| Sólo eres mí Julieta y yo tú Romeo |

—Hasta luego Jow —me despedí de mi padrastro y baje del auto para entrar a la secundaria, enseguida vi a Vania quién está con un grupo de chicas.

—¡Hey Alis! —grita desde lo lejos haciéndome señas con sus manos. Me acerco y ella me saluda con una gran sonrisa—. Alison te quiero presentar, ellas son mis amigas. Hilary Bath —dijo y enseguida una chica alta, delgada de dentadura perfecta, piel bronceada y cabello castaño se acercó a mí con una gran sonrisa.

—Es un placer Allison. Soy Hilary pero dime Hi —canturrea la chica y solo me limito a sonreírle.

—Ella es Madde Hill —prosiguió Vania y esta vez se acercó a mí una chica un poco más baja de piel blanca y reluciente, cabello negro con unos cuantos mechones azules y unas cuantas pecas en su rostro.

—Un placer Allison, dime Mad —dijo con mucha amabilidad y se apoyó al lado de Hilary.

—Yo soy Hannah pero dime Han. Es un placer —dijo una chica rubia con ojos grises y sonrisa despampanante.

—Buenas ellas son mi  grupo y a partir de ahora eres parte de nosotros —asegura Vania y luego juntas entramos a la institución sin saber que el chisme que se armaría solo por un Romeo y una Julieta.

                                                               ***

Luego de dejar los libros que no utilizaría en mi casillero, las chicas me acompañaron hasta mi salón para luego irse a sus respectivas clases. Entre y como el primer día, todos me ignoraron y los que no solo me miraron como si yo fuera una alienígena invadiendo su planeta.

Pase directo a sentarme y para mi muy mala suerte, Noah ya estaba sentado en su puesto hablando con un par de chicos a su lado.

Me senté sin prestarle importancia y saque mi cuaderno y lápiz para esperar a que llegase el profesor cuando algo golpeo mi cabeza.

Toque mi nuca justo donde sentí el golpe y me gire encontrándome con una nota de papel, la tome en mis manos y la leí detenidamente:

"Eres muy poco para Noah Grazer"

Apenas la leí mi cara mostró la confusión que tenía... ¿Qué diablos? Ni que el idiota del castaño y yo tuviéramos algo. Ni siquiera se diría que somos amigos sin darle más importancia me deshice del papel y espere a que llegara el profesor para comenzar la clase.

                                                              ***

El timbre sonó indicando que la primera hora de clases había culminado y era hora del pequeño receso que se nos otorgaba. Tome mi mochila y salí del salón en busca de Vania, camine por los pasillos sin encontrarla. Cuando entre a la cafetería la encontré sentada en una mesa comiendo junto con sus amigas.

Apenas me vio me hizo un gesto con su mano para que fuera con ellas y así lo hice.

—¿Qué tal? —preguntó inmediatamente como esperando a que le contara el chisme del año.

—¿Qué tal de qué?

—¿Cómo qué de qué?... De tú cita —hablo Hilary mientras me apuntaba con su tenedor. Fruncí mi ceño y mire a las chicas frente a mí como si me estuvieran hablando en chico, japonés y coreano juntos.

—¿Cita? ¿De qué hablan? —pregunte sin entender ni pió de lo que decían.

—¿Cómo que de qué hablamos? —dijo Madde quién está sentada a mi lado mirándome expectante.

—No sé de qué carajos están hablando —explique pasando mi mirada entre todas.

—Pues de tu cita con Noah Grazer. Todo el instituto habla de ello. Las chicas del periódico escolar estaban comentando que ayer vieron a Noah salir de tu casa y según ellas él te lanzo un beso pícaro al igual que dijeron que habían escuchado cuando él te dijo: "Me tengo que ir aunque sé que te mueres porque me quede" —dijo Hannah y mi ceño solo se intensifico.

