Buena niña

Hubo un ligero toque en la puerta, pero estaba desesperada en busca de aliento, que no me di cuenta de que él ya había abandonado la habitación. Entre la desesperación y el miedo quise escapar, pero al salir a la puerta me lo encontré frente a frente.

—¿A dónde crees que vas? — su mano vuelve a sujetar fuertemente mi brazo evitando que pudiera intentar nada.

—¡No más, por favor! ¡Haré lo que me pida, pero déjeme ir! — suplico entre lágrimas.

—Eso será imposible. ¿Acaso quieres que tus padres se queden en la calle? —deja escapar una risa espantosa—. El que entra a esta casa no sale. Eres la hija de la persona que me debe mucho dinero, de un maldito viejo que solamente es una molestia. ¿Debería sacarlo de mi camino?

—No lo haga, por favor— pido casi sin poder hablar.

—Bueno, entonces serás una buena niña de ahora en adelante y harás lo que yo te pida. Como trates de hacer una estupidez, ya sabes lo que voy a hacer; y quita esa maldita cara, solo sonríe— ordena en un tono molesto.

Limpio las lágrimas que sin cesar se deslizan por las mejillas y con la última energía que me queda le dedico una falsa sonrisa.

—Discúlpeme, no lo volveré hacer— asiento con la cabeza y suelta mi brazo, para luego mirarme una última vez, dar la espalda y alejarse con el empleado.

Cada día mis pesadillas van aumentando. Solo recuerdo la dulce voz de mi hermana llamándome. Todo se siente tan diferente y distante. De todas las pesadillas, es la única vez que me siento así. Claro, porque todo es diferente, todo ha cambiado y no solamente mis sueños.

—¿No planeas levantarte?

Al abrir mis ojos, me encontré con el Sr. Akira sentado al lado de la cama, por lo que me sobresalté y quedé sentada.

—¿Desde cuándo está ahí? — pregunté asustada.

—Eres muy ruidosa—se puso la camisa.

—Lo siento, no diré una sola palabra más—me levanté de la cama.

—¿A dónde crees que vas? —se acercó, y retrocedí.

—Otra vez no, por favor— le rogué, cerrando mis ojos del miedo.

—¿Qué esperas para hacerlo? ¿Acaso no sabes poner una maldita corbata?

Abrí mis ojos lentamente y me encontré con su rostro muy cerca. Realmente es aterrador.

—Ya lo haré —mis manos no dejaban de temblar, por lo que no pude ponerla correctamente.

—Realmente eres una inútil. No hagas nada.

—Lo haré de nuevo, pero no me haga nada, se lo ruego— bajé la cabeza.

—¡Déjalo! — gritó molesto, sacudiendo mi mano—. Espero que sea la primera y última vez, que no haces lo que te ordeno, o de lo contrario, te voy a dar una dosis de disciplina que nunca se te olvidará —caminó hacia la puerta.

—No volverá a ocurrir, Sr. Akira —le dije antes de que se fuera.

Todas mis mañanas solían ser hermosas, el ambiente perfecto por el cual agradecer un día más, ¿Desde cuándo se volvió tan miserable? Tengo que aguantar un poco, no puedo permitir que se salga con la suya de burlarse de mi familia. Aun no entiendo la razón detrás de su oferta, pero lo averiguaré.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo