Capítulo 5

—Hooolaaaa amiga ¿como estas? —Ale me saluda y me da un abrazo— ¿donde estabas? Se me hizo extraño el que no estuvieras en casa.

Entramos a mi habitación y nos sentamos en la cama.

—Ah... —no sabía si decirle a mi amiga lo que había pasado, ella siempre tiende a armarse películas en su mente— salí con Matt...

—¿Es en serio amiga? —me dice Ale muy emocionada— ¿y que hicieron? Cuenta, cuenta...

—Bueno, ayer me fue a buscar después del trabajo, yo creí que solo me traería, pero cuando llegamos aquí, se bajó del carro y me dijo que se quedaría un rato, hablamos un largo tiempo, Luisa se quedó dormida y la acosté en mi cama, después vimos películas —se me vino el recuerdo de Mattew cuando me besó y Sonreí, pero no quería decirle nada a mi amiga de eso— y me quede dormida junto a él en el sofá y...

—Espera Abby, no me estas contando algo, ¿que es?

—No te estoy ocultando nada —me pongo seria para no decirle nada— vimos películas y nos quedamos dormidos, ah es que preparé cotufas, eso es lo que no te había dicho —le digo con una sonrisa.

—No, no, no, tu no me vas a venir a cortar con ese cuchillo de cartón, eso no fue lo que no me dijiste, vamos Abby, yo te conozco muy bien y se que me mientes.

—No te estoy mintiendo Ale, eso fue en realidad lo que pasó..

—Ay no amiga, si no me dices la verdad me voy a enojar contigo —dice mi amiga con un puchero y frunciendo el ceño.

—Ok, pero prometeme que no te vas a poner como loca y vas a sacar conclusiones que no son —digo resignada, odio que me conociera tanto.

—Ok, ok, solo cuentame...

—Bueno, es que cuando fui a buscar el control remoto, se me cayó y Matt fue a recogerlo al mismo tiempo que yo y... Pues..

—¿Que, que? Cuenta, no des mas rodeos.

—Me dio un beso, solo eso...

—Ya sabia yo —me dice dale muy emocionada, sus ojos brillaban y me batía las cejas— y  ¿cómo te sentiste?

—Ay, amiga no quiero hablar de eso —me levanté y caminé de un lado para otro— me da vergüenza

—¿Por qué te va a dar vergüenza amiga?, es normal el que te guste un chico.

—¿Gustarme? En realidad no se si me gusta, estoy confundida, es la primera vez que me pasa esto.

—Amiga, creo que estas enamorada —me dice Ale con una cara pícara— ya era hora.

—¿Enamorada? No creo, bueno no lo sé, ya veré mas adelante... No quiero ilusionarme sola, y además yo no sé si le gusto.

—Ay Abby, si te besó fue por algo.

—Eso no quiere decir nada.

 —Ay amiga, se nota que eres nueva en esto, así que yo te ayudaré.

—¿Ah si? ¿Y cómo? No vayas a hacer una locura por favor.

—Si amiga solo confía en mí.

Llegó el día lunes, Alejandra y yo nos fuimos a trabajar, como siempre Matt fue al restaurante y en seguida Ale me envió para atenderlo.

—Hola Mattew,  ¿cómo estas? —le digo con una sonrisa.

—Hola Abby —se levantó y me dio un beso en la mejilla— hoy en realidad no vengo por comer —me guiña un ojo— vengo a hacerte una invitación.

—¿Ah si? ¿A dónde?

—Veras, en mi familia tenemos la costumbre de que cuando todos estamos en la ciudad, ya que muchos viajan, nos reunimos en la finca de mi tío Roberto a hacer actividades deportivas y cosas así, este fin de semana lo haremos, así que quiero que tu vayas y Alejandra puede ir también.

—Ummm, si dejame hablar con Ale para ver si ella quiere ir, a ella no le gustan mucho los deportes.

—Ok, ¿pero tu si vas  a ir verdad?

—Ummmm, pues, si claro —le digo dudando— me encantaría.

—Bueno entonces paso por ti el sábado a las 6 de la mañana, ¿te parece?

—Si, si esta bien nos vemos el sábado.

Matt se fue, yo me dirigí hacia la cocina y allí estaba Alejandra, esperándome para que le dijera de que había hablado con Mattew.

—Y parece que quería era verte ¿no? Ya que no vino para comer —me dice ella moviendo las ceja de arriba a abajo y con una sonrisa, a lo que yo ruedo los ojos.

—No, vino para invitarnos para la finca de su tío, van a tener una actividad deportiva...

—¿Nos invitó? Osea ¿a ti y a mí? ¿Tu y yo? —dice señalándonos una y otra vez.

—Si, a las dos, no es una cita o algo así para no poder invitarte Ale.

—¿Y deportes? ¡Deportes no! sabes que no se me da el hacer deportes amiga.

—Ay amiga no seas así, será divertido, no me vas a dejar ir sola ¿verdad? Yo siempre te apoyo en lo que haces, te toca a ti apoyarme.

—Ok, ok, si voy, pero solo por ti ok, además sabes que por mi estado no puedo hacer deportes.

—Si, si claro, yo sólo quiero que vayas conmigo, Matt nos pasará buscando el sábado a las 6 am.

—¡¿Que?! ¡¿Tan temprano?! Sabes que los fines de semana son mis días para levantarme tarde ¡que mala eres! ya como que cambié de opinión.

—No, no, no, ya no hay vuelta atrás, ya me dijiste que irás.

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