Capítulo V

Capítulo V

Ellas atónitas observaron a Dan con una expresión de asombro en su rostro, luego se miraron unas a otras, y finalmente las tres observaron el rostro rojo de Cindy, que en ese momento quería meterse en cualquier lugar fuera de allí, para ella estar en esta situación la cual era muy fuera de lugar, se notaban los celos en las miradas de las tres, las cosas estaban bastante complicadas para ellas y para Cindy, mientras Dan empezaba a tener una sonrisa en su rostro.

-Chicas dejen a Cindy, no lo hizo a propósito para conquistarme, además es muy difícil conquistarme con eso.- Dijo Dan mientras se reía y se alejaba de ellas hacia la cocina nuevamente. Las cuatro observaban la espalda de Dan mientras se alejaba y esperaron que se encontrará lo suficientemente lejos para hablar con comodidad.

-¿Qué rayos fue eso?- Dijo la profesora Linda justo cuando Dan estaba lo suficientemente lejos de ellas.

-Dan lo sabe todo, además de gustarme me da cierto miedo.- le dijo Andrea.

-No lo creo, debió de intuir algo, pero no es seguro que sepa de nuestro plan.- Dijo Ivonne.

-Chicas, para serles sincera… hasta un niño de tres años se daría cuenta de que las tres quieren conquistar a Dan, pero son demasiado obvias, están siendo muy irracionales, ustedes no pueden andar por allí culpando a cualquiera de querer conquistar a Dan, además de que Dan no el tipo de chico que le gusten las cosas así.- Respondió Cindy saliendo por primera en su vida de su zona de confort, y hablando firme a las chicas que querían conquistar a su compañero.

-¿Cómo que Dan no le gustan las chicas como nosotras? ¿Sabes algo que nosotras no? – Interrumpió Ivanna a Cindy mientras le lanzaba una mirada de furia absoluta, eran pocas las veces que alguien trataba de contradecir las cosas que ella decía, como una persona de autoridad e influencia en el instituto todos le mantenían un respeto absoluto, pero por primera vez en mucho tiempo Cindy le había dicho algo que la estaba incomodando demasiado, además de que Cindy no era del tipo de chicas que hablará de esa manera, al parecer la estaba desafiando, o al menos eso sentía ella.

-Sí, es correcto. Habla ¿Qué sabes tú que nosotras no?- Añadió la profesora Linda.

-No es necesario ser una adivina para darse cuenta que a Dan le gustan las chicas que sean más intelectuales que aquellas que demuestran o derrochan belleza, entre ustedes la profesora Linda es la que lleva el primer lugar, en segundo podría decirse que es Ivanna, mientras que el tercero lo tiene Andrea, pero se le nota también que no le gusta mucho la autoridad, a mi parecer ese chico es algo rebelde, aunque eso no puedo afirmarlo debido a que no lo conozco aún, pero puedo decir que es así, por lo que ahora tomando esos dos aspectos podemos decir que la profesora Linda mantiene un primer lugar, Andrea pasa al segundo y Ivanna llega al tercero. Aunque no sé si todo lo que digo es totalmente correcto esas son las posiciones de ustedes frente a Dan, o bueno sus posibilidades de conquistarlo.- Dijo Cindy con admiración en ella misma por su poder de deducción.

-Sí, pensándolo bien, Cindy tiene mucha razón. ¿Puedes ayudarnos?- Dijo la profesora Linda.

-¿Ayudarlas con qué? ¿A conquistarlo?- cuestionó Cindy.

-A dos cosas. La primera de ellas sería a deshacernos de las chicas que lo rodean, pudimos deshacernos de algunas, pero aún quedan muchas más. Y la segunda sería ayudarnos a conquistarlo.-

-Pero ¿Qué gano yo con eso? Además para serles sinceras no creo que pueda ayudarlas.-

-Te empezó a gustar Dan también ¿Verdad? –

-Bueno no es que me he enamorado de él, pero si pienso que sería lindo conocerlo más a fondo, como persona y como amigo, solo eso no creo que suceda nada más entre él y yo.-

-¿Qué te parece compartirlo con nosotras? Si quieres claro, pero debes saber que lo compartiremos las cuatro solamente, ya nadie más.-

-¿Qué compartirlo? ¿Cómo es eso?- Preguntó Cindy, con sus mejillas tan rojas como el carmín, nunca había hablado acerca de esto, y menos aún con estas chicas, además de que nunca antes le había atraído un chico, esta era su primera vez, Cindy nunca había tenido siquiera un novio.

-Sí, verás nosotras queremos conquistar a Dan, pero sabemos lo difícil que es, tú tienes un buen sentido deductivo, además nos dimos todos cuenta ya que te gusta Dan, no puedes negarlo, tus ojos te delataron, las mujeres no fallamos en eso, nosotras no tenemos ningún problema en compartirlo contigo, pero tienes que ayudarnos.- respondió la profesora Cindy.

-¡Yo no estoy de acuerdo!- Dijo de repente Ivanna, para ella Cindy la había desafiado, además de dejarla de ultima frente a Andrea y Linda, eso para ella era indignante, estaba realmente molesta.

-Pues yo creo que debemos aceptarla, pero ahora sí no más porque entonces sería muy extraño, ya las cosas serían mucho más complicadas, creo que Dan se terminaría volviendo loco.- Añadió Andrea.

Ivanna estaba muy molesta, pero para ella algo era razonable la proposición de Linda, con Cindy a su lado, el equipo para conquistar a Dan estaría completo y podrían hacerlo, pero a nivel personal Cindy tenía algo que no le gustaba, para ella Cindy era una niña tímida mimada de papá y mamá, aunque ambas eran parecidas, ella no quería aceptar ese hecho. 

Justo en ese momento suena el teléfono de Ivanna, ella miro su pantalla y un texto muy dulce se veía en el identificador de llamada “Padre” juntos con dos corazones se podía observar en la pantalla, ella no dudo más y tomó la llamada.

-Hola papá. ¿Sucede algo? – Ella sabía que su padre casi nunca la llamaba y si se estaba comunicando con ella era por una razón más que evidente, era una señal de peligro para ella.

-Hola hija, me dijeron que estas en un día de excursión ¿Verdad?- dijo rápidamente el padre de Ivonne con voz temblorosa y preocupada.

-Si papá así es.- respondió ella mientras se alejaba de las chicas quienes seguían hablando de muchas cosas con respecto a sus planes, aunque la decisión no estaba del todo tomada, se alejó para escuchar mejor la voz de su padre, ella tenía el presentimiento de que algo estaba sucediendo.

-Hija… tengo que decirte algo, la verdad… es que estamos en una situación bastante inestable, el país puede caer en guerra, estamos haciendo todo lo posible porque no suceda, pero la realidad es que no creo que podamos evitarlo, hace unos minutos hablé con el padre de Andrea y con el de Linda, queremos que las tres se queden lo más pegada que puedan a Dan, él puede ser la única persona que tenga la capacidad suficiente para protegerlas, su vida va a depender de él por un tiempo cariño.-

-Papá ¿Me lo dices enserio?-

-Nunca jugaría con algo tan delicado, por ahora la capital no está en riesgo, pero solo es cuestión de tiempo, también sabes que nuestra fuerza militar no es tan fuerte.-

-Pero debe haber alguna otra cosa que podamos hacer.-

-Hija… creo que ni Dan podría controlar esta situación, y por favor comunícame con él, necesito hablarle para darle algunas instrucciones.- Le dijo el padre a su hija mientras no dejaba el tono de angustia bajo una voz calmada.

Ella sin dudarlo se fue hasta la cocina donde estaba Dan.

-Dan ¿Puedes venir un momento por favor?- Le dijo Ivanna, las demás estaban atónitas, ellas no sabían la razón por la cual, ella se había dirigido a hablar con Dan. Dan al observar el rostro de preocupación de Ivanna, inmediatamente se dirigió hacia a ella.

-¿Qué sucede? ¿Estás bien?- Preguntó curiosamente Dan.

-Por favor toma esta llamada, es mi padre… él quiere hablar contigo.-

-¡Oh! Está bien, veremos que desea.- Tomó el teléfono y lo coloco en su oído para hablar. – Buenas, señor presidente. ¿Desea hablar conmigo? –

-Joven Dan, espero te encuentres bien, joven iré directo al punto debido a que no puedo perder nada de tiempo, las cosas están muy caóticas en todo el país. Una guerra contra Frizburg está por llegar, tratamos de ser diplomáticos pero ellos quieren parte de nuestro territorio y disfrazaron una especie de altercado con la mafias aprovechando la situación de estos días, como todo el mundo político sabe que fuiste tú quien ayudo a detener este altercado se tiene en respeto, por eso quiero pedirte que cuides del instituto y de las personas que allí están, pero más encarecidamente quiero pedirte que por favor cuides a mi hija Ivanna, ella es mi único tesoro vivo, y tú eres el único que puede protegerla, además tengo que pedirte que también protejas a la profesora Linda y a la señorita Andrea Di Giglio.- A pesar de estar en una situación crítica, el padre de Ivanna no iba a perder la oportunidad de hacer que todos ellos se volvieran más cercanos, por esa razón también había hecho esa petición.

- Señor presidente, permítame intervenir, puedo ayudarle lo suficiente para que las cosas no se salgan de control.- 

-¿Estás seguro? Esto no es igual a la pequeña guerra de mafiosos en Hamityville, es una verdadera guerra singular, un pequeño error puede resultar en una catástrofe.-

-Estoy más que seguro al respecto a ese tema, puedo ayudarle sin ningún inconveniente, estoy seguro de poder solucionar las cosas.-

-Está bien Dan, te creo… ahora dime si necesitas que te colabore en algo.- 

Dan se alejó de la multitud y se dirigió hasta un lugar donde no había nadie, desde allí empezó a darle algunas instrucciones a el padre de Ivanna, quien estaba muy impresionado con la actitud del joven, a pesar de tener tan solo 18 años de edad, era más impresionante de lo que parecía.

Al cabo de unos 10 minutos hablando, Dan le regresó el teléfono a Ivanna.

-Tranquila todo estará bien, lo prometo, vamos a estar muy bien y seguros.- Le dijo Dan a Ivanna con su típica sonrisa calurosa que hacía a las mujeres suspirar y sonrojarse. – Ahora espera con las chicas voy a terminar de preparar una deliciosa comida para todos acá. – le hizo guiño con su ojo derecho y se dio la vuelta para regresar a la cocina, solo le llevo 30 minutos preparar una pasta increíble con salsa italiana, de tomate y queso derretido, mientras que por otro lado estaba haciendo una exquisita carne a la parrilla con unas atípicas papas fritas, todos estaban asombrados las habilidades de Dan no dejaban de sorprender a nadie.

-¡La comida esta lista!- Dijo Dan mientras terminaba de apagar la pequeña cocina a gas que habían llevado.

En un segundo todos los estudiantes estaban rodeándole mientras él les servía el plato que quisieran, las chicas casi todas prefirieron la pasta a la salsa italiana, mientras que la mayoría de los chicos prefirió la carne a la parrilla con papas fritas, aún ninguno sabía acerca de la guerra que se aproximaba, por esa razón estaban todos calmados y divirtiéndose mucho. Pero al cabo de 30 minutos más, llegaron varios autos, primero eran autos negros típicos de una persona en particular, el padre de Andrea era la única persona en todo Hamityville que utilizaban unos autos tan característicos y además el sello legendario de los Di Giglio estaba al frente de cada auto, era una especie de logo con una D y G entremezcladas, era el símbolo de los hombres de Di Giglio y de esta familia de la mafia, Andrea quedo estupefacta al observar la situación, detrás de ellos varios autos militares, y policiales, todos con una guardia de motorizados de la policía a su alrededor, y detrás autobuses escolares del instituto todos repletos de personas, además de un centenar de Campers de lujo que llegaban para acomodar a todas las personas en el lugar.

Las ordenes de Dan era que trasladaran a todas las persona que quisiera proteger a la montaña estarían más seguros con él allí, además esa montaña era un lugar bastante grande, y pocas personas subían a la montaña a menudo, por esa razón era un lugar perfecto para esconderse, también le dio instrucciones al presidente para asociarse con la mafia en fin de proteger a todo el país, en ese momento todas las mafias estaban bajo las órdenes del presidente, y pidió un equipo para realizar un trabajo especial desde la montaña así como algo de protección en caso de que sucediera algo inesperado, un hombre más que táctico y precavido. El padre de Andrea estaría menos preocupado si Andrea estaba también bajo la protección de sus hombres por lo que envió también algunos de sus hombres para protegerla.

Del primer carro que dirigía a los autos militares y policiales descendió un hombre de estatura promedio, unos treinta años de edad, con aspecto rudo y firme, poseía una cicatriz en su rostro que mostraba su rudeza en batalla así como un parche en su ojo izquierdo parecido a cual pirata de antaño. 

-Buenos días, soy el general Pablo Stevans, vengo acá a colocarme bajo las órdenes del Comandante Dan. ¿Dónde se encuentra él?- Dijo el militar, mientras que las cientos de personas descendían de los coches y los campers buscaban la forma de posicionarse todos tratando de buscar un lugar para estacionarse de forma cómoda en el bosque.

Todos voltearon hacia Dan el cual aún se encontraba sirviendo algunos platos de comida de aquellas personas que estaban repitiendo por segunda vez una ración de comida, Dan terminó de servir los platos en silencio, se quitó el delantal que aún llevaba puesto. Colocó un rostro muy serio.

-Yo soy el comandante Dan, y a partir de este momento todos ustedes se encuentran a bajo mis órdenes. ¿Entendido?- Dijo Dan con voz de mando firme y rudeza en su rostro.

-¿Tú?- Pronunció el general Pablo con rabia en su rostro, como podía estar él bajo las órdenes de un pequeño adolescente.

-Sí, y a partir de este momento se dirigirá a mí como usted general. ¿Entendió?-

-Esto debe de ser un mal chiste del ministro, como es posible que nos ponga bajo las órdenes de un pequeño charlatán, conozco de su contribución a la pequeña guerra entre las mafias, pero esto es absurdo.-

-¿Usted tiene una mejor idea? ¿Qué no conlleve a una guerra directa entre dos países? ¿Qué no deje una sola muerte en nuestro territorio o en el de ellos? Si es así, exprésela general.-

A estas palabras, el general se quedó en silencio unos instantes y luego tomó su teléfono celular, tecleó su teléfono durante unos minutos y luego se dispuso a realizar una llamada, el resto de las personas se encontraban boquiabiertas por todo lo que sucedía, además para ellos era una novedad que el país fuera a caer en guerra en un tiempo tan corto, la verdad era una idea que aterraba mucho.

-Señor, espera que me someta a las órdenes de un joven de apenas 18 años. ¿Es enserio?- Cuestionó el general muy molesto.

Luego frunció el ceño, los demás militares estaban esperando la orden, mientras que los hombres de Di Giglio se pusieron de forma inmediata bajo las órdenes de Dan, el general al parecer estaba escuchando cosas que no eran de su agrado, la verdad era bastante incómodo para una persona con tanta experiencia en batallas, estar bajo las órdenes de una persona menor que él, pero al parecer era una decisión indiscutible, estaba en una posición difícil acerca de lo que podía decidir en su vida, si quedarse o irse.

-Está bien señor, pero si ese joven no logra el cometido yo mismo lo haré pagar por su insolencia. Señor pero por el amor de dios. ¿Por qué le defiende tanto?…Está bien señor… Sí señor.- Terminó la llamada, todos observaron con detenimiento aquello que podría suceder en ese momento.

El general observó su teléfono unos instantes más y después de varios segundo se dio la media vuelta para quedar frente a frente con Dan, lo miró durante al menos un par de minutos, la tensión se podía sentir de forma inminente sin hacer absolutamente nada ambos estaban en un punto de tensión como para cortar un cabello en el aire, absolutamente nadie podía hacer ningún ruido, esto era más que aterrador, todos estaban en un completo silencio esperando la palabra de alguno de ellos, y entre ellos se miraban esperando dar la victoria de alguno, aunque los resultados eran más que evidentes, por la llamada se podía decir que era Dan el ganador de aquella pequeña contienda por poder, pero era un momento más que interesante.

-Se puede decir que es un hombre interesante… comandante.- Dijo por fin el general Pablo. –Muchachos armen el campamento, nos quedamos unos días, para que el comandante estrella haga lo que piensa hacer.- Al terminar las palabras los policías tanto el cuerpo militar que se encontraba en el área empezó a moverse para armar la base que le serviría a Dan. 

-Alto a todos, tengan en mente que yo doy las órdenes, y no preocupen… no estarán mucho tiempo por acá, solo necesito algunas cosas, pero yo las pediré, el resto vuelvan a los autos, deben de estar prevenidos ante cualquier incidente.- Intervino Dan, todos le observaron con más duda que nada en sus rostros, por lo que miraron al general, quien les asintió para que obedecieran la orden de Dan, el resto de los estudiantes estaban sorprendidos.

-Usted es algo fuera de lo común comandante.- Le dijo el general Pablo haciendo un enfático sonido de burla cada vez que pronunciaba la palabra “comandante”.

-Sí… soy una persona que usted no conoce general, y espero que se mantenga como una persona seria y comprometida, acá no vinimos a jugar como niños, ni mucho menos quien tiene más autoridad, acá vinimos a resolver un conflicto internacional, espero que tome muy presente las palabras que le estoy diciendo general, sino la suerte no le favorecerá para nada. ¿Entendió general?- Su voz se pudo sentir en todo el lugar, además que todos los militares pudieron sentir la voz de mando de Dan.

-Sí señor, está bien.- Dijo el general Pablo, al parecer ese joven era más interesante de lo que parecía a simple vista, todos estaban asombrados con la autoridad a la cual le había hablado a un general, las cosas estaban fluyendo de forma pesada.

-Bien muchachos, todos a los campers, ya esto no es un día de excursión normal, así que por favor retírense. General vamos a uno de los autos a hablar usted y yo, Linda, Andrea y Ivanna se quedan acá y esperan que yo salga.- Dijo Dan mientras todos se retiraban a sus campers.

-¿Y Cindy? Ella no está del todo bien, lo más aconsejable es que se quede junto a ti.- Linda intervino, tenía que incluirla en el equipo a como diera lugar.

-Sí, tiene razón profesora, por favor acompáñenla mientras yo habló con el general.- 

-Sí… está bien, vamos chicas.- La profesora Linda tomó de la mano a las demás chichas y partió hacia la el lugar donde estaba sentada Cindy esperando sentirse un poco mejor.

-Bien general necesito un camper completo con la mejor tecnología hasta los momentos, vamos a monitorear al enemigo, además de verificar ciertas cosas para poder saber por dónde lo vamos a sorprender.- Dan suministrando órdenes para dar así con el culpable de que se desatase esta guerra absurda.

-Está bien comandante, ya le haré llegar lo que me acaba de ordenar.- Dijo el general mientras se retiraba del lugar. Al cabo de unos minutos llegó un camper nuevo al lugar. El general Pablo salió de su vehículo mientras se dirigía hacia Dan que se encontraba en la parte trasera del auto esperando que llegará el pedido que hizo.

-General, se ha tardado más de lo que esperaba.- Dijo Dan al ver al general Pablo acercándose a él.

-No sé preocupe comandante, ya su pedido está acá. Le traje un auto con todos los requerimiento que me hizo, posee lo mejor de lo mejor en tecnología, además me tome el atrevimiento de traer algunos de los mejores hacker de todo el país señor, veamos qué podemos hacer con todo esto.- Respondió el general con cierta frialdad además de añadir lujuria en sus palabras.

-Perfecto general, espero que se quede conmigo para que disfrute como se puede hacer caer un país en fracciones de segundos.- 

-No me lo perdería por nada del mundo… Comandante.- 

Al intercambiar estas palabras Dan se acercó a las chicas y se las llevó junto con él al Camper tecnológico, cuando Cindy se fue a levantar estaba mejor, pero aún le dolía un poco el tobillo, por lo que Dan no dudó en cargarla en sus brazos y llevar al camper, al entrar el vieron como era esa majestuosidad por dentro, poseía alrededor de veinte o más computadoras, además de varios televisores de dimensiones extravagantes, dos jóvenes estaban sentados frente a las computadoras, mientras que en el camper también había un espacio para descansar, un total de cuatro camas litera, un baño y una cocina, un espacio amplio con otros objetos tecnológicos y así estaba el camper más tecnológico de todo el país.

Naim traslado a Cindy a una de las camas, la colocó allí acostada, Cindy estaba totalmente roja, era la primera vez que un hombre la tocaba de tal manera, por lo que ella estaba avergonzada y por otro lado, muy contenta de que Dan se preocupará tanto por ella. 

Las demás se sentaron en las camas que estaban alrededor, eran cuatro exactamente al parecer para ellas.

-Buenas noches caballeros, a partir de este momento tenemos una misión, ver la fragilidad de nuestro enemigo, general quiero un informe detallado acerca de Frizburg, todo lo que inteligencia nacional tenga sobre ellos, y nosotros nos dedicaremos a hallar sus debilidades más notorias, para poder atacarlos.- Dijo Dan, los jóvenes hackers ya habían escuchado de la fuerza y la autoridad del joven Dan del instituto, por lo que siguieron sus órdenes sin cuestionar nada. 

Dan se sentó también en otra de las computadoras, mientras que el general Pablo chateaba por su teléfono, la escena duro así durante unos poco minutos, de repente la puerta del camper sonó, el general se movió para abrirla, al abrir la puerta un joven soldado le saludo de inmediato.

-Señor, acá están los documentos que nos solicitó. ¿Alguna otra cosa señor?-

-No ninguna, puede retirarse.- 

El joven se dio la media vuelta sin bajar su mano de la altura de la frente del típico saludo militar, al estar de espaldas al general fue que finalmente bajo su mano, y camino para irse, el general cerró la puerta y le entregó la carpeta a Dan.

-Tenga Comandante, estos son los documentos que usted me solicito hace unos instantes.- Le dijo el general a Dan estirándole la mano con los documentos. Dan los tomó y de inmediato hizo una rápida revisión de ellos.

-Este hombre es que el lidera las tropas que están en las fronteras ¿Correcto?- Preguntó Dan, mostrando la foto de un hombre de unos cuarenta años, con cabello y barba prominentes y voluptuosa, además de tener los ojos claros, nariz perfilada y pómulos prominentes. 

-Sí, ese es el general Strinki, un hombre fuerte y vil, nunca ha perdido una batalla, siempre sale victorioso.- respondió el general con admiración en sus palabras.

-Perfecto ya tenemos al primer pez gordo.- 

-¿Cómo así?-

-Pues sí general, hace un par de meses se hizo público un documento que daba fe de que este general encontró un cargamento bastante grande de sustancias ilícitas, entre ellas; armas, sustancias psicotrópicas, incluso el tráfico de mujeres estaba involucrado en este incidente, algo bastante inusual paso… todo esto desaparecido de forma repentina, nadie sabe dónde están esas más de veinte mujeres, a sabiendas de que cientos de personas denunciaron la desaparición de esas chicas, este hombre tiene algo que ver con este incidente, estoy seguro que podemos sacarlo del camino, tenemos que hacer pública cierta información acerca de este hombre, también de allí podemos ver quién más está implicado y sacarlo del camino, un caos interno, para hacer que ellos vayan a ocuparse de sus asuntos y nos dejen en paz, pero esa sería una solución temporal, lo que debemos hacer es erradicar el problema de raíz. Al parecer es algo de territorio, pero estoy seguro de que hay más cosas involucradas, pero no hay problema lo descubriremos pronto.- 

El general observó a Dan con una curiosidad más que obvia, fue una curiosidad que arropó el rostro de todos en el camper, ese joven era más que un simple estratega.

-Bien muchachos, quiero que logremos saber todo acerca de este hombre, intervengan absolutamente todo acerca de él, quiero saber incluso cuántas veces va al baño, así que a trabajar- ordenó Dan. El grupo de hackers empezó a trabajar a su ritmo, él también era un hacker informático, uno que sorprendió a todos, debido a que trabaja incluso más rápido que los chicos que estaban con él, en menos de media hora reunieron toda la información y los teléfonos estaban intervenidos con un programa de escucha, estaban revisando sus conversaciones cuando uno de los hacker gritó.

-¡Bingo! Señor encontré lo que estábamos buscando.- Dijo uno de los hackers mientras señalaba el monitor frente a él.

-¡Eureka! Te encontramos.- Dijo Dan mirando también el ordenador, la curiosidad del resto era más que evidente.

-¿Qué encontraron?- preguntó el general Pablo.

-La llave que pondrá tras las rejas al general Strinki.- Respondió Dan sacando su teléfono para hacer una llamada. Tecleó y luego se lo colocó cerca de los oídos. – Hola ¿Cómo estás?... Me alegro, fíjate necesito un favor tuyo, necesito que hagas lo de siempre con la información que te voy a enviar, debes de actuar en menos de 10 minutos, es para evitar un conflicto entre países. ¿De acuerdo?- Dijo Dan mientras hablaba por teléfono.

Todos lo miraban con impresión en su rostro, por primera vez, algunas persona estaban observando a un genio en todos los aspectos, trabajando por conseguir una paz que al parecer era más que evidente. 

Dan envió la información. – En unos minutos podremos observar el poder que le digo general.- habló Dan, luego encendió el televisor en el canal de noticias y se sentó en el sofá, los demás lo observaban con gran curiosidad, después de unos minutos una noticia de último momento puso a todos con las bocas abiertas totalmente, solo Dan estaba allí inmóvil.

En la franja del noticiero decía lo siguiente: “Varios generales y senadores de Frizburg arrestados estar por estar implicados en el tráfico de personas entre otras cosas ilegales”

-Ante un conflicto armado que era más que evidente, la Policía internacional detuvo a varios funcionarios de alto rango del gobierno de Frizburg, varios generales están implicados en hecho irregulares, por ello fueron llevados ante la justicia, entre ellos podemos nombrar al general Strinki, el general Rosterr, entre otros de relativa importancia en el país, además de haber más de veinte senadores implicados en hechos delictivos, actualmente se investiga si el presidente y parte de su gabinete se encuentren involucrados en estos hechos- Dijo el reportero, mientras que en la pantalla estaban las imágenes de la captura del general Strinki así como de varios senadores del gobierno de Frizburg.

-En otras noticias podemos agregar que más de un millar de tropas que estaban cerca de la frontera de Frizburg con Orgonum, estaban realizando un simulacro de asalto en caso de que se caiga en una guerra internacional.- Dijo el reportero mientras se observaban las imágenes de cientos de soldados caminando en fila, así como también varios coches con los militares a bordo a gran velocidad por las vías.

Unos segundos después una llamada telefónica sorprendió a Dan, este miro al teléfono y luego a Ivanna con una sonrisa. 

-Es tú papá, le di mi número.- Le dijo a Andrea mientras contestaba la llamada. – Buenas tardes. ¿Vio las noticias? Logré detener el desastre por ahora, pero para poder ayudarlos del todo, debo saber que está pasando realmente.- Dijo Dan por teléfono.

-Sí, lo ví… muchas gracias por eso.- Respondió el presidente y padre de Ivanna, mientras suspiraba de alivio. – Tienes razón, la solución es temporal, pero debemos de solucionar completamente todo esto para poder estar más tranquilos, la realidad es que las cosas se pueden poner más graves en el futuro. Dan ellos vienen acá porque en primera instancia, tenemos una deuda con ellos, no es tan grande, pero sí de varios cientos de dólares, fue hecha hace varios gobiernos atrás de una forma muy extraña, al final ellos se quedaron con la mitad del dinero del acuerdo firmado, mientras que nosotros como país solo recibimos una pequeña parte del dinero que fue a parar a manos de varios políticos del gobierno anterior que justamente están viviendo en Frizburg en estos momentos. Nosotros queremos hacerles ver que no podemos pagar ese acuerdo debido a lo injusto que es, además sería dejar un hueco en las arcas para que mi candidatura al próximo gobierno esté totalmente frágil y colgando de un hilo. Ahora bien ¿Crees que puedes hacer algo al respecto? Ya no pongo en duda ninguna de tus capacidades, y además te ganaste el título de comandante de las fuerzas militares de Orgonum, eres la persona por debajo del ministro que mueve a los generales, ahora eres un militar bajo un estatus bastante particular pero eres un militar, luego arreglaremos esos detalles, también hay otra posición que quiero ofrecerte como parte de mi junta de gobierno, como asesor político, si te interesa.-

-Señor muchas gracias, pero apenas soy un estudiante de secundaria, creo que me está dando más peso del que debo manejar.- 

-Yo no lo creo, ni siquiera yo pude hacer algo para poder detener una guerra que estaba a puertas, y tú lo lograste en menos de 3 horas, además de hacer que todo un país estuviera balanceándose en la cuerda floja con más de veinte senadores arrestados por la Policía internacional, además de que sus generales más importantes también estén tras las rejas, eres excepcional muchacho, no pongo en duda tu talento, y no te preocupes por la universidad y todo eso, lo harás con calma mientras trabajamos juntos, si te parece claro.-

-Realmente agradezco la oportunidad, pero por ahora prefiero seguir siendo un estudiante de secundaria promedio, no quiero adelantar los pasos de mi vida, además estoy seguro de que cada vez que me necesite igual me va a llamar. Usted puede estar tranquilo señor presidente, puede contar conmigo, pero lo primero es buscar la forma en que esa deuda sea cerrada, por lo que le daremos una pequeña visita a nuestros amigos en Frizburg, envíeme toda la información acerca de ese evento, se tendrán que colocar a muchas personas en su lugar.-  

-Claro que sí joven Dan, en un momento te enviaré toda la información.-

-¡Ah! Presidente, ya puede retirar sus tropas del campamento del instituto solo me quedaré con el camper, que debería de dejármelo como regalo por haber hecho algo tan significativo por el país. ¿No le parece?-

-¡Oh claro que sí señor Dan! Puede quedarse con él, también haré que le envíen un cheque con el pago por su contribución a nuestro país.-

-No se apresure presidente, aún no he terminado mi trabajo, cuando los corruptos devuelvan el dinero, habré culminado mi labor de forma exitosa.-

Todos los presentes en el camper observaban a Dan con total admiración, ese joven hombre había necesitado de apenas un par de horas para poder hacer retroceder a un ejército completo, además de colocar a varios políticos corruptos tras las rejas, este hombre era realmente increíble ante los ojos de los demás.

Dan colgó el teléfono y miro a todos en el lugar. – Ninguno de ustedes sabe lo que sucedió, ninguno de nosotros estuvo involucrado en nada de esto, absolutamente ninguno, no quiero oír a nadie hablando con alguien más acerca de esto, además no deben de hablar entre ustedes de esto, acá nadie sabe de la guerra, ni lo que sucedió. ¿Entendieron?- 

-Sí.- Dijeron todos.

El general Pablo fue quien se puso de pie e hizo un saludo a Dan, levanto su brazo derecho y saludo con la mano en su frente a Dan, de ahora en adelante ese hombre sería nada más y nada menos que el comandante Dan, un hombre que en pocos minutos pudo hacer retrocedes a un ejército completo, además sin recurrir a la fuerza física, era un hombre más que admirable, luego bajo su mano y se inclinó en señal de respeto, había comprendido que ese joven no era un pequeño ser humano inmaduro e inútil, que en cambio había sido mejor que él incluso con una guerra frente a su puerta, era algo digno de admirar, el resto solo estaban embobados con todo el ímpetu que había tenido Dan para defender a toda una nación y la manera tan increíble en la que lo logró.

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