Capítulo 3

Soy Alexader Facussé, tengo veinticinco años de edad. Soy dueño de una de las más grandes corporaciones en el mundo hotelero y varias firmas de bufetes de abogados me pertenecen, todo esto situado en los Estados Unidos y varios países de  centroamérica.

Hace cinco años perdí a mi padre en un accidente aéreo, por lo tanto a mi corta edad me tocó tomar el mando de las empresas y les confieso que al principio no fue nada fácil puesto que yo solo contaba con veinte años de edad.

Pero gracias a que aprendí muy bien de mi padre a manejar las empresas, ahora estas se han ído expandiendo a lo largo de varios países, también he abierto varios bufetes, pues cuando mi padre murió yo estaba estudiando derecho ya que era la carrera que me apasionaba pero pasó lo del accidente entonces tuve que mancomunar ambas empresas convirtiendose en una corporación.

Soy hijo único, mi madre vive sola, no ha vuelto a rehacer su vida con otro hombre. Ella amaba mucho a mi padre, se les notaba mucho lo enamorados que estaban, eran muy cariñosos, le afectó bastante la muerte de papá.

Cuando esto pasó, ella cayó en una fuerte depresión y yo como hijo único tenía que hacerme el fuerte aunque estuviera destrozado y preocupado por ver a mamá sufrir de esa manera.

Gracias a Dios mamá volvió a recobrar la alegría dandome así un gran alivio.

¿Que si sé amar?

Claro que sí, amo con todo mi corazón a mi bella madre, ella es todo para mí, sin ella no sé que sería de mi vida. No tengo amor por ninguna otra mujer que no sea por ella.

Hace dos años atrás estuve comprometido con Vanesa, una chica rubia y con muy buenos atributos.

Estaba muy enamorado de ella, la amaba pero ella me traicionó enredandose en la cama con uno de mis socios mucho mayor que mí.

Desde esa mala experiencia que tuve ya no me he vuelto a enamorar por temor a que me vuelva a suceder lo mismo. 

Mujeres tengo por montones, sin necesidad de que yo las busque ellas vienen a mi, el problema es que algunas quieren más que sexo y yo no estoy dispuesto a dar amor, la mayoría solo lo hacen por mi posición económica, pero yo soy de los hombres que solo tengo sexo una sola vez con cada mujer.

Nunca repito con la misma para que no haya malos entendidos pensando que son más que sexo para mí y que pueda surgir algo especial entre nosotros, por eso mejor sólo una vez y luego adiós.

Sí lo sé, soy un puto mujeriego como todos me conocen, pero yo no era así, me convertí en eso después de la traición de mi ex prometida. 

Hace unos días el décano de una de las universidades de esta zona me contactó para decirme que enviaría  a una estudiante para que hiciera su pasantía en mi empresa, ya que consideraba que esta era la mejor para que ella pudiera aprender mucho acerca de como llevar los casos más influyentes.

- Le dije que estaba bien que la aceptaba, prácticamente lo hice porque él era muy amigo de mi padre y yo le tenía mucho respeto.

Me comentó que es una chica de veinte años de edad, pero que es la mejor estudiante del curso y la más sobresaliente y que al aceptarla no me iba arrepentir.

Pensé para mi mismo.... ¿Que puede hacer una chica a esa edad? no ha de saber nada sobre la carrera que está estudiando.  

Hoy es el día que comenzará su práctica profesional la dichosa estudiante famosa del décano, la puse como mi asistente a petición del décano, pues bueno mucho mejor dije yo así la tengo más vigilada. 

Mi secretaria me comunica que la señorita ya ha llegado, le digo que la haga pasar a mi despacho para asignarle su trabajo.

Mientras tanto yo me levanto de mi silla de escritorio y me volteo viendo el paisaje que se ve desde mi ventana de cristal.

Escucho que tocan la puerta -  ¡adelante! - Dije sin voltearme.

Escuché una voz timida y dulce que me saludaba, dí la vuelta para verla y frente a mí estaba la chica más bella que  mis ojos han visto.

  Al parecer ella también se quedó impresionada al verme, porque se quedó paralizada viendome y se le notaba que estaba temblando de los nervios.

Le hablé diciendole que de inmediato se ponga a trabajar, pero ella aún estaba devorandome con la mirada, hasta que al fin reaccionó y se dió cuenta de que yo le estaba hablando y por molestar le dije que si le habían comido la lengua los rátones.

ja ja ja fue divertido ver su reacción, y más que cuando intentó presentarse la frené en seco se puso aún más colorada de los nervios y se le notaba mucho su temblor.

Sonreí para mis adentros porque ya veo que me divertiré mucho con ella porque desde ya me tiene miedo y eso me encanta que la gente me tenga miedo. 

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo