Capitulo 003

"Samantha Sánchez"

Me despierto por como el sol pegaba en mi rostro- ¡Espera! ¡¿El sol?! –me levanto con rapidez sin medir mi fuerza haciendo que me caiga del sillón en donde estaba dormida antes.

- ¡¿Cómo es esto posible?! No, no, no, no, no ¡me quede dormida! Maldita sea-dije para mí misma mientras busco en donde deje mi celular por última vez, cuando lo encuentro lo trato de encender, pero no tiene carga, maldigo para mis adentro y voy con rapidez hacia mi habitación, abro la puerta haciendo que se azote con la pared, pongo a cargar mi celular y me voy hacia el baño mientras me quito la ropa lanzándola a cualquier parte de la habitación y el baño, me adentro a la ducha y salgo en unos 5 minutos, para después envolverme en una toalla, salir e ir hacia mi closet y rebuscar que ponerme.

Cuando encuentro el conjunto que me pondré, lanzo la toalla a cualquier lugar de la habitación y comienzo a vestirme poniéndome primero mi ropa interior y después una falda de color entre caramelo y crema de rallas con un suéter de cuello de tortuga blanco con un saco del mismo color de la falda, unos tacones de estampado de serpiente, me cepillo los dientes, me maquillo sencilla, agarro mi cartera y celular al cual veo que tiene 40% de carga-tendré que no usarlo tanto-dije soltando un suspiro de cansancio, bajo las escaleras corriendo, llego hasta el living y veo la hora para ver si al menos podre desayunar, pero por lo que veo no podre ya que voy muy atrasada, agarro mi cartera y las llaves del auto, salgo de la casa no sin antes cerrar con seguro, me voy hacia mi auto, entro, lo enciendo y me voy hacia la empresa.

Cuando llego al edificio, estacionó el auto y veo a lo lejos que el auto de mi Jefe está aquí, abro demasiado mis ojos que parece que se me van a salir de donde están, me apresuro a subir el ascensor y me demoró como unos 5 minutos en llegar al último piso, ruego por todos los dioses en que él no me regañe por llegar tan tarde y dejar que me excuse al menos.

Voy hacia mi oficina rápido, me siento en mi escritorio y ordenó todo lo que esta tirado encima de esta, veo la hora en mi reloj y me sorprendo demasiado ya que llegue demasiado tarde y es la primera vez de años que me ha pasado algo así, pero soy interrumpida por el sonido del teléfono, contesto al saber que la llamada es del iceberg, le digo así porque cuando hablas con él, es muy hiriente y te da escalofríos como si tuvieras frío de verdad.

-Samantha te quiero ahora en mi oficina- dice en un tono de molestia-Creo que a alguien lo cogieron mal-pienso

- Si Sr. Jonás ya voy para…-no me dejo terminar cuando ya había colgado el teléfono.

-Santa madre ahora si en el lio que me metí y vaya que no tiene muy buen humor, este día será todo un reto para mí-pensé

Estaba caminando hacia su oficina pensando en cómo salirme de este lio que hice en llegar tarde por primera vez al trabajo, no me doy cuenta cuando ya estaba parada en la puerta del susodicho sin vida, toco la puerta esperando el pase, entró y veo que está sentado en la esquina de su escritorio viendo hacia la ventana, cerré la puerta detrás de mí, volteó hacia donde está el iceberg andante y veo que me ve expectante y con una gran cara de enojo, ya me estoy viendo empacando todas mis cosas para irme de esta empresa y llegando a mi casa a comer helado sentada en mi sillón mientras veo películas románticas mientras lloro porque los personajes no están juntos, después de estar en mi mundo pensando de diferentes maneras como me despediría y me largaba a llorar como niña pequeña en mi casa.

-Te preguntarás ¿por qué te llame? -dijo sin quitar su mirada de la mía ¿ya he dicho antes que sus ojos son muy intensos? Pues los son.

Me mira esperando a que hablara o hiciera un gesto, yo solo asiento con mi cabeza con temor y el continúa hablando:

-Bueno es para decirte que nos vamos y que también espero que no se vuelva a repetir lo de llegar tarde a trabajar, sé que eres buena y responsable en tu trabajo y que llevas algunos años aquí trabajando para mi padre y ahora para mí, por eso no te despediré-dijo levantándose en donde estaba para ir hacia su silla giratoria.

- Uf gracias señor enserio se lo agradezco, pero espere dijo NOS VAMOS-dije soltando un suspiro de alivio y remarcando él nos vamos, quede en un shock momentáneo y el me mira con una ceja alzada.

-Si como escuchó Srta. Sánchez-dijo con algo de burla y trato de no rodar los ojos, porque sé que le va a llegar lo egocéntrico en algún momento.

- ¿Y a dónde vamos? es que se me hace algo raro al saber que me iré con usted de viaje por negocios y además casi nunca me lleva con usted-pregunte con un poco de interés al saber dónde iríamos y trate de que mi voz no saliera tímida pero no lo logre del todo.

-Nos vamos a Argentina y la necesito para este viaje ya que usted sabe hablar en español y sé que vivió haya también o ¿todo lo que puso en su expediente fue mentira? Srta. Sánchez-dijo sin quitar su sonrisa al saber que me puso nerviosa o algo así

-No, si es verdad todo lo que puse en mi expediente solo que me tomo por sorpresa-dije asintiendo frenéticamente esperando a que prosiguiera, no puedo creer que vaya a ver de nuevo a esas personas que llame alguna vez "familia", pero es muy probable que no me los encuentre ya que la ciudad es muy grande, además me aleje de ahí con el fin de no volver a verlos más, eso se los contaré más adelante, cuando salí de mis pensamientos no me había fijado que mi jefe había terminado de hablar, hasta que en el momento que terminó me estaba mirando con sus ojos intensos y con su mirada seria de siempre.

-Lo siento no lo escuché ¿puede repetirlo de nuevo por favor? -dije con nerviosismo y arrepentimiento

- Claro pero la próxima me presta atención que no lo vuelvo a repetir, le había dicho que mañana esté lista a las 6:30 de la mañana, ya que la voy a pasar a buscar en mi auto y lleve algo para el calor, si quieres puedes llevar un traje de baño- al final dijo eso con un toque de picardía y trate de nuevo en no rodar los ojos por las tonterías que dice este tipo.

- Claro estaré lista a esa hora-le dije con un poco de molestia, me hizo una seña para que me fuera y lo hice sin rechistar, salí de su oficina logrando por fin rodar los ojos con irritación-¡¡Que hombre me tocó!!-pensé molesta

(...)

Seguí trabajando sin darme cuenta de que tenía unas inmensas ganas de ir a comer algo, ahora que recuerdo hoy no pude desayunar algo en todo el día, hasta que escucho como mis tripas reclaman por comer, miró la hora en el reloj de la computadora y veo que ya es muy tarde, me paro de mi silla, me estiró lo más que puedo y agarro mi cartera, voy directo a la oficina del iceberg y tocó la puerta escuchó un pase, no entro del todo en la oficina y veo que está sentado en su silla giratoria, escribiendo algo en su laptop con sus lentes puestos y con los 3 botones de su camisa suelta- Uh! Pero que sexy está, espera que acabo de decir ¡No! No puedes pensar así de él, es un idiota, tranquilízate Samantha- pensé

-Sr. Jonás vine para saber si podía irme a cenar y de paso ir a mi casa ya que es muy tarde-dije un poco apenada y con mis mejillas son rosadas-uf, pero que me pasa-pensé

-Claro ya que vas a ir a cenar voy contigo, yo también tengo hambre-dijo levantándose de su silla y dejando sus lentes para después agarrar su saco

¡Espera! ¡¿qué va a venir conmigo!?

Abrí la boca para reprochar, pero no pude ya que era muy tarde para decirle algo porque me quede tanto tiempo en mis pensamientos que ya se estaba dirigiendo al ascensor, fui corriendo tras el mientras lo llamaba y no me había dado cuenta de que estaba había entrado al ascensor y mi Jefe me estaba mirado esperando a que le dijera lo que iba a decirle.

-Le quería decir que no tiene que ir conmigo a cenar- dije sonrojada desviando mi mirada de la de él ya que en todo este tiempo no había despegado su mirada de la mía, como si quisiera ver atraves de mis ojos.

-Bueno pues ya que los dos tenemos hambre y hemos trabajado todo el día te voy a invitar a cenar y no quiero un no como respuesta, ya está decidido- me dijo con seriedad y viendo que iba a decirle que no, solo resople con cansancio y asentí, no iba a insistir más en el asunto porque es tan terco este hombre que te podría llevar hasta cargando como un costal de papas, lo digo porque se nota que es de las personas que insistentito que te cansas y aceptas, además lo veo algo raro o lo siento raro porque si salgo con él, todos los de la empresa creerán que ando con él o inventara chismes que no son ciertos o algo así, la verdad no sé, no quiero que me trate mal por algo que no es verdad.

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