Capítulo 6.   “La Duda.”

(Melody Jhons)

            Después de ser recibidos por el mayordomo de nombre Smithy y de las presentaciones este nos dice.

-Señor, señora, permítanme felicitarlos por su boda y ofrecerles un refrigerio antes de que partan.

-Gracias Smithy, te lo agradezco.- le digo sonriendo ya que casi no desayune por los nervios y la verdad es que tengo algo de hambre, aunque no sé si pueda pasar bocado alguno.

            Rick no dice nada solo asciente por lo que aprovecho para preguntarle.

-Puedo hacer una llamada?

-Esta ahora es tu casa, no necesitas pedir permiso para tomar lo que quieras, puedes hacer y deshacer aquí lo que quieras.- me responde Rick, sé que quiere que lo llame así pero aun no me acostumbro

            Smithy me conduce a la que será mi habitación llevando mis maletas, esta tiene una hermosa vista del parque cercano, lo que en verdad me gusto; más al quedar sola, rápidamente tomo el teléfono y marcó al colegio donde están internados mis hermanos y pido

-disculpe soy Melody Jhons, podría comunicarme con los jóvenes Alfonse y Albert Jhons por favor.-

-Espere un momento, los mandare llamar.- me dijo la secretaria del colegio.

            Tras esperar unos minutos escucho como alguien dice del otro lado de la línea.

-Bueno?- reconozco la voz de Alfonse por lo que rápidamente le digo.

-Alfonse, hola cariño, como estas? Te estas portando bien? Estas estudiando mucho?

-Hola Mel, si estamos bien Albert y yo, estamos estudiando mucho y más porque yo quiero entrar al concurso de matemáticas.- escucho decir a mi hermano

-Eso es muy bueno cariño, suerte con eso, llamaba para decirles que saldré del país unos días, voy a París, pero cuando vuelva voy a visitarlos.

-Mel cuídate, te vamos a extrañar

-Si mi amor, yo también te voy a extrañar, te dejo porque tengo que prepararme, espero nos podamos ver pronto, adiós.- me despido y cuelgo la llamada.

            Después me levanto y voy a lo que seguro en mi cuarto de baño y me lavo las manos, para salir al pasillo y dirigirme al comedor, donde Smithy nos ha servido un almuerzo ligero, pues he visto la hora y me he dado cuenta de que son más de las doce.

            Una hora después, salíamos del departamento rumbo al aeropuerto en donde nos esperaba el Jet privado de Rick, bajamos de la limusina, él estaba muy serio, y eso me pone muy nerviosa, no sé qué es lo que lo ha molestado.

            Minutos más tarde iniciamos el viaje, estoy sentada frente a él, está muy callado, como si le molestara mi presencia; Mis nervios están tan alterados que no puedo dejar de temblar, cielos me he casado con un hombre al que no conozco, y ahora parece molesto de mi presencia, que voy a hacer.

            Cuando llegamos a París una limusina nos espera y Rick me guía a ella rápidamente sin dirigirme la palabra una vez más, una vez dentro y con el equipaje ya en el auto, salimos rumbo al hotel, yo solo puedo guardar silencio a la espera de que él me diga algo, veo por la ventana del auto las calles de la ciudad, hasta que nos detenemos frente al hotel; bajamos de la limusina y lo sigo por el vestíbulo del hotel hasta la recepción en donde Nos registra, después me guía al ascensor que nos lleva a nuestra habitación, es una suite de dos habitaciones, con una salita y un comedor de por medio, yo lo admiro todo en silencio, nerviosa pues desde que salimos de Londres él no me ha dicho una sola palabra, sé que está molesto pero aún no sé porque, se estará arrepintiendo de haberse casado?, esto me molesta un poco pues solo he hecho lo que él me ha ordenado.

            No sé qué es lo que he hecho para que Rick este molesto y me trate tan fríamente, por lo que entro a mi habitación, quiero cambiarme y darme un baño, así que comienzo a desnudarme, cuando escucho la puerta abrirse de repente y veo a Rick parado frente a mí. Yo solo llevaba puesto el sostén y las bragas de encaje que me había puesto para la boda, y sin saber que decirle, como puedo alcanzo la falda que me acababa de quitar y me cubro con ella, interponiéndola entre mi cuerpo y la intensa mirada de Rick, lo que hace que me avergüence y le diga.

-Señor Maxwell, que es esto?- lo veo mirarme por varios segundos más hasta que me responde con una voz helada

-Nos vamos a cenar a las ocho de la noche y me gustaría que estuvieras lista a tiempo, así que cuando te vistas, ponte algo bonito, pues iremos a cenar y a bailar, ahí empieza tu trabajo.- y después de verme de arriba abajo, lo veo cerrar los ojos y retirarse, cerrando la puerta con mucha fuerza.

            Yo me quedo temblando, pues me di cuenta de que Rick está más allá de molesto, y yo aún ignoro qué es lo que hice para que este así; además he de reconocer que parte del temblor de mi cuerpo no lo ha provocado el miedo que le tengo, sino que es algo más, algo que no sé explicarme, pero que no puede ser otra cosa más que excitación pues no puedo olvidar su mirada, una mirada ardiente, que me hizo sentir como si me quemara la piel; una mirada cargada de deseo del hombre que ahora es mi esposo.

            Solo de recordar su mirada se me hace un nudo en el estómago y ciento mi corazón palpitar mucho más aprisa.

(Richard Maxwell)

            Después de ser recibidos por Smithy y de que se presenten, escucho decir a Smithy y de que nos ofreciera un refrigerio Melody pregunto.

