Capítulo 4

¿Curiosidad?

Vamos Becker… ¿no será que te gusto?

El patio del colegio no luce tan lleno como de costumbre, aunque no se podría decir que luciese totalmente vacío. Lo observo sin animo mientras estoy en compañía de Soe, está hablando quien sabe de qué, no me esforcé ni en lo más mínimo en prestarle atención, la mayoría del tiempo hace lo mismo, habla y habla sin parar, digamos que me he acostumbrado a aislarme en estos casos 

Aunque…

La verdad, es que esta vez no me aislé de forma voluntaria

En estos momentos y, bueno, durante la última semana, solo podía pensar en lo que Max me dijo esa tarde: 

    — ¿Por qué quieres saberlo, qué solucionarás con eso? A caso no te han dicho ya que no deberías hacer tantas preguntas 

Aún seguía sin creerlo, como es que podían armar tanto drama y misterio por una simple pregunta.

¡Es una pulsera!

Estoy preguntando por una m*****a pulsera!!!

¿A caso es tan difícil?

    Me conocen desde hace no más de un mes ¿cómo es posible que logren ocupar mi mente con solo su existencia? Es algo imposible!!!

    Salgo de mis pensamientos y camino con Soe hacia el salón, verdaderamente cuando esta se dedica a hablar de sí misma, o más bien, a hablar en particular, se desconecta de mundo. Estaba a punto de comenzar el próximo turno de clases, llego y me recuesto sobre mi mesa de forma tal que quedé de espaldas a la puerta. 

    —No entiendo aún cómo es que esto está sucediendo—. Le digo a Soe quien se encuentra frente a mí

El salón estaba vacío así que nadie podría escuchar nuestra conversación 

—No entiendo la verdad, es una m*****a pulsera Violeta, ¿por qué dejas que te afecte tanto?

Amiga, entiendo tu punto, igualmente me hago esa pregunta.

—No sé, solo siento que desde que lo conozco, bueno, los conozco, aunque no he cruzado más de cinco palabras con ellos y que conste que por mi cuenta no corre nuestra mala comunicación, me importa demasiado esa "m*****a pulsera" y me incomoda que intenten ocultarme algo—. Me abro sinceramente a Soe—. Y más ese... Max, ¿puede ser menos mezquino, insoportable y menos… no sé, él?

    Finalmente levanto la vista del suelo hacia ella, pero esta vez su expresión era diferente a la última que había visto, esta era rara, como si intentase avisarme de algo y lamentablemente sabía lo que eso podía significar. Al girarme Max estaba parado en la puerta justo detrás de mí, lo que significaba que había escuchado nuestra conversación, baja la mirada y se va caminando, miro a Soe y salgo tras él. 

    —Espera, ¿por qué te vas?—. Lo giro de un tirón 

    — ¿Que voy a hacer junto a ustedes, de qué se supone que vamos a hablar si soy un mezquino e insoportable?—. Dijo sarcástico. 

    Bajo la mirada avergonzada, realmente no esperaba que se sintiera mal por eso que dije hace unos segundos.

Entiendo que no son precisamente halagos, pero tampoco planeaba que lo escuchase

    —Lo-lo siento, no lo dije con intención de molestarte, solo quiero saber—. Le dije— Es solo curiosidad

No estaba mirando su rostro pero su risa descontrolada me llamó la atención en el momento en que rompió en carcajadas. Lo miro atónita y golpeo su hombro

Ok... ¿De dónde ha venido eso?

    — ¿Por qué te ríes?—. Suelto casi en lo que pudo ser un grito, mientras mi ceño se fruncía ligeramente 

    — ¿Curiosidad?... Vamos Becker ¿no será que te gusto?

    — ¡¿Qué?! ¿Qué demonios dices?

    —Solo lo que pienso—. Se encoge de hombros 

    —Entonces lo que piensas está mal 

    — ¿Ah sí?—. Tras esto comenzó a dar suaves pasos a medida que se fu acercando a mí y, en menos de lo que quise darme cuenta, me encantaba acorralada entre su anatomía y la pared

Madre del amor hermoso, líbrame de esto!!!

No quería mirar, eché la cabeza a un lado y apreté los ojos cerrándolos lo más fuerte que podía. El aire caliente que emanaba de su boca había comenzado a chocar con la piel sensible de mi cuello, haciéndome estremecer.

¿Qué se suponía que hacía?

¿Qué buscaba con eso? 

Perdí la noción del tiempo y el espacio en lo que toda esa locura estaba sucediendo, pero la recuperé en el momento en que sentí su mano posarse sobre mi pecho. Finalmente levante la vista y ahí me encontré con sus ojos cafés 

    —A mí no me parece que me este equivocando, un corazón no late así normalmente. Te  gusto Becker acéptalo 

Reaccioné de una vez empujándolo lejos de mí, buscando una distancia sana entre nosotros e intentando recuperar el aire que había perdido hace unos segundos.

   —E-eso es normal. Solo me asusté, es todo

Una expresión vacilona se dibuja en su rostro y habla:

    —Si deseas que te lo demuestre con un ejemplo más práctico, lo haré

   —Bien, te escucho—. Me crucé de brazos y presté atención a sus palabras

    —Si tu verdadero interés fuese la pulsera, o como tu lo llamas, curiosidad, dedicarías tu tiempo en preguntar por ella, Kael, Kevin, ya sabes, hacer algo útil para tu "curiosidad", eso en lugar de obsesionarte conmigo 

    — ¿Quién te ha dicho que estoy obsesionada contigo?

    —A mí el hecho de hablar de alguien sin venir al caso me parece un poco obsesión

    — ¿Cuándo lo he hecho?

    —Hace un rato—. Señala al salón mientras levanta el mentón en esa dirección 

Ok… tiene un punto 

    —No estoy obsesionada contigo—. Redargüí 

    —Claro

    —Simplemente te odio. Es por eso, por eso es que me siento así contigo, por eso es que me siento tan extraña cada vez que me acerco a ti, de alguna manera una parte de mi sabe que quiere matarte

Una sonrisa burlona se dibujó en sus labios pegados y su lengua se asomó para lamerlos ligeramente

¡¿Es en serio?!

¿En serio se va a tomar a chiste todo lo que digo?

    —A veces no sabemos lo que sentimos hasta que nos hacen darnos cuenta

Su voz interrumpe mi batalla metal y cuando presté atención, este ya estaba emprendiendo su camino lejos de mí

 ¿Qué quiso decir con eso?

    Al pasar unos minutos la campana suena, nuestros dos turnos libres habían acabado y era hora de comenzar la próxima clase, ya me encontraba dentro del salón así que solo tomé asiento y esperé a que este se llenara. Al pasar unos segundos Max regresó y tomó asiento junto a mí

Es realmente guapo, una pena que sea tan pedante

Espera, ¿Qué estás pensando? 

Lo odias ¿recuerdas?

     Me golpeo la frente con la palma de la mano al darme cuenta de mi estupidez, Max me mira sorprendido y ríe 

Es tan lindo cuando ríe…

Shhh ¿Qué estás diciendo Violeta? 

¿Qué demonios te pasa hoy?

    Sacudo mi cabeza como si eso pudiera sacar los pensamientos que había en ella, miro hacia Max, me estaba mirando aun y un impulso me hace sonreírle

 ¿Qué acabo de hacer?, 

¿Qué me está pasando?

Este chico me está haciendo actuar como alguien que no soy.

Me va a volver loca!!!

    Han pasado unas cuantas horas desde que acabó el colegio, estoy escuchando música en mi habitación, aunque realmente solo estaba buscando un método de distracción. Pongo pausa a la música y me quito los audífonos. 

   —A veces no sabemos lo que sentimos hasta que nos hacen darnos cuenta…

La frase de Max seguía dando vueltas por mi cabeza, ¿qué quiso decir con eso? 

    —A lo mejor se dio cuenta de que te gusta—. Dijo Anastasia mientras entraba por la puerta de mi habitación. Al parecer debí pensar eso último en voz alta 

    —No me gusta, cómo crees 

    —Pero estas insegura ¿no? 

    —No, no lo sé—. Levanto la vista mirándola a los ojos— Al parecer, a veces no sabemos lo que sentimos hasta que nos hacen darnos cuenta—. Repito las palabras de Max 

    —Wow desde cuando eres poeta—. Dice asombrada y risueña 

    —Desde que me di cuenta—. Sonrió y bajo la mirada

¿Estaba aceptando que me gustaba Max?

Porque si es así, aun no entiendo cómo es eso posible.

Este año no lo terminaré cuerda. 

¡A dios pongo por testigo que enloqueceré!

   

 

   

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo