Capítulo VII: El confesionario.

Llego a la Iglesia pasadas la una. Mi tía me había obligado a comer algo antes de salir. No me encontré con Alexander antes de salir de la casa,  por suerte para mí. Mi prima nos acompañó a almorzar y luego fue a visitar una de sus tantas amigas.

La Iglesia estaba poco concurrida, así que el Padre Alfredo nos atiende nada más entrar. Mi tía habla con él un rato y finalmente le entrega sus donaciones.

—Gracias hija, su caridad siempre es bien recibida.

—Por nada Padre, mire.

Dice mi tía presentándome.

—Ella es Abigahil de Amery, mi sobrina.

—Acaso, acaso es... ella. 

El Padre no me había reconocido antes, pero ahora que escuchaba mi nombre, estoy segura que si lo hizo. Recordó a la niña de trece años que casó aquí mismo hace diez años atrás.

—Abigahil de Amery. Eres toda una mujer.

—Gracias Padre.

Le sonrió al anciano mientras me bendice.

—¿Has venido a acompañar a tu tía?

—De hecho Padre... venía a con

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo