Capítulo 3

Llegó el sábado, día del cumpleaños de mi amiga, salí muy temprano a comprarle el regalo, me fui al centro comercial y entré en una tienda donde venden maquillaje y como que se que a Ale le encanta maquillarse le compré una paleta de sombra de todos los colores, una base, una mascarilla para pestañas y un polvo, salí y compré una bolsa de regalo, al llegar la noche me arreglé para irme al club que mi amiga habia alquilado para su fiesta, me puse un vestido azul con unas sandalias no muy altas, me alise el cabello y me maquille solo un poco, me di un ultimo vistazo en el espejo antes de salir, quede satisfecha de como quedé, al salir del edificio, vi a Matt vestido con una camisa blanca maga larga con las mangas enrrolladas hasta los codos y un pantalón negro, tenia a Luisa en brazos vestida con un vestido casualmente el mismo color del mío, me quedé sorprendida al verlo allí parado, el me miró, me sonrió y se acercó hacia mí, me dio un beso en la frente me entregó a la bebé y abrió la puerta del lado del copiloto y saco unas rosas.

—Hola Abby, te ves hermosa —me entregó las rosas, yo las tomé y me quedé sin habla, nadie me habia hecho algo asi antes— ¿estas lista?

—Hola Matt —lo saludé cuando sali de mi trance— gracias por las rosas estan muy bellas, es muy lindo de tu parte.

—No es nada bella, ¿nos vamos?

—Si claro, y tu Luisa tambien estas hermosa —le dije a la bebé en mis brazos la cual estaba sonriendo.

 Nos subimos al auto y nos fuimos para el club.

—Oye ¿Matt? —le pregunto mientras el conduce, Mattew voltea por un segundo y vuelve a poner la mirada en la carretera— ¿porque no habías ido mas al restaurante?, crei que te habias enojado conmigo.

—¿Enojado contigo? no vale, lo que pasa es que estaba de viaje por asunos de trabajo, en realidad estaba preocupado por no llegar hoy a tiempo para la fiesta de Alejandra, yo le pedí el numero a ella, y me tenía loco diciendome que no me podia perder su fiesta —me dice con una sonrisa.

—Si, Ale es así de insistente.

—Y dime, ¿como es que ustedes son amigas si son tan diferentes?

—Ale y yo nos conocimos en la universidad, ella fue la única que me aceptó, ya sabes como ella es tan sociable, ella fue la única que se me acercó a saludarme, como yo venía del campo y soy una chica sencilla, a las demás chicas no les llamaba la atención eso, lo de ellas era mas el verse muy bonitas y salir a fiestas con chicos, Alejandra también es asi pero a ella no le gusta excluir a los demás para sentirme más que los otros, por eso nos hicimos muy amigas, nos ayudamos mutuamente, ella sale a fiesta y yo solo me dedico a escuchar al dia siguiente lo que sucedió y las locuras que comete, yo la he aconsejado mucho sabes, porque ella es demasiado loca y me preocupa el que algun día le vaya a pasar algo malo.

 Llegamos al club y entramos, vi a mi amiga sentada en la barra tomando algún licor, me acerqué a ella y la felicité, el regalo no se lo entregué porque lo olvidé en casa debido a que estaba apurada, pues me había retrasado, la musica tenía el volumen demasiado alto por lo que Mattew y yo subimos al segundo piso y Alejandra nos siguió, nos adentramos a una cabina donde no se escuchaba la musica demasiado alta, pues Luisa estaba dormida.

—Ay y esa hermosura esta dormida —dice Ale sentada a mi lado— ¿y es que te pusiste de acuerdo con Mattew para vestirte igual que luisa? 

—No, claro que no, solo fue casualidad —le repondo a mi amiga—¿ y Carlos?

—No ha llegado el muy condenado ese, espero que no me deje plantada —me dice mi amiga con un puchero y cruzada de brazos— y odio cuando llegan tarde —estuvo observando y vio que Carlos había llegado— allí llego voy a ir a bailar con él.

Mi amiga se fue hacia donde estaba Carlos y se pusieron a bailar yo me quedé observándolos, ya me había olvidado de que Mattew estaba allí conmigo hasta que él me habló.

—¿sabes? No fue casualidad el que Luisa y tu estén vestidas casi igual, yo me había comunicado con Ale y ella me dijo que ibas a usar un vestido azul, por eso le compré a Luisa uno del mismo color —me dice con una sonrisa— me gusta que mis chicas estén vestidas igual.

¿Mis chicas? ¿A que se refiere Mattew? —me pregunto en mi cabeza— si nosotros no somos nada.

—Ale es un caso serio de verdad, siempre me mete en sus locuras.

—¿Y no quieres algo de tomar? —me pregunta Mattew levantándose de su lugar— voy a buscar algo, ¿que vas a querer?

—Ummm un refresco, o agua, yo no tomo licor.

—Ok como diga bella dama, ya vuelvo 

Salió Mattew y bajó por las escaleras a buscar nuestras bebidas, en eso yo salgo también para observar donde esta mi amiga, pero no logro verla por ningún lado, ¿pero donde esta si hace un momento estaba allí con carlos? —me pregunto a mi misma— espero por un rato a que llegue Matt— y Mattew ¿porque se tardara tanto? —me empiezo a impacientar— hasta que lo veo y se acerca a mí sin nada en sus manos.

—Hasta que por fin llegas, ¿y donde están nuestras bebidas?

—No hay nada que no sea licor, ¿y porque estas tan nerviosa?

—Es que tengo rato que no veo a Alejandra, no hace mucho estuvo allí bailando con Carlos pero ahora no están, tu que vienes de allá abajo, ¿no la viste?

—No, no la vi, debe de estar por ahí, dejala tranquila que disfrute de su fiesta.

—No, no puedo estar tranquila, Ale es muy loca quien sabe en donde esta metida, toma a Luisa yo voy a ir a buscarla, esperame aquí si.

Salí y busqué por todas las cabinas, luego baje y la busque por toda la pistas de baile, por la barra y nada solo me faltaba un lugar y ese eran los baños, fui de prisa y entre al de caballeros preguntando primero si no había nadie y allí no estaba, después entre al de damas y allí estaba mi amiga tirada en el suelo, parecía que estaba ebria la llamé y la ayudé a levantarse, salimos del baño y la llevé hacia la puerta de salida y la senté en una silla mientras buscaba a Mattew para irnos.

—Oye Matt —corrí hacia donde estaba el— ya la encontré y está bastante ebria, la dejé sentada cerca de la puerta de salida, mejor ya vámonos y llevemosla a casa.

—Si claro, toma a Luisa mientras yo llevo a Ale al auto.

Salimos y nos montamos en el carro, nos fuimos hacia mi apartamento no iba a dejar a Alejandra sola en su casa, lo mejor era que pasara la noche conmigo, llegamos al edificio y Mattew me ayudó a subir a Ale hasta mi apartamento.

—Bueno, fue una noche bastante loca —me dijo Matt ya acostando a Alejandra en mi cama— y sobre todo para Ale.

—Si, por eso a mi no me gusta tomar licor, las personas suelen cometer errores en estado de ebriedad, ya mañana le preguntare a Ale el como llegó al baño y que pasó con carlos.

Al día siguiente me levanté y mi amiga seguía dormida, salí para la cocina a hacer desayuno para mi y mi y ella y cuando ya estaba terminando salió del cuarto con una mala cara.

—¿Buenos días ale como amaneces?

—Buenos días Abby, no hables tan alto que me duele mucho la cabeza, —dice llevando una de sus manos hasta su cabeza y cerrando los ojos en señal de dolor— y ¿como es que llegue yo aquí?

—Matt nos trajo, ¿se puede saber que te habías hecho anoche? —le pregunto a mi amiga cruzada de brazos— te estuve buscando como una loca, me tenías muy preocupada, te conseguí dormida en el baño, ¿y carlos que se hizo?

—Ay amiga si te contara —me dice Alejandra con una sonrisa— fue la mejor noche de mi vida, Carlos y yo tuvimos relaciones en un cuarto, fue maravilloso, yo lo dejé allí y me fui para el baño y de pronto me sentí mareada, y de allí no recuerdo mas nada.

—Que loca eres amiga, ¿cómo pudiste hacer eso?, y además con un chico al que no llevas mas de dos semanas conociéndolo.

—Ay ya Abby, no estoy para regaños, además yo ya estoy bien grande para los sermones.

—Ok, si, si, pero a estas locuras no te acompaño más.

—Ay ya amiga, olvidemonos de eso, más bien dime ¿como se la pasaron tu y Mattew?

—En realidad no hicimos nada, ni siquiera hablar, porque te estuve buscando como una loca por todos lados.

—Perdoname amiga, no quise arruinarte tu noche con Matt.

—Descuida amiga, total y nosotros no somos nada y tampoco habíamos planeado nada. Por sierto ¡mira lo que tengo para ti! —salí corriendo a mi cuarto a buscar en el closet el regalo de Alejandra, me regrese rápidamente y se lo entregué— anoche lo olvidé.

—Ay amiga muchas gracias —me dijo Ale al abrirlo y me dio un fuerte abrazo— me encanta.

—De nada amiga, la verdad no sabía que comprarte, luego recordé que ya me habías dicho que se te estaba terminando tu maquillaje y decidí comprarte esto.

—Que lindo de tu parte, eres un sol, te quiero —de nuevo me abraza y me da un beso en la mejilla.

—Yo también te quiero amiga.

Pasamos el día en mi apartamento, hablando y viendo películas. En horas de la tarde tocaron la puerta, se me hizo extraño, pues no esperaba a nadie, cuandro abrí vi que era Mattew con Luisa y en sus manos traía algunas golosinas, me sorprendió mucho el verlo allí, no me había dicho que iba a venir a mi casa.

—Buenas tardes Abby, Alejandra, ¿como están hoy? —nos preguntó Mattew muy sonriente— vine a visitarlas, no tenía nada que hacer en mi casa y decidí venir para acá, suponía que iban a estar aquí solas.

—Hola Matt —le saludo— que sorpresa, no te esperaba, pasa.

—Oh, hola Matt — se le acercó Ale— ¿puedo cargarla? —le preguntó refiriéndose a Luisa.

—Si, si claro, ¡cuidado pesa mucho!

—Oh, que hermosura, ¿como estas bella? —le hablaba a Luisa con voz chillona— ¿nos viniste a visitar?

—¿Y que hacían? —me pregunta Matt.

—Ah... estábamos viendo una película, y Alejandra me contó lo que había pasado anoche, fue una locura lo que hizo.

—Bueno, tu amiga tendrá sus razones por la cual hace las cosas, ya esta bien grandecita ¿no? Ya sabe que es lo bueno y lo malo.

—Si ya se, ella misma me lo ha dicho, pero no me deja de preocupar todo loque hace, es mi amiga y las amigas están para aconsejarse ¿no?

—Si claro, tienes razón.

Así pasamos el resto de la tarde y parte de la noche, hablando, conociéndonos y viendo películas, ese día conocí mas a Mattew, supe que tenia 25 años y era dueño de una editorial muy reconocida que le heredaron sus padres, los cuales se retiraron del oficio para viajar a diferentes partes del mundo, pues era su sueño y decidieron cumplirlo dejando al mando a Matt de la editorial, cuando su novia murió ellos no pudieron asistir al funeral porque estaban muy lejos y no podían llegar a tiempo, llegaron al país un mes después, en esos día la madre de él estuvo a cargo de Luisa por  3 meses, después decidieron seguir sus viajes, pues Matt les insistió y le dijo a su madre que el se haría cargo de su hija. Ya era muy tarde, mi amiga no quería irse a su casa, pero no tenía mas remedio, pues mañana debíamos trabajar, Mattew se ofreció a llevarla.

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