Capítulo IV: La condición.

No sabía qué hacer. No quiero que sospeche de mis intenciones, pero tampoco quiero estar con él. 

Miro sus ojos molesta. 

—Si el caso es que me quieres tener vigilada, no hay problema, yo me voy con ustedes.

Trato de levantarme de mi asiento, pero su mano me detiene. Incluso su tacto me quemaba¡Dios lo desprecio! Él termina de fumar y me mira confundido por mi actitud.

—Mi intención no es molestarte Abigahil, sólo que eres mi esposa y quería pasar tiempo contigo.

Sus palabras me atravesaban cómo dagas. No quería su compañía, no quería su presencia en mi vida. Esposa...¿Cómo se atreve en mencionar esa palabra frente a mí? Sonrío un poco.

—No es necesario Alexander, yo estoy bien. Si quieres verme puedes venir todos los días, pero he estado lejos por mucho tiempo, mi propia familia es una extraña para mí. Por favor, dame tiempo.

Con la poca fuerza que me queda tomé su mano y lo miré a los ojos, él suspiró y en señal de rendición tomó

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo