Capítulo V

Katherine lo vio, olvidó por completo a su abuela y al otro hombre de la habitación, se sentía extraña, como si algo estuviera apretando Le en el pecho, no podía respirar, sentía que las manos Le sudaban.

Thomas se sorprendió al ver a una niña de pie frente a él, con la primer mirada que Le dio supo que era pequeña en estatura, no Le llegaría más lejos que a la altura de su pecho, la vio frágil y vulnerable, observo su cabello color café claro, con unas leves ondas en las puntas, vio sus manos pequeñas y quiso sujetarlas entre las suyas, observo sus ojos ocultos detrás de unas largas pestañas, su color lo cautivo, eran cafés, casi negros, el había visto ese color antes, pero supo que nunca vería ese color de la misma forma.

Ambos se observaron, buscando los detalles que él otro ocultaba, estaban tan sumidos en ellos mismos que no se dieron cuenta de las miradas que las otras dos personas en el cuarto les lanzaban.

Sólo dejaron de mirarse cuando la abuela de Katherine habló.

  - será mejor que nos sentemos - Katherine y Thomas alejaron las miradas de ellos, prestando atención a la mujer que estába parada a unos pasos de su nieta - hablemos de los detalles

Katherine golpeó el suelo con su pie, era su forma de llamar la atención cuando nadie la estaba mirando.

- "quisiera refrescar me un poco, abuela" - su mirada de movía de su abuela al hombre frente a ella - "iré al baño"

Sin esperar una respuesta de ninguno se dio la vuelta y camino hacia donde se encontraba el baño, respiro solo cuando estuvo sola, se inclino en el lavabo y se miro en el espejo.

Se dio cuenta de lo desarreglada que se veía, estaba sudada, sonrojadas sus mejillas, su cabello, que en algún momento estuvo peinado, ahora se encontraba enmarañado y la cola de caballo estaba floja, demasiados cabellos salían de esta y le corrían por la cara.

Se soltó el cabello y lo peino con los dedos para después sujetarlo de nuevo, mojo su rostro con el agua fría del grifo del baño y se la seco con una de las toallas que había en una repisa a su lado, sacó perfume y desodorante de su bolso y los rocío en sus axilas y en el resto de su cuerpo, cuando se creyó presentable salió del baño y camino hacia la sala.

Thomas creyó haber visto a un ángel, nunca ninguna mujer lo había hecho sentirse de ese modo con sólo verla una vez, sintió como si todo al rededor se detuviera, y se perdió en ella, en su cabello enmarañado, en sus ojos, resguardados por unas tupidas pestañas, sus mejillas sonrojada y sus labios finos que lo llamaban a acercarse a ella.

Sólo salió de su estupor cuando la vio caminar con prisas a un lugar de la casa, cuando la perdió de vista volteo a ver a Jayden, pero el seguía entretenido con las galletas y el café que la mujer mayor les había llevado hace rato, y se preguntó como es que Jayden no la había visto por más tiempo.

Cuando la vio caminar de regreso a la sala, se dio cuenta de cosas que no había visto antes más detenidamente, observo su altura, era pequeña y eso - de una forma u otra - a él le encanto, sus manos, pequeñas a simple vista, sentía que debía tomarlas entre las suyas y sentirlas, piel con piel.

Vio como caminaba, pasos pequeños y temerosos, sus piernas cortas y aún así, el las vio perfectas, cuando ella se sentó y lo miro de frente, juro que un suspiro se había escapado de sus labios sin poder detenerlo, y cuando ella humedecido sus labios con su lengua, se puso rígido y las manos le sudaron de golpe, sintió como el deseo lo atravesó de una punta a otra de su cuerpo en menos de un segundo.

¿Qué le pasaba con esta mujer?

  - ¿Katherine, tienes dudas sobre el tema del Guardaespaldas? - la abuela de Katherine preguntó a su nieta, haciendo que esta misma dejara de ver a Thomas, y que Thomas la dejara de ver a ella, Katherine negó a la pregunta - comencemos

Jayden, que hasta el momento se había mantenido callado, sacó de entre sus manos un gran sobre de color amarillo y lo puso en el centro de la mesa.

  - El contrato - respondió sin necesidad de pregunta a la mirada de duda que Katherine Le dio cuando lo vio poner el sobre en la mesa - estipula todo lo necesario

- "¿en cerio nesecitamos un contrato?"

Katherine preguntó de inmediato, nunca creyó que esto fuera tan serio.

  - es muy necesario e importante - miro sorprendida a Thomas cuando este mismo Le contesto, nunca creyó que el pudiera entenderla - es el protocolo

- "de acuerdo"

  - ¿Quieres leerlo querida? - Katherine asintió a la pregunta de su abuela y sin tardar tomo el sobre y saco su contenido, no se sorprendió cuando comenzó a leerlo, decía cosas que ella misma ya se suponía que vendrían impresas en el papel.

Todo iba bien hasta el momento en el que llegó a la segunda y última hoja, separo su mirada de los papeles y miro a su abuela.

- "dice que llevará... Un arma, y que vivira conmigo, ¿porqué?" - esas eran sus dudas, ¿tan cerca tenía que estar de ella?

  - lo contrate por tu seguridad en esa casa - comentó su abuela - obviamente va a vivir en ese lugar, y lo del arma es por mera segurudad

- " ¿segura? " - preguntó aún con dudas en su cabeza.

  - seguros - giro a ver a aquel que recordaba se llamaba Jayden - es por tu seguridad y por mero protocolo, no debes de preocuparte

  - además... Ni siquiera me notarás - repuso Thomas, y ella no se creyó ni un poco lo que le dijo, estaba más que segura que si lo hiba a notar

Lo pensó por otro par de minutos después de haber terminado de leer el contrato, en la parte de abajo vio dos rayas, una tenía el nombre de ella por debajo de la línea, y la otra tenía el nombre completo de Thomas, lo pensó por más de diez minutos y en todo ese tiempo no levanto la mirada del papel, pero sentía la mirada de las tres personas a su alrededor sobre ella, levanto la mirada una vez que tomó una decisión.

- "¿alguien tiene una pluma?" - la sonrisa que le dieron las tres personas que estaban con ella le hizo saber que había tomado una buena decisión

~~~

Katherine caminaba distraída por el parque que estaba cerca de su casa, había salido de esta misma desde hace cinco minutos cuando su hermanastra la sacó de la casa, alegando quje no había estado en casa a tiempo para servir la comida, además Le advirtió que no volviera o Le iría peor.

Se sentó en uno de los bancos que habían en el pequeño parque y se puso a pensar todo los que había pasado después de haber firmado ese contrato.

Después de ella firmaron Thomas y Jayden, este último había firmado como testigo del contrato, en el par de horas siguientes estuvieron hablando de los detalles que el contrato mismo tenia.

Thomas la recogería el día de mañana de la escuela y ambos se irían juntos a la casa de Katherine, ya que Thomas viviría con ella, él para ese punto ya llevaría las cosas que llevaría desde su departamento.

Su abuela Le dijo que el dormiría en la otra habitación que estaba designada a las personas de servicio, ella intento negarse pero su abuela no la escucho, Jayden Le dijo que estaría al pendiente de ambos y media hora después Katherine, Thomas y Jayden estaban saliendo del departamento, Jayden y Thomas tomaron su camino y Katherine el suyo.

Sólo esperaba que no tuvieran nigun problema con sus hermanastros y con su padrastro, pero, sobre todo esperaba poder confiar en el hombre que cuidaría de ella, de ahora en adelante.

Los pensamientos de Thomas no eran tan diferentes a los de Katherine, mientras estaba sentado en la sala de su departamento, viendo un programa de historia y comiendo su cena, no podía dejar de pensar en esa dulce sensación que se produjo en su pecho cuando la vio por primera vez, el sentimiento de querer tomarla entre sus brazos y protejerla de todo el mundo a sus alrededor.

Algo dentro de él le decía que ella había sufrido demasiado daño en el pasado, el solo pensarlo hacia que un enojo incontrolable comenzará a crecer en su pecho, su mano derecha dolió y giro a verla, estaba apretando la mano en torno al control remoto de la televisión, aflojo su agarre en este mismo y soltando un suspiro apago la televisión y dejó el control en la mesa de centro, se puso de pie y camino hacia su habitacion, se desnudo de inmediato y anduvo al baño de esa forma, abrió la llave de la regadera y se metió debajo de ella, importando Le poco lo helada que el agua estaba.

Duro en ese lugar hasta que sintió como el enojo hacía nada en particular comenzaba a desaparecer, cerró la llave y tomó una de las toallas que se encontraban en el mueble que estaba debajo del espejo, la rodeo en su cintura y tomó otra para secarse el cabello, un segundo después el recuerdo de Katherine Le llegó a la cabeza y ya no pudo concentrarse en nada más.

La había conocido apenas el día de hoy, y ya sabía que ella era diferente, que ella no era como las demás mujeres que había visto en su vida, y tambien sabía que ella le daría demasiados problemas, y que caería por ella.

Tarde o temprano, caería por ella, y nadie podría evitarlo.

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