La carta de Matthew y su respuesta

Luego de 3 días de haber sabido la verdad sobre el estado de salud de Laura y pensando seriamente en que hacer, sus pensamientos fueron interrumpidos por el Rey Emiliano quien tenía un poco de descanso y al ver al joven en la cocina tan pensativo quiso romper ese silencio mientras se sentaba preguntaba

   Emiliano: ¿Todo bien joven?

   Este quien hace un leve suspiro decide contarle al Rey: me enteré de la enfermedad de Laura y eso en parte me tiene…

   Interrumpió el Rey: comiendo la cabeza.

   El joven asiente y el Rey quien ahora es quien suspira le dice: sé que la salud preocupa, pero no dejamos de hacer las cosas que nos gustan, Laura podrá estar delicada de salud, pero no quita su brillo.

   Este al entender las palabras del Rey le dice más animado: tiene razón, lamentarse no es una opción, luchar día a día sí, y eso me gusta de ella.

   El inglés al escuchar lo que había dicho esboza una sonrisa de felicidad y se disculpa con el Rey para dejarlo sólo tomando el desayuno sin que el joven oyera el Rey dice

   Emiliano: “Ya veo que tomates una decisión muchacho, eso me pone feliz”.

   Matthew quien sube a su alcoba y empieza a escribir una carta copiándole a sus padres, cuando estaba por firmar y sellar es interrumpido, pero esta vez era Creta quien le había llamado ya que tenía una carta de sus padres, este le pide que retenga al mensajero para enviar la carta, la firmó y sello rápido y entrego a Creta mientras Matthew la mira con cara de disculpa y susurra

    William: “Lo siento”.

   Abrió la carta con apuro y le pedían volver con una respuesta. Laura y Orquídea estaban en el jardín mientras ve una Creta correr tras el mensajero y entregarle una carta.

   Orquídea quien le gustaba el canto e improvisar en sus melodías dio un suspiro y mirando a Laureano sonrió y continuó su canto, Laura casi dormida tararea la melodía, Orquídea que ve que ya va mucho rato cantando le pide a Lau que le baile un  poco de ballet, mientras Laura ríe dice

   Laura: de acuerdo, pero deberás cantar otro poco.

   A lo que ambas ríen y acceden a dicho trato, ya luego de un rato Matthew al fin las ve a lo que se detiene en seco y decide ir poco a poco donde ellas para admirar más esa bella danza con una linda canción, Laureano lo ve y llama su atención y entre ambos cómplices van a felicitarlas por tal acto.

   Ambas concentradas en los pasos y la voz no se percataron de que ambos hombres estaban afuera del mirador observándolas como enamorados y risueños, mientras Orqui se acercaba a ella le decía

   Orquídea: bailaste como un hada Lau, me sentía en pleno bosque viendo ninfas y hadas.

   Lau quien reía y ambos hombres aplaudían asustando a las chicas con un leve brinco, Orquídea quien voltea asombrada dice: por los dioses que susto nos han dado, la próxima pueden venir que no nos interrumpen.

   Laureano quien se encoge un poco de hombros dice: Lo lamento, no pensé que se asustaría de esa forma.

      Esta al ver como su hermana los apoyaba sólo pudo reír mientras negaba con la cabeza. Matthew quien felicitó a ambas aviso de que mañana debía partir a Inglaterra, pero antes debia hablar con Laura, Orqui quien hace un gesto a Laureano de que la acompañe a ver los caballos, deciden irse, pero no muy lejos ya que Orqui estaba preocupada por el leve cansancio de Lau y no quería que se desmayara.

   Orquídea y Laureano se quedan cerca, pero escondidos para no interrumpir la charla, Laureano quien nota rápido como Matthew se comporta susurra: “así que está nervioso por eso”.

   Orquídea quien no entendía mucho decidió preguntar después y oír atentamente la charla. Matthew a quien le sudaba las manos y se le iba la voz pregunto

   William: ¿mi lady, usted ya tiene algún pretendiente?

   Laura quien se extraña por dicha pregunta niega con la cabeza y comenta: para nada, aún mi padre no me ha presentado algún prometido.

   Este aún más nervioso toma aire y decide ser directo: Lady Laura usted se ha vuelto alguien importante para mí y quiero que acepte ser mi prometida.

   Laura quien no podía ni hablar y Orquídea junto con Laureano ambos asombrados y sonrojados por tal directa declaración, Orquídea le susurra: “A esto te referías, estoy feliz por el… espero y Lau acepte”.

   Laureano sin emitir ni un sonido sólo asiente a tal comentario, Laura que no había dicho ni media palabra sólo se llevó las manos a su boca mientras el joven buscaba un poco de cercanía, luego de que Laura reaccionar comenta

   Laura: creí que te gustaba mi hermana Orquídea, ya que la última vez los vi juntos.

   Tanto Orquídea como Matthew se asombraron y un Laureano celoso la mira fijo, a lo que Matthew se ríe y le explica el porqué de la charla, Laureano levanta una ceja y decide callar, Laura toma aire y dice

   Laura: está seguro de ello Sir Matthew, no quiero sentirme como esas historias donde uno de los dos sufre.

   Este niega con la cabeza y le comenta que se lo ha pensado muy bien y sabe que tomo la mejor decisión. Laura ya más relajada le sonríe y mientras ríe un poco dice

   Laura: Si, acepto encantada ser tu prometida.

   Luego de que ambos prometidos se fueran a darle la noticia al tío Emiliano, una Orquídea ahora enojada salía de su escondite con Laureano quien entre gestos le había reclamado por hablar con Matthew.

   Orquídea enojada le dice: no puedo creerlo Lau, realmente llegaste a pensar mal de mí, yo…. Mejor me voy a mi alcoba antes de que diga algo imprudente.

   Laureano quien no había emitido palabra sabiendo que tenía razón, y si no se lo comento es porque no había tenido tiempo. Orquídea en su alcoba sólo daba vueltas de un lado a otro, al poco rato Laura toca la alcoba y le cuenta lo ocurrido en el mirador con Matthew a lo que le parecía un sueño y difícil de creer.

   Orquídea la animo y estaba muy feliz por ella y su próximo enlace con el joven Matthew, que ahora debía escribirle una carta a su padre para contarle tal evento de alegría aunque la misma Amanda chistara de rabia no podía hacer nada ya que se había decidido.

   Llegó el día de la partida de Matthew a su tierra y prometiéndole a su ahora prometida que volvería en unos días, ya las cartas de su futuro enlace habían sido llevadas y mientras Laura se veía feliz y soñada con su inglés una preocupada Orquídea y Florencia despedían al joven mientras ambas se miraban algo preocupadas.

   Cada 3 días les llegaban cartas a la enamorada Laura de Matthew, preguntaba por su salud y si seguía los pasos, siempre que podía la carta llegaba con un hermoso cuadro de paisajes y una que otra rosa que llegaba algo apagada por el viaje.

   Cuando llegó la carta de Laura y de Matthew a manos del Duque Enrique este abrió el de su amada hija quien le avisaba que le había propuesto matrimonio y está al contarle a Orquídea que había aceptado tal petición Orquídea como hermana mayor lo aprobó pero de igual manera quería la aprobación de su padre, Enrique casi pega un grito de felicidad pero decide tapar su boca e ir lo más rápido posible a su alcoba para poder dar el grito de alegría.

   Con mucha emoción abrió rápido la carta de Matthew quien le contaba la verdad de su decisión y que como tenía 2 hijas encantadoras, pero su corazón lo guio hasta Laura y se decidió en ser su caballero y protegerla como Guerrero Inglés.

   Emiliano: Que bello es el amor y más cuando es correspondido.

   Dio un leve suspiro y Orquídea quien estaba muy feliz dijo: si es hermoso, sólo que a veces te hace pasar malos ratos.

   A lo que todos la ven curiosa y está congelada por lo que había dicho se apeno un poco y dijo: lo leí de un libro de poemas.

   Como si eso convenciera a alguien todos los presentes hacen un gesto de “tranquila que ya te creímos” a lo que un Laureano que había llegado y oído el comentario de Orquídea tose para interrumpir la plática y decir

   Laureano: lamentó molestar mi Rey, pero su hermano está llegando al castillo.

   Mientras Laureano y Florencia suspiran una Orquídea en shock y sonrojada voltea levemente para verlo, pero agacha un poco su mirada y se excusa para salir a tomar el aire, Laureano quien mira a Emiliano hace una señal de que la siga sólo lo hace asombrarse hasta que Florencia le guiñaba el ojo y decía sin emitir sonido síguela.

   Laura sólo le sonreía y asentía, se excusó y camino rápido para luego correr a buscarla hasta que casi choca con el joven Pierre y este le dice que vio llorando a Orqui en dirección al establo.

   Llegando cansado y casi sin aire mira una Orqui con nariz roja y ojos llorosos mientras toma aire pregunta: ¿Cómo puedes correr tan rápido en ese vestido?

   Mientras secaba sus lágrimas y sonreía un poco decía: en realidad alcé un poco el vestido y así pude correr.

   Sin aún verlo no sintió como este se acercaba y tocaba su cabeza mientras se agachaba un poco para decir: lamentó mucho lo de esa vez, me quise disculpar, pero tu tío me pidió un favor y estuve ausente unos días -mientras hizo una pausa prosiguió- Orqui por favor, acepta mi disculpa…. Me hace sentir mal el ver que lloras.

   Cuando por fin ella se voltea ve como el la mira con gesto entre triste y risueño, decide alzarse y mientras tocaba su rostro este alzaba su mirada y le daba una leve sonrisa mientras ella le decía: bienvenido al fuerte.

   Eso le causó risa mientras agarraba su mano y la besaba con ternura, Orqui apoyo su cabeza en el pecho de él y le susurro

   Orquídea: “acepto tu disculpa, pero… por favor la próxima confía en mi”.

   Lau al sentir su abrazo se puso algo nervioso de que nadie los viera ya que eso podría ser mal visto y al mirar bien que nadie los veía la abrazo fuerte y le pidió que se vieran en la noche ya que quería darle un regalo.

   Luego de que Orquídea se calmara y fuera camino a ver a Laura fue asustada por Amanda quien con cara y voz de pocos amigos dice

   Amanda: al fin apareces, creí que te había tragado la tierra.

   Orquídea quien suspira tratando de ignorar un posible enojo responde con sequedad: que bueno saber que estas de un humor de acero, ya que nuestra Lau se va a casar.

   Amanda quien la mira directamente y en un modo perfilado dice: no le vi el dichoso anillo, así que hasta que no vea no me lo creo, además… aún no se casa.

   Como si eso fuera amenaza Orquídea se incomoda un poco y con una voz retadora afirma: puede que aún no lo tenga, pero lo tendrá hermanita y te guste o no esa boda será un hecho…. Así patalees o tumbes el castillo.

      El gesto de Orquídea frente a su tía fue tan rápido como un grito de ayuda y apuraron el paso para salir del comedor; Mientras Florencia le preguntaba con la mirada Orquídea quien la sienta en un banco y mira que nadie este cerca decide contarle a esta lo ocurrido con Amanda y como sus palabras eran como si algo tramara, Florencia quien suspira y para disimular se acerca a una rosa y pregunta

   Florencia: ¿Segura de ello Orqui, no será que mal interpretaste algo que ella dijo?

   Respirando hondo y calmando su gesto niega con la cabeza y comenta: estoy segura que no tía, realmente me hizo erizar la piel y temo que algo malo pueda pasar.

   Como si todo un peso le cayera a Orquídea la tía le pidió que hablarán en la noche y está sin poder decir que no acepto mientras miraba el cielo y decía: “Que manía con la nochecita”.

   Florencia decide hablar con su hermana Frida para ver qué opina de la boda y poder sacar algunas dudas de su mente, el Rey y su hermano por el contrario estaban felices y decidieron brindar juntos en un lugar privado sin la presencia de las mujeres a lo que estas en calma podían hablar y como Laura ni sospechaba hablaba feliz con Amanda, pero esta última parecía una marea que podía cambiar de un segundo a otro.

   Orquídea que la miraba fijo y Florencia de rato en rato pudo notar que Orquídea no exagero ni un detalle y miraba a su hermana que no estaba ni feliz ni incomoda por tal noticia, Orquídea quien decide retirarse un rato a pasear busca a Creta y le pide que cuide a Laura y vigile a Amanda que ella no tardaba mucho.

   Al salir Orquídea del comedor sale directo al patio y se queda cerca del establo donde se mueve intranquila de un lado a otro, Laureano quien se acerca la ve curioso y pregunta

   Laureano: ¿Llevas mucho esperando?

   Esta para no ser des cortes le niega con la cabeza mientras dice: acabo de llegar, pero han pasado muchas cosas y más la emoción de verte me tiene así.

   Este quien sonríe ampliamente por la felicidad la abraza con mucho cariño y le dice: si eres tontita, además si puedo ayudarte a aligerar tu peso puedes decirme.

   Esta accedió contarle así que caminaron un rato y como si la luna fuera su cómplice con las nubes se ocultaba un poco para darles más privacidad, supo que ella no quería arruinar el momento y dijo: abre tus manos.

   Esta lo mira curiosa y lo hace mientras esta saca de su armadura una pequeña caja y la deposita en sus manos, era una hermosa caja de madera pequeña, pero con bordes suaves de una rosa blanca, al abrir la había una hermosa cadenita de cobre con mezcla de plata y con formas de tubos finos y en el centro una hermosa media luna, esta quien se asombra por tal detalle le sonríe y le dice

   Orquídea: es hermosa, debió costar una fortuna.

   Este quien le giña el ojo le comenta que por eso no debe preocuparse y decide ponérselo en su mano izquierda ya que él siempre le besaba esa mano sabiendo que era diestra pero su mano dominante era la derecha. Sin importarle si la ven o no lo abraza con fuerza y como puede se alza un poco para besar su mejilla, ya muchos sabían de qué Laureano cortejaba a Orquídea y cuando Emiliano se lo contó a Enrique al principio se incomodó, pero el al explicarle como era este último relaja un poco sus celos y pide que los vigilen.

   Todos los informes de como la trataba cuando se veían le hacía sentir aún celos, pero ese día al verlo con sus propios ojos de cómo había besado su frente y se mantenía respetuoso le hizo sentir confianza por dicho Guerrero al punto de decirle a su hermano

   Enrique: soy capaz de dejar que use nuestro apellido con orgullo hermano.

   Este último quien reía dijo: si no se lo dabas tú se lo daba yo, ya que es el hijo que nunca tuve.

   Su hermano al oír tales palabras lo abrazo y se disculpó por sacar el tema así de la nada. Luego de unas horas ambos se despidieron con un gran abrazo y un tierno beso en la mejilla y frente, mientras iba a su recámara tocaba su frente y se sonrojaba, pero su paisaje de romance se esfumó al ver a Creta en la puerta de su alcoba así que apuro el paso y pregunto qué pasaba.

       Orquídea quien toca su pecho le dice: Creta ese silencio y ese gesto me hizo pensar mal, trata de no hacerlo de nuevo.

   Creta se palideció de pena y pidió disculpa, mientras le pedía silencio abrió su alcoba hasta que vio una Laura llorosa y una Florencia enojada, Orquídea lleva a adentro a Creta mientras pregunta en voz baja

   Orquídea: “¿Puedo saber que ha pasado?”.

   Florencia pensaba reclamarle, pero al ver su muñeca se hizo una idea de donde estaba y porque tardo y dijo: te iba a regañar porque habíamos quedado de vernos y como pensé que estarías acá entre, pero mira a qué hora vuelves, aunque ya note el porqué.

   Le explico lo ocurrido en el comedor de como Amanda le decía a Laura de que el jamás se casaría con ella por amor si lo hace es por lastima, Orquídea se llenó de ira queriendo irrumpir la alcoba de ella y caerle a bofetadas mientras respiraba agitada pregunto en tono serio

   Orquídea: ¿Qué dijo de todo esto la tía Frida?

   Como si eso hubiera sido tocar una mina respondió incomoda: simplemente nada, ni pio, no se atrevió a meterse en la discusión, pero sin antes mirar a Laura con cara de lastima.

   Orquídea: Creta necesito un favor, busca a Laureano y dile que valla a la sala de conferencia, luego vuelve donde estoy y te daré la llave de mi alcoba para que estés con Laura.

   Creta sin preguntar salió de golpe a buscar a Laureano, mientras Florencia la miraba con una ceja alzada está hacia gesto de calma y ambas salieron del cuarto al que Orquídea paso el seguro y decidieron buscar a su padre y a su tío para hablar todos.

   Al llegar donde se reunía su tío con su padre tocó la puerta con fuerza, estos al escuchar tal golpe se asustaron tan fuerte fue que hasta sus guardias se prensaron al ver el gesto de una joven tan reservada y pacífica hecha una furia, Enrique y Emiliano se miraron al unísono al ver el gesto furioso de una Orquídea que siempre era calmada, mientras Enrique tragaba saliva le susurro a su hermano

   Enrique: "es el mismo gesto que hacía Amelia cuando algo ya no lo podía solucionar, mejor escucharla o derrumba el castillo hermanito".