-Puedo hacer una llamada?

-Esta ahora es tu casa, no necesitas pedir permiso para tomar lo que quieras, puedes hacer y deshacer aquí lo que quieras.- le respondo.

            Veo como Smithy la conduce a la que será su habitación llevando sus maletas, la cual está casi frente a mi despacho, pues mi habitación esta al fondo del pasillo. Veo como Smithy al regresar, se lleva a Edward con él a la cocina y yo me dirijo a mi despacho pues tengo que ver que todo esté listo para nuestro viaje a París.

            Después de hacer una llamada a mi piloto que me informa que todo está listo para partir a las dos de la tarde, salgo de mi despacho y paso frente a la habitación de Melody y como su puerta esta entreabierta alcanzo a escuchar parte de su conversación.

-Si mi amor, yo también te voy a extrañar, te dejo porque tengo que prepararme, espero nos podamos ver pronto, adiós.- escucharla me molesta mucho pues me ha mentido; sigo mi camino por el pasillo, sé que he fruncido el ceño pues al verme Smithy me miro asombrado, pero no dice nada, sabe que algo me está molestando. Tomo el almuerzo ligero que Smithy nos ha servido sin decir una sola palabra, no quiero discutir, menos frente a Edward que es tan pequeño.

            Una hora después, salíamos del departamento rumbo al aeropuerto en donde nos esperaba mi Jet privado, bajamos de la limusina, y la guío hacia el Jet, subiendo tras ella.          Unos minutos después despegamos y la ignoro durante todo el viaje, mostrándome frío y distante, sé que eso la pone nerviosa, pues veo que sus manos le tiemblan, pero aun escucho sus palabras al teléfono;  y eso me molesta aun mas, tengo que pensar en el porque me ha mentido. Porque me ha engañado diciendo que no tiene compromiso alguno cuando tiene a un amante escondido, y yo odio que me mientan, espero que recuerde que como mi esposa me debe respeto y fidelidad, aun cuando nuestro matrimonio sea de nombre. Pues se lo advertí.

            Cuando llegamos a París una limusina nos espera y yo la guío rápidamente sin dirigirle la palabra, una vez dentro y listos para partir, salimos rumbo al hotel, ella está en silencio sentada a mi lado, viendo por la ventana las calles de París, hasta que nos detenemos frente al hotel; bajamos de la limusina y me dirijo a la recepción del hotel, sé que me sigue de cerca; nos registró y la guío al ascensor que nos lleva a nuestra habitación, he solicitado una suite de dos habitaciones, con una salita y un pequeño comedor.

La veo mirar a nuestro alrededor en silencio y nerviosa, lo se pues sus manos aun le tiemblan un poco a pesar de que trata por todos los medio de que no se note.

Me dirijo a mi habitación sin decirle nada y la dejo sola, aun no comprendo el porque me ha mentido, a menos que ella y su amante tengan planeado dejarme en ridículo viéndose durante nuestro matrimonio, lo cual no estoy dispuesto a permitir, ella deberá comportarse como mi esposa, hasta que yo decida que es momento de que nos divorciemos.

Pasan de las cinco y media, por lo que salgo de mi habitación y cruzo la sala de la suite para llegar a su habitación, abro la puerta sin llamar y lo que me encuentro me deja sin palabra y sin respiración.

Ella esta semidesnuda, pues solo lleva puestos un sostén y unas bragas de encaje, lo que me deja ver perfectamente su esbelto cuerpo, joven y firme, tan sensual que me deja con la boca seca.

No puedo dejar de mirarla, ella reacciona algo tarde y tomando lo que parece ser la falda que hasta hace poco había llevado puesta la interpone entre mi vista y su cuerpo; pero eso ya no importa, tengo su imagen gravada en mi mente; la veo sonrojarse intensamente, cuando la escucho decir

-Señor Maxwell, que es esto?- escucho su pregunta, como si me llegara de muy lejos, me cuesta dejar de mirarla, pero recuerdo que me ha mentido y le digo en tono frio y cortante

-Nos vamos a cenar a las ocho de la noche y me gustaría que estuvieras lista a tiempo, así que cuando te vistas, ponte algo bonito, pues iremos a cenar y a bailar, ahí empieza tu trabajo.- y después de verla de arriba abajo, cierro los ojos para poder romper el hechizo que no me deja retirar mis ojos de su sensual cuerpo y dando media vuelta cierro dando un portazo.

            Me dirijo a mi habitación y cierro la puerta tras de mí, cierro los ojos y la vuelvo a ver, tan hermosa y sensual, que siento como mi pulso se acelera y mi sangre corre más rápido, agolpándose en un lugar en donde no debería.

            Trato de relajarme, pero no puedo por lo que salgo de la habitación hasta el vestíbulo del hotel y salgo de este caminando por la acera, tratando de calmarme, tratando de comprender porque me siento así, hasta que llego frente al aparador de una joyería, a la que entro y pido una hermosa gargantilla de diamantes que vi en el aparador, una vez que me lo entregan regreso al hotel y voy a mi habitación; busco entre mis cosas un traje que ponerme para esta noche, el servicio del hotel ha deshecho el equipaje y guardado todo en el guardarropa de la habitación, así que voy a darme un baño.

            El sentir que mi cuerpo reacciona de esa manera con solo mirarla me molesta, y no entiendo el porqué, sé que es hermosa y que me gusta más de lo que me gustaría aceptar;  Y para colmo acabo de comprar para ella una joya solo por impulso, yo no soy así, que me está pasando?

            Me tomo mi tiempo en el baño, pues debo relajarme y prepararme para esta noche.

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