Capitulo 4

Justo a tiempo nuevamente, he llegado a la Universidad.   

Anoche después de haber terminado de estudiar, me puse a pensar sobre la nueva beca así que lo consulté con la almohada y hoy decidí aceptar inscribirme para la beca.   

Voy con Jennifer a entregarle el documento, ella me comenta que el lunes es cuando pondrán las listas de los que quedaron para la beca, me despido y me voy a mi primera clase.   

Al llegar veo a Rebeca platicando con Liam en la puerta del aula, llegó hacia ellos y los saludo.   

─Buenos días, chicos ─les doy un beso en la mejilla a cada uno, Liam me sonríe.   

─Muy buenos días, Luci ─responde Liam.   

─¿Qué tiene de buenos? ─ahora responde Rebeca algo molesta.   

─ Como que, que. Son muy buenos siempre para mi, porque mis ojos ven a esta belleza casi todos los días ─dice Liam viéndome mientras me sonríe.   

─¡Ay no! No empieces tan temprano con tus cursilerías ─dice Rebeca mientras voltea los ojos, yo solo bajo la mirada, a veces me incomoda que él sea así ─Entremos al aula antes que el profesor, es capaz de dejarnos afuera. ─me agarra del brazo y me jala hacia dentro del aula, Liam se despide diciéndome adiós con la mano. 

  

Entramos y nos sentamos donde siempre. Liam no estudia lo mismo que nosotras, por eso no llevamos ninguna clase juntos, nosotras estudiamos economía y empresas, y el medicina, Rebeca estudia esta carrera porque su familia tiene una gran empresa de moda y esas cosas, ella quería estudiar diseño pero no la dejaron ya que sus padres le dijeron que en algún futuro ella se haría cargo de la empresa que heredará.   

Y Liam estudia medicina porque dice que quiere ser médico para salvar las vidas de los niños, dice que en algún futuro se especializara en eso, y también porque es de familia, ya que sus padres y hermanos son médicos. Y yo tome esta carrera porque es la que mas me gusto y me gustan mucho las matemáticas, me llevo muy bien con los números.   

Pasan las clases y salimos Rebeca y yo al descanso, al salir Rebeca comienza a hablarme sobre Liam.   

─Ese chico sí que está muerto de amor por ti, ya hazle caso al pobre ─dice mientras nos dirigimos al comedor, va agarrada de mi brazo, siempre lo hace.   

─Ni me lo recuerdes ─suspiró cansada ─No le puedo corresponde como él quiere ─hago una pausa y mientras llegamos, Rebeca compra su almuerzo, me ofrece cómprame algo y le hago una seña con el dedo diciendo que no.   

Llegamos a la mesa y nos sentamos, yo saco mi lonche algo de boloñesa que dejaron los mostrillos, y Rebe empieza a comer su ensalada que compro. Siempre cuidando su hermosa figura.   

─ No entiendo porque no dejas que te compre el almuerzo ─dice disgustada.   

─Porque no es necesario, ya sabes que siempre traigo algo de lonche ─señalo mi comida con el tenedor.   

─En fin... Contigo nunca se puede ─ dice mientras come su ensalada ─ Y volviendo a lo mismo, sobre el pobre Liam, sabes que, tienes razón, no puedes andar con él nada más porque él quiera, tienes que estar enamorada también, pero yo creí que conociéndolo por muchos años ibas a llegar a quererlo, pero ya me di cuenta de que no es así.   

─No te digo que yo no lo creí, pensé que el tiempo me iba hacer sentir algo diferente por él que no fuera solo amistad, pero nunca paso y ahorita creo que eso nunca va a llegar a pasar.   

─ Bueno ni modo, en el corazón no se manda ─ dice Rebe. —Aunque sigo sin entender porque no puedes enamorarte de él, siempre es lindo contigo y tiene lo suyo, es muy atractivo.   

─Que sabias palabras dices ─ le digo riéndome. —No se trata del físico, no soy buena en esto pero yo creo que uno debe sentir más que una atracción física.   

─ ¡Oye! Que cruel eres conmigo ─ se ríe también. —Puede ser, pero para a mi si funciona así. —muestra una sonrisa pícara.   

─¡Rebe! — ella solo encoje sus hombros —Además yo no se de amor, no se como se siente estar enamorado, sabes que nunca lo he estado ─le comento.   

─El amor no se busca, se siente y ya, y  llega de repente. Yo tampoco se como es sentirse enamorada pero lo que si se es que dicen que cuando ves a esa persona por primera vez se sienten como maripositas en el estómago, te sientes nerviosa, dices incoherencias, y dicen que siempre te la pasas pensando en esa persona, bueno no se si eso sea amor o signifique que solo te guste, ya que lo leí en unas revistas ─dice como si nada.   

─Tú y tus revistas, no se como puedes leer eso, dicen muchas tonterías.   

─No me importa a mi me gustan esas tonterías, me enseñan a conquistar a chicos guapos ─pone cara coqueta.   

─Rebe, si tú has estado enamorada muchas veces, no entiendo como no sabes de sentimientos.   

─¡Claro que no! nunca me he enamorada.   

─Claro que sí, ─le respondo ─¿Ya Olvidaste al chico del gym?, ¿Y que hay del modelo que me habías dicho?, ¿del chico de intercambio?, y qué me dices del otro que conociste en una de esas fiestas de beneficencia ─ le pregunto.  

─Son pasado. Bueno el de la fiesta aún seguimos saliendo, pero nada serio, sabes como soy, no soy de poner etiqueta a una relación, no me gusta ilusionarme, aparte ellos son felices en una relación abierta.   

─Si tu lo dices ─le respondo.

  

─¡Hey! Tranquila aún no ha llegado el indicado y tampoco el tuyo, ahora que lo recuerdo, ahorita que dijiste fiesta de beneficencia me acordé de que iré a una con mi madre para acompañarla, ya que papá no podrá, que tal si me acompañas y sirve que te presente algunos chicos atractivos y con mucho dinero, quien quiera y ahí encuentres el amor de tu vida ─me guiña el ojo.   

─¡A caso estas loca!, que voy a estar haciendo en un lugar como ese, yo no encajó en ese tipo de lugares, además ni me gustan las fiestas y menos elegantes, estaría fuera de lugar ─digo algo alarmada, solo a ella se le ocurren esas cosas.   

─Siempre dices lo mismo, siempre te niegas, por una vez en tu vida inténtalo, si es por la ropa no te preocupes yo te presto un vestido y zapatos, además ahí muchos chicos guapos que son buen partido.   

─Que no habías dicho hace un momento que el amor llega solo sin buscarlo ─me le quedó viendo seria, entre cierro los ojos.   

─¡Ay!, olvida lo que dije antes ─dice sin importancia, como puede cambiar de decir algo de un momento a otro.   

─No se, no tengo tiempo para esas cosas, sabes que trabajo y no puedo dejar a mis hermanos solos mucho tiempo.   

─No te preocupes, la fiesta es en sábado por la noche y tu sales después de las 5, te queda tiempo para arreglarte y yo puedo m****r al chofer por ustedes, tus hermanos mientras se pueden quedar en mi casa y ahí los pueden cuidar, tenemos mucho personal. Anda di que si —hace puchero —Hasta se pueden quedar a dormir, ya que estos eventos suelen acabar tarde y creo que regresaremos tarde, y tus hermanos ya estarían durmiendo, ¿que dices? ¿¡Si!? ─se me queda viendo mientras junta sus manos en modo de súplica.

─No se, déjame pensar, no te puedo dar una respuesta ya que probablemente tendré otro nuevo trabajo y aún no puedo hacer planes.   

─Esta bien tu me avisas, como quiera es hasta el otro sábado, aún hay tiempo.   

Terminamos nuestro almuerzo y esa plática. Nos centramos en otras cosas mientras vamos a clases otra vez.   

La mañana pasa, salgo de clases y llego a casa, hago mis deberes y dejó protegidos a mis hermanos antes de salir de casa.   

Tiempo después llegó al restaurante casi corriendo ya que tengo que ir primero con Lindsay a su oficina a seguir con los documentos, saludo como de costumbre a todos. Hoy llegue con el uniforme puesto, entró a la oficina y saludo a mi jefa.   

─Buenas tardes, Luci ─dice ─llegaste un poco antes.

  

─ Buenas tardes, si lo que pasa es que me vine directo para acá y eso que casi se me pasa el bus ─suspiro.   

─Siéntate por favor ─señala la silla, yo la obedezco. ─Quería hablar contigo antes de comenzar. Ya hablé con mi primo sobre el trabajo y me dijo que si tienes experiencia y eres recomendada por nosotros no hay ningún problema, puedes presentarte el lunes en su casa. Claro le dije que ibas a la Universidad y que en las mañanas no podías, y el me dijo que no había problema, que pasaras después de clases ─me dice y me le quedo viendo preocupada.   

─Yo... este... no... ─me interrumpe.   

─¿Qué sucede?, Luci ─ me pregunta ─¿Ya no te interesa el trabajo?   

─No, no es eso, lo que pasa... ─hago una pausa, me da pena negarme y más a un trabajo, todavía que me hacen el favor. ─Lo que pasa es que no puedo después de clases, tengo que llegar a casa y atender a mis hermanos, no se si sepa usted, pero tengo tres hermanitos que atiendo antes de venir a trabajar y si no llego después de clases no se alimentarían ya que ha esa hora llego a darles de comer ─no me gusta platicar mi vida y darles detalles ya que las personas llegan a tenerme lástima por no tener unos padres que me ayuden.   

─Oh no lo sabía, no te preocupes yo le digo a mi primo que irías más tarde, no creo que vaya a ver problema ─dice.   

─No quiero que dar mal, quizás se pueda molestar, a demás mi horario de entrada al restaurante es a las 3:30, como quiera no se puede, dile que busque alguien más, disculpa por decepcionarte ─agachó la cabeza apenada, ella recomendándome y yo le hago esto, qué vergüenza.   

─Por eso no te preocupes, te cambiaré tu día de descanso para el lunes o igual puedes pedir permiso para faltar, sin quitar tu día de descanso, tu nunca pides permisos no pasa nada por esta vez, y no se te descontará ─no puede ser más buena persona, cuando dije que era buena jefa no me quede corta y su madre también es igual.   

─Esta bien, solo porque no te quiero quedar mal tomaré el lunes como cambio por mi día de descanso ─le sonrió.   

─Bien, ahorita te paso la dirección donde vive mi primo. Y bueno a seguir con el trabajo.   

Nos ponemos a trabajar, aun no encontramos fallas en las cuentas, pero aún nos falta mucho por revisar.   

Terminamos, y hoy le avanzamos mucho, al final de lo que revisamos vimos unos errores que no coordinaban con las de mas cuentas, creí que no íbamos a encontrar nada mal, que tal vez Lindsay se había equivocado, pero al parecer no es así. Alguien a estado robando y no solo el contador esta en eso si no también alguien de aquí de los empleados, ¿pero quién podrá ser?, será difícil saberlo, pero con pruebas ya podrán denunciar al contador y Lindsay dice que él mismo dirá quién es su cómplice, eso esperamos.   

Llego a mi área y me pongo a trabajar, Lex me ve y viene hacia mi casi corriendo, la van a regañar.   

─¡Hey! Luci, —dice cuando llega a mi lado ─ ¿No has escuchado, quien anda aquí?, ─me pregunta.   

─¿De qué hablas?, primero calmante y háblame despacio, que no te entiendo nada —le digo, ella voltea los ojos y suspira.   

─ Que el sobrino de la Sra. Letty ha venido a cenar al restaurante, todas las víboras andan hablando.   

─¿Y que con eso?   

─¡Ay! Luci, que lenta eres, por eso a un no tienes novio ─dice, y yo hago un gesto ─Es él sobrino de la jefa, él señor Erick. Ese hombre es guapísimo y lo que le sigue, todo un dios griego, todas babean por él, con decirte que hasta yo, realmente es magnífico, a pesar de que ya está mayorcito esta como quiere el condenado, a mi no me importa su edad aun así me lo llevaría a la cama ─dice con cara pícara.   

─¡Lex! No me interesa saber tus fantasías que tengas con ese hombre, y no me interesa saber si es un dios griego o no. A parte tu lo has dicho es el sobrino de la Sra. Leticia, ha de ser muy rico y elegante, tal vez hasta casado, no creo que se fije en ninguna de ustedes. Perdón si te desilusionan mis palabras, pero esa es la verdad. ─le termino de decir.   

Lex me ve mal, y se da la vuelta y se va, se que se enojo por mis duras palabras, pero nunca dura mucho tiempo enojada conmigo, y ella sabe que siempre somos sinceras entre nosotras, solo que ella se enoja más que yo, pero después regresa disculpándose.   

Ella también es otra chica enamorada igual que Rebe, solo que Lex a sufrido mucho en el amor se entrega por completo y siempre salen traicionándola. Nunca aprende esa chica, y de solo verla así me da miedo que me pase lo mismo.   

Cuando voy al baño escuchó a varias compañeras hablar de ese hombre, hablan maravillas de él como si lo conocieran muy bien. Dicen lo atractivo que es y otras cosas más, solo lo han visto y se vuelven locas ¿Qué les pasa?, salgo y me lavo las manos. Empiezan a decir que el tipo ese se sentó en el área de Yessy, es otra compañera mesera, después dicen que suertuda es por tocarle atenderlo, y que le tienen envidia. Por cosas como esas exageran.   

Salgo y al pasar por el pasillo tengo que cruzar por el área de Yessy y como ya medio curiosidad de saber como es. A ver si es cierto lo que dicen, fijó la mirada en todas las mesas para ver donde esta, bueno sí lo reconozco a como lo describieron, al fondo veo una cabellera oscura, la mesa está muy separada de las demás, por eso muchos eligen esta área es más privada. Creo que es él, no lo veo bien, ya que está de espaldas y solo veo un hombre de espalda algo ancha y cabello oscuro, debe ser él, es el único que se parece a como lo describieron, esta acompañado con una mujer, ella si la veo bien ya que está de frente hacia. Es muy guapa rubia, parece modelo, ha de ser su esposa, no le tomó más importancia y me voy a mi área. Que barbarás, ni así respetan teniendo delante la esposa.   

Voy a caja y ahí está Daisy, al igual que las demás hablando con otra compañera del mismo hombre, (¿es que no se cansan?) trabajar es lo que deberían de hacer. Al llegar no les hago caso, pero Daisy comienza a hablar un poco más elevado sin gritar, para que yo la escuche.   

─¿Verdad que es todo un Dios?, esta para comerse, ─le dice a su compañera, mientras me ve de reojo, la otra solo asiente. ─Y no solo eso, dicen que es muy pero, muy rico tiene una empresa aquí y otras dos en Suiza y Inglaterra de no se que cosa, y a parte es dueño de muchos negocios en las zonas vip, es un hombre malditamente rico. ─dice y yo suspiro, como pueden fijarse en una persona solo por su dinero y aparte en uno ya casado Pobre de su esposa como se ha de sentir que acosen y vea a su esposo como queriéndoselo comer (que incómodo) ─Te imaginas, sería maravilloso ser la Sra. Howard, si no fuera por esa tipa que trae casi siempre pegada él, ¿aun así haré mi intentó ─hace gesto malicioso ─Me haré amiga de John solo para sacarle información y para que él le hable de mí ─la otra chica la ve confundida ─¿Qué? No sabías, que John él chef es el mejor amigo de mi Dios Erick ─dice contenta.  

Yo termino con lo que estaba haciendo y me voy, ya solo queda poco para salir, aun así, se me hará eterno por estar oyendo por todos lados el nombre de Erick Howard.   

¿Qué tendrá ese hombre que las trae locas a todas?  

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