"La amo, Lo acepto"

Llego la mañana del lunes, ¡qué viaje horrible, de vuelta!, estando en primera clase, igual fue muy cansador e incómodo, pero ya llegué a Colorado, voy a mi casa en un taxi, el departamento de soltero que me compré después de mis locuras al llegar acá y de entrar a la Academia de Policías, está como siempre arreglado y limpio se nota que la sra Tons estuvo acá e hizo el trabajo de siempre.

Saco la ropa y me cambio, tengo que ir a la jefatura, después de almorzar me iré a enfrentar con mis sentimientos. Buscaré a Darla y veré que siento por ella, esto me está volviendo loco

Voy al restaurante de mis amigos como algo rápido, es suficiente no me entra nada, tengo el corazón en la garganta, ¿estoy emocionado? No, yo no me emociono por ver una mujer, nunca lo hice.

Llego a la jefatura, voy al despacho del capitán, ni bien llegó.

-¿Capitán? - pregunto entrando a su oficina.

- Que bueno que ya volviste, ¿Como te fue?

-Bien capi, tuve un buen descanso.

-Que alegría, ¿cuando vuelves al trabajo?

-Mañana mismo, me aburrí de no hacer nada.

-Muy bien, necesito mi brazo derecho, Jake es muy bueno en su trabajo pero tu eres excepcional.

-Gracias capi, me quedaré por acá, iré un rato a entrenar, estoy aburrido, no quiero volver a casa.

-Esta bien, muchacho anda

Salgo, voy al despacho de Darla la busco y no está, voy donde Judy, ella debe saber dónde se encuentra.

-Hola Jud...- saludo entrando a su despacho.

-¡Ricardo!¿Cómo estás? ¿Cuándo llegaste?

-Esta mañana llegué ¿y Darla?- no tengo ganas de contar todo mi viaje, quiero verla.

-Esta con Jake, tenía un caso, volverá más tarde ¿por qué?- me pregunta inquisitiva, sé a dónde va, no voy a caer en preguntas indiscretas.

-Tengo que hablar con ella, bueno cuando llegue le dices que estaré en el Gym, por favor -  sonrío con la sonrisa cautivadora que sé que le gusta.

-Esta bien, pero me debes una explicación.

-Aja, ok, algún día Jud...

-Eres un idiotin, Ricardo Engels.

-¡Pero así me quieres! - grito divertido saliendo de la oficina- me voy, hablamos más tarde.

Salgo riendo, se cómo manejar a Judy, y eso le molesta

Voy a mi casillero saco ropa y me entró al Gym, entreno un poco, me quedó toda la tarde, en la cabeza está Darla y esa emoción de verla que crece con cada golpe que doy a la bolsa de arena.

Llegan las seis, estoy sudado y cansado, muy cansado diría yo, otra vez me extralimité, así que debo tomar mis pastillas y después entro a la ducha.

Estoy duchándome tranquilo, pienso en Darla, en el viaje que solo sirvió para ver a mi familia, para mí, fue un viaje fallido la intención era otra, no pudiste dejar de pensar en ella ¿verdad? No pude, no me saqué de la cabeza a esa zafada.

Sumido en mis pensamientos, tengo la sensación de ser vigilado, doy la vuelta y miro a la puerta, Darla esta petrificada en la puerta; linda, como siempre, que me atrae para llevarla al medio de la ducha, camino hacia ella y la alzo,  ésta vez no hay ni un remilgo de su parte, se deja llevar por mí, la beso desesperadamente busco su lengua y la junto a la mía, mientras el agua cae entre nosotros , me desespero quiero tenerla ya desnuda, le saco la ropa mojada y sigo besándola mis manos corren por todo su cuerpo le doy mucha atención a sus hermosos senos se siente bien, esto era lo que quería y necesitaba, la desnudo y le quito las bragas de un zarpazo, lista ya, no pierdo tiempo y la penetro con fuerza ella grita, gime, me encanta, mi desesperación por poseerla es inevitable e infinita, con cada estocada me siento mejor y ya no puedo negar, estoy enamorado de ella, en el único lugar donde quiero estar es acá dentro de ella, terminamos los dos,  me clava sus uñas en mi espalda para avisar que llego al limite.

La traigo hacia mí y la abrazo echándola encima mío, pasa un rato y me doy cuenta donde estamos y que ella esta con toda la ropa mojada, se va a resfriar, nunca fui tan sobre protector con nadie, pero con ella me nace hacerlo,  la llevó afuera y le pido que se vista.

Mientras ella se cambia hago lo propio, estoy pensando en todo y ni se en que carajos me estoy metiendo, estoy enamorado ¿y ella? Bueno tengo dos opciones, como lo hice con todas las mujeres con las que estuve, o darle mi amor a ella.

Viviremos el momento es lo mejor, no quiero más.

La recojo en el vestuario dándole un beso en el cuello, me embriago en ese olor que ella despide, no sé si es perfume o ella huele a Jazmín y rosas pero me encanta.

La llevo a casa y la dejó allá quisiera quedarme pero tengo que ordenar mis ideas, por supuesto miento y le digo otra cosa, al estar en mi auto agarró mi celular y le mando un mensaje, recién me despedí de ella y ya la extraño, demonios este es un caso muy serio "estás enamorado, Ricardo"

Llegó a casa, todavía no puedo creer lo que paso y terminando la noche estoy en una relación y ni me di cuenta, no lo hablamos pero ella es mía y no quiero a otro cerca, así que decir que tenemos una relación es irrelevante, la tenemos y punto.

Despierto son las siete y treinta,  uno de los primeros días que no hago mucho lío por tomar las malditas pastillas, caigo en cuenta de que lo de anoche no fue un sueño y que comencé algo con ella, está bien, acepto que estoy feliz como un chiquillo.

Voy a recogerla, despampanante como siempre sale de la casa, no me la creo que esté viéndola como un bobo, le hago un cumplido y la meto al auto.

Llegamos a la jefatura antes de entrar un suave beso y cada uno para sus obligaciones.

El capitán me llama a su despacho, a la media mañana.

-Ricardo, necesito que prepares un plan para infiltrar a dos agentes a una preparatoria, hay un grupo que está violando muchachas y tenemos que llevar a los malditos a las autoridades.

Oh oh, esto no me gusta, ¿qué agentes? Espero que no esté pensando en Darla.

-¿En quién pensó capi? - pregunto intentando sonar lo más tranquilo que puedo.

-No lo supones, Judy y Darla son las indicadas, son bonitas y aunque son mayores tienen cara de jovensuelas.

-Capitán no me parece, y ¿si algo pasa?

-Se saben cuidar solas, Ricardo, tu sólo traza el plan y no refunfuñes más - ordena.

Hecho la cabeza para atrás, carajo, no, Darla no.

-Llámare a Darla y a Judy...

-Pero capitán... - intento hablar.

-¡Sin chistar detective! - exclama con el ceño fruncido.

Sale del despacho, gruñe llamando a Judy y Darla, me descompongo, no me gusta para nada este caso y Darla al medio es absurdo, tenemos oficiales más jóvenes que ellas.

Salgo del despacho, espero a Darla hasta que la veo correr a la puerta,  ella nota mi molestia tal vez piensa que es por ella, la suavizo poniendo mi mano en su trasero, ella me ve sorprendida e inquisitiva, la suelto por que llega Judy.

Me quedó escuchando al capitán las preliminares, Darla mete la pata con un comentario, intento no reír,  las ordenes ya están dadas.

- Jake y yo las cubriremos...- musito

- ...discretamente.

- Capitán, no son carnadas- estoy molesto.

- No es que sean carnadas, pero necesitamos que los identifiquen y es una orden, ahora salgan de mi oficina - gruñe.

Salgo de la oficina más molesto, tomo a Darla del brazo la llevó a un lugar apartado y le digo que no quiero que este en este caso, ella me responde.

- Gracias por preocuparte, Ricardo, pero se atarme los zapatos solita, no necesito que estes tras mío como mi cuidador, soy policía a esto me dedico, se cuidarme sola...

La sangre me hierve estoy escuchando bien, ¡lo hará! Pero yo no quiero. Y vuelve a responder que lo hará por que son órdenes

¡Mierda, no quiero que lo haga!, me tiene que hacer caso es necesario, estoy intranquilo, esto no me gusta, pero al escuchar sus palabras me entra furia y salgo tirando la puerta, por que tan sólo no me hace caso.

Entro a mi oficina, estoy como un demonio, no quiero que lo haga y me tiene que hacer caso.

-Bro, ¿esa carita?

-Hola Jake, supiste del caso de la preparatoria.

-Si, pero no podemos hacer nada, tampoco me agrada que vaya Judy.

-Tenemos que hacer algo, para cuidarlas.

-¿Que propones?- pregunto cruzando los brazos y me mira muy interesado.

-Iremos todos los días a recogerlas, nos haremos notar.

-Al capitán no le va a gustar, nada.

-¡Me vale m****a! no voy a permitir que les suceda nada.

-Está bien, porque son nuestras compañeras y hay que cuidarlas.

-Si Bro -Si Jake supiera que no solo es mi compañera es mi ¿...qué? Bah

Más tarde me voy a casa, estoy molesto, no quiero que este en este caso, demonios que hago, doy vueltas desesperadamente, no me gusta que me desafíen, respiro profundamente tengo que ir a hablar con ella.

Agarro mis llaves y tomo carretera sigo molesto pero no quiero que lo que estemos comenzando, lo que sea que es, se arruine por esto, además la convenceré tengo mis armas para hacerlo.

Llego a su puerta, pienso sorprenderla, llamo para que piense que solo quiero arreglar las cosas por teléfono.

-¿Hola? - pregunta soñolienta.

- Mi amor, necesito hablar contigo.

- Richy, no es momento...

- Por favor, disculpa lo de ésta tarde, tan solo quiero hablar.

- No se Richy, es tarde.

- No, no lo es, quiero hablar contigo, por favor

Toco el timbre, me dice que ya es muy tarde para que hable con ella y abre la puerta.

Su cara es de sorpresa al verme en el umbral de la puerta.

-¿Puedo pasar? -pregunto.

-Sí, claro - responde colocando los ojos en blanco.

Entro la abrazo con fuerza, oh si necesitaba el contacto, me acerco y la beso apasionadamente quiero estar con ella, la doy vuelta, su trasero está chocando mi erección, quiero que la sienta, mientras tanto le meto la mano dentro la blusa acaricio su suave piel la llevo al sofá le abro la blusa y suelto el sostén le doy vuelta quiero verla y que me vea acaricio sus senos,  los muerdo, los meto a mi boca estoy deliciosamente excitado,  pero no lo haré tan rápido,  quiero jugar un rato más con ella, la miro sé que me pide desesperadamente que la penetre todavía no nena, quiero jugar un rato más.

Bajo, comienzo a apretar su clítoris sin sacarle sus bonitas braguitas ella gime, quiere que ya esté dentro pero sigo desesperándola estoy con el muchacho duro como una piedra pero espero hasta que la braguita está completamente mojada sé que esta lista para mí, se la bajo y me desnudo, me coloco un preservativo y la penetro ella gime de placer, me encanta estar enterrado en ella, moverme entre sus piernas viéndola estremecerse entre mis brazos, le pido que acabe quiero que terminemos juntos, lo hace y con un par de estocadas termino yo, me hecho en su pecho, escucho su corazón agitado, me gusta el sonido.

Me paro, me pongo la polera y quiero convencerla que no haga ese maldito trabajo, pero ella terca con que lo hará, Respondo.

- ¡No voy a permitir que estés sola en esto y punto! quedamos con Jake que iríamos a recogerlas todos los días.

-El Capitán se va molestar con ustedes.

- ¡Al diablo, el capitán! me importas tu - la Atraigo y la beso - Si algo te pasa, y yo no hice nada, me muero.

- No me va a pasar nada.

- Igual, está decidido.

Después de una pequeña discusión la llevó al cuarto, le hago el amor, otra vez, es la primera vez que me quedo con alguien, yo no hago eso,  siempre fui de los que se viste y se va, pero ahora no, lo que menos quiero, es irme, al finalizar la atraigo a mí y la acuno hasta que quedamos dormidos.

Me despierto, ¿dónde estoy? Oh en casa de Darla, anoche me quede con ella, corro a mi chamarra, tomo un vaso de agua, sé que ella esta duchándose, así que tomo las malditas pastillas, no quiero que se entere, no es el momento que se entere de mi corazón roto.

Vuelvo a la cama tomo el control del televisor, no me importa que está dando, sólo disimulo encendiendo la tele.

Ella entra con su salto de ducha, la saludo ella se ruboriza graciosamente, me paro mientras ella explica que nunca vivió con nadie.

-Ah, bueno es que esto ha sido una excepción, yo tampoco viví con nadie. - comento mientras le doy un beso - podemos estarnos acostumbrando.

Entro a la ducha,  pienso que si me puedo estar acostumbrando a vivir con ella ¡estás loco Ricardo, te enamoraste y ni cuenta te diste!  me gustó despertar y verla, bueno es solo un decir, todavía no decidimos nada.

Salgo,  me visto y voy a la cocina ella esta ya vestida y muy linda, preparando el desayuno.

- Bueno bonita, es hora de irnos a la jefatura.

- Desayunemos y vamos.

- Ok, me gusta lo que estoy viendo, y no es precisamente la comida.

Se ruboriza y sonríe  después me pasa la comida,  otra vez intento convencerla por enésima vez de que no haga ese trabajo, pero ella no acepta, entonces nena, no te quejes de que yo vaya a cuidarte.

- Vamos, tienen que recibir órdenes para su... - !estúpido caso, m****a no me gusta!

- ...Trabajo, dilo, no estoy yendo al matadero.

- Ya te dije que no tengo buena espina con este trabajo, y siempre pasa algo cuando tengo este tipo de presentimientos.

Estamos por ir a la jefatura pero Darla me hace dar cuenta que estoy con la misma ropa de ayer, debo cambiarme así que debemos hacer una escala en mi departamento.

Subimos al auto, rápidamente me dirijo a mi casa, hay que apresurarnos .

- ¿Quieres entrar? - pregunto cuando aparco el auto.

- No, gracias, no confió en ti...- responde con picardía.

Sonrío ¿es un chiste?, tenemos trabajo, ahorita nada de sexo, ¿oh si? Eso ya me da ideas pero prefiero no hacer. Mejor entro, me mudo de ropa y me quito esas ideas locas.

Me cambio rápidamente después nos vamos a la jefatura, hice un plan,  pero me preocupa esto no es un chico que viola chicas inocentes, es un grupo de chicos, ni Judy, ni Darla podrán con un grupo de hombres, eso me tiene muy preocupado, debo aceptarlo.

Aunque a regañadientes, Darla y Judy aceptan resignadas que las vayamos a recogerlas y es lo que hacemos ese mismo día, a la hora de la salida.

-Bro, ¿crees que estará bien? - pregunta Jake un poco preocupado.

-¡Me vale que este mal! - respondo con torpeza - quiero cuidarlas, es absurdo, además somos sus compañeros, para eso estamos, para cuidarlas.

-Tu sabes que no son tan indefensas,  Darla es cinta negra en defensa personal y Jud tiene unos buenos ganchos, se sabrán defender.

-No me gusta Jake, prefiero seguir mis instintos.

-Ok, pero si nos descubre el capitán, olvídalo lo dejamos ahí.

-Claro bro, no tendremos de otra, nos suspenderán si no obedecemos.

Por unos días seguimos el plan, la recojo la llevó a su casa, y le hago el amor todas las noches, me quedo con ella hasta el día siguiente.

En la mañana del tercer día el capitán entra como un huracán a mi oficina y Jake está tras él.

-¿Sí Capi? - preguntó inocentemente.

-Les ordené que no sean obvios la investigación no está siendo fructífera por ustedes.

-Pero Capitán...

-...Nada Ricardo, esta noche no se aparecen y punto.

-Pero...

-Es una orden, detective -gruñe después sale con el ceño fruncido.

-Si señor.

No puedo hacer más, sale el capitán tal cual entro y doy un golpe al escritorio.

-!M****a!

-Nos descubrió, bro, ya me lo temía, ahora no podemos acercarnos a ellas.

- Hoy comeré con Darla, le diré que no iremos más.

-Yo le diré a Jud, ni modo hermano.

-Pues si...

Me desparramo en el asiento, sigo molesto, quiero que termine el maldito caso de una vez.

Al medio día me encuentro con Darla en la cafetería de la jefatura.

- Esta noche no iré, Darla.

- Te dije que tendrías problemas.

- Lo sé... - respondo mientras la abrazo.

- No Ricardo, estamos en la cafetería de la Jefatura, nos verán. - exclama empujándome.

- Me vale si pudiera boto todo lo que hay encima la mesa y te arranco la ropa y te hago mía aquí mismo -y lo hago nena, todavía no me conoces.

Ella me empuja y se sienta cruzando los brazos, le explicó que esta noche no iré a su casa, mañana tengo turno y tengo que estar muy temprano, y conociéndome me la follare toda la noche y no podre despertar para estar acá a las cinco de la mañana.

- Ok, tengo que irme - responde poniéndose de pie yo le tomo  del brazo, algo me molesta y lo único que puedo es conseguir una promesa.

- Si algo sucede, ven a mi casa, por favor, no vengas acá, no vayas en busca de nadie, solo a mí, ¿de acuerdo?

- Si, Ricardo, de acuerdo - le beso la mano y ella se va.

Voy a mi oficina todavía estoy molesto y preocupado con esto, tengo trabajo comienzo a hacer el expediente que tengo que llenar, mi cerebro no ayuda, estoy muy distraído, tengo que llenar un expediente y no tengo cabeza para hacerlo,  me frustra no poder hacer nada, en estos momentos.

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