4. La oficina del CEO

Vicente se sorprendio por el pedido de su jefe, cuando llegaron le dijo que nadie en la oficina debía saber que estaba en la ciudad y por eso lo había mandado a buscar unos documentos que debía verificar en el área de diseño pero ahora quería ir a su oficina a revisar el informe de la chica que lo desafío hace unos días y que todavía permanecía en la casa.

Erick es una persona que le gusta estar en control de todo lo que le rodea y la mujer histérica en casa de su abuelo había arruinado su plan de refugiarse allí mientras elaboraba su plan para reconquistar a Vanessa. Seguía sin entender los motivos que ella le había dado para romper con él pero debía hacer algo para restaurar esa relación y volver a tener su vida en orden.

Después de leer que la pelirroja trabaja en la recepción, una idea un poco retorcida empezó a surgir en su mente. Ofrecerle un ascenso a cambio de abandonar la casa era algo arriesgado pero estaba seguro que aceptaría.

Pero su plan se vino abjo cuando vio que era verdad que la propiedad le pertenecía, técnicamente el 50% pero le pertenecía. Su abuelo en el mismo momento que le cedió a él un 50% de la propiedad, también lo hizo con su esposa. Maria siguió viviendo ahí luego de la muerte de su marido y le dejo sus derechos a su nieta en el testamento.

Aunque no lograba entender como este detalle fue omitido por su departamento legal, ahora estaba enfocado en solucionarlo así que mando a llamar a la mujer.

Cuando Sophia a recibio la noticia de que el gran jefe la esperaba en su oficina quedo blanca del susto. Era su primer día de trabajo y ya la estaban corriendo. Mientras subía en el ascensor se arreglaba la ropa y pensaba en algún argumento para defenderse.

Al pasar delante de las secretarias de presidencia sus nervios se elevaron aún más. Luego de anunciarla le dijeron que el jefe la estaba esperando dentro.

La oficina tenía una decoración muy moderna, además del escritorio y unos sofás con una pequeña mesa en el centro, contaba un frigobar, un armario y un baño a disposición del gran jefe. La vista era aún más impresionantes a través del gran ventanal.

Un hombre de traje que se notaba era hecho a la medida, estaba parado viendo el cielo de la ciudad mientras que hablaba por teléfono. A Sophia no le costo nada reconocerlo.

¡Era el intruso de sus sueño! El color rojo invadio su cara por la vergüenza de saber que era su jefe. Después de la forma en que lo trato el viernes por la noche era una certeza que terminaría de patitas en la calle.

Del otro lado de la puerta, Vanessa que tenía un arreglo especial con una de las secretarias del presidente y le había informado que estaba en la oficina, no espero a ser anunciada y paso directamente como solía hacerlo mientras salía con él.

En ese momento Erick terminó la llamada se acerco a la temerosa chica y ella aprovecho para tratar de disculparse:

- Señor lamento mucho la forma en que lo trate el viernes en mi casa. 

Vanessa entro justo en el momento en que la mujer habló y lo que escucho no le gusto para nada. Rápidamente se acercó al hombre para abrazarle y marcar su territorio, con una voz muy dulce le dijo:

- Erick cariño te extrañe tanto! No debiste irte por tanto tiempo porque decidí pedirte un tiempo.

Tanto Erick como Sophia entendieron lo que Vanessa pretendía hacer, pero mientras que a la pelirroja no le importo, una idea cobró vida dentro de la cabeza del hombre. Él sabía que su ex estaba saliendo con alguien más ya que ese fue el motivo de su regreso. Las palabras que dijo y el abrazo solo podrían significar que estaba celosa debido a lo que escucho. 

Sophia miraba a la castaña mujer que abrazaba al jefe y dedujo que debía ser Vanessa Lewis, la ex de su jefe. Podía ver claramente que fue lo que él vio en ella porque era una mujer tan hermosa como una modelo.

Con la mirada puesta en la recepcionista, el hombre retiro a la mujer que lo abrazaba y su voz sonó a ruego cuando dijo:

- Esto no es lo que parece, mi historia con ella esta acabada, tienes que creerme.

Sophia penso que las palabras eran dirigidas hacia la otra mujer y entendió que debia darles privacidad.

- Con su permiso, me retiro.

Pero cuando estaba abriendo la puerta se escucho la voz de su jefe casi gritando:

- ¡No! Señorita Lewis agradezco el recibimiento pero ya puede volver a sus funciones, yo tengo algo privado que discutir con Sofía.

Todas las mujeres dentro y fuera de la oficina fueron capaces de escuchar al jefe y se quedaron sorprendidas con el cambio de actitud para con la ex. Al parecer ya no tenía tanto poder como antes.

La pelirroja al escuchar ésto,  volvio a su lugar inicial en la oficina mientras recordaba el motivo por el que fue llamada y los nervios volvieron a ella.

A Vanessa no le quedo más remedio que dejar la oficina, el sonido de sus tacones golpeando furiosamente el suelo dejaron claro que no le agrado la forma en la que fue tratada.

Después de cerrar la puerta, sentado detras del escritorio, Erick se concentro en darle forma al plan que inició de forma impulsiva hace un momento. Que su ex estuviera celosa era una gran señal y era por donde debía comenzar. Dirigió si mirada hacia la mujer que conocío el viernes y se quedo en silencio por unos minutos. 

- Lamento la interrupción señorita Miller, la llame porque creo que usted y yo debemos hablar de un tema importante que nos incumbe a ambos. 

Sophia apesar de encontrarse muy asustada atino a decir unas palabras para evitar ser despedida.

-Señor Harris no creo que lo sucedido el viernes sea un motivo válido para poder despedirme, la culpa es suya por entrar de esa forma a mi casa, cualquier mujer hubiera reaccionado igual.

A Erick le ofendieron sus palabras, porque por donde quiera que pasara, sabía que las mujeres suspiraban al verlo. Esta mujer lo estaba atacando nuevamente incluso cuando creía que la despediría, quizás su plan no estaba tan bien calculado.

Con las cejas fruncidas y un tono de voz autoritario quiso volver a sentirse en control.

- Es correcto que está aquí por lo sucedido el viernes pero no por el motivo que usted cree. Entré a la casa poque además de tener en mi poder la llave entregada por su dueño original, es decir, mi abuelo, soy dueño del 50% de la propiedad. Su abuela y segunda esposa de él, era dueña del otro 50%.

Dándole unos segundos para asimilar la información que le estaba brindando, Erick prosiguió:

- Quiero negociar con usted señorita, yo le entrego mi porcentaje de la propiedad a cambio de un pequeño favor suyo, debe fingir ser mi novia por un período estimado de 3 meses o hasta conseguir mi objetivo. 

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