Decisiones

Decido irme a casa, tengo turno y quiero descansar, llego a casa y me acuesto, rápidamente me duermo, entre sueños escucho el timbre de casa, eso hace que despierte de mi letargo,  me levanto entre dormido y despierto,  mi sorpresa es grande al ver a Darla parada en mi puerta desaliñada, asustada.

- ¿Pero qué demonios...?

- ¡...Déjame entrar!

- Pasa - exclamo desorientado para darle paso - ¿Qué ocurrió?

- Préstame tu baño.

- Si claro...pero ¿Darla?

- D...espués hablamos...

Entra al baño, mientras me quedo confundido y desorientado, paseándome de un lado a otro, esto no me gusta, algo pasó.

-¡Ábreme Darla, por favor!- suplico pero ella no sale.

Sigo esperando,  esto es desesperante, tengo que saber que pasó, demonios si no sale tiro la puerta, esto ya no lo aguantó más, estoy listo para tirar la puerta pero por fin sale, vestida con mi camisa que le tapa la desnudez con la cara llena de lágrimas, pálida y desconcertada me abraza y vuelve a llorar.

- Darla ¿dime qué demonios paso? - preguntó sin comprender, ella me besa.

- ¡Ricardo, quítame lo sucio, por favor!

La miro sorprendido y todavía confundido, se lo que me pide pero yo sé que debo llevarla al forense, pero la veo tan indefensa tan asustada, sus ojos suplicantes llenos de lágrimas, que acepto, lo hago por ella, porque ella lo pidió.

La beso, despacio, en estos momentos es un cristal que tengo miedo romper,  le abro mi camisa la dejo desnuda me saco la ropa y la vuelvo a besar necesito mucho sus besos, no sé cómo haré esto, estoy muy desconcertado para poder excitarme, sus besos ayudan y la penetro con cuidado tengo miedo hacerle daño, me muevo pero no quiero hacerlo fuerte lo hago pausado solo quiero que me vea así que fijo mis ojos en los de ella y sigo hasta sentir que esta lista para terminar me abraza y terminamos juntos.

No goce nada, todo el momento estuve preocupado, de una vez quiero que me cuente que sucedió.

- Ahora me contarás ¿qué paso? - pregunto abrazándola.

- No...

- ¡Darla, dime de una vez!- chillo.

- ¿Me puedes dar hielo? tengo un chinchón en la cabeza.

- ¿Un chinchón? - demonios porque no me dijo nada- ¿porque no me lo dijiste?

Me levanto y llamo al Dr. Brian Lewis mi médico.

-Dr. ¿Cómo esta? Necesito que venga lo más pronto posible, tengo una urgencia.

- Ricardo ¿estás bien?

-Doctor mi n o v i a - arrastró las letras, hasta ahora no se lo que somos- Esta con un golpe muy fuerte en la cabeza y quiero que la venga a revisar.

- Esta bien, allá voy muchacho.

Cuelgo el teléfono después la llevo a la cama la acuesto y me echo a su lado, no quiero que se dé cuenta de mi estado tengo síntomas de un ataque al corazón estos sofocos no son buenos para esta maldita enfermedad.

Llega el médico, lo llevo al cuarto después dejo que la revise. Me voy por un vaso de agua y tomo mis pastillas.

Doy vueltas desesperadamente hasta que sale el médico.

-¿Doctor cómo esta? - pregunto sin salir de mi preocupación.

-Fue un duro golpe, pero estará bien Ricardo, una semana de incapacidad, unos analgésicos y estará bien, la dejé dormida.

-Gracias Doc...

- El que me preocupa eres tú.

-Estoy bien, doc.

- Tienes una enfermedad cardíaca muy fuerte y sé que no estás bien, te revisaré.

- Esta bien...

Las noticias son las de siempre mi corazón está débil y en cualquier momento ninguna pastilla podrá parar lo inminente, se da cuenta que estoy a punto de tener un ataque y me da una pastilla de nitroglicerina para que pare, si ya se el procedimiento dejarla debajo la lengua y no tragarla, como si fuera la primera vez que la tomo.

Brian se queda hasta verme estabilizado y recién se va.

Voy a acostarme, tengo que estar temprano en la jefatura, meto mi nariz en el cabello de Darl,  me abrazo a ella y me duermo.

Despierto, son las tres y media de la mañana, tengo turno, estoy indispuesto maldita enfermedad, odio esas pastillas de nitroglicerina me indispone, pero debo olvidarme de la indisposición e ir a la jefatura, así que me pongo de pie.

Tomo una ducha me cambio de ropa, Darla duerme tranquila, después voy la cocina, preparo el desayuno para los dos y el almuerzo para Darla, le dejo una nota, tomo la ropa que ella dejo en el baño y me voy,  después de darle un beso.

En el auto comienzo a pensar que le diré al capitán para que Darla no testifique, la ropa será prueba y nada más, no pienso permitir que ella se someta al examen del forense, se darán cuenta que estuve con ella, no me cuidé ¿no me cuidé?, m****a no lo hice

A ver,  me concentraré en un problema a la vez, si comienzo a pensar en eso más, mi cabeza reventara.

Llego a la oficina es un caos,  Jake está con cara de pocos amigos, está molesto, fastidiado y muy preocupado.

-Bro, ¿cómo esta Judy? - pregunto acercándome a él.

-Mal Ricardo,  está muy asustada,  fue horrible ¿y Darla?

-Esta con una semana de incapacidad con un tremendo chichón en la cabeza.

-¿Podrá testificar?

-No creo, Jake no vio nada, la mejor prueba es su ropa,  la traje para que la analizará.

- Hay bro, tenías razón, tenía que pasar algo con ellas.

- No me gusta decir,  te lo dije, pero te lo dije, este caso no me gustaba.

Veo al capitán correr al despacho voy tras él.

- ¡Capitán!

-Ricardo, necesitamos a Darla para hacerle pruebas.- cuando lo escucho  me da una punzada en la cabeza.

-Capitán Darla no podrá venir, el médico le dio una semana de incapacidad,  le dieron un golpe muy fuerte en la cabeza la dejo inconsciente.

-Pero, así no podrá testificar...

-Traje la ropa, el forense encontrará pruebas, Judy los vio ella podrá reconocerlos .

- Sí,  estamos pidiendo al juez una orden de arresto.

- Irán los dos a arrestar a los malditos.

-Si Capi, Judy los reconocerá acá.

Salgo del despacho y voy donde el forense,  le dejo la ropa de Darla y vuelvo a mi oficina, ni siquiera son las siete y este día se pinta jodido,  tengo ganas de romper la cara de esos desgraciados, ya pensaré como desquitarme.

Mientras tanto "ahora sí,  Ricardo piensa en que no te cuidaste" si la embaracé, esto se pondrá peor, uno yo no quiero hijos, ya tengo a junior suficiente con él, dos moriré pronto en cualquier momento ayer el doctor lo dijo, m****a, espero que no esté embarazada.

¿Y si esta? Lo aceptaré, pero la idea no me gusta,  no quiero hijos, no puedo dejarla con un niño, hay que ser realistas yo moriré.

Mis pensamientos son interrumpidos por Jake que entra por la puerta.

-Tengo la orden, hermano.

-Bueno, vamos a romper algunos culos.

Vamos a la preparatoria los identikit que proporcionó Judy son bastante acertados encontramos a los malditos sentados en una de las mesas del campus.

-Detective Engels, él es el detective Johnson - exclamo mostrando mi  placas.

- Tenemos una orden de arresto para ustedes - intento controlarme, vaya que es difícil.

-¿Así tú y cuantos más? - pregunta uno desafiandome.

-Yo solo puedo romperte el trasero niñito. - respondo a regañadientes.

-Demuéstralo - se para y me empuja, Jake intenta detenerme pero tengo unas ganas locas de romperle la cara al hijo de puta, le suelto un puñete mientras el cae desorientado u muy lastimado.

- Muy bien chiquillo,  ¿quieres más o iras callado a la jefatura?, que Buenos amigos tienes corrieron desaforados, el detalle es que cada uno ya está agarrado no me creerás tan estúpido para no venir con refuerzos, ahora date la vuelta y colabora.

Le coloco las esposas y le leo sus derechos mientras Jake está con dos de ellos.

Los llevamos a la jefatura,  Judy los reconoce, por lo menos a dos y bueno los otros comienzan a cantar como canarios cuando los interrogamos.

-Les diste miedo bro, por eso hablaron, le rompiste la nariz al tarado ese.

-Se lo merecía, bueno, a

dentro no causarán más problemas.

-Eso sí, bueno hermano iré a ver a Jud la llevaré a casa, necesita descansar me llevaré a Arthur a mi casa para que pueda descansar mejor.

-Si es lo mejor Bro.

Llamo a Darla necesito saber cómo se encuentra.

-¿Hola? - pregunta un poco cansada todavía.

- Mi amor, ¿cómo estás?

- Bien, ¿a qué hora vienes?

- Dentro de unas horas, me hubiera querido quedar contigo pero no pude tenia turno.

- Lo sé, Richy ¿mi ropa?

- La traje a la jefatura y la dejé en el laboratorio, sabes que puede haber muestras y etc..

- Lo sé, ¿pero si me quieren hacer pruebas?

Le explique que no lo harán, yo ya arregle todo, se que esta preocupada pero para eso estoy yo acá.

- ... nos descubrirán - comenta con preocupación.

- No lo harán, tranquila, yo también estaba preocupado, no me cuidé y si el capitán te obligaba a hacer las pruebas, estábamos arruinados.

- Lo sé y...- Me llama el capitán a gritos y tengo que cortar - después hablamos.

Voy a su despacho disparado.

- Algo que nunca podre entender Ricardo es esa manía tuya de romper caras.

-Disculpe capitán le di un golpe, porque el me empujó y usted sabe que yo no aguanto pulgas -además quería romperle la cara al maldito, por mi mujer.

-Hay Ricardo,  está bien, pasa pero no te pases de peleonero yo se lo exaltado que eres.

-Si, capitán

Salgo del despacho y agarro la llave del bolso de Darla, que estaba con su ropa, me voy para su casa.

Llego,  busco una maleta, vacío todo cajón y ropero ella no vuelve acá, se queda conmigo ¿te la llevarás a vivir contigo Ricardo? Si lo haré, es demasiada angustia, ya acepte todo esto así que va con todo.

Dejo las maletas en mi auto y vuelvo a trabajar, muy bien Judy los reconoció y los meteremos adentro para que aprendan que es hacer daño a las mujeres, en serio que hubiera querido darle unos buenos golpes más a cada uno de ellos.

A las Siete llego a casa, voy al cuarto y veo a Darla dormir, me quedo medio bobo viéndola, es tan hermosa, unos segundos después ella abre sus hermosos ojos.

- Hola, mi amor- saludo sonriente.

- Ricardo, ¿Qué hora es? - pregunta desorientada.

- Las siete de la noche ¿Cómo estás?

- Mejor, aunque estos analgésicos me producen mucho sueño.

- Es obvio tienes que descansar, ah, traje tu ropa de tu departamento.

- ¿Para los días que me quede acá?

- No, mi amor traje toda tu ropa, te vienes a vivir conmigo.

- Ricardo, ¿no crees que me deberías preguntar primero?

- No, ya está decidido - cuando decido algo se hace lo que yo diga nena - oh, ¿no quieres?

- No sé, me agarraste en curva...

- ¿Te ayudo a que decidas?

- ¿Cómo?

Me acerco a ella, la beso, quería besarla todo el maldito día y ahora saboreó sus besos metiendo mi lengua para besarla mejor, saco las sabanas esta con una polera mía, se la quito prefiero tenerla desnuda.

Me saco la ropa la beso apasionadamente comienzo a meter mi boca por todo su delicioso cuerpo, llego al clítoris me gusta lamerlo, morderlo para que salte sé que le gusta porque gime de placer agarrándome el cabello sigo con mi felación le gusta lo goza me paro y voy a la mesa por un condón me lo coloco, el muchacho esta duro como piedra no ve las horas de enterrarse en esa deliciosa vagina me entierro en ella y comienzo a moverme al tiempo siento que ella tiene un orgasmo yo sigo necesito más, llega el momento en que siento que voy a terminar me muevo para que ella me sienta y vuelvo a sentir como se moja ese rato terminamos juntos. Me abrazo a ella y me quedo echado en su pecho me gusta oír su corazón.

Ves muñeca así yo convenzo, sé que no te negaras.

- Dime, ¿te quedaras?

- Sí, me quedare, pero no vale que utilices el sexo para convencerme o como excusa.

- Ok pero no lo garantizo - aprieto sus piernas- No puedo estar alejado de estas piernas.

Voy al baño desecho el preservativo y me echo a su lado la miro parece que estuviera en otro lado.

- ¿En qué piensas? - pregunto interrogante.

- En algo que me dijiste cuando hablamos por teléfono.

- ¿Qué te dije?

- Que no te cuidaste.

- Ah, - igual estoy preocupado, muñeca

Sé que está preocupada espero que no sea que la embarace mientras tanto prometo cuidarme y dejo de hablar tengo ganas de más,  así que la callo con un beso y le saco las sabanas para hacerle el amor una vez más.

Despierto al sentir los labios de Darla en mis abdominales, deliciosa manera de despertar.

- Buenos días, - la beso- buena manera de despertar.

- Tengo que ducharme, quiero ir a la jefatura.

¿Qué? Ella no va, está loca tiene incapacidad y se quedará no voy a permitir que vaya además le pueden pedir que declare y para colmo me salta con que esta aburrida.

- ¿Qué declaración? me golpearon la cabeza y no sé qué demonios paso en todo ese tiempo.

- No seas sarcástica.

- No es sarcasmo- o si mi amor eso es sarcasmo no iras y punto.

- Sabías que eres muy autoritario- soy muy autoritario acostúmbrate.

- Lo soy, no vas ¿quieres ducharte?

- Si.

- Pues vamos - la llevo a la ducha - deja la jeta, son pocos días.

Nuestra ducha no pasa de ser un encuentro erótico, no tenemos sexo pero si nos pasamos acariciándonos, besándonos y abrazándonos.

Salimos de la ducha me visto la meto en cama y me voy a a la jefatura

Llego al trabajo me la paso llenando informes, tengo que hacer el expediente de los desgraciados, el castigo de mi jefe por romperle la nariz a ese imbécil.

Después de un día aburrido llenando papeles me voy a casa, quiero ver a Darla, necesito estar entre sus piernas

Llego a casa, todo está con una luz muy tenue la enciendo y casi caigo de bruces al ver a Darla con un vestido rojo tan sexy que pongo los ojos como platos, me acerco a ella como un huracán la atraigo a mí y la beso desesperadamente, quiero sacarle ese vestido lo más pronto posible así que comienzo a subírselo acariciando sus piernas llego a su trasero y lo aprieto sigo besando sus labios, me para, quiere que comamos, va la m****a la comida, quiero follarla, que se enfríe no me importa, meto mi mano en su clítoris lo estímulo uno, dos, tres y le quito las bragas, voy por un preservativo me lo coloco la acomodo en el sofá y la penetro como me gusta fuerte y hasta adentro me muevo mientras acarició su cuerpo le muerdo los pezones para que ella grite de placer, sigo llega su primer orgasmo lo sé porque está muy mojada, quiero mas así que no paro, después de un momento su cuerpo se convulsiona teniendo un segundo orgasmo, tengo que seguir quiero más, necesito más.

Termino con una fuerte embestida, ella se abraza y tiene otro orgasmo, me encanta que se sienta tan bien conmigo adentro.

- Me agrada darte tanto placer tuviste por lo menos tres orgasmos.

- ¿Y tú como sabes?

- Son cosas que nosotros sabemos, mi amor hora de comer.

- ¿Y todo mi arreglo?

- Prefiero que estés así.

- ¿Desnuda? -oh si te quiero desnuda en esta casa, nena

Comemos pero la veo medio rara, tal vez es mi imaginación pero prefiero asegurarme.

- ¿Sigues preocupada? -pregunto.

- No, ya no - responde mirando al plato.

Decido soltar algunas cosas de mi vida, veremos si no sale huyendo

- ¿Sabes? Yo tengo un hijo...- lo suelto de una, debo contarle la verdad son cosas que no podré ocultar por mucho tiempo. Se nota la sorpresa en su rostro.

- ¿Qué? ¿Estas casado? - sonrío como si fuera un buen chiste, "casado no, ni loco"

- No, no estoy casado, pero sí, tengo un hijo, que lo tuve a los 12 años.

- ¿Perdón?

Estoy siendo sincero muñeca tengo un hijo, quiero que lo sepas, me comienza a hacer las preguntas que suponía iba a hacer, le explico que ya tiene 21 años y que no tengo más relación con su madre que él y que siempre me hice cargo de mis obligaciones, creo que es suficiente, al nombrar el ejército vuelve con la pregunta que meses atrás no respondí.

- Darla, - "Ah, ah eso no cariño no me preguntes por la maldita enfermedad".

- Cuéntame, estamos viviendo juntos, me estas abriendo las puertas de tu vida, creo que tengo derecho de preguntar - insiste.

- Es que no es nada agradable la razón, no sé cómo decírtelo - no es agradable contar que estas por morir en cualquier puto momento.

- Dímelo...

"Está bien, allá voy, a tanta insistencia"

- Estoy desahuciado- exclamó de un tajo y espero que no se escape de mi lado.

La veo ponerse palida, no articula palabra alguna,  prefiero ya decirlo todo.

- Desde mis 13 años,  cuando nací, nací con un problema cardiaco, los médicos le dijeron a mis padres que yo viviría hasta mis trece años y bueno comencé con varios tratamientos desde muy niño, siempre fui al que más cuidaban, tomaba y tomo un montón de medicamentos pero mis expectativas de vida fueron mejorando con el tiempo hasta embarace a una muchacha a los doce años, cuando pasaron los años mis padres se sorprendían que yo siga vivo, decidí tomar suerte y entrar al ejército Israelí pero mi mal no me permitió la entrada al ejército, me fui de Israel, quería probarme a mí mismo que podía seguir vivo y ser una persona normal, me vine acá y entre a la academia de Policías, mentí en mi certificado de salud, pero logre pasar y con honores, así entre a las Fuerzas Especiales - le agarro la mano- cada día que despierto para mi es ganancia, Darla, por eso te dije que te vinieras a vivir conmigo, no puedo darme el lujo de perder ese día por que puede ser el último... - Desde que te conocí, jure no dejarte -aunque no los garantizo mi vida, no sabes lo enfermo que estoy

La veo derramar lágrimas, me duele que llore por mí, suplico que no lo haga, le muestro mi bolsa de pastillas, tengo más de treinta frascos de medicamentos ella me mira sorprendida, "carajo esta es mi maldita verdad, si me amas la aceptaras"

Trato de consolarla está llorando demasiado y por mí, bah no vale la pena.

- Estoy bien, Darla, me desahuciaron cuando nací, les dijeron a mis padres que no viviría más de los trece años, tengo treinta y cuatro y sigo vivo, no pienses en eso, lo que más me molestaba cuando era niño es ser el niño cristal, que no corría, que no jugaba, que no hacia ejercicios, ahora levanto pesas, corro, he tenido varias mujeres y estoy bien.

- ¿Varias? - oh si cariño, digamos que perdí la cuenta.

- Celosa...

- ¿Cuántas?

- Más de las que puedo contar - me levanto de hombros e tenido muchas mujeres, no amores solo amantes a esto me refiero mujer, pero como sigue insistiendo- ...Darla perdí mi castidad a los ocho años, si, acepto he sido un mujeriego, hasta que te conocí, estaba con alguien cuando llegaste a la jefatura, rompí con ella porque no dejaba de pensar en ti. Te soy sincero, lo que ahora quiero es estar solo contigo, yo vivo el presente, porque sé que mi futuro no es lindo, supongo que todos deberían hacer lo mismo pero todos esperan que hay un día más, yo no, desde mis trece años.

Decido lanzar una bomba si ella lo acepta sabré que me ama sino la puerta está abierta para que se vaya y me deje con el corazón más destrozado de lo que esta.

- Se mi presente - le agarro la cara con las manos - vivamos cada día, hasta que Dios decida.

Me mira con los bonitos ojos pardos y asiente besándome, se queda, en serio me ama.

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