—Okey señoritas ¡Alto aquí! ¡Stop!... Seh, Noah estuvo ayer en mi casa pero fue para hacer un trabajo de teatro, sí, me lanzo un beso pero fue jugando y dijo aquello bromeando, no pasó nada, no fue ninguna cita —indique y todas se miraron entre sí confundidas.

—¿Nada? —preguntaron Vania, Hannah y Hilary al unísono.

—Nada —asegure y ellas suspiraron decepcionadas.

¡Por Dios! Un día aquí y ya hay noticias sobre mí en el periódico escolar… Este será un largo año escolar.

—Por cierto el viernes haré una súper, híper, mega fiesta en mi casa por mi cumpleaños, obvió debes ir —dijo Vania y todas me miraron expectantes.

—Claro —dije para luego solo concentrarme en comer y oírlas hablar sobre los chismes que salieron en el periódico escolar.

Después de comer seguí con la rutina de clases hasta que por fin, ¡POR FIN! Sonó el timbre de salida.

—¡Hasta mañana! —gritaron Vania y sus secuaces antes de yo entrar al carro de Joseph.

Cuando finalmente el auto aparco en la casa, entre en ella tirando mi mochila para luego subir a mi habitación y tirarme en la cama.

                                                                   ***

Estaba dormida.

Palabra clave: Estaba.

Una música a alto volumen me despertó. Abrí los ojos adaptándome a la luz que entra por mi ventana y me senté en la cama mirando la hora en mi teléfono:

3:39 p.m.

Me levante a la ventana para cerrarla tratando de que no entraran los potentes rayos de sol y así poder tratar de dormir a pesar del ruido pero apenas llegue a la ventana le mire.

Escandaloso y llamativo como siempre.

Noah.

Esta afuera de su casa lavando su auto mientras escucha música, no lleva camisa dejando a la vista su torso definido, tiene puesta unas bermudas negras que deja ver la elástica de su bóxer y a la vez el comienzo de esa marcada V en su abdomen bajo. Su cabello es un desastre y le da un toque salvaje, tienes gotas de agua en el cuerpo dándole un aura de frescura y sensualidad que ha de matar a más de una... Pero no a mí.

No le dejo de mirar ni un segundo y pasa.

Siente mi mirada y se gira hacia mí. Inmediatamente una sonrisa maliciosa aparece y me mira divertido.

—¿Te gusta la vista? —grita arrogante porque sabe que está bueno.

Bueno no... Buenísimo.

—No seas imbécil, la vista solo me da sueño —es lo único que digo y el ríe.

—Me parece que mientes Allison, sé que estoy riquísimo pero no es para tanto —suelta y pongo mis ojos en blanco.

Arrogante.

—Sabes, mejor me voy a adentro a seguir durmiendo, esta conversación solo me aburre como todo tú —suelta una carcajada pero ni por un segundo deja de mirarme.

—Sí, claro... De seguro te estas muriendo por irte a dormir para así poder soñar conmigo y disfrutar todo esto —se señala a sí mismo y me guiña un ojo. Enarque una de mis cejas y me cruce de brazos mirándole

—Ya quisieras.

—¡Vamos Thompson! Sé muy bien que tienes sueños conmigo... Todas los tienen.

Dios que ego tan absurdo... Imbécil.

—El único sueño que tendría contigo es mientras te ensarto un tenedor en el cuello y créeme sería muy satisfactorio —le respondo divertida y puso cara de dolido.

—Eres muy mala nena —soltó sin más.

—Y tú un insufrible. Además no me digas nena, me da urticaria —le dije a la defensiva.

—Estás loca.

—Eres un imbécil.

—Ridícula.

—Idiota.

—Metiche.

—Sólo eres un arrogante, tienes el ego hinchadisímo. 

—Te gusto, admitelo —dijo flirteando y negue freneticamente.

—Estás demente sí crees que me gustas.

—Vamos Alison, sólo eres mí Julieta y yo tú Romeo, debes admitirlo —dice pícaro y niego riendo por lo bajo para finalmente cerrar la ventana y volver a la comodidad de mí cama. 

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