Después de la explosión nos movimos por una especie de túneles subterráneos, mi miedo era tan grande que me había mareado y no entendía nada de lo que Godzilla me decía, iba corriendo conmigo en brazos. Cada vez que dejábamos uno de los túneles se cerraba una puerta, llegamos a una especie de búnker, no conocía este lugar no había nadie cerca, pero luego me di cuenta que todos estábamos en el mismo lugar, a mi alrededor solo había niños ricos y guardaespaldas, mi cabeza era un lío me sentía desorientada. 

—¿Está bien señorita?—preguntó Godzilla. 

—No tienes idea ¿no ves lo divertida que estoy? ¿Me puedes explicar qué pasó?.—cuestione. 

—La mafia polaca atacó una de las casas de más abajo y puso en alerta a todo el recinto.—Eso sí me sorprendió. 

—¿Mafia polaca?— debía ser una broma, solo éramos niños caprichosos jugando a ser dueños del mundo, ¿como carajo la mafia polaca entra en todo esto?.

—Fue un ajuste de cuentas, al parecer los nuevos ricos venían de la mafia y pues con Polonia y su mafia no se juega—Max estaba prendiendo un cigarrillo. 

—Y lo dices tan tranquilo Max.—a veces la arrogancia de Max me sacaba de quicio. 

—¿Qué esperabas? No es mi problema tuyo tampoco Cleopatra ¿oye estás bien tu barbilla sangra?—lo dijo mientras me pasaba un pañuelo.

—¿Qué?— grité alarmada, recordé las puntadas  y el yeso que me habían puesto apenas hacía unas horas—Si tuve un pequeño accidente esta mañana. 

—Lo sé, bueno todo el recinto lo sabe—mis alarmas se encendieron gritando Tiffany por todos lados. 

—¿Fue Tiffany?—pregunte aun sabiendo que de los sexys  labios  de Max Theodor Cleminthon saldrían las dos letras SI. 

—Si, subió a la pág una foto tuya de uno de tus guardaespaldas cargándote  al carro, y otra cuando regresabas con el yeso.—mordió su labio. 

Esto era el cómo, respirar e intentar tranquilizarme porque estaba apunto de matarla. 

—Su estúpido hermano puso un juego a todo volumen sonaban disparos yo estaba dormida me desperté escuchando todo el caos alarmada— me digne a decir encogiendome de hombros y restándole importancia, mientras hacía presión sobre la herida con el pañuelo. 

—Debo darle la a Tiffany las  gracias por subir esas fotos—Max iba a decir algo más, pero uno de sus guardaespaldas lo interrumpió—debo irme Cleopatra, por cierto esa pijama de Bob Esponja te queda hermosa.—me guiño el ojo. 

–No pierdes el momento para coquetear con todas.—le devolví el guiño.

Intenté caminar sin las  muletas para poder presionar la barbilla, se me hizo difícil, mire a mi alrededor todos estábamos prácticamente en una pequeña suit por así decirlo, ricos fue lo primero que me llegó a la mente, con una mano hice señas a Godzilla y se acercó hasta donde yo estaba. 

—¿Qué pasa señorita?.—odiaba que me dijera así.  

—No te das cuenta que me estoy desangrando por la barbilla— le dije empezando a sentir dolor. 

—La llevó enseguida a la enfermería.—me apoye en sus hombros  para poder caminar. 

—¿Enfermería?— pregunté  confusa. 

Mientras avanzabamos me di cuenta que este búnker estaba preparado por si una catástrofe llegara al mundo,  no murieranos ni siquiera por falta de alcohol, si le quitamos el color gris de las paredes, estaba lleno de luz habían varias divisiones según lo que me explicó Godzilla cada una era para quien más dinero tuviera y quien más seguridad necesitará yo era una de las VIP. Llegamos a la pequeña estación de enfermería, un señor alto con el pelo castaño y sonrisa amable salió a atenderme. 

—Veamos que tenemos aquí— dijo el doctor. 

—Tiene un sangrado. en la barbilla esta mañana le dieron  unas puntadas y al parecer se le abrieron —dijo Godzilla sin quitarme los ojos de arriba. 

—Bien, levanta la cabeza déjame ver esa barbilla, aquí está tienes un punto suelto, creo que es mejor grapar y no dar puntadas, cierra los ojos respira hondo. 

—Espere ¿lo va hacer sin anestesia?—pregunte asustada. 

—No dolerá lo prometo, ahora respira— lo hice solo sentí la presión y luego todo estaba listo. 

Cuando volvimos a donde me pertenecía estar vi a Tiffany y su hermano mellizo Josh hablando con unos chicos.

—Vaya la princesa nos  honra con su presencia—dijo la víbora, seguí caminando con la ayuda de Godzilla era mejor ignorarla. 

—Debo admitir que se ve sexy, si quieres te hago el favor—Josh pronunció esas palabras como un chiste de mal gusto. 

Me di la vuelta observando a todos especialmente a los mellizos que hacía dos años me intentaban hacer la vida imposible. 

—Mellizos solo les diré algo el que ríe de último ríe mejor y recuerden que yo tengo las de ganar siempre—pronuncié aquellas palabras con la cabeza muy en alto para que le quedara en claro que no le tenía miedo. 

Tiffany iba a decir algo más pero las puertas de aquel búnker se abrieron haciendo que cada uno de nosotros estuviera cubierto por guardaespaldas los S.W.A.T estaban entrando y junto con ellos un chico de pelo negro como la noche iba tan cubierto de guardaespaldas que fue difícil de ver. 

—Carne nueva a llegado al recinto— gritó un chico. Aproveche para acércame a Tiffany. 

—Puedes aparentar todo lo que quieras ¿pero que pasara si la escuela se entera que eres una simple sirvienta? Estás en este búnker por compasión de mis guardaespaldas, mira a tu alrededor ¿donde perteneces? A ningún lado por más que te vista de marcas lo corriente, falsa y barata no se te va a quitar querida. 

Las alarmas volvieron a sonar anunciado que el recinto del Elite School  Smart Children’s estaba fuera de peligro y todos podíamos volver a casa. 

—Es mejor que te cuides Cleopatra, algo me dice que esté solo era el primero—dijo Max pasando por mi lado. 

El chico misterioso me pasó por el lado con todos sus guardaespaldas, nuestras miradas por un segundo se cruzaron y sonrió de manera despreocupada. Algo me decía que el nuevo año escolar sería interesante en el recinto.