Capítulo 3

NUNCA CAERÉ A TUS PIES.

MONICA

Recibí sus labios con un gustoso puñetazo en la mejilla derecha que hasta a mí me dolió la mano, pero este que se cree que yo lo recibiré con los brazos abiertos, cayendo a sus pies, se tambalea  a un lado y rápidamente toca la parte afectada dando unos pasos más para atrás, sin perder la compostura me levanté de mi silla y avance a él, lo miro alzando mi barbilla y aguantando decirle palabras groseras por lo que con la mayor frialdad  solo digo.

-Que sea la última vez que hace eso o sino presentaré cargos y antes que diga que usted es el afectado yo tengo cámaras que captaron todo además si no es mucha molestia retírese de mi oficina antes de que llame a seguridad, no le conviene retarme, y créame yo cuando amenazó lo cumplo, no me provoque, pues no seré amable- me siento en mi silla limpiando con un pañuelo mi boca, para luego señalar con mi mano la puerta.

-Solo escucha mis palabras, a mí nadie me dice que hacer, nadie me amenaza y mucho menos me agrede y si yo quisiese tu estuvieras conmigo de nuevo solo porque yo así lo quiero, bueno sino es que aun sigues enamorada de mí, porque creo o más bien afirmo que solo te haces la dura, por favor Mónica no me engañas, ni a ti, solo quieres demostrarme que cambiaste pero sigues siendo la niña que estaba perdidamente enamorada de mi- dijo dirigiéndose a la puerta acomodando su corbata y yo solo me reí a carcajadas.

- Yo no tengo que hacerme la dura con nadie ni demostrar nada y menos a ti, y lo que valgo con solo verlo cualquiera sabe que soy muy cara, me has hecho el día, yo nunca caeré a tus pies ni a tus brazos ni a nada que sea de ti,  no soy una masoquista y nunca anduviese de nuevo con alguien que se refirió a mí en un pasado como una inservible carga y me subestimo, ahora que tengo todo lo que no creías que pudiese conseguir por mí misma, no estoy interesada, créeme que yo si me esforcé para llegar a donde estoy, te estas contradiciendo no lo crees maxwell, y ni me respondas no quiero hablar más que de trabajo contigo, yo si estoy ocupada- dije a lo que el asombrado abrió la boca pero la volvió a cerrar,  apretó la mandíbula con una cara seria y levantó la barbilla, se dio la vuelta y salió de mi oficina, yo me felicité y las choque conmigo misma en mi mente ya que por fin me desahogue diciéndole a ese hombre algunas cosas que había querido decirle en estos años, callando su asquerosa boca.

Salí de mi oficina con una sonrisa satisfactoria, tanto que varios se me quedaron viendo un poco raro, como festejo fui a comprar comida chatarra que hace años no comía luego de comerla y pedir más para llevar que es lo que cenare me fui a mi casa a descansar de este día tan interesante y energético, pero también sé que llevara represalias, pero algo en mi me dice que esto será estresante o emocionante si él quiere hacerme algo, solo sé que no se quedará con los brazos cruzados como yo tampoco y más ahora que se ve que ha cambiado y no precisamente para bien, pero por eso me preocupare en el futuro.

Luego de haber cenado y lavado los dientes me acosté a dormir, mañana tengo demasiado papeleo por hacer, sonrió pensando en que con el arduo esfuerzo que estoy haciendo, si continuo así en unos años cumpliré todas mis metas.

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