   Este sin decir ni pío asentía y fueron a dicho lugar, un Laureano algo agitado llega al mismo tiempo mientras ve al Rey con extrañeza este apunta sus ojos en dirección a Orquídea, Laureano que ya había visto ese gesto sólo abrió ambas puertas para que todos entrarán, mientras Enrique ve a Laureano con calma ante el enojo de Orquídea presiente que no es la primera vez que lo ve.

   Cuando ya estaban todos sentados Orquídea respira hondo y le pide a Laureano con amabilidad que cierre las puertas y que esté presente y pueda participar en dicha reunión, el Rey decide esperar y ver que ha pasado, Orquídea trata de calmar su enojo y entre ella y su tía explican lo ocurrido desde que Amanda llegó al castillo, Enrique decide interrumpir antes de oír lo más importante

   Enrique: Orqui segura que no estás exagerando, sabemos que Amanda nunca ha sido muy emotiva.

   Orquídea respira profundo y antes de que su padre decida concluir dice gritando: DICE QUE LORD MATTHEW SE CASARA CON LAURA POR PENA, YA QUE ELLA SERA UNA CARGA.

   Como si eso hubiera sido un balde de agua todos excepto Florencia quedaron en shock y Florencia continuó contando el resto ya que Orquídea se había privado de voz para llorar y un Laureano con ganas de abrazarla y decirle que todo estaría bien, sabía que no era el momento y se mantuvo lo más firme que pudo, Enrique sólo se cubría la cara y oía el resto.

   Orquídea quien aguanta el llanto dice: Lau está devastada padre, se fue a mi alcoba a llorar, esta inconsolable y yo muy enojada, tuve que pedirle el favor a Creta mientras nosotras hablábamos, yo así no puedo padre… Perdóname, -toma un poco de aire y dice- siento que ha ofendido a nuestra madre y eso nunca lo voy a perdonar.

   Emiliano quien estuvo callado oyendo todo le pidió a su hermano fuerza, que se calmara y pensarán en una solución. Como si esas palabras fueran un peso menos asintió y dijo

   Enrique: hermano necesito de tu ayuda, ayúdame a pensar con cabeza fría.

   Luego de alzarse le dio un fuerte apretón de mano y le dio un leve impulso hacia Orquídea quien miraba asombrado a los presentes mientras Florencia asentía decidió ir donde su cuñado y decirle

   Florencia: a mí no sólo me duele que ofendiera a mi hermosa hermana, sino que mi propia hermana menor apoyará tal acto.

   El Rey ya más comunicativo comenta: es triste ver esto entre familias.

   Mientras veía como Laureano guiaba a una Orquídea triste a un sofá donde está apretaba la mano de su acompañante pidiendo apoyo y fuerza. El Rey ordenó a sus guardias a buscar a Amanda y a Frida y que fueran llevadas a la sala de reuniones.

   Desde los pasillos se oían las voces de queja de Amanda y Frida, cuando llegaron ante el Rey Amanda quiso mandar, Orquídea quien no se había separado de Laureano se alzó y se aproximó a ella mientras Amanda decía

   Amanda: Orquídea hermana, verdad que esto es un abuso de confianza.

   Pero lo que no se esperaba Amanda era una bofetada de su hermana mayor, antes de que pudiera preguntar Orquídea se voltea y le dice en tono seco

   Orquídea: ¿Hermana?, yo no te considero mi hermana Amanda.

   Frida quien intentó detenerla y reclamarle por tal grosería Florencia en un movimiento rápido agarró fuertemente la mano de su hermana mientras decía

   Florencia: ni se te ocurra tocar a mi sobrina Frida, sino realmente verás quien soy yo.

   Pero lo que no se esperaba Florencia era que su propia hermana se burlará de ella y dijera: ¿Tu sobrina?, será nuestra, además yo te conozco bien hermanita, tu sólo eres una loca que adoptó un pobretón.

   Esta no contuvo su enojo y con su mano izquierda le dio tal bofetón que le dejó no sólo la cara de lado sino tan roja como un tomate. Florencia no enojada sino furiosa como una leona que dice

   Florencia: de mi puedes decir lo que quieras, pero a Pierre no lo metas además es el mucho más sano que tú.

   Mientras se volvía a sentar al lado de un Laureano que se mantenía de pie firme a la silla de su amada. Un triste Enrique manda a llamar a Creta para que traiga a Laura, mientras sólo miraba como su hermano y sobrina estaban devastados decidió esperar, de su trono caminaba hacia la ventana para ver como las aves daban los buenos días, Laura quien estaba toda ojerosa camina en compañía de Creta hasta el trono real.

   Este atento a cada palabra mira a Orquídea que con su pelo todo revuelto y su cara ojerosa sólo mira su vestido mientras su mano no ha soltado casi por mucho tiempo la de Laureano que ha demostrado no sólo que la quiere, sino que ha sido un gran confidente no ha emitido palabra alguna de lo que ha pasado, sólo ha hablado para ayudar a Orquídea.

   Enrique que da un suspiro y Laura terminar lo acontecido mira a su hermano y moviendo su cabeza de manera afirmativa se queda al lado de Laura y ve como su hermano se vuelve a sentar en el trono y mientras afina su voz dice

   Emiliano: Amanda te hemos mandado a llamar junto con tu tía Frida para corroborar cierta información que ha llegado a mis oídos y mi pregunta es la siguiente ¿Odias a Laura?, o acaso ¿Sientes celos de Laura por su enlace con el inglés de apellido Matthew?

   Amanda quien pela los ojos y queriendo reír le responde: eso es absurdo tío, como voy a tener celos de ella, jamás haría algo como eso, ¿Por qué lo preguntas?, ¿Con qué chisme te han venido?

   Amanda: no la odio, pero realmente no creo que sea buena candidata para Lord Matthew.

   Emiliano ve a su hermano y le hace un gesto para que él pueda preguntar si lo desea, a lo que Enrique comento: sólo tengo una pregunta Amanda y quiero que seas tan honesta como nunca lo has sido en tu vida -mientras hace una pausa pregunta- ¿Crees que Matthew se quiere casar con Laura por lastima?

   Amanda: Si, es por lastima… ya que sé que Orquídea le contó al joven Matthew de la enfermedad de Laura para que decidiera de una vez.

   Enrique ve a su hija Orquídea y dice para sorpresa de los presentes: es cierto que Orquídea le contó y yo también lo sé, pero lo que tú no sabes es que el mismo Matthew se lo pregunto a ella después de oírle hablar a ella y a Laureano sobre Laura.

   Orquídea alzó un poco la cara y miro a su tía quien está asentía con la cabeza y esta en un susurro le decía: “gracias tía”.

   Florencia se aproximó al Rey y comentó: si me permitís majestad yo puedo dar una idea.

      Emiliano: soy todo oídos.

   Florencia quien con respeto miraba al Rey y luego mira a su “hermana y sobrina” y luego ve a una Orquídea y una Laura devastada junto con su cuñado todo decaído comenta

   Florencia: en mi país, Francia, hay un colegio exclusivo para señoritas, como bien sabrá majestad que Francia ha cambiado muchas cosas, pero su disciplina ha sido impecable y más con las señoritas.

   Como si esperará que todos preguntaran por saber el resto, un consejero de unos 63 años con ropa elegante y mirándola de reojo pregunta

   Consejero: ¿Qué tipo de escuela sería Lady Florencia?

   Esta quien omite una leve sonrisa y comenta: me explicaré, este colegio es casi internado, allí llevan a las niñas que tienen problemas de conducta y no saben socializar.

   Como si eso fuera un balde de agua fría para Amanda y Frida ambas comentan al unísono: ¡estas loca!

   Como si eso fuera el detonante para que la verdadera Amanda se diera a conocer Emiliano pela los ojos y los consejeros se tapan la boca al oír tal vulgaridad y deciden reunirse entre ellos y apoyar la idea de Lady Florencia, el mismo consejero que pregunto responde

   Consejero: majestad con todo respeto apoyamos la idea de Lady Florencia y si usted lo desea se puede ejecutar ya mismo.

   Mientras hace una pausa mira a Frida y dice: y a Lady Frida por el poco respeto que me queda el exilio de España e Inglaterra, al igual que Amanda que no podrá poner un pie en Inglaterra.

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