"Samantha Sánchez"

Salimos del ascensor, nos vamos hacia donde está su auto que es un BMW, me abre la puerta del copiloto espera a que entre en el auto cierra la puerta y se da la vuelta para abrir el de piloto, se sienta cerrando la puerta, arranca el motor y nos dirigimos a un restaurante no tan lujoso, ya que se lo pedí o bueno se lo suplique.

Aparca el auto en un estacionamiento vacío y nos bajamos para dirigirnos al restaurante, pido lasaña con una limonada y él pide lo mismo con una coca cola, la mujer se va y después de que pasara unos minutos comencé a sentir que alguien me estaba mirando, volteó y veo que es mi ex, al instante que conectamos miradas me tenso por la forma tan penétrate en la que me mira, su mirada todavía tiene control en mí y comienzo a recordar cada momento en el que pase con él y en la forma en la que me trataba- ¿el que hace aquí? ¿No debería de estar en Argentina? -pienso, me volteó rápidamente con los ojos algo llorosos y veo que el iceberg no ha dejado de mirarme en todo este tiempo haciendo que me tome por sorpresa su forma de verme ya que era algo confuso y en un momento a otro veo cómo ve hacia mis espaldas en donde está mi ex novio sentado.

- ¿Quién es el chico que te está mirando con tanta intensidad? ¿es tu novio? -dijo con curiosidad y con un toque de ¿celos? ¿Porque el tan repentino interés? ¿y porque se ve celoso?

-Se llama Tomás y no, no es mi novio es mi ex novio-dije contestando a sus preguntas con mi mirada pegada a la mesa y con un tono algo triste, ah un me sigue doliendo lo que me hizo, pero ¿qué pasa conmigo? ¿porque se lo dije?

-Bueno en ese caso nos está mirando con odio así que yo digo que le demos celos, has lo que yo haga-me dijo decidido, me agarró de brazo y me acerca a él, veo como su cara cada vez está a centímetros de la mía y reacciono en el instante en el que me besa.

¡Me está besando! espera un momento porque rayos me está besando y hasta que por un momento se me viene a la mente lo que me dijo antes-has lo que yo haga-Y así fue, comencé a mover mis labios contra los suyos con suavidad y a la vez con timidez, sus labios son tan suaves y no puedo explicar esto que estoy sintiendo- espera ¡que no! ¡No digas eso Samantha es tu jefe y es un idiota, inmaduro y solo te está ayudando en desacerté de tu ex! Solo está siendo gentil por primera vez y es conmigo.

Me separe de él lentamente mientras abría los ojos lo mire a sus intensos ojos chocolates, el tampoco despegaba su mirada de la mía, esto se siente tan bien y no sé porque, al instante recuerdo porque habíamos hecho eso y aparto mi mirada, aunque no quisiera hacerlo y volteó en donde estaba mi ex y vi que ya no estaba así que me vuelvo a mi lugar y en eso viene la camarera a traernos la orden, comenzamos a comer sintiendo la incomodidad entre nosotros o bueno la mía tal vez.

Terminamos de cenar para después poder pagar la cuenta pero nos pusimos a discutir quien iba a pagar y al final ganó él, pago la cuenta y nos fuimos en su auto hacia la empresa, cuando llegamos me baje rápido del auto, sin decir nada y cuando estoy a punto de llegar a mi auto me detiene agarrándome del codo, me voltea y sin previo aviso me besa de nuevo con algo de pasión, quisiera seguirle el beso pero siento que esto no está bien, asique me separo de él bruscamente un tanto impactada por lo que hizo hace unos instantes.

-Mmm...me tengo que ir hasta mañana-dije sin verlo a la cara ya que me había sonrojado quedando como un tomate, aunque en esos momentos quisiera haberlo golpeado por haber hecho lo que hizo, pero por alguna razón no quería hacerlo, quería seguir probando de sus labios carnosos y suaves.

No dejé que hablara ya que me había ido hacia mi auto, montándome en ella al instante, cerré la puerta del auto, encendí el motor y me fui de ahí lo más rápido que pude.

(...)

Cuando llegué a mi casa, subí las escaleras hacia mi habitación, llegué a este, me desvisto, me baño y me pongo mi pijama, hago mis maletas y pongo la alarma a las 5:00 de la mañana y me acuesto a dormir.

A la mañana siguiente

Escuchó la alarma de mi celular sonar-Por fin pude cambiar el tono de esa alarma- me levanto perezosamente de mi cama, me estiró y me dirijo al baño, hago mi rutina diaria, voy hacia el closet, rebusco entre mi ropa algo cómodo para viaja en avión, me pongo mi ropa interior, un suéter y leggins negros con unas zapatillas blancas y un jersey de color rojo/anaranjado, me cepillo mis dientes, lavo mi cara, la seco y me pongo labial y larga pestañas.

Cuando ya estoy lista bajo las escaleras con las maletas, voy a la cocina y me hago un pequeño desayuno de fruta cortada, terminé mi desayuno con tranquilidad y me dispuse a lavar el tazón, cuando escucho que tocan el timbre termino de lavar y me dirijo a abrir la puerta, debe de ser Ethan, aunque no sé cómo rayos sabe mi dirección, miré la hora en mi reloj del celular antes de abrir la puerta y decía las 5:40am-Llego antes de lo pensado-dije para mis adentros.

Cuando ya estoy por abrir la puerta suena el timbre de nuevo asiendo que ruede los ojos con fastidio, me concentro en abrir la puerta y cuando lo hago veo a mi jefe en la entrada de mi puerta llevando un pantalón negro, zapatos negros y una camisa blanca con los tres botones sueltos.

Lleva sus manos metidas en el bolsillo de su pantalón haciendo que se vea sexy- ¡No Samantha deja de pensar en el de esa forma! –me dije a mi misma, deberá de estar pensando en cosas que no van a pasar y centrarme más en lo que estoy haciendo.

-Hola ¿cómo sabe dónde vivo? - dije algo desconcertada

- ¡Oh sí! hola Sr. Jonás ¿como esta? ¿cómo amaneció? -dijo con un notable sarcasmo el susodicho, al parecer alguien se levantó muy sarcástico hoy.

-Aja si ahora responda a mi pregunta anterior-dije con fastidio, deberé de soportar todos sus cambios de humor en este viaje.

-Bueno lo pusiste en tu expediente, además debo de saber dónde vive mi secretaria por si necesito algo urgente-dijo encogiendo de hombros para restarle importancia al asunto.

-Ah sí, es cierto, lo siento no recordaba que lo había puesto ahí y ¿bien? ¿Ya nos vamos? –dije para cambiar ya de tema, el solo asintió y me fui a buscar mis maletas para ya irnos, agarro mis llaves de la casa, salgo y cierro la puerta tras de mi con seguro, Jonás agarra mis maletas y lo sigo hacia el auto en donde hay un chofer ahí.

Cuando Jonás ya está dentro del auto, el chofer arranca y nos vamos de ahí-Sabes no quiero convertir esto en algo incómodo entre los dos por lo que paso ayer, solo hay que olvidar lo que paso y seguir yo como tu jefe y tu como mi secretaria nada-dijo el con simpleza, mientras yo lo veía sorprendida y con algo de desilusión, el en ningún momento dejo de mirar hacia el frente. Cobarde-dije molesta en un susurro para que no me escuchara.

Al llegar nos bajamos del auto sin decir una sola palabra más, el chofer bajo las maletas con ayuda de Jonás para después subirlo al avión privado y nos dirigimos hacia el avión en total silencio, este viaje será una total tortura y más para mí porque voy a estar con un idiota las 24/7, nos dieron nuestro puesto y quedamos uno al lado del otro, yo en la ventanilla y Jonás al lado mío.

Me siento en el puesto que escogí echándome para atrás quedando así recostada de asiento-Si quieres puedes dormir en el tiempo que estamos aquí-dijo haciendo que me sobresalte un poco ya que no me acordaba que estaba con él, cuando dijo eso por fin me permití relajarme y dormir un poco ya que estaba algo cansada.

(...)

Despierto sintiendo un peso en mi hombro, terminó de abrí los ojos, volteó en el lado en el que siento el peso y veo que es el iceberg durmiendo plácidamente en mi hombro, volteó en el lado derecho donde está la ventana y veo que ya estamos por aterrizar.