospital.

- Ok yo me quedo con estos idiotas, tu ve y me avisas como esta.

-OK, hermano.

Dejo a Jake en la jefatura y corro al hospital, Judy me mandó un mensaje explicándome donde estaban.

Llego al hospital, entró corriendo hasta la recepción y pregunto por ella a la enfermera.

- Buenas tardes ¿trajeron a una detective hace un momento?

-¿Su nombre?

-Darla Burkley.

-Si, está en emergencias, por el pasillo directo.

-Gracias.

Corro por el pasillo encuentro el cartel de emergencia, camino por el pasillo hasta encontrarme con una enfermera.

-¿La detective Darla Burkley? Por favor.

-En la habitación 34.

-Gracias.

Respiro, estoy preocupado, maldito corazón otra vez me comienza a molestar, estas cosas no me ayudan en lo más mínimo.

Entro a la habitación,  Darla duerme tranquila con esas odiosas batitas de hospital,  veo a Judy sentada en una silla.

- Vine lo más pronto que pude - explico intentado respirar mejor -  ¿Cómo está? ¿La bala le perforó algo?

- ¿Bala? Ricardo, Darla estaba embarazada no le dispararon, tuvo un aborto espontáneo.

- ¿Qué? Es imposible- respondo confundido ¿embarazada?

- ¿Qué es imposible?

- ¿Cuántas semanas?- pregunto intentando ordenar mis ideas.

- Tres o cuatro semanas, no sabía que tuviera novio - por las semanas puede haber sido mío, aunque en estos momentos no sé pero prefiero no dudar.

- El novio soy yo- respondo casi deletrandolo - ese bebé era mío.

Judy me salta con montón de porquerías ella tiene una relación con Jake de hace años, Arthur es el fruto de ese amor, y me salta con esto.

- Amo a Darla - de donde carajos salió eso,  pero... es verdad acéptalo Ricardo, la amas.

- Te enamoraste, ¿eh? Por fin te entro el juicio.

Le explico que estoy con ella hace casi un mes desde que volví de mi viaje y que lo más probable es que la embaracé con seguridad ese día, ella me recrimina lo que no la deje testificar en el caso de esos desgraciados,  yo haría lo que fuera por ella,  Judy además yo estuve con ella y nos hubieran descubierto si le hacían las pruebas.

Ahora no sé qué haré, tengo la cabeza echa una telaraña, tengo que pensar, mi maldito corazón molesta, tengo que tomar mis pastillas, todo se juntó y me está agitando mucho.

- Ricardo -Darla despierta y me vuelve el alma al cuerpo.

- ¡Darla, mi amor!

- ¿Qué paso?

Primero tengo que tomar mis pastillas así que ni bien entra el medico salgo con Judy, salimos del pasillo, veo a la gente pasar, miro a un lado buscando un poco de agua y me encuentro con un hombre trajeado de ojos celestes, puedo jurar que lo conozco de algún lado, parece que se dirige al mismo pasillo donde estábamos.

-Alla hay agua - comenta Judy, dejo de distraerme y saco dos comprimidos y los tomo, antes de volver,  debo descansar un momento y dejar que mi corazón reaccione a los químicos.

-¿Y tu enfermedad, ya le comentaste a Darla? - pregunta sentándose a mi lado.

-Después hablamos de eso Judy... - respondo acomodándome en el asiento mirando al techo, necesito que esto pase.

-Ricardo, es la doctora de Darla - comenta Judy, me pongo de pie y corro a su encuentro.

-¿Doctora? - pregunto acercándome a ella.

-¿Dígame? - pregunta con tranquilidad.

- Somos detectives...como usted sabe,  esto  que sucedió no tiene que salir en el reporte médico, por favor, mi novia y yo perderíamos nuestros empleos si se sabe.

-¿Y usted que quiere que yo haga? - pregunta sin comprender.

- No lo reporte, no quiero insultarle ofreciéndole dinero pero si podemos llegar a un arreglo- no me gusta la corrupción pero esto es necesario.

- Muchacho esto igual se sabrá, lo único que yo puedo hacer es no m****r el reporte a su capitán, tal vez entrepapelarlo por un tiempo, pero igual se sabrá... no se preocupe, ya hablaremos, lo ayudaré.

-Gracias doctora, tengo otra pregunta pero esta es de la salud de mi novia.

-¿Sí?

-Somos muy activos sexualmente hablando -me muerdo el labio en serio estoy preguntando esto, parezco un niño.

- Por tres o cuatro días tendrán que dejar de hacerlo busquen otras maneras otras formas de satisfacer sus impulsos.

-Ok, gracias doctora.

Vuelvo al cuarto ruborizado, Darla mira sentada desde la cama, la noto descompuesta, a todos nos tomó de sorpresa la noticia pero su rostro es extraño.

- ¿Qué le preguntaste a la Doctora? - pregunta rápidamente.

- Sobre tu salud y sobre el problema que tenemos.

- ¿Qué problema?

- No podemos dejar que esto se sepa, Darla.

- ¿Y qué piensas hacer al respecto?

Ya lo solucioné pero está de moralista, están en juego nuestros puestos,  no me arriesgaré porque está sacando su ética,  discutimos, no quiere comprender razones.

Ella no entiende en el problema en el que estamos metidos y me salta con que no le gusta mentir,  ¡aprende mi amor! no podemos contar nada de esto, salgo del cuarto para que la vistan estoy molesto ella tiene que aceptar si no quiere que terminemos fuera de la jefatura.

-¿Porque estas molesto Ricardo? - pregunta Judy analizando mi rostro.

-Darla siendo Darla...- comento frustrado.

-¿A qué te refieres?

- Le pedí a la doctora que no mande el reporte del aborto de Darla por obvias razones pero ella no acepta.

-Ricardo, sí él capitán lo descubre los saca, nosotros tuvimos mucho cuidado con esto, claro Arthur apareció antes de que nos volvamos Detectives de esta jefatura y mantuvimos al niño a flote de todo esto, además tenemos cuidado, tu eres muy loco no creo que puedan mantenerse a raya.

-¿Contarás algo? - pregunto mirándola suplicante.

-No lo sé , Ricardo no quiero meterme en esto.

-¡Carajo Judy! no seas así, somos amigos desde hace años, ahora necesito que nos ayudes.

Me pongo a caminar de un lado al otro,  estoy molesto,  Darla por un lado con su moralidad y por otro Judy que no quiere ayudarnos.

Veo a Darla caminar como puede hacía nosotros, corro donde ella y la tomo para que no se caiga, es una inconsciente no podía esperar a que la recoja del cuarto.

- ¿Por qué no me dijiste que estabas saliendo?

- Recién estaba saliendo del cuarto...

- ¿Darla? -pregunta Judy, con tono de reproche- ¿qué van a hacer?

- ¿De qué?

- De esto, no está bien, si los descubren les ira mal, no hubiera querido enterarme para no tener esta telaraña en mi cabeza, no me quiero meter.

- ¡Entonces no te metas! - grito furioso,  como no quiere ayudar que no se meta y no estorbe - como no vas a ayudar, mejor no te metas en lo que no te importa.

Darla suaviza las cosas explicándole lo que sentimos el uno por el otro y que no nos separan con un estúpido estatuto. Judy por fin nos entiende y acepta no contar nada y me relajo un poco, sé que ella no dirá nada, bueno ahora no tengo más que llevarmela a casa para que descanse.

Llegamos a casa, la alzo y la llevó acunándola como si fuera un pequeño bebé, todos nos miran, me vale m****a, es el momento que soy sobre protector con mi mujer no me importan las miradas.

Entramos a la casa,  la pongo en el sofá.

- ¿Quieres algo para comer? - tiene que comer perdió mucha sangre.

- No...- responde indispuesta.

Suena el teléfono.

- Espera, - contesto el teléfono.

- Hola, Capitán

-¿Como está?... Ella, está bien la lleve a su casa para que descanse.

- ¿Entonces no fue nada grave? Mañana necesito un informe de todos los hechos.

-Sí capitán, mañana rendiremos informe.

- ¿Darla podrá venir mañana?

-No sé si ira mañana, mejor llámele a su celular -tomo su celular y se lo paso.

-Eso haré, la llamo, hasta mañana Ricardo.

- Si, hasta mañana capitán, - cuelgo el teléfono y la miro - ahora te va a llamar,  dile lo mismo que yo le dije y punto, por favor.

- Ok. - Suena el celular.

Mientras tanto voy a la cocina le preparo un sándwich, pongo un vaso de leche, salgo de la cocina ella a colgado, le paso el plato, tiene que comer y la voy a obligar.

- Come, tienes que ponerte fuerte.

- Ok...

- ¿Qué te dijo el capitán?

- Me preguntó cómo estaba y si tenía que pedir permiso.

- ¿No te pregunto nada más?

- No.

- ¿Qué haremos ahora?

- No, me parece correcto que le mintamos, aunque yo ya lo hice, al decirle que me hice una herida muy grande y por eso sangre...

Muy bien lo sostengo y punto, problema solucionado pero la Darla moral sale, no quiere mentir, ¡mierda! no entiende que estamos en un problema muy grande, yo solucionaré esto a mi modo, pero me reprocha, le encanta pelear conmigo.

- Ese tu tono me suena a sarcasmo, y no, no correré donde ellos. Soy bastante grandecito para solucionar los problemas solo, yo sabré que demonios hacer Darla - Gruño, esto me está molestando, aunque no quiero pelear ella es terca, no me gusta que me desafíen, paro la discusión o diré algo que no quiero.

Ella trata de pararse corro a ayudarla.

- Te llevo a la cama - la alzo pero en serio que estoy muy molesto.

- Si estas con esa actitud es mejor que me bajes - ordena, no sé qué hacer está molesta.

- ¡Qué demonios! - muy bien la bajo,  intento besarla pero me da la mejilla.

Como no quiere darme un beso es mejor estar alejados por un tiempo estoy muy molesto, no quiero pelear más con ella, así que la dejo en la puerta y vuelvo a la sala.

Se entra al cuarto me quedo dando vueltas en el living comedor, pongo un CD Bon Jovi suena Always, mientras me sirvo un wisky y prendo un cigarro, estoy muy confundido.

De un lado tengo el embarazo y por el otro lado hoy no la cuidé,  si hubiera estado con ella no hubiera sucedido nada.

Lo peor es que no quiero tener hijos ya tengo uno y es suficiente pero este bebé ya estaba dentro de ella, ¡Mierda!, sé que amo a Darla con toda mi alma pero no quiero hijos con ella ni con nadie,  no quiero dejarla sola con un niño, ¡voy a morir carajo,  ya lo sé, no hay salida!

Estoy desesperado quiero ordenar mis ideas, ya no quiero estar peleado con Darla, enciendo otro cigarro y me sirvo otro wisky.

Me siento muy culpable con todo esto enciendo otro cigarro y veo a Darla saliendo del cuarto con dificultad

- ¿Crees que eso es bueno para tu salud?

- ¿Qué haces levantada? - pregunto acercándome a ella para tomarla - estas débil...

- Vine a hablar contigo, no me gusta discutir.

- Lo sé, a mí tampoco - la llevo al sofá la siento y acaricio sus nudillos.

- ¿Sabes que hay un elefante en el cuarto?

- ¿Cuál elefante?- no entiendo la analogía.

- Ricardo, algo que no hablamos hasta ahora.

- ¿De qué?

- El bebé  - ese es un elegante muy grande en el cuarto - estaba embarazada y no lo sabía, nos enteramos que tendríamos un hijo el mismo día que lo perdimos , creo que hay un elefante en el cuarto, que tu no quieres sacar.

- Es que no sé qué decirte, no sé cómo manejarlo, no dormí pensando en eso, hasta ahora no sé cómo lidiarlo, Darla, siento que te falle, que no te cuide, que me equivoque.

- ¿En que me fallaste?

Comienzo a enumerar todas las faltas que hice no la cuidé en ningún momento ella las ve como circunstancias y sale con que ella es la culpable.

- No te eches la culpa- yo soy el culpable no tu mi amor.

- Creo que soy más culpable que tu.

- NO, no lo eres hubiera sido el hombre más feliz de este mundo si teníamos ese hijo, por eso me siento culpable, yo, te amo - Es lo mejor que puedo hacer, decirle esto para tranquilizarla .

Después de sacar al elefante del cuarto, le comento que hablé con la doctora sobre el sexo, le expliqué que podemos tener un cambio favorable para ambos, sin lastimarla aunque ella está reacia a aceptar, creo que nunca tuvo sexo de esa manera.

- Tranquila, no te lastimaré - la abrazo- te amo, y siempre ten en cuenta que ese bebé hubiera sido lo más bello que me hubiera pasado, el destino nos lo arrebató, cuando estemos listos no tendremos necesidad de equivocarnos en la cuenta.- una mentira piadosa no hace daño solo es para zanjar el tema y que ella dejé de pensar en el asunto.

- Está bien - la vuelvo a besar está vez con pasión y deseo, creo que deseo jugar un poco.

- Vamos a la cama - la alzo- déjame que yo te lleve, confía en mi.

Voy a la mesa de noche saco el frasco de lubricante y un preservativo, la desnudo, la dejo en bragas, acarició su monte de Venus ella se retuerce excitada me saco la ropa; después de besarla ya estoy listo para encajarme dentro de ese traserito delicioso le ordenó que se dé la vuelta, encoja las piernas y saque el trasero lo más que pueda le coloco el lubricante con mis dedos cuando está bien lubricada le levanto la pierna y vuelvo a ordenarle que saque el trasero le doy una buena nalgada para que se relaje y me encajó en ella suavemente para no lastimarla hasta que estoy completamente dentro, empiezo a moverme despacio acariciando su cuerpo es una linda y deliciosa sensación.

Mis movimientos son pausados no quiero hacerle daño, es su primera vez por ahí, sé que le gusta porque gime de placer.

- Lo mejor de una pelea es la reconciliación - comento en éxtasis mientras ella convulsiona llegando a un perfecto orgasmo.

Yo quiero más, así que me sigo encajando en ella, siento como llega a un nuevo orgasmo, me gusta sentir como se retuerce excitada unas estocadas más y término, estoy dentro de ella un rato, me paro para desechar el preservativo y vuelvo a cama

Darla está en un viaje sideral, por lo visto,  sonrío burlón.

- ¿Te dolió?

- No - responde todavía en éxtasis.

- Vuelve, mi amor ¿Dónde te quedaste?

- ¡En las nubes! - exclama mientras yo río a carcajadas entonces estuvo muy bueno "oh si mi amor también lo gocé" le doy un beso y  acarició su brazo.

- Duerme cariño, descansa.

- Duerme cariño, descansa, sé que tendrás hijos, pero no sé sí conmigo - se lo digo seriamente, es mejor que no se haga ningún tipo de ilusiones conmigo

- ¿Por qué dices eso?

- Por la razón que tú conoces.

- ¿Tu enfermedad?

- Pues sí, Además  en nuestra situación, no es posible.

- ¿Y si algo te pasa?

- Mientras siga medicado no me va a pasar nada, tranquila, desde que te conozco quiero vivir, sea mucho o sea poco que me falte y si el destino quiere tendremos un hijo.

Lo dejaremos al destino el decidirá pero por mi parte voy a ser más cuidadoso, aunque ame a Darla no quiero traer hijos a este mundo que no llegaré a ver crecer, estoy roto por dentro, este corazón en cualquier momento dejará de latir.